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Plantas de zona templada empleadas en homeopatia
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Plantas de zona templada empleadas en homeopatia

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Se presentan 690 remedios naturales, elaborados a partir de plantas que se desarrollan en diversas zonas templadas del mundo. La información para esta obra es resultado de una extensa bibliografía, estudio de campo y de testimonios orales de diversos pueblos y culturas.
IdiomaEspañol
Fecha de lanzamiento30 nov 2023
Plantas de zona templada empleadas en homeopatia

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    Plantas de zona templada empleadas en homeopatia - José Waizel Bucay

    Dedicatoria

    Rindo tributo al bendito recuerdo de mis padres: Teresa y Alberto; y al del abuelo Mair por el legado y el ejemplo de vida que nos dejaron. Así como a la memoria de Adela, Victoria, Sara y Raquel, por el amor que nos dieron, sin esperar nada.

    También deseo ofrecer este trabajo a mi esposa, mis hijos, nuera y nietas, por todo lo que significan para mí. Asimismo, dejo público testimonio de agradecimiento, recuerdo y homenaje a la memoria de médicos tanto tradicionales como a los formados en universidades, que ingratamente no fueron registrados y por tanto no recuerda la Historia Universal, pero que contribuyeron de forma anónima al descubrimiento e investigación de numerosos remedios vegetales que ahora son de uso común y corriente.

    De este mismo modo a quienes en todas las épocas, ─aun a costa de su vida─, dedican o dieron ésta para procurar el restablecimiento de la salud o mitigar el sufrimiento de sus hermanos ─los hombres─, no tomando en cuenta su raza, religión o el color de su piel y sin importar si había retribución.

    Agradecimientos

    El autor desea hacer público reconocimiento al Dr. en C. Juan Salas-Benito, por sus observaciones al manuscrito, así como al médico y Mtro. en C. Marco Polo Franco Hernández por su apoyo para la solución de problemas del formato y el diseño de las monografías presentadas en la obra.

    Extiende su agradecimiento a la Comisión de Operación y Fomento de Actividades Académicas (COFAA) y al Programa de Estímulos al Desempeño Docente, ambos del Instituto Politécnico Nacional (México) por las becas de exclusividad y de estímulos conferidas.

    Asimismo desea expresar su gratitud a las autoridades de la Dirección de Publicaciones del IPN, por su apoyo para que esta obra viera la luz.

    Contenido

    DEDICATORIA

    AGRADECIMIENTOS

    INTRODUCCIÓN

    LA HOMEOPATÍA Y LAS PLANTAS

    Metabolitos de plantas y su composición química

    Clasificación climática del mundo

    Clasificación de Köppen

    Clima templado

    Las zonas templadas

    Objetivo

    Materiales y métodos

    Resultados

    Formato de la obra

    Notas

    FICHAS DE LOS REMEDIOS

    A

    B

    C

    D

    E

    F

    G

    H

    I

    J

    K

    L

    M

    N

    O

    P

    Q

    R

    S

    T

    U

    V

    W

    X

    Z

    ILUSTRACIONES DE ALGUNAS PLANTAS CITADAS

    REFERENCIAS

    Fuentes de imágenes

    SOBRE EL AUTOR

    ÍNDICE DE REMEDIOS HOMEOPÁTICOS Y NOMBRES CIENTÍFICOS DE LAS PLANTAS CITADAS

    Introducción

    Desde la antigüedad, los seres humanos han encontrado en las plantas un recurso útil para satisfacer muchas de sus necesidades, no sólo la más básica ―su alimentación―, sino también, entre otras, para obtener alivio a sus enfermedades. Nunca ha existido un pueblo o cultura que no haya dejado testimonio ―oral o por escrito― en relación con el uso de plantas para este propósito, o que no haya explorado en la flora circundante para encontrar posibles remedios para aliviar su enfermedad o curar su dolor.

    Desde tiempos paleolíticos hasta la fecha la búsqueda ha continuado sin interrupción. En un primer momento se basaba únicamente en la intuición, la observación de los animales y lo que ellos ingerían, el método del ensayo y error; y más tarde, al observar las similitudes entre las formas de algunos de los frutos, semillas y flores y la naturaleza de la enfermedad o la forma del órgano afectado. En la actualidad, la exploración de flora continúa de manera empírica, manteniendo la sabiduría popular y convicciones, comprendiendo que una gran proporción, ―más de 75% de flora mundial― todavía permanece inexplorada (Waizel y Waizel, 2009).

