Como una narradora y coleccionista de historias. Así se define Tatiana Farkas, la joven que podría ser un personaje tipo Paris Hilton o bien abusar de su popularidad como influencer, pero ella ha elegido un camino muy diferente; primero formarse en artes visuales y luego realizar una exploración muy profunda en torno a la espiritualidad, la naturaleza y la fe, que la tiene actualmente estudiando Kabbalah, Herbalismo y Acupuntura. Este giro en su vida no es casualidad. Hace un tiempo, mientras estudiaba un programa de museología (Museum and Curatorial Studies) en The New School en Nueva York, se encontró con un entorno muy materialista y ególatra que, de alguna manera, vetó su esencia sensible. “Eso me hizo sentir como una cáscara de persona. Era una persona vacía en un entorno lleno de narcisistas. Estuve sometida a una depresión irracional y terminé internada en una clínica por un tiempo, porque no sabía cómo vivir con esa pena vacía”, confiesa.
Parte de su camino de sanación también tiene que ver con incursionar en, un poemario donde habla con honestidad acerca de su identidad, camino de autodescubrimiento y de sus experiencias lidiando con enfermedades de la mente que, como a ella, afectan a toda una generación. “Este libro nació para decirte que no estás sola, podrida, o desequilibrada. Estas son las escrituras que anhelaba cuando ni siquiera me tenía a mí misma. En esos tiempos en los que me sentí como una persona vacía, mirar hacia todas las cosas llenas de luz en este mundo fue, de alguna manera extraña, un acto de plegaria”.