Descubre millones de libros electrónicos, audiolibros y mucho más con una prueba gratuita

Solo $11.99/mes después de la prueba. Puedes cancelar en cualquier momento.

El eslabón perdido del liderazgo 4.0
El eslabón perdido del liderazgo 4.0
El eslabón perdido del liderazgo 4.0
Libro electrónico214 páginas3 horas

El eslabón perdido del liderazgo 4.0

Calificación: 0 de 5 estrellas

()

Leer la vista previa

Información de este libro electrónico

Según el resultado del estudio 2019 Deloitte Global Millennial Survey, el 45% de los encuestados menores de 38 años tiene 0% de confianza en el liderazgo tradicional, es decir, en el liderazgo empresarial, político y religioso, debido, principalmente, al mal manejo que los líderes le han dado a su poder y autoridad.

Absolutamente todos nos relacionamos diariamente con el poder y con la autoridad, y si analizamos a conciencia los principales problemas de la sociedad actual, tienen su raíz en la distorsión de estos importantes principios. ¿Por qué? Es que el sistema educativo "moderno", del cual salimos la mayoría, formaba personas para trabajos repetitivos, de memoria y seguir órdenes en entornos laborales que tenían las mismas características, lo cual propició el ecosistema perfecto para el abuso del poder y de la autoridad en las décadas anteriores.



¿Y ahora qué sigue?



En las décadas siguientes, con los avances tecnológicos, vendrá una descentralización en el manejo de la autoridad y la sociedad evitará todo liderazgo que abuse de su posición; por ello, redescubrir el significado y la función original de autoridad será clave para los líderes que quieran brillar en la Cuarta Revolución Industrial.



Descubre los principios de este nuevo liderazgo 4.0 y entiende la relación entre propósito, principios y potencial, para darle a nuestro perfil profesional un nuevo nivel e incorporarlos a una cultura organizacional efectiva, por medio de un liderazgo pragmático que comprenda los elementos que componen el poder y la autoridad para su correcto manejo.



"Este recurso, te va a impulsar a vivir con coraje, decisión y extrema valentía para descubrir el propósito, manifestar y liberar el potencial que está en su interior, viviendo bajo principios correctos y universales, agregando valor a quienes te rodean y de paso ser retribuido por tu esencia…." - Dan Álvarez –
IdiomaEspañol
Fecha de lanzamiento18 jul 2022
ISBN9788468567198
El eslabón perdido del liderazgo 4.0

Relacionado con El eslabón perdido del liderazgo 4.0

Libros electrónicos relacionados

Negocios para usted

Ver más

Artículos relacionados

Comentarios para El eslabón perdido del liderazgo 4.0

Calificación: 0 de 5 estrellas
0 calificaciones

0 clasificaciones0 comentarios

¿Qué te pareció?

Toca para calificar

Los comentarios deben tener al menos 10 palabras

    Vista previa del libro

    El eslabón perdido del liderazgo 4.0 - Alvaro Rojas

    Portada.jpg

    El eslabón perdido del liderazgo 4.0

    Redescubriendo el principio del poder y la autoridad en una cultura organizacional efectiva

    Álvaro Rojas

    COPYRIGHT / DERECHOS DE AUTOR

    [Libro: El eslabón perdido del liderazgo 4.0]

    Copyright © 2022 por Álvaro Rojas

    Registro: 2202110464064

    ISBN: 978-84-685-6719-8

    Todos los derechos reservados.

    Sin limitar los derechos de autor reservados anteriormente, ninguna parte de esta publicación puede ser reproducida, almacenada o introducida en un sistema de recuperación, o transmitida en cualquier forma o por cualquier medio (electrónico, mecánico, fotocopiado, grabación, escaneo u otro), Sin el previo permiso por escrito del propietario de los derechos de autor de este libro. La exploración, duplicación y distribución de este libro a través de Internet, o por cualquier otro medio sin el permiso del autor es ilegal y punible por la ley. Por favor, compre solo las ediciones electrónicas autorizadas y no participe ni aliente la piratería electrónica de los materiales protegidos por derechos de autor. Se agradece su apoyo a los derechos del autor. El editor no tiene ningún control sobre y no asume ninguna responsabilidad por los sitios web de terceros o sus contenidos.

