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Antónimos e Imprevistos
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Libro electrónico233 páginas4 horas

Antónimos e Imprevistos

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Es ilógico pensar lógicamente cuando la lógica está secuestrada por la impunidad del poder. Daniel quien es elegido por la voluntad divina para trascender y regresar con la liberación de la misma, cuenta lo que no conocemos y deberíamos conocer, un sueño es la manifestación libre del alma y el espíritu, este se divide en sueño dormido y sueño despierto, ahora con el, el sueño dimensional real, es quien nos deja saber que todo lo que a nuestro albedrio llega es el viaje asumido en condiciones pasivas, viajas con o sin garantía de regreso, sufrir por vivir, vivir y después sufrir, eres tú quien decide el futuro de tu alma, la maldad, la bondad y la indiferencia tienen un lugar en la dimensión de la realidad objetiva

IdiomaEspañol
Fecha de lanzamiento1 jun 2020
ISBN9781643344065
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    Antónimos e Imprevistos - Kiki Pozo

    Las condiciones de vida no son más que comenzar sin un comienzo antes, esa es la traba de la discordia, todos quieren, y en la persistencia de imponer ideales nace la base de la existencia.

    Desde mi nacimiento, mi cerebro recibe mensajes positivos y negativos, en ocasiones grandes alegrías o grandes tristezas, comienza con que todos los mayores de tu hogar te dicen que hacer, que sí, que no, que es bueno, que es malo, ese patrón se repite una y otra vez a lo largo de la duración, solo cambian los eventos.

    Cuando era niño, compartía espacio con tres hermanos mayores y dos menores, teníamos diferencia de edades por dos y tres años promedios, mis padres se veían forzados, a poner un tanto de orden, mucho amor y disciplina, aun así los eventos de contradicciones, debido a preferencias, estaban vigentes, mi abuela, la mamá de mi mamá vino a vivir con nosotros pues mi abuelo murió y mi mamá es la mayor de cinco hermanos; filantrópico y responsable ser humano, suficiente para velar por su familia, junto a mi papá que ahí está para todos, pues me crie rodeado de tíos, primos y la abuela.

    Después de mi cumpleaños número 12, muere mi hermano, cerca de cumplir 14, a causa de un tumor cerebral, que batallaba con él, desde los cinco años, quede muy impactado, pues éramos muy unidos, y muy cercanos, la forma de pensar, curiosamente a pesar de su corta edad, el tercero de 6, su inteligencia era prodigiosa, pensaba como un adulto de vida vivida, aplicaba la ventaja positiva de cada cosa que viera u oyera, maestro de la unión y la armonía. Recuerdo una ocasión mi hermana la mayor de todos y mi hermano el que le sigue por orden de nacimiento, discutían acerca de la formación y evolución de la tierra, ella hablaba del árbol genealógico, él, que Dios era el creador, dando una muestra de su conocimiento bíblico sobre el génesis, capítulo uno que casualmente mi abuela que no sabía leer y sierva de Dios, le pidió que se lo leyera para escuchar, él no era tan creyente, pero si le gustaba molestar a mi hermana usando habilidad de retención y la genialidad inventiva filosófica personalizada, lo que no sabe, lo inventa, siempre se acaloraban las cosas y mi mamá tenía que intervenir, nunca hubo golpes, pero si llanto de mi hermana, mi hermano la hacía enojar, por cierto, la abuela a los 75 años aprendió a leer en una escuelita de barrio.

    Esta vez estábamos junto a la cama de mi hermano que se recuperaba de una recaída y después de escuchar por un rato y aprovechando una tregua preguntó, con su voz baja y un tanto marchita. — ¿Quien fue primero el huevo o la gallina? — y continuó hablando, dijo: sin obtener respuesta, — miren sus manos, ningunos de sus dedos son iguales, y aunque parecidos los tuyos a los míos las huellas los hacen diferentes, así es nuestro cerebro es diferente, libre, la verdad puede ser, y no ser — Con sabiduría, paciencia, educación en el momento justo y la ocasión perfecta, de la funda de su almohada sacó, un paquete de lápices escolares, y dio uno, a cada uno, dijo — pongan una mano en cada punta y pártanlo en dos, amorosamente y a su vez desafiante, dijo: — A ver, muéstreme quien tiene fuerza para partirlo, todos nos miramos, mi hermano, el que me sigue, enseguida lo quebró, siempre buscaba ganar en algo, era un poco torpe, si jugábamos béisbol de barrio, cuando atrapaba una pelota, de seguro terminaba el juego, la botaba para un patio imposible de recuperar, ya cuando atrapaba una que eran la menor, quien estuviera más cerca le pedía la pelota, siempre, la protegíamos para poder ganar.

