LA SETA QUE FORTALECE EL SISTEMA INMUNITARIO
El chaga (Inonotus obliquus) es un hongo que ha sido durante mucho tiempo la joya preservada de los pueblos nómadas siberianos. Adhiriéndose valientemente a los abedules de la taiga, el chaga posee una afinidad muy particular con los climas fríos y hostiles rusos. Muy utilizado por los nenets, los evenks y los mansis, este hongo era muy apreciado en decocción en caso de cansancio, frío, hambre o heridas. Es un recurso más que valioso, sobre todo cuando la supervivencia se basaba únicamente en la caza, la pesca y la recolección.
Desde los años 1980, este recurso micológico excepcional no deja de fascinar a la comunidad científica, y ya se puede encontrar en el mercado, aunque solo sea en algunos valiosos complementos alimenticios de vanguardia, pues es caro y escasea. Normalmente puede obtenerse solo, a partir).