Año/Cero

ATLÁNTIDA: CONEXIÓN CON TARTESSOS Y ALEJANDRÍA

Muy cerca de la ciudad de Alejandría, hacia el este, se extiende la amplia bahía de Aboukir. Se asienta a escasos tres kilómetros de donde se ubicaba la ciudad de Canopo y junto al promontorio rocoso que cierra la bahía al oeste. Desde este promontorio hacia el este, adentrándose unos cinco kilómetros y dejando a estribor un dique abandonado, se encuentra otro promontorio submarino que forma una pequeña isla que posee una fortaleza. Es en este punto donde se han encontrado algunos restos emergidos de la antigua ciudad de Canopo. Al margen de esto, lo que queda de la ciudad se encuentra bajo las aguas.

Un informe en 1933 de un oficial de la Fuerza Aérea Británica, que sobrevolaba la citada bahía, indicó la presencia de un gran número de bloques sumergidos. Este hecho atrajo la atención del príncipe de Alejandría, Hassan Omar Tousson, que había sido elegido como de Alejandría y que tuvo un papel muy importante en la exploración de aquella bahía, invitando al arqueólogo y conservador doctor Annibale Evaristo Breccia a documentar unos mosaicos y un posible templo dedicado a Serapis en una de las propiedades del príncipe en esa misma costa. Esta pasión le condujo posteriormente a la exploración subacuática de los restos sumergidos.

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