    Mi hermana, la más chica, no entendía que pasaba, pero aun así intentaba partirlo sin éxito, insistió mi hermano que partiésemos el lápiz, lo hicimos, ya sabiendo que iba a pasar, en un libro escolar, está la historia, la diferencia es que en esta ocasión, nosotros somos los protagonistas, una vez partidos, unió en sus manos lo restante del paquete de lápices, no olvido como mi hermana, la más chica, estiraba sus manos y le entregaba el lápiz entero, él lo tomo junto a los otros, y dijo: — podrán partirlos ahora — ni siquiera lo intentamos, dijo — no importa cuales sean los pensamientos, en la unión esta la fuerza, divididos serán vulnerables— era la primera vez que le prestaba asunto a esa palabra no niego que en orgullo propio no pregunté, pero después me encargué de buscarla en el diccionario. Fuimos creciendo y bueno, de mi hermana y mi hermano no mucho cambio, todavía pasa lo que menos frecuente, cada quien en su cada quien, eso sí, nos mantenemos unidos como familia, en nuestros mundos propios, pero si tienes una emergencia, no dudes que ahí estamos todos. Ya han pasado muchos años y mi vida ha sido la de un ciudadano normal, con altas y bajas con equivocaciones y aciertos, diferente o parecido a otros, alguien con sueños sin cumplir, pero aferrado a ellos, amante de la música, el arte, entre otras atracciones, aunque por razones de mis padres estudié ingeniero mecánico industrial, decían cosas como, la música no da de comer, hay que tener dinero para trascender es un tanto razonable y admito que así se desarrolla la industria, ellos, no entendían de talento, pero aun así me apoyaban, a lo largo de mi vida he sentido amor por todo y a su vez, amor por nada, me gusta participar en todo y la mejor forma, es intentándolo, solo vivo y dejo que la vida se haga cargo de todo, claro que no me di cuenta hasta que por motivos de idiosincrasia, curiosidad y cultura, ingresé a filas religiosas, que me dieron la potestad para leer testamentos secretos, que guardan pasado, presente y futuro, después de leer cada tratado sobre todo las historias, ya que la vida está formada a base de ellas, entonces no dudé en interesarme en la Biblia, pero esta vez no era como lo hacía con la abuela, sentí la necesidad de comunicarme, ¿con quién?, con la esencia de la vida, todo en la tierra tienen un propósito el problema es descubrirlo, no soy perfecto para nada y estoy muy lejos de serlo, pero no sé porque pienso en ocasiones que sí y se repite a menudo a lo largo que corren los tiempos, a veces creemos que como crecimos sabemos y no es así; la sabiduría está en el conocimiento, y hay que descifrar donde este se encuentra; me considero sensato, aunque las recomendaciones vengan tan de cerca, pero creo haber caminado por muchos sectores de la vida humana, de ahí aprendí que el mejor tiempo que pasas es cuando puedes compartir contigo mismo. Pienso que el arte está muy relacionado con las instituciones religiosas, y en nombre del arte tomo el derecho a elegir en que creer.

