Descubre millones de libros electrónicos, audiolibros y mucho más con una prueba gratuita

Solo $11.99/mes después de la prueba. Puedes cancelar en cualquier momento.

37 poemas vagabundos y 3 cartas desesperadas
37 poemas vagabundos y 3 cartas desesperadas
37 poemas vagabundos y 3 cartas desesperadas
Libro electrónico131 páginas58 minutos

37 poemas vagabundos y 3 cartas desesperadas

Calificación: 0 de 5 estrellas

()

Leer la vista previa

Información de este libro electrónico

Cabalgando en este mundo que anda en prosa, apurado, en caos, decidí un día bajarme y andar en poesía. Decidí un día reunir una parte de mis poemas y dejarme llevar por la magia de los versos. Son estas unas líneas desordenadas, a veces embadurnadas de melancolía, otras abarrotadas de carcajadas. Eso sí, todas, sin excepción de ninguna, llevadas

IdiomaEspañol
Editorialibukku, LLC
Fecha de lanzamiento22 jun 2023
ISBN9781685744281
37 poemas vagabundos y 3 cartas desesperadas

Relacionado con 37 poemas vagabundos y 3 cartas desesperadas

Libros electrónicos relacionados

Poesía para usted

Ver más

Artículos relacionados

Categorías relacionadas

Comentarios para 37 poemas vagabundos y 3 cartas desesperadas

Calificación: 0 de 5 estrellas
0 calificaciones

0 clasificaciones0 comentarios

¿Qué te pareció?

Toca para calificar

Los comentarios deben tener al menos 10 palabras

    Vista previa del libro

    37 poemas vagabundos y 3 cartas desesperadas - Hannah Imbert Morell

    37_poemas_port_ebook.jpg

    37 poemas vagabundos

    y

    3 cartas desesperadas

    Hannah Imbert Morell

    Reservados todos los derechos. No se permite la reproducción total o parcial de esta obra, ni su incorporación a un sistema informático, ni su transmisión en cualquier forma o por cualquier medio (electrónico, mecánico, fotocopia, grabación u otros) sin autorización previa y por escrito de los titulares del copyright. La infracción de dichos derechos puede constituir un delito contra la propiedad intelectual.

    El contenido de esta obra es responsabilidad del autor y no refleja necesariamente las opiniones de la casa editora. Todos los textos fueron proporcionados por el autor, quien es el único responsable sobre los derechos de los mismos.

    Publicado por Ibukku, LLC

    www.ibukku.com

    Diseño y maquetación: Diana Patricia González J

    Diseño de portada: S.E McCready (Siorin)

    Copyright © 2022 Hannah Imbert Morell

    ISBN Paperback: 978-1-68574-427-4

    ISBN Hardcover: 978-1-68574-429-8

    ISBN eBook: 978-1-68574-428-1

    ÍNDICE

    GRACIAS

    PALABRAS NECESARIAS

    1. Una ciudad y sus muertes

    2. A la Alfonsina del teatro

    3. A jugar

    4. El juicio

    5. A buen resguardo

    6. Poema imprudente

    7. Soñando que te tengo

    8. Extrañándote

    9. Mi casa eres tú

    10. Yo también

    11. El sueño

    12. Voy a vender alas

    13. Otro poema

    14. Volverás

    15. Los miedos

    16. Los asesinos y el amor

    17. Cuando cierro los ojos

    18. A mi niña

    19. Mujeres de mi vida

    20. Self love

    21. La regla del mes

    22. Poema sin final

    23. Los sensibles y yo

    24. En el mood de amante

    25. Las gordas

    26. Benditos hombres

    27. Muerte hija de puta

    28. El amor que quema

    29. Alguien me preguntaba por la poesía

    30. Poema del principio del amor

    31. Auxilio

    32. Mujeres

    33. A la virgen

    34. Prohibido molestar

    35. Padre pobre

    36. Ya

    37. Brindis de cumpleaños

    CARTA 1

    CARTA 2

    CARTA 3

    GRACIAS

    A mi madre y a mi hermana, como siempre.

    A mi abuela y a Angélica, por la luz.

    Al padre de Luna, por devolverme las musas.

    PALABRAS NECESARIAS

    Quien vuela y desnuda su alma a través de palabras, se hace responsable por emociones, colores, recuerdos, imágenes y sensaciones que quedarán plasmadas por siempre en la vida de muchos. En prosa o poesía, porque en este caso ellas se dan la mano para ser cómplices de una historia que llega, cala, registra.

    Por eso, al deleitarme y leer tu arte, participo de tu alegría, de tu historia, esencia, llanto, risa, ansiedad, de tu falta de esperanzas, tus tardes sin consuelo, tus noches bohemias, de tu necesidad de ser amada, pero, ante todo, de tus ganas incansables y vehementes de ser feliz.

    Hannah Imbert, guerrera soñadora y frágil con magia en las manos para describir sueños. Gracias por este pedacito gigante de tu mundo. Gracias por compartir tu sabiduría y sensibilidad. Gracias por permitirnos girar en el carrusel de ilusiones y estrellas que aún posees dentro del alma.

    Con todo mi cariño y admiración,

    Geysy Márquez

    @astrodimensional

    1.

    Una ciudad y sus muertes

    La Habana se muere.

    Noctámbula otrora,

    hoy sin corriente,

    sin fiesta,

    sin tambores,

    sin glamour ni lentejuelas.

    La Habana se muere.

    Se le caen los pedazos de la frente.

    Se le despiden los hijos antes de cruzar el puente.

    La Habana se muere.

    Sus sábanas se han manchado de sangre.

    Sus aires se han llenado de gritos,

    de gritos que nadie parece escuchar,

    de gritos que le martillan el alma y la mente.

    La Habana se muere

    y se nos queda vacía,

    y se olvida que alguna vez

    fue una ciudad bendita.

    La Habana se nos muere.

    Lloran sus columnas y sus atardeceres.

    Lloran sus portales,

    sus adoquines,

    sus ceibas.

    Lloran todos sus parques,

    la Quinta Avenida,

    el Paseo del Prado,

    el Malecón,

    la Avenida Independencia con sus claveles.

    La calle que un día fue mi calle

    se ahoga en un bache gigante.

    La casa que un día fue mi casa

    se me pierde entre tanto tumulto y tanta hambre.

    La Habana se muere y...

    ¡ay de quien falte!,

    ¡ay de quien no la llore!,

    ¡ay de quien no la acompañe!

    La Habana se muere

    y uno aquí

    tan lejos,

    tan casi contento,

    tan casi con ciudad nueva,

    tan casi con casa nueva,

    tan casi con vida nueva.

    La Habana se muere

    y cada uno de nosotros muere un poco con ella.

    Mueren los bares que frecuentaban mis abuelos,

    los cines donde enamoraron mis padres,

    el pasillo donde me robaron el primer beso.

    Mi Habana,

    tan mía como la palma de mi mano,

    tan extraña como este lago que tengo ahora al lado.

    Mi Habana,

    mi arrancadora de suspiros,

    la dueña de setecientas de mis noches,

    donde tuve mi primer amante,

    donde lloré mis primeras derrotas,

    donde desgarré mis primeros guantes.

    Mi Habana,

    tan grande,

    tan vieja,

    tan noble,

    tan débil,

    tan sola,

    tan ingenua,

    tan odiada por todos sus gobernantes.

    Muriendo.

    Y yo solo puedo mirarla agonizar

    en medio de

    ¿Disfrutas la vista previa?
    Página 1 de 1