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Purgatorio
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Libro electrónico99 páginas1 hora

Purgatorio

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Pocas personas saben todo lo que he vivido, todas las piedras que he tenido que brincar y los retos a los que me he enfrentado. Todo el mundo se siente juez de tu vida y parece tener un código de conducta.

 

A mi no me llegó ese memo hermano, yo he tenido que luchar una y otra vez con mis demonios internos. Una pelea constante entre evitar la mierda e intentar no ser una. Esta es mi historia ¡Bienvenido al purgatorio! 

 

IdiomaEspañol
Fecha de lanzamiento20 mar 2023
ISBN9798223058120
Purgatorio

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    Purgatorio - TOT

    Purgatorio

    El purgatorio puede significar dos cosas, según la persona. Para algunos el paraíso, un paso a algo mejor. Para otros el terror, un lugar donde la nada los consume y los disuelve hasta el olvido. Para mi el purgatorio significó el renacer.

    Meditaciones nocturnas

    Noche tras noche caminando por las calles sin sentido, sin dirección pero con violencia como música de fondo para la película de terror que tengo como vida.  ¿Hasta qué punto dejas de vivir de puros sueños para comenzar a vivir tu realidad al 100, sin excusas y sin esperanzas? Me parece que ese momento ya debió de haber llegado en mi vida. ¿Por qué los seres humanos vivimos con la esperanza de que algo maravilloso nos sucederá y que seremos ese 1% que tiene puta suerte y ya?

    Mi vida es una verdadera mierda, hermano, paso días y días tratando de entender cómo es que el resto del mundo la ve como algo maravilloso. Escribo rimas a diario que te dejarían un buen rato pensando si es que de verdad esos momentos efímeros de felicidad son los que definen tu vida o es el resto de la mierda lo que realmente conforma la existencia. Maldita sociedad idiota, malditas películas y maldito mundo que nos hacer pensar que las cosas malas solo les pasan a lo otros, a alguien más, nunca a ti. Hacen que sientas que tu vida es un cagadero. ¿Quién establece lo que debe de pasar en mi vida o en la del resto?

    Saben, la mayor parte de la gente tiene una vida horrible por su pésima toma de decisiones, ¿Yo? soy un poco víctima de la circunstancia, más que soy un pendejo y me dedico a cagarla para luego escribir sobre esto. Desde que llegué a este mundo todo ha sido una mierda, mi puto padre desapareció cuando yo era chico, dejándome con una perra loca como madre. Una mujer adicta a todo lo que la libre de su asquerosa realidad, una mujer que para lo único que me quiere en su vida es para recriminarme que antes de mi todo en su vida era mejor.

    Me gustaría pensar que no soy más que un genio incomprendido, de esas personas que la pasan del coño en su vida para luego ser súper exitosos, pero nuevamente volveríamos a la idea de que soy mejor que el resto del mundo, que no me merece, puto egocentrismo. Más bien creo que mi relación con la existencia es como un odio mutuo. Un ring donde yo vivo constantemente en el piso, pero sin poder perder la conciencia. Como cuando en un videojuego vuelves a iniciar donde ya perdiste una y otra vez, y simplemente no encuentras la forma de continuar, ni de morir.

    Soy como un chiste malo. Para colmo de males lo único que me hace no volverme loco, hermano, parece ser solo un derecho de los negros. Los blancos no pueden rapear, menos un flacucho rubio de ojo claro. Más en un lugar como Detroit, donde han luchado tanto por sus derechos, donde hay tanto recelo hacia el blanco. ¿Cuántas veces se ha oído hablar de un blanco discriminado por negros? Bueno, esa también es mi vida, no importa que me identifique con su cultura, que haya vivido cosas horribles como ellos, no importan las cosas que tengo que decir, nada importa. Los entiendo a fin de cuentas, en este mundo de mierda, a veces ,es bueno sentir que algo te pertenece, que es tuyo. El rap me permite, desahogarme en ríos de letras y no de sangre, palabras, no golpes, versos, no balas, canciones, no muertes, hermano. Igual estoy consciente de que no me llevará a ningún lado, es solo un pasatiempo, una catarsis. Un respiro de este constante esfuerzo de cargar esta piedra que continuamente me aplasta.  Mis rimas no me van a construir una casa, mis palabras no van a hacer que la gente cambie sus actitudes y más que nada, nada de lo que cante o componga va a borrar la mierda de vida que tengo.

    Más mierda

    Camino a través de la noche hasta llegar por fin al campo de trailers. Un pie en ese polvoso terreno y escuchas a los perros ladrar, acompañado del ruido de aquella cadena que los priva de su libertad. Los gritos de la señora Meredith y su esposo vienen después de unos cuantos pasos, siempre peleando. Y cómo olvidar el llanto del bebé del trailer del fondo. Una magnífica sinfonía que me acompaña a diario hasta la puerta del basurero que es mi hogar.

    Mientras busco las llaves en mis inmensos bolsillos para poder entrar a mi casa, escucho los gemidos de mi madre y los resortes del viejo colchón al otro lado de las pared. Mierda, de nuevo encontró un terrible pretendiente con el cual coge, para que le de unos billetes y después resulte ser un patán (siempre lo son) y volvamos a la depresión. Dormir, tomar Xanax y vino barato. Hoy no, pienso.

    Camino a la cabina que está en la esquina y le marco a TJ.

    -  ¿Quién es? - responde después de unos cuantos tonos.

    -  ¿Así le hablas a tu mejor amigo maldito bastardo? - ríe del otro lado del auricular.

    -  Stan, hermano, con eso de que nunca me hablas.

    -  No, hermano, he estado trabajando horas extras en el restaurante. Una para estar lejos de mi madre y también por que ese maldito gordo que tengo de jefe no me deja en paz.

    -  Que gran mierda - responde TJ

    -  Si, hermano, llegué ahora al trailer pero como de costumbre, mi vieja está follando con un nueva basura de hombre. Quería ver si tenías ganas de hacer algo, ir a fumar un poco de hierba y unas cervezas.

    -  Claro que si, hermano, llamaré al resto de los chicos. Te veo en mi casa.

    -  Quedamos - cuelgo

    Mi caminata hasta la casa de TJ es serena, rompo el manto de la noche con cada paso, dispuesto a olvidarme un poco de todo y pasarla bien con la banda. Es muy curioso lo que uno ve en las calles cuando camina de noche. Es la hora de los demonios y no los de fantasía. Por las noches se puede ver a la gente en su lado más oscuro, drogadictos, prostitutas e incluso si pones mucha atención en el fondo de ciertas calles, puedes escuchar gritos y súplicas. Creo que se asemeja bastante a mi mente.

    Al llegar, me recibe TJ. Es un hombre corpulento, de tez negra, sus dientes de plata, sus rastas largas y los peculiares dibujos que tiene en el rostro lo vuelven muy característico, incluso algo atemorizante. Es mi mejor amigo, me ha acompañado todo el tiempo y me ha apoyado en cada una de mis decisiones

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