    Han pasado años, lo sé y aún recuerdo a mi hermano, en ocasiones lloro, es que hay cosas que te dejan hacerlo y no es malo, sí que lo recuerdo, y me transmite mucha paz, pase lo que pase, entre lectura y lectura, trabajo y trabajo siempre me acompaña, y lo sé porque lo pienso, y todas las veces puedo sentir él está ahí y hablo con él, de una manera diferente, el mismo idioma, pero incoherente, coherente, con y sin sentido, más la comunicación es excelente, lo importante es saber que estamos juntos. En estos últimos años he tratado incansablemente trabajar fuerte en producciones musicales, pues en honor a la verdad no he vivido cien por ciento de la música y quisiera hacerlo, de tanto buscar, alguien me ofreció la realización de una producción musical, es una muy buena oportunidad que no puedo desaprovechar, mucho menos fallar, y como recibí un modesto adelanto, me encerré en el estudio y ahí como, ahí duermo, ahí todo. Una noche como cualquier otra, antes, en intermedio o después de cada sección, abro la biblia y las páginas que me muestra las leo, de esta forma invito a mi hermano literalmente hablando en voz de las escrituras, inexplicablemente, leyendo perdí la noción de mis pensamientos, junto a mi cuerpo en general, entonces decidí que era tiempo de un descanso, así que cerré la sesión y me dirigí a la puerta de salida de mi apartamento, salí, lo cerré con llave, y al dar vuelta, mis ojos comenzaron a ver algo fuera de lo común, caminaba por un túnel muy ancho y largo inundado de personas que se juntaban entre sí, en una sola dirección, algunos con aspecto sombrío estos me miraban, sus ojos hundidos y sus rostros apagados, vestimenta negra y un tanto harapienta, cubrían su cabeza con el gorro de la sotana que abraza su cuerpo, se podía observar entre estos, otros que vestían parecido, solo que si estaban limpios, también unos terceros que vestían de colores, blanco, almendra y gris, en diferentes tonalidades, los más claros tenían lo que parecía una aureola de luz bien brillante rodeando todo su cuerpo, la misma al chocar con el suelo iluminaba el camino, apoyando, la iluminación del área que es un tanto pobre, las otras tonalidades igual pero menos brillante, así caminaban hasta llegar a muchas entradas de pasillos con divisiones transparentes se podía ver la línea de los lados y podía estar el vestido de negro junto al vestido de blanco, todos con todos hasta llegar al final, donde había una puerta y a medida que llegaban a ella, tenía un pequeño recibidor, donde solo cabía uno, una vez allí se encendía una luz de un color según la vestimenta, la puerta se abría y entrabas al lugar correspondiente, digo porque cada vez que cambiaban las luces también cambiaba el escenario, me sentí un tanto perdido, pues nadie hablaba y yo era diferente a todo esto, no entendía que pasaba, pero recordé la frase de mi abuelo que alguna vez dijo, al mundo que fueses haz lo que vieses caminé con la multitud y antes de llegar a los pasillos de divisiones transparentes, alguien colocó su mano sobre mi hombro, mi cuerpo sintió un inmenso escalofrío y mis oídos escucharon claramente mi nombre, entonces volteé, vi a un enmascarado, diferente a todos los demás, me dijo sé quién eres, después de recordarme un suceso de mi juventud, comencé a sentir confianza, me dijo — sígueme, tengo que mostrarte algo — caminamos cortando las filas, buscando las paredes laterales, llamaba mi atención que a pesar que estaba concurrido nadie tenía contacto físico con nosotros, cuando caminábamos, curiosamente en dirección perpendicular a la multitud, y la misma dejaba un espacio para que lo hiciéramos con velocidad increíble, atravesamos una puerta que apareció de momento en la pared, se abrió, entramos a un pasillo estrecho, con puertas hacia los dos lados, caminamos hasta llegar a una de las puertas, la cual posee una marca, letra o número en otra forma no conocida me dijo que él no sabía cómo yo estaba allí, pero se alegraba, le pregunté quién era y porque usaba esa máscara, entonces entramos en un cuarto y ahí fue cuando mostró su rostro, quedé impactado, era un amigo de la juventud que había muerto muchos años antes de la fecha, claro que el color de su piel era diferente, nada parecido a ningún humano, pero su cara si la conocía, pude reconocerlo al acto, su historia fue inolvidable.

