Transporte y producción artesanal en los albores del mundo Olmeca

Por Ann Cyphers y Kenneth G. Hirth

Transporte y producción artesanal en los albores del mundo olmeca es un libro en el que se presentan los vestigios arqueológicos que fueron hallados en el frente Malpica U como punto de partida para analizar la relación entre el transporte y la especialización artesanal y su papel en el desarrollo cultural de la capital olmeca de San Lorenzo durante el periodo Preclásico inferior. Inicia con un panorama general de la Isla de San Lorenzo con énfasis en la importancia geográfica del sitio arqueológico de Loma del Zapote y continua con la descripción y presentación detallada de los resultados de la clasificación y el análisis de los artefactos recuperados en las investigaciones, así como el análisis del frente Malpica U y su probable papel como puerto en la Isla de San Lorenzo con una importancia trascendental en las redes de transporte y comunicación en la cuenca baja del río Coatzacoalcos.

• Idioma: Español
• Editorial: UNAM, Instituto de Investigaciones Antropológicas
• Fecha de lanzamiento: 18 ago 2023
• ISBN: 9786073074735

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Introducción

La Isla de San Lorenzo fue el centro del mundo prehispánico entre 1400 y 1000 cal aC (figura 1). En su momento llegó a ser una megalópolis compuesta por tres grandes centros poblacionales que hoy día se conocen como la gran capital de San Lorenzo, ubicada en el corazón de la isla, y dos centros menores que ocupan cada uno de sus extremos, Tenochtitlán en el norte y Loma del Zapote en el sur (Cyphers 2012; Symonds et al. 2002). Desde su ubicación unos 50 km río arriba de la desembocadura del río Coatzacoalcos, la población de la isla dominaba las rutas de comunicación terrestre y acuática de las llanuras costeras de la costa sur del Golfo de México y participaba en extensas redes de intercambio a larga distancia. Bajo los auspicios del Proyecto Arqueológico San Lorenzo Tenochtitlán se han llevado a cabo numerosas excavaciones en el centro secundario de Loma del Zapote, entre las cuales destacan los sondeos realizados en el frente de excavación llamado ‘Malpica U’, el cual se localiza en el extremo sur de la isla. La presente obra presenta los métodos y resultados de las excavaciones en dicho frente, así como los análisis y las interpretaciones del conjunto de artefactos.

Figura 1. Mapa de la costa sur del Golfo de México en el que se muestra la ubicación de la Isla de San Lorenzo. Plano de Gerardo Jiménez.

El lugar en donde se realizaron las excavaciones consta de un puerto fluvial antiguo que forma parte del centro secundario de Loma del Zapote. Esta localidad cumplía un papel de gran importancia durante el auge olmeca ya que tanto en tiempos antiguos como en los modernos, la integración de sistemas regionales de transporte con la producción de bienes era esencial para la distribución de los productos. Fue un punto clave en las redes de comunicación y transporte por ser un lugar de embarque y desembarque en donde la carga se recogía para enviarla por otro medio de transporte, del acuático al terrestre, o viceversa (véanse Harris y Ullman 1945). Además, fue un lugar donde se procesaban y producían bienes; se distingue por contar con las evidencias más tempranas, hasta ahora conocidas, de la producción de navajas prismáticas de obsidiana.

En la presente obra, presentamos los vestigios arqueológicos que hallamos en el frente Malpica U como punto de partida para analizar la relación entre el transporte y la especialización artesanal y su papel en el desarrollo cultural de la capital olmeca de San Lorenzo durante el periodo Preclásico inferior. Iniciamos con un panorama general de la Isla de San Lorenzo con énfasis en la importancia geográfica del sitio arqueológico de Loma del Zapote. Se incluye una breve historia de las exploraciones arqueológicas en Loma del Zapote para contextualizar el frente Malpica U dentro de este importante centro secundario.

En el capítulo 2, ofrecemos una descripción del frente Malpica U y su extraordinaria ubicación como el punto principal de acceso a la Isla de San Lorenzo, seguido por la presentación detallada de las investigaciones arqueológicas en la cual se describe el programa sistemático de las pruebas con barreno, la estratigrafía y demás pormenores de las excavaciones.

Los capítulos 3 y 4 presentan los resultados de la clasificación y el análisis de los artefactos recuperados en las investigaciones en el frente Malpica U. El capítulo 3 incluye los artefactos cerámicos (tiestos, vasijas, figurillas), los de piedra pulida y otros de naturaleza especial; éstos aportan el apoyo cronológico para el fechamiento de las ocupaciones. El capítulo 4 presenta la descripción de los tipos y la cantidad de los restos de obsidiana, los cuales son la evidencia para la producción especializada de navajas.

