Encuentros con alma

Por Jabier Muguruza

En ocasiones –quizá quepa decir siempre–, el personaje, su peripecia publica, ocultan o escamotean a la persona. Y ello, en sí, no es más que una parte más del juego social de la comunicación, porque es peligroso exponerse a la mirada pública sin filtros ni maquillaje.

Javier Muguruza lo sabe. Él, como artista y creador, conoce a fondo las dificultades de mantener la propia vida interior protegida de los focos, de la mirada en ocasiones despiadada del público. Por eso ha buscado el lado más personal de sus interlocutores en largas charlas sin urgencias, plácidas y placenteras, en las que pudiera aflorar, precisamente, el alma.

Los nueve artistas entrevistados por Muguruza por encargo del Grupo Noticias desarrollan su actividad en diversos ámbitos, desde la música hasta el teatro, desde el cine a la literatura. Pero, además de su condición de artistas, les une una característica común: todos ellos son personas de larga trayectoria en el mundo artístico y descuellan por su peso profesional y humano, que los ha convertido en auténticos referentes, más allá incluso de la esfera artística.

Luz Casal, Bernardo Atxaga, Jaume Sisa, Helena Taberna, Xabier Leete, Pablo Guerrero, Martirio, José Ramón Soroiz y Kiko Veneno dejan constancia en estas páginas, claro está, de sus reflexiones ligadas a sus respectivas carreras, pero nos permiten contemplarlos, al mismo tiempo, con la complicidad con que se mira a un amigo.

• Idioma: Español
• Editorial: Alberdania
• Fecha de lanzamiento: 1 ene 2011
• ISBN: 9788498683127

Vista previa del libro

Encuentros con alma

ENCUENTROS CON ALMA

© De los textos: 2011, Jabier Muguruza

© De la presente edición: 2011, ALBERDANIA,SL

Plaza Istillaga, 2, bajo C. 20304 IRUN

Tf.: 943 63 28 14 Fax: [phone]

[e-mail]

Portada: Antton Olariaga a partir de una fotografía de Unai Pascual

Tratamiento de fotografías interiores: Unai Pascual

Digitalizado por Libenet, S.L.

www.libenet.net

ISBN edición digital: 978-84-9868-312-7

ENCUENTROS CON ALMA

JABIER MUGURUZA

A L B E R D A N I A

d i á l o g os

A mis amigos Mikel y Xabier.

Mikel, Xabier y Jabier

Xabier Lete, Mikel Laboa y Jabier Muguruza

(San Sebastián, 1998)

PRÓLOGO

Jabier Muguruza

Me gustan los libros

de entrevistas. Desde que, siendo un chaval, leí aquel grueso volumen titulado Entrevista con la historia, de la Fallaci, he mantenido siempre un interés especial hacia ellos. Es cierto que también en esos libros se puede uno encontrar de todo, por supuesto, pero, en mi caso, además de entretenerme, la lectura de una charla en profundidad casi siempre me ha permitido extraer conclusiones estimulantes.

Por otra parte, mi actividad profesional durante todos estos años me ha llevado a conocer y tratar a mucha gente del mundo artístico. Con unos cuantos de entre ellos he llegado a trabar una relación de amistad, hemos sido cómplices e interlocutores, y también ese ha sido un factor que ha contribuido a que más de una vez se me pasara por la cabeza la idea de embarcarme en un proyecto de este tipo.

El deseo, por tanto, ya estaba desde hacía tiempo, y quiso una conjunción de elementos que en el año 2008 se dieran las condiciones para poder llevarlo a cabo. Fue fundamental en esos momentos la actitud y el apoyo, especialmente, de José María Alonso, Arantxa Zugasti, Kike Santaren y Oskar Subijana, al que me entero —con sorpresa y disgusto, mientras escribo estas líneas—, que acabamos de perder (donde estés, Oskar, recibe un abrazo sincero. Espero que encuentres lo que buscabas, siempre acompañado por la voz de tu adorada Luz).