    TABLA DE CONTENIDOS

    Prólogo

    Dan Álvarez, experto en Salud Mental, Psic.

    Introducción -

    Tras la búsqueda del eslabón

    Capítulo 1

    Una verdad a medias

    Capítulo 2

    Redefiniendo la autoridad en la cultura organizacional

    Capítulo 3

    Vivir bajo autoridad

    Capítulo 4

    Vivir en autoridad

    Capítulo 5

    Estar sobre autoridad

    Capítulo 6

    Los poderosos enlaces del eslabón

    Capítulo 7

    Integrando el principio de autoridad en la cultura organizacional

    Conclusión -

    Dedicatoria y agradecimientos

    Acerca del Autor

    Bibliografía

    Prólogo

    Dan Álvarez, experto en Salud Mental, Psic.

    Qu é fascinante es estudiar los fenómenos naturales! Conocer que, a kilómetros de la superficie del suelo, en el interior de la Tierra, hay ríos de fuego y fundición de rocas y otros materiales (magma). El 19 de septiembre de 2021, a las 2:10 p. m., en el municipio de El Paso, en la isla española La Palma, se inici ó una erupción volcánica que, al momento de escribir estas líneas, aún sigue saliendo y corriendo lava en el lugar. Y se estima que continúe así por más semanas. Como un mar incandescente, avanza y arrasa lo que encuentra a su paso: pinos, casas, autos; en fin, esto parece una película de ficción. No queda duda de que lo que corría por el interior de ese volcán ha salido para dejar huella en todos los alrededores, para ser noticia en el mundo.

    La humanidad está sedienta y necesita del depósito escondido en su interior. Basta ya de bloquear y obstaculizar la potencia y la capacidad con que fuimos diseñados. Solo nosotros somos responsables de abrir la puerta para que, como el volcán Cumbre Vieja, en La Palma, impactemos en el mundo.

    Nunca ha sido fácil enarbolar, esgrimir y defender filosofías, valores y algunos principios de vida, puesto que la sociedad que transitamos es cada vez más celosa de sí misma, hedonista y ególatra desde sus raíces primitivas. Por eso, admiro, desde hace años, el liderazgo, el ímpetu y la convicción con que mi estimado Álvaro Rojas levanta el estandarte, para que todos se acerquen al conocimiento y dejen la ignorancia de lado e introduzcan dentro de sus sistemas más profundos y vitales el eslabón perdido del liderazgo 4.0.

    Hoy es el día de iniciar el cambio; el día de pasar de una vida frustrada y sin propósito a una vida orientada, plena y de genuina realización. Bien lo ha dejado impregnado el autor en las páginas de este valioso recurso que sorprende, ilumina y revela la centralidad de la autoridad en la vida del ser humano.

    Fuimos diseñados para cumplir con un propósito en nuestra temporalidad sobre la tierra, sea una vida corta o larga; todos podemos fructificar la razón de nuestra existencia, descubriendo las capacidades y esa hechura tan magnífica que nos caracteriza.

    Descubramos que todos podemos impactar en la existencia de millones o, mejor aún, en la vida de quienes tuvieron el honor y el privilegio de estar a nuestro lado y conocer, de manera profunda, nuestras habilidades, pensamientos y misión; y ser inspirados a continuar con nuestro legado. Esto es agregarles valor a quienes nos rodean o nos rodearon en algún momento de nuestro paso por sus tan significantes vidas. Seamos como ese volcán que deja su huella, sus marcas, su sello. Que, de manera majestuosa, libera lo que está en el interior y se hace notar, devorando lo que no sirve, acabando con la maleza y creando un nuevo paisaje social y empresarial, fundamentado en los principios de vida que hemos dejado en el olvido, que una vez fueron, pero que dejamos perder.

    Sin duda, mi amigo Álvaro es potencia en sus discursos, apasionado hablando de lo que lo cautiva, un soñador inquietante que ejecuta y materializa lo que una vez fue una idea en papel, una mente activa, un orador acelerado que nos atrapa y, como escritor, un acérrimo investigador que nos lleva a reflexionar y a tomar decisiones que trascienden y tienen efecto inmediato en nuestras vidas. Después de entregarnos la obra Y ahora... ¿quién podrá defendernos? y de dejarnos una herramienta para afrontar como profesionales la Cuarta Revolución Industrial, Álvaro Rojas nos lleva de la mano a un lugar mucho más profundo y a rascar donde realmente pica.