    Cuadro 1. Principales grupos de plantas en el mundo

    Grupos y número de especies de vegetales. Adaptado de Llorente-Bousquets y Ocegueda, 2008. Para propósito de esta obra se considerará a las algas y a los hongos como parte del reino vegetal (Plantae), aunque para algunos autores sean agrupados en un reino aparte.

    La homeopatía y las plantas

    La homeopatía¹ es una terapéutica médica descubierta y experimentada en forma moderna por el médico Samuel C. Hahnemann ―nació en Meissen, Alemania, en 1755 y murió en París en 1843―, para la elaboración de los fármacos que utiliza ─también denominados remedios homeopáticos─ emplea materias primas obtenidas a partir de plantas y animales (enteros o de alguna(s) de su(s) partes o de sus secreciones), así como también, minerales y sustancias químicas ─inorgánicas y orgánicas─ (de origen natural o sintético), aisladas y purificadas.²

    El mayor número de materias primas procede del reino vegetal, con una cifra variable de acuerdo con las diferentes farmacopeas y materias médicas, que fluctúa entre las 390 y las 1 000 o más, cifras obtenidas a partir de la revisión del número de especies reportadas en las farmacopeas, tanto la de la Comisión Editora de la Farmacopea Homeopática de los Estados Unidos Mexicanos (1998), como la American Pharmacopeia (American Institute of Homeopathy, 1979), así como la información reportada por Guajardo (1988); Guermonprez, Pinkas y Torck (1989) y otras fuentes bibliográficas que se mencionan en los capítulos, materiales y referencias.

    En un trabajo anterior (Waizel, 2005), se presentaron las plantas que habitan en las zonas áridas y que se utilizan en homeopatía. En esta obra vamos a referirnos a plantas ─con el mismo uso─ que crecen en las zonas templadas ─zona climática así considerada por Aristóteles y por la clasificación climática de Köppen, entre otros─.

    Metabolitos de plantas y su composición química

    Las plantas elaboran un gran número de sustancias orgánicas esenciales para su subsistencia llamadas metabolitos primarios, así como también sintetizan otros tipos de diferentes compuestos en menor cantidad y concentración, conocidos como metabolitos secundarios. Entre los del primer grupo se encuentran básicamente: azúcares o hidratos de carbono, ácidos grasos, grasas, aminoácidos, proteínas y vitaminas.

    Mientras que en el segundo grupo los componentes principales elaborados pertenecen a alguno de los siguientes tipos: aceites esenciales o volátiles, ácidos orgánicos, alcaloides, alcoholes, antibióticos, bálsamos, carotenoides, cetonas, cumarinas, esteroides, fenoles, fitoesteroles, fitotoxinas, flavonoides, glicósidos y glucósidos, gomas, lactonas, mucílagos, pectinas, quinonas, resinas, saponinas, taninos y terpenos (terpenoides) y otros, todos ellos con una variada actividad biológica y, por lo tanto, las plantas pueden emplearse directamente como drogas o medicamentos para los seres humanos o en la medicina veterinaria (fitomedicinas), o sufrir algunas transformaciones como la diosgenina ─cuyo esqueleto se usa para su transformación en cortisona─, esta última ya convertida en un fármaco (Rotblatt y Ziment, 2002).

    La composición química de las plantas (cualitativa y cuantitativa) es variable; depende de la Familia botánica, especie y raza química a la que pertenece el vegetal. También puede haber diferenciación individual entre seres de la misma especie (Filipowicz, 2006). Esta variabilidad puede verse afectada por las condiciones ecológicas del hábitat, tales como: el tipo y la composición del suelo y la altitud sobre el nivel del mar, clima y disponibilidad de agua (o sea el ecotipo o razas ecológicas). En algunos casos, las propiedades de la planta pueden verse afectadas incluso durante la hora del día, la estación del año en que se hizo la recolecta, o de las condiciones fenológicas de la planta, así como la edad y madurez del organismo. La fenología es el estudio del desarrollo y cambios que tienen lugar periódicamente en plantas y animales, consultado en el Diccionario Enciclopédico Vox de 2009.

    Además, cuando una planta está sujeta a la agricultura, la producción (y por lo tanto la concentración) de los metabolitos seleccionados, como por ejemplo los alcaloides, puede ser aumentada o acelerada, en comparación con su producción bajo condiciones naturales (Waizel, 1979). Por lo tanto, la concentración de algunos de los metabolitos secundarios pueden aumentar o disminuir en respuesta a algunos agentes abióticos ambientales estresantes, como la temperatura alta o baja, falta o exceso de humedad disponible (estrés hídrico), salinidad, alta insolación, etc., que entre otros temas son la materia de estudio de la ecofisiología.

