Estamos de paso: La vida tiene un sentido pero caminamos sin brújula

Por Mar Comín y Pascual Comín

La vida tiene un sentido, pero caminamos sin brújula.

Este libro es un mano a mano con mi padre. Él reflexiona sobre la vida y la evolución. Yo, sobre la muerte y la adaptación.

Este libro es un cara a cara con el duelo. Sin embargo, no es un libro triste.

Este libro es el manual que, desde que mi padre murió, me recuerda la mejor de sus lecciones: «Hoy es el aquí y ahora. Vive intensamente. Sin apego al pasado ni miedo al porvenir. Y agradece, cada día, las pequeñas cosas de este fantástico regalo que es la vida».

La contrapartida de tener a un padre tan grande es lo mucho que se le echa de menos. He conseguido ser una niña hasta los cuarenta. Ahora, Peter Pan crece. De repente.

«Ya que nos hallamos de paso temporal por el cosmos, admitamos que somos una chispa del más hermoso y fantástico regalo de la Vida (en mayúsculas). Hasta siempre, porque cada día nos reencontraremos en la alegría centelleante de la Vida y de las estrellas.»
Pascual Comín

• Idioma: Español
• Editorial: Caligrama
• Fecha de lanzamiento: 15 ene 2019
• ISBN: 9788417669454

Mar Comín

Mar Comín es periodista y doctora en Pedagogía aplicada y Psicología de la Educación. Siempre ha trabajado en televisión y también imparte clases de Periodismo Televisivo en el CESAG/Universidad de Comillas-ICAI-ICADE. Es una de las socias fundadoras de la agencia Vivirdelcuento Comunicació, donde trabaja como copywriter. Antes trabajó en TV3, Tele5, IB3 Televisió e hizo reportajes en África con TVE. Su única publicación es La tele no es Mary Poppins, su tesis doctoral.

Vista previa del libro

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Estamos de paso

Estamos de paso

La vida tiene un sentido

pero caminamos sin brújula

Pascual Comín

Mar Comín

Estamos de paso

La vida tiene un sentido pero caminamos sin brújula

Primera edición: octubre 2018

ISBN: 9788417669300

ISBN eBook: 9788417669454

© del texto:

Pascual Comín y Mar Comín

© de las ilustraciones:

Andrew Pinder

© de esta edición:

, 2018

www.caligramaeditorial.com

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Impreso en España – Printed in Spain

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A todos los padres que, como el mío, son una brújula.

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Los beneficios que se obtengan con la venta de este libro se destinarán a organizaciones no gubernamentales ecologistas y humanitarias.

«No es la más fuerte de las especies la que sobrevive, ni la más inteligente, sino aquella que responde mejor al cambio». Esta frase, que dice mucho en muy poco, está en la contraportada del libro que escribió mi padre Charles Darwin: una evolución extraordinaria que se publicó con motivo del bicentenario del nacimiento del célebre científico. Y en eso estoy. En intentar adaptarme al cambio que supone para mi la muerte de mi padre, también científico.

Si te haces grandes preguntas crearás

nuevas formas de estar en el mundo.

Entrará un soplo de aire fresco.

Tu vida será más alegre.

El verdadero secreto en la vida no es escalar el conocimiento,

sino adentrarse en el misterio.

Con estas palabras del físico cuántico y escritor, Fred Allan Wolf, empieza otro de sus libros. En Reflexiva historia de la evolución natural: un significado armonioso de casi todo en este mundo, mi padre relata la historia evolutiva del mundo y de la vida. Propone cambios «para que otro mundo más equitativo sea posible y podamos conseguir la reinvención de una sociedad más humana y tolerante y respetuosamente justa». También se cuestiona, de forma filosófica y científica, 100 grandes preguntas sobre la evolución del mundo y la humanidad.

¿El universo y las estrellas, el Sol y la Tierra, la vida y la humanidad, han tenido un comienzo y tendrán un final?¿Cómo es que las cosas que observamos y los hechos que ocurren en la naturaleza cambian de manera permanente y estable, están conectados y son, periódicamente, reversibles?¿Por qué algunos acontecimientos son como son y, así deben seguir siendo, al tiempo que otros sí los podemos cambiar, o bien reconducir, con adulta y serena responsabilidad?¿De dónde venimos y adónde vamos los humanos terrícolas?¿El pensamiento consciente que emerge del cerebro sapiens es capaz de entender y de aceptar, con sabiduría científica, el significado armonioso y congruente del mundo, la vida, el envejecimiento y la muerte? ¿Cómo es que nada, ni nadie, es perfecto y eterno en el mundo que conocemos? Son algunas de las grandes preguntas que Fred A. Wolf insinúa y cuyas respuestas no son únicas ni dogmáticas. Muy al contrario, admiten interpretaciones abiertas y variadas que aprendemos del entorno cívico familiar, educativo social y formativo institucional.

Dicen que las preguntas nos llevan más lejos que las respuestas. Me hago preguntas. Busco respuestas. Intento asimilar la muerte. Entender cómo es que «nada, ni nadie, es perfecto y eterno en el mundo que conocemos». Leo. Sobre todo leo. Entro en todo tipo de librerías a la captura de algún manual que me ayude a gestionar el duelo. Me cuentan la leyenda popular que habla de un rey que le pidió a su consejo de sabios que le inscribieran en un anillo una frase a la que poder recurrir en momentos de desesperación. Debía ser un mensaje corto porque tenía que caber en la pequeña joya. No hubo manera que los eruditos, acostumbrados a redactar largos tratados, dieran con las tres palabras que sirvieran para alentar al rey y fue un sirviente del monarca quien le escribió en un pequeño papel el mensaje: «esto también pasará».

— Porque todo pasa: lo malo y también lo bueno— le alertó el sirviente al rey.

La leyenda nos enseña a relativizar los problemas, a no aferrarnos a lo que, nos guste o no, no durará para siempre.

Sé que la tristeza profunda que sentimos ahora pasará pero también sé que nada volverá a ser como antes.

Todas las personas con las que hablo o leo, a quienes se les ha muerto un padre coinciden en lo mismo: la pena no desaparece. Se diluye. Se vuelve dulce. Más tibia. Menos intensa. Pero no desaparece. Nunca. Ahora me toca adaptarme a ella. Como los camaleones. O como las focas. Porque estos mamíferos marinos también se adaptan, pero de forma más lenta. Y aplauden.

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Papá, papi, papuchi, papo:

El otro día hablando con uno de los médicos que te trataba, la mamá te describió tan bien que le dije que lo escribiría.

Dijo:

— Mi marido es un hombre de ciencia, un científico, catedrático y doctor en biología. Su vida siempre han sido los libros, enseñar, la investigación; el análisis de la vida desde una perspectiva holística.

Te fascinaba estudiar la vida, papá. Lo dejaste claro en la dedicatoria de tu libro sobre Darwin, que dice: «A todas las personas que aman la ciencia y la vida». Y siempre nos decías que la vida es energía, que es lo que sigues siendo tú: energía que tenemos cerca.

Papá, tú eras y nos has enseñado a tratar de ser justos, pero a NO a hacer juicios de valor. «No juzguéis a las personas, evitad las críticas que solo destruyen», nos repetías. «Hay más gente buena que mala y la gente es buena por naturaleza. La naturaleza es muy sabia y hay que aprenderla a respetar».

Nos has