Los últimos capítulos contienen la interpretación preliminar. El capítulo 5 se enfoca en el significado y la importancia de la producción de navajas de obsidiana en San Lorenzo, así como la manera en que se introdujo la tecnología y su temporalidad. En el capítulo 6, se analiza la ubicación geográfica del frente Malpica U y su probable papel como un temprano puerto en la Isla de San Lorenzo que tuvo una importancia trascendental en las redes de transporte y comunicación en la cuenca baja del río Coatzacoalcos. Se enfatizan las modificaciones artificiales al lomerío natural que los olmecas llevaron a cabo para crear tres herraduras o bahías junto al cauce del río. Para finalizar, se evalúan las implicaciones del Puerto Malpica en las redes de transporte fluvial y en el desarrollo de la producción artesanal de obsidiana en el temprano mundo olmeca, así como en un contexto más amplio de la evolución cultural mesoamericana.

La Isla de San Lorenzo era el centro del mundo olmeca durante el Preclásico inferior. Albergaba la gran capital de San Lorenzo que cubre un área mayor a las 700 ha y el centro menor de Tenochtitlán que cubre unas 330 ha. Además, el centro secundario de Loma de Zapote domina la porción sur de la isla, a partir de la Loma de la Cruz hasta el portezuelo de Las Camelias; cubre un área de 500 ha (Symonds et al. 2002: 57) (figura 1.1).

Figura 1.1. Mapa de la Isla de San Lorenzo que muestra la ubicación de los sitios de San Lorenzo, Tenochtitlán y Loma del Zapote, así como de los frentes de excavación. Plano de Gerardo Jiménez.

Los resultados de los esfuerzos combinados del reconocimiento en superficie, las excavaciones y las observaciones fortuitas señalan una ocupación dispersa en Loma del Zapote, desde la Loma de la Cruz hasta el portezuelo de Las Camelias. Por ello, Loma del Zapote no manifiesta una organización espacial similar a la de San Lorenzo. No obstante, se cuenta con evidencia de ocupación doméstica, áreas productivas y ceremoniales, una cantidad significativa de escultura en piedra y arquitectura monumental. La forma del asentamiento es asimétrica con puntos de actividad intensa. Estos puntos se ubican en la porción sur de Loma del Zapote. Entre ellos se encuentra la Acrópolis del Azuzul, una obra de arquitectura monumental, con su escena de cuatro esculturas que probablemente expone un antiguo mito (Cyphers 1994) y el frente de excavación llamado la Represa del Azuzul con su edificio masivo. Los olmecas edificaron una estructura grande en el frente llamado S. Salomón y un gran edificio ceremonial en el frente Las Treinta, en donde depositaron una escultura mutilada y sacrificios humanos (Villamar 2002). La fuerte concentración de artefactos multiperforados de ilmenita en el frente llamado Templo Pentecostes indica la realización de actividades productivas intensivas que giraban en torno a la perforación de objetos. Destaca la ocupación del frente Aguilar, ubicado a un costado de la loma alta, en donde se halló el trono LZ-2. Y, por último, la infraestructura del transporte incluye los terraplenes de Potrero Nuevo y el Azuzul, así como los muelles del frente Malpica U, en donde se encontró evidencia de la producción de navajas prismáticas de obsidiana.

Sin duda, con el tiempo se irá ampliando la muestra de contextos en este importante sitio. La información que se tiene hasta ahora indica la reproducción de varias características de la capital en una escala menor: la construcción monumental; la escultura monumental en piedra; la producción artesanal; la actividad ceremonial; un trono, el símbolo de un jerarca menor, y la ocupación doméstica.

El entorno

La isla mide casi nueve kilómetros de largo por cuatro kilómetros de ancho en la porción septentrional; adelgaza progresivamente hacia el sur, hasta tener unos 100 m de ancho, al mismo tiempo que va tomando la forma de media luna. Abarca unas 2 000 ha de terreno, de las cuales unas 1 500 ha generalmente se encuentran a salvo de las inundaciones (figura 1.1). Por su centro corre un lomerío alargado (60-12 msnm) y en su totalidad está rodeada por amplias llanuras de inundación, ríos, lagunas, pantanos y arroyos.

Hoy día la isla está rodeada por cauces fluviales. A la altura de la comunidad de Boca del Río, el río Coatzacoalcos se bifurca, dando inicio, de esta manera, al río Chiquito, el cual en la actualidad da forma a la cercana Isla de Tacamichapa y vuelve a unirse con el cauce principal del Coatzacoalcos río abajo. El tributario intermitente, conocido como río Tatagapa, circunda la Isla de San Lorenzo por el lado oeste; se alimenta del cauce principal del río grande a través del cauce llamado Calzadas. Un laberinto de cauces intermitentes, alguna vez vías activas, yacen al este, entre el lomerío y el río Chiquito.

El estudio geomorfológico de la Isla de San Lorenzo (Cyphers y Ortiz 2000; Ortiz y Cyphers 1997) proporciona información fundamental para entender el entorno en tiempos olmecas. Al emerger a la llanura deltaica que conforma su cuenca baja, el río Coatzacoalcos empieza una trayectoria con muchos meandros. Justo al norte del poblado Peña Blanca, se observa una serie de bifurcaciones cuyas trayectorias corren junto a la Isla de San Lorenzo o atraviesan el portezuelo de Las Camelias para unirse con el río Tatagapa. Algunos de estos cauces, ahora extintos, estaban activos durante la fase San Lorenzo B y el entonces cauce principal del río Coatzacoalcos corría