    Por estas razones no es inusual encontrar variaciones en la calidad de los diferentes lotes de las materias primas empleadas para la fabricación de fitofármacos, de acuerdo con el sitio de su origen.

    De forma similar para la fabricación de remedios homeopáticos hay preferencia por utilizar materiales procedentes de los países donde la planta fue ensayada y empleada por primera vez.

    Por lo tanto, es posible que una determinada especie muestre diferenciación ecológica y que su composición varíe según el hábitat donde se desarrolla y en consecuencia sus componentes químicos van a variar dependiendo del lugar de crecimiento (zona tropical, templada o árida).

    Clasificación climática del mundo

    Uno de los primeros intentos de clasificación climática se realizó por el antiguo erudito griego Aristóteles (384-322 a. C.). Su hipótesis fue que la tierra se dividía en tres tipos de zonas climáticas, cada una de ellas caracterizada por su distancia desde el Ecuador. Aunque en realidad, sabemos que esa teoría aristotélica fue extremadamente simplista, lamentablemente persiste hasta nuestros días.

    Dicho autor basado en la consideración de que el área cerca del Ecuador era demasiado caliente para ser habitada, denominó como la región tórrida al territorio comprendido entre el Trópico de Cáncer en 23,5° Norte, pasando sobre el Ecuador, latitud 0°, hasta el Trópico de Capricornio 23.5° Sur (fig. 1). A pesar de sus creencias, grandes civilizaciones florecieron ─y sobreviven─ en la zona tórrida, en América Latina, India y el sudeste de Asia.

    fig1.jpg

    Figura 1. Clasificación climática del mundo (Rosenberg, 1999).

    De igual modo, dicho autor razonó que la zona al norte del círculo polar ártico (66,5° Norte) y al sur del círculo polar antártico (66,5° Sur) permanecían permanentemente congeladas, y calificó como inhabitable a la zona fría o polar. Ahora sabemos que las áreas al norte del círculo polar ártico son de hecho habitables. Por ejemplo, la ciudad al norte del círculo Ártico más grande del mundo, Murmansk (Rusia), es el hogar de casi medio millón de personas, que debido a los meses de falta de luz solar viven bajo luz artificial, sin embargo, la ciudad se encuentra realmente en la zona fría o polar.

    La única área que Aristóteles creía apropiada como vivienda y capaz de soportar el florecimiento de la civilización humana fue la zona templada. Las dos zonas templadas sugeridas se encuentran entre los trópicos y los círculos ártico y antártico. La creencia de Aristóteles de que la zona templada fuera probablemente la más habitable proviene del hecho de que es la región donde vivió.

    Clasificación de Köppen

    Desde el tiempo aristotélico otros autores han intentado clasificar las regiones de la tierra sobre base climática. La clasificación más exitosa fue probablemente el sistema desarrollado por el climatólogo y botánico amateur alemán Wladimir Köppen en colaboración con su alumno Rudolph Geiger y presentado como un mapa mural en 1928.

    Ellos asignaron letras mayúsculas para designar las zonas terrestres, de la siguiente manera:

    A = tropical, tropical lluviosa.

    B = clima subtropical, seco.

    C = zona templada.

    D = frío, nevado o boreal.

    E = polos o sitios nevados.

    F = hielo permanente.

    Los criterios para definir las zonas climáticas son las mediciones de temperatura y precipitación (Sachs, 2000).

    Esos grupos se subdividen en función del régimen de lluvias y temperaturas ambientales y también son denominados con letras, usando de esta manera letras minúsculas, las que junto con las mayúsculas especifican la variedad climática de un área determinada dentro de cada categoría principal. Así, por ejemplo, un clima de tipo Csa significa un ambiente templado con veranos secos y calurosos y secos inviernos, también conocido como clima mediterráneo.

    El sistema de clasificación de categorías múltiples de Köppen ha sido ligeramente modificado desde su última presentación en 1936, pero es todavía el más frecuentemente utilizado y aceptado hasta la fecha, como el mapa autorizado de los climas del mundo (Rosenberg, 1999, 2005).

    Clima templado

    Clima templado es un nombre poco apropiado. Las denominaciones tropicales y climas oceánico y mediterráneo equivalen a un clima con cambios moderados a lo largo del año, algunas regiones dentro de la zona de clima templado experimentan cambios a través de las cuatro estaciones. Por ejemplo, en una gran zona del este de Norteamérica, en los Estados Unidos de América, desde el valle de Ohio hasta las costas del sur de la bahía de Hudson en Canadá, el clima templado puede implicar episodios de clima ártico y tropical en el mismo año. Esos cambios son más acentuados, el mayor de ellos ocurre en el área de influencia de grandes masas de agua y la variación decrece en las áreas donde los océanos y otras grandes extensiones de agua ejercen una más fuerte influencia sobre el clima.