Encuentros con alma. Creo que el nombre del proyecto nos acerca bastante a la idea que desde el comienzo trataba de plasmar.

Por un lado, buscaba que fueran auténticos encuentros. No una serie de preguntas y respuestas hechas deprisa y corriendo, sino algo parecido a una sencilla ceremonia que se iniciara con una comida relajada en un lugar tranquilo, y continuara con una charla sin urgencias; guardo, de hecho, muchas cintas grabadas de esas largas conversaciones.

Me interesaba mucho que las entrevistas fueran con personas cercanas a mí, de larga trayectoria en el mundo artístico, y que destacaran por un peso profesional y humano que las hubiera convertido en referentes para la gente. Gracias a esa cercanía, pretendía conseguir, huyendo de lo morboso, testimonios personales más allá de lo que habitualmente se ofrece en una entrevista al uso.

Por otra parte, estaba lo del alma. Recuerdo que inicialmente hubo a quien no le convenció mucho, por eso de las connotaciones morales y religiosas; pero a mí no me importaba, lo tenía, y lo tengo, claro: opino que, por encima de esas connotaciones, el término ofrece una información valiosa sobre lo que me interesa transmitir.

Intentaré explicarme mejor: el libro está dedicado a Xabier Lete y Mikel Laboa. A Xabier pude hacerle la entrevista el año anterior a su muerte, y Mikel se nos marchó poco después de que se pusiera en marcha el proyecto. Precisamente de él, de Mikel, solía decir un amigo común que era de los que no habían vendido el alma. Esa frase, esa idea de vender o no el alma, de luchar por mantener —en medio de las contradicciones— la integridad, de ser honesto en la medida de lo posible, me pareció de mucho peso, y de gran encaje en nuestra dura realidad actual.

Por tanto, encuentros más que entrevistas, y encuentros con gentes que valoran mantener el alma.

Comentaré para finalizar, que mi intención, cuando el proyecto periodístico se puso en marcha, era realizar alrededor de veinticinco entrevistas (tenía, más o menos, a esa cantidad de personas en mente), pero, por una serie de circunstancias, se tuvo que quedar en nueve, que se llevaron a cabo entre diciembre de 2008 y octubre de 2009. Creo, de todas formas, que el material que ahora se presenta da una idea bastante completa del concepto que perseguí durante años. Quiero agradecer a la editorial Alberdania el apoyo incondicional que desde el primer momento me ha brindado para hacerlo posible.

Irun, febrero de 2011

ENCUENTROS CON ALMA

Luz Casal

© Gabriel Pecot

LUZ CASAL

Conocí personalmente

a Luz Casal en la primera parte del homenaje que ambos tributamos —junto a otros artistas como Kiko Veneno, Jackson Browne, Enrique Morente o John Cale— al poeta y cantante canadiense Leonard Cohen en el 2006. Es cierto que la he tratado menos que a otros personajes invitados a estos encuentros, pero no es menos cierto que el tiempo de su enfermedad fue de alguna forma un tiempo compartido, y creo que eso ha influido especialmente en que sienta a esta cantante como a alguien cercano. El encuentro se produjo en Madrid y desde el primer momento se evidenció una cierta dificultad para poder movernos con la tranquilidad que yo esperaba y deseaba, dado el revuelo que la presencia de la artista despertaba a su alrededor. Pero finalmente conseguimos nuestro objetivo: una charla íntima y relajada.

§ Naciste en Boimorto, una aldea de A Coruña, pero enseguida os marchasteis a vivir a Avilés, en Asturias.

Fue un tema de necesidad de mis padres. Vivían allí, en la aldea… entonces a mi padre le surge la posibilidad de trabajar en el puerto de Avilés; fíjate, alguien que yo no creo ni que hubiera visto el mar (nunca se lo he preguntado y ahora ya no se lo puedo preguntar)…, pero supongo que fue la necesidad la que obligó a mi padre a trasladarse. Entonces, claro, el puerto de Avilés habría empezado con todo el tema de Ensidesa, Altos Hornos… todo el desarrollo en aquella zona.