    El cuarto era extraño parecido a una nevera, en las paredes habían como unas mochilas rectangulares separadas aproximadamente un pie y cada una separada un pie del suelo, y una cápsula del mismo material de la máscara y la vestimenta, que parecía ser una cama, me preguntó si no sentía el calor que había afuera, aunque sé que asume que no, pues yo estaba muy tranquilo, pero aun así dije que no, pregunté cómo era posible si sentía tanto calor usaba esas ropa que cubierta de piel que cobijaban su cuerpo, o al menos eso parecía piel, me respondió, — ves todo lo que cubre la pared ahí dentro, coloco mayi, es como una especie de hielo, es lo único que nos permite retirar las máscaras y los trajes, así que todas las frecuencias, es como los días, tenemos que trabajar para comprar hielo — tomó unos minutos sin la máscara y después de refrescarse, bueno eso pienso, salimos del cuarto pero no por donde entramos y salimos a un área realmente incomoda, horrible repleta de otra especie estos no llevan máscara. Me llama la atención que en cada momento que dice una palabra, de sus desconocidas para mí, mueve la cabeza y gira los ojos, antes de decir la que yo entiendo — quiero hacerte varias preguntas — le dije mientras caminábamos mirando lo difícil que se veía estar en aquel sitio, los rostros de los no cubiertos, así les llamó, puedo ver como sus cuerpos arden de calor, algunos cubiertos de algo parecido a corteza de árbol, otros, brillan, tienen una especie de grasa aceitada, llamó mi atención que todas las caras toman la misma postura, dientes salidos, ojos grandes y saltados, diría de peces, la diferencia solo estaba en el color de piel o ventura como le llama mi amigo, muchos calvos con y sin cejas otros pelo amarillo, todo se mira con movimiento de fuego, aun así se comportan de forma natural, realmente eso pienso, ya que no siento el calor que observo

    — ¿en qué trabajas, con que te pagan, y que tiene tu traje para evitar el calor? — Empezamos a bajar el ritmo de avance, se mostró un tanto cauteloso, y con su brazo derecho detuvo mi marcha y dijo

    — tendremos que esperar aquí a que pase Capula, es la iniciación de la nueva toma de poder, aquí hay rangos apropiados, lo llaman los tres consorcios, los que nunca saldrán dirigen un tráfico de necesidades, ellos tienen la mercancía, los demás trabajan para conseguirla

    — ¿Y cuál es la forma de pago que reciben?

    — cuota segura, descanso prolongado

    — ya veo — callo, mientras pienso, en lo parecido

    — Allá donde estábamos y viste caminar tantos cuerpos diferentes, le llaman el paso, después del accidente...

    — Lo recuerdo, fue impresionante, a excepción del hermano más chico de tu novia, todos murieron, lo siento

    — Automáticamente, después del accidente, vinieron a buscarnos, los llaman Los Fleim, no sé qué quiere decir, solo sé que son agresivos, alrededor del carro que estaba chocado contra aquel inmenso tronco de un árbol, crearon como una protección transparente, nosotros dentro, ellos fuera, eran 5, y decían y repetían, el nombre de cada uno de nosotros, al momento, llegaron Los Peiden serían ángeles, la misma cantidad que nosotros 5, y lógicamente, ahora que lo entiendo, visten de diferentes colores, ascendimos, traspasábamos la protección podíamos sentir como flotábamos, Los Fleim no ofrecieron objeción ante Los Peiden, que al llegar estos, ellos se marcharon, nos encerraron en un óvalo de cristal humeado, y daban órdenes a seguir, y como terrestre estamos acostumbrados a obedecer leyes, pues esta era una más, vi como salíamos del carro y al hacerlo nuestros cuerpos seguían en él, pero solo tenía luz el cuerpo del hermano menor de mi novia, rápidamente tomamos la postura de lo que vistes cuando llegaste y caminabas por los pasillos, afuera.

    — ¿Y por qué estás aquí?

    — porque aquí vienen los que tienen el potencial de luz igual a la mía.

    — Y ahora ¿porque ya no tienes la luz?

    — No sé explicarlo, solo sé que todo el que entra aquí la pierde.

    — ¿Y qué es lo que hacen ustedes aquí? — habían muchos como él, parecía una fundición gigante donde trabajaban haciendo no sé qué, un ruido constante y corrían en todas direcciones, como si fuera una reunión de corredores de venta, algo no entendible seguí caminando, mirando y dejándome guiar por aquel amigo de la vida, que hoy se encuentra en otra dimensión pude notar que era alguien allí, por donde pasábamos todos rendían pleitesía como si él fuera un rey allí fue que pregunté

    — ¿Por qué…? — sin dejarme terminar contestó

    — cuando llegue, era un gris, no pertenezco aquí, lo que pasa es que el sostén de nuestra existencia en este lugar es reclutar otros igual a mí, hacen una elección la cual llaman Cafen, y es rotativo pero en todas las frecuencias un grupo es seleccionado, para reclutar el imprevisto, desgraciadamente es mi propio grupo el que me elige cuando Los Fleim o Los Paiden, te dejan en la entrada del paso, hay un grupo estoqueado que desea ser libres, ellos se dedican a todo tipo de convenio no licito, se hacen llamar Caparias

    — ¿Cómo es que ellos están?