    Un factor común constante de las zonas templadas del mundo es la variabilidad climática; todas estas regiones tienen las cuatro estaciones claramente marcadas, mientras que los de la zona tropical tienen sólo dos temporadas (humedad de verano e invierno seco) (Rosenberg, 2005).

    El clima templado se puede clasificar en cuatro subtipos, como se muestra en el cuadro 2.

    Cuadro 2. Clasificación del clima templado

    Fuente: Adaptada de D’ Ambrosio, s/f.

    Abreviaturas: lat. = Latitud; Medit. = Mediterráneo; mm = milímetros; pte. = principalmente; S. = Sur; Temp. = Temperatura(s); W = Oeste.

    Las zonas templadas

    En las zonas templadas comúnmente se encuentran los tres grandes grupos de plantas (árboles, arbustos y hierbas). Los árboles pueden o no conservar sus hojas, dependiendo de la estación del año y se pueden dividir en: perennes, los que mantienen su follaje a través de dos o más temporadas consecutivas, en oposición a los que pierden sus hojas cada año, cuando se acerca la temporada fría, que se denominan comúnmente caducifolios.

    Más de una séptima parte de la superficie de nuestro planeta se considera templada. Estas zonas son las regiones que sólo unas pocas personas consideran ricas en diversidad vegetal. Esta apreciación no es correcta, porque incluso si esas áreas no son tan ricas en diversidad como una selva tropical, las personas que viven allí han heredado desde tiempos inmemoriales el conocimiento de cómo utilizar los recursos que la naturaleza ha puesto en sus manos para su propio beneficio. El hombre ha obtenido, por ejemplo, además de alimentos, una diversidad de productos como la madera, resinas, esenciales o aceites volátiles (perfumes), etc. Asimismo, un amplio número de antiguas culturas ha empleado las plantas de zonas templadas como un recurso terapéutico.

    Por otra parte, hay dos líneas imaginarias denominadas en cartografía como paralelos, y situadas más al norte y al sur del subtrópico. En esas zonas el sol se mantiene siempre en el cielo al sur (zona norte templada) o hacia el norte (zona templada del sur). Los veranos son muy calurosos, pero los inviernos presentan temperaturas bajo cero, tanto en el aire como a nivel del suelo. Para poder sobrevivir allí los organismos deben ser capaces de tolerar los procesos de helada y congelamiento, por lo tanto, no es de extrañar que a medida que aumenta la latitud, la diversidad de organismos disminuya.

    Una gran parte de Europa se encuentra en la zona templada y sólo sus regiones del sur pertenecen a la zona subtropical. Por esa razón el bosque más típico que crece a través de toda Europa está constituido por árboles de hoja caduca y sólo en la parte muy septentrional del continente se encuentran la taiga y la tundra.

    Debido a su tamaño, Asia incluye prácticamente todas las zonas climáticas, por ejemplo, desde la tundra y taiga a través de la zona templada hasta las regiones tropicales y subtropicales. La mayor parte de ese continente muestra un carácter árido, con territorios deforestados y sólo en las regiones más húmedas de Asia Oriental pueden encontrarse los bosques de hojas anchas con numerosas especies de plantas. La parte del sudeste de Asia ─también llamada región indo-malasia─ está situada en la zona de selva virgen lluviosa. Sólo la parte norte y una pequeña porción del África Sudoccidental se consideran subtropicales o templadas.

    Mientras que la zona templada cubre buena parte de América del Norte, la tundra y la taiga pueden encontrarse sólo en el norte de esa región. En las latitudes medias de la mitad oriental de Norteamérica predominan los bosques de hojas anchas y bosques mixtos, mientras que en el oeste hay extensas praderas.

    América del Sur se localiza en la región tropical, y sólo se encuentra zona templada en su parte sur más extrema. El territorio australiano es parcialmente tropical, subtropical y en parte templado (Ross, 1994; ZOO, 1998).

    Teniendo en cuenta que un amplio número de plantas que habitan las zonas templadas del planeta se utilizan con fines medicinales, no debería sorprendernos que la homeopatía las use también.

    Objetivo

    El objetivo de esta obra es mostrar algunas plantas utilizadas por la homeopatía que crecen (silvestres o cultivadas) en zonas templadas y recopilar información relacionada con ellas (sinonimia científica, Familia botánica, nombres comunes, forma de vida, la parte de la planta utilizada para la preparación ─en forma fresca o seca─ y su hábitat).

    Materiales

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