En cualquier caso, yo creo que mis padres —aunque hayan tenido la morriña, especialmente mi madre—, yo creo que nunca se han arrepentido de aquel cambio.

También es verdad que yo, como suele pasar, en algún momento sentí esa diferencia de no ser asturiana, y los primeros años de mi vida era asturiana en Galicia y gallega en Asturias. Por eso entiendo bastante bien el conflicto que se crea cuando la gente va a vivir a otros sitios, o es de otros sitios.

§ Háblame un poco de tus padres, háblame de José y de Matilde. ¿Cómo los recuerdas?

Bueno, yo he vivido una situación familiar bastante peculiar, porque desde muy jovencita en mi casa eran tres padres y no dos. Y eso, visto desde ahora, puede ser considerado como una relación diferente, interesante… pero no lo era en absoluto: eran dos padres y una madre y ¿cómo conjugar esa relación cuando querías a los tres? Pero bueno, de alguna manera, ellos aguantaron años viviendo así hasta que al final se separó mi padre.

Eso me ha marcado, es cierto, pero siempre digo que todo mi pasado, incluso las cosas menos agradables, las más conflictivas, me han servido para entender, para comprender otras situaciones que veo.

§ Para empatizar…

Sí, yo creo que sí, y además diría que también me ha sido muy útil de cara a mi profesión.

§ De acuerdo, pero insisto en que me cuentes algo de ellos.

Pues mi madre era una mujer con mucho… mira, con mi madre tengo mejor relación ahora. Es que yo siempre he tenido con ella una relación buena en la distancia y bastante tensa en la distancia corta. Y luego, es que mi madre es como si fuera mi hermana pequeña, pero desde hace muchos años…

§ ¿Pequeña o mayor?

Pequeña, pequeña…, mira, si yo muevo esto y si está ahí mi madre, ella también lo mueve [se ríe]. Yo tengo esa sensación con mi madre, de ser más adulta que ella desde hace muchos años… muchos años. Yo adoro a mi madre, ¿eh?, pero sé de sus defectos mejor que ella… y de sus virtudes también. Bueno, sus virtudes las conoce mucha gente, porque es una mujer adorable, muy amiga de sus amigas, servicial… Ella era lo que ahora llamaríamos auxiliar de enfermería, y era una mujer que la llamaban a las cinco de la mañana porque uno del barrio se había roto la pierna o lo que fuera, y mi madre le hacía la primera cura y luego se lo llevaba ella misma al hospital. Y la casa siempre estaba abierta para todo el mundo.

Mi padre… bueno, mi padre era justo lo contrario. Era un ser muy inteligente… y muy cerrado en sí mismo; muyyy, muy muy cerrado en sí mismo. Y bueno, creo que ha sido la mejor escuela que yo haya podido tener: esa relación tan compleja que he comentado antes, mi padre muy cerrado, mi madre muy abierta, la otra persona como intermedia, equilibrada… Volviendo a mi padre, siempre tuvo mucha capacidad de observar, de por qué las cosas son como son, o la gente se mueve como se mueve… y yo, luego, he sabido por la voz, por los gestos, por la forma de caminar de una persona, cómo es. Son aspectos poco tangibles, vale, pero a mí me funcionan.

§ ¿Cómo era aquella niña, Mari Luz, y cómo era el día a día en su casa?

Yo, más que nada sacando conclusiones de las fotos, diría que era muy reflexiva, con mucho afán por saber, por saber más allá de lo que veía, porque he sido una niña entre adultos… piensa que soy hija única, con tres padres, alejada de tu familia, tus padres son gallegos… Galicia entonces estaba muy lejos de Asturias, eso suponía un largo viaje que solo hacíamos en fechas señaladas, en Navidad o en verano. Mi único contacto eran los vecinos…,