    — No te entiendo

    — Si, ¿cómo es que existen como se formaron de quien provienen? ___

    — Te explico, he podido tener contacto con ellos, pues en la búsqueda de reclutamiento, tuve la oportunidad de conocer a un Caparia que, como nosotros los grises, así son reclutados, y como te digo, la negativa es improbable, no quiero decir que no existen casos que pasaron la prueba y no cayeron, son dones de algo más poderoso, hubo algo que no dejó que yo pasase la prueba y me gustaría saber, cual es el modo de poder estar en la dimensión correcta, como el que de allí salió después de ser Caparia y por aquí pasó y después de un tiempo continuó el viaje, él pudo recordar la causa exacta del comportamiento y la clave del lugar que escogimos

    — ¿Escogimos?

    — Si, ¡está claro!

    — Te entiendo, esto me da una apreciación filosófica, lo que hacemos, cobramos, lo que hacemos, pagamos, no existe la asignación; la sabiduría está en el pensamiento, es la respuesta del porque a la fe, si interactúas entre los tres poderes de la misma, seguridad, positivo intenso, y relajamiento puedes lograr cuanto quieras ya que estos unidos fomentan el control totalitario de la duda y mientras ésta exista, todo volverá al estado inicial, las emociones serán muy cortas

    — Me doy cuenta de que entiendes más de lo que puedo conocer

    — Creo entender, como en la dimensión terrenal los seres llevan en sí, el libre albedrío, cerebro, eligen aparentemente lo que quieran, pero no es la realidad; el potencial de elección es divino, va más allá de la decisión personal, los patrones cerebrales son impuestos según elección del creador, dones. Todos recibimos uno, la libertad solo está en poder desarrollarlos, debido a donde naces, donde te crías y el instinto a la supervivencia, la perseverancia, aun con todas las cosas a tu favor puede funcionar o no, los imprevistos, siempre están presente, por ejemplo, un tonto podría ser un célebre sabio en un departamento específico.

    — Todos los que se encuentran en la línea, no pertenecen a ella es una dimensión de rebeldía los primeros, supongo que datan de la época de la creación y como desde el inicio se cometieron desobediencias, ellas continúan a lo largo de la existencia, ahora solo es saber dónde está el lugar escogido de Los Fleim, Los Caparias, Los Grises, y todas las demás especies que comparten territorio junto a nosotros en clandestinidad, convirtiéndose en contrabandista, ejemplo si puedes notar todos aquí que no tienen la máscara y el traje sufren todo el tiempo y no tienen donde escapar y la única condición para prevalecer en el sitio que se encuentran, y no pasar a peor tiempo es desempeñar su función, todo el tiempo sin descanso, soportando el cansancio, el sufrimiento, para algunos incomodidad, otros se adaptaron o se resignaron, ¿ves lo inmenso del lugar?, todo está dividido en Quente, es una especie de sección, todos aquí están como prisioneros de sus acciones, ¿quiénes son?, los desubicados, a veces gentiles pero sin criterio, llenos de fechoría, misceláneas de menor cuartilla, como el rencor, el odio, la envidia, mal carácter, celos, todos han hecho funciones malas en su dimensión anterior, están divididas según su ofensa, si la trataste de componer antes de ascender pues tienes la posibilidad de alivianar tu condena, aunque conozco a muchos que llevan siglos aquí, Los Caparia consiguen estos en la línea, es la frontera entre la dimensión 1 con la 2, estos trajes son los que usan Los Fleim para trasladarnos hasta la línea, allí se realiza una negociación entre Los Fleim y Los Caparias. Pero esa nunca la menciono.

    — ¿Cómo se los hacen llegar, y que tipo de negocio ofrecen?

    — Como yo hay muchos, todo

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