En este número especial nos preguntamos, al cabo de varias décadas de tarea con la revista Integral, sobre el papel de los médicos y medicinas naturales o naturistas, así como sus posibilidades para una mejor autogestión de la salud. En momentos de gran auge investigador en el campo de lo más pequeño (medicina y genética, identificación y uso terapéutico de genes y células madre) no deja de sorprender que una parte considerable de la población alimente a los niños a base de tarros de potito, congelados y microondas. Por eso nadie duda de la relevancia que la medicina natural va a tener en los próximos años.
UN GRAN CAMBIO
Como afirman los médicos norteamericanos Michael Murray y Joseph Pizzorno, «se está produciendo una revolución en el cuidado de la salud. La ciencia y la medicina disponen actualmente de la tecnología y el conocimiento necesarios para apreciar el valor de las terapias “naturales”. Así, las palabras anteriores de Edison serían verdaderamente proféticas. Y al frente de esta revolución está la medicina natural.»
Murray, Pizzorno y la Bastyr University son protagonistas del éxito de la medicina natural en EE.UU., país en el que se adaptaron las enseñanzas naturistas centroeuropeas, e incluso acuñaron allí la palabra «naturopatía», hace más de cien años (Dr. John Scheel, 1895).
Con todo, a lo largo de los años se han ido encontrando con los mismos problemas y reticencias