    Estamos a la puerta de convertirnos en ese hombre o en esa mujer que vino a cumplir con su existencia. Es el momento de saber que su liderazgo necesita descubrir, contemplar y hacer suyo el eslabón perdido. Por eso, este recurso nos impulsará a vivir con coraje, decisión y extrema valentía, para descubrir el propósito, manifestar y liberar el potencial que está en nuestro interior, viviendo bajo principios correctos y universales, agregándoles valor a quienes nos rodean y, de paso, ser retribuidos por su esencia.

    No culpemos a nadie; tomemos este material y seamos como un volcán que libera todo su potencial según las reglas y los principios correctos. Dejémonos cautivar entre historias, experiencias, resultados y testimonios de la belleza de fluir en autoridad; no nos arrepentiremos. Que este sea un libro en nuestra "top list" de liderazgo. Álvaro no solo escribe acerca del tesoro que tenemos en la mano; soy testigo cercano de cómo lo vive y de la manera como aplica lo que enseña.

    Introducción -

    Tras la búsqueda del eslabón

    Después de apagar la luz, no podía conciliar el sueño. Fueron noches sombrías, que se me hacían interminables, donde mi mente no dejaba de girar, ahogada entre pensamientos abrumadores que me envolvían, a veces, mezclados con las gotas de lluvia que chocaban contra el techo de mi cuarto.

    Ante el escenario, daba vueltas en mi cama, tratando de dormir, pero mi mente, como si tuviera voluntad propia, desobedecía mis órdenes. Solo podía pensar en qué iba a exponer, cuáles serían los conceptos que desarrollaría, así como las ideas e historias que usaría para argumentar mi punto de vista. Un torbellino de emociones me embriagaba, entre la ansiedad y la emoción, repasando mentalmente una y otra vez lo que diría, desde que había sido invitado a esa conferencia dos meses atrás.

    Era un evento importante para jóvenes líderes, donde se hablaría acerca del liderazgo en las nuevas generaciones y cómo estas se desenvolverían en el futuro empresarial. Para ese entonces, no era usual recibir este tipo de invitaciones, pero había sido seleccionado para ser panelista, así que acogí la noticia con mucho entusiasmo, porque cada oportunidad de este tipo era oro en mi carrera, no solo por la importancia del evento en sí mismo, sino porque este ha sido siempre un tema realmente apasionante para mí.

    Desde ese momento, han pasado unos 10 años, recuerdo aquella mañana como si hubiera sido ayer. El sol brillaba y me levanté a correr. Después de unos 30 minutos de ejercicio, regresé, me di una ducha, hice el desayuno y me alisté. Ese día, debía ser perfecto; me esmeré en mi apariencia personal, fijándome, frente al espejo, que ni una sola arruga saliera de mi camisa color blanca en juego con mis pantalones negros. Tomé mi portafolio y salí de casa.

    Todo va a salir bien. Llevo mucho tiempo preparándome. Todo va a salir bien, me repetía, mientras cruzaba las puertas del hotel, la sede del evento.

    Había mucha gente, más de la que pensé. Caminaban de un lado a otro, como hormigas obreras llevando su alimento al hormiguero. Los seguí porque, a fin de cuentas, íbamos al mismo lugar.

    Me recibieron de manera excepcional; para ese momento, tenía 26 años y todo lo que estaba viviendo me hacía sentir realmente emocionado, además de poder compartir conocimiento con otras personas y aprender de otros jóvenes.

    La verdad es que el día no podía ser más perfecto: contactos, conocimiento fresco y la deliciosa comida que no podía faltar. Luego de varias charlas, faltaban unos 15 minutos para que empezara el foro del que sería parte, sentía mariposas en el estómago, emoción y mucha adrenalina. Había recibido las preguntas días antes, las había estudiado y me sentía preparado para participar.

    El foro empezó bien, muy fluido, y sentía que estaba respondiendo con cierta propiedad, contando historias propias y ajenas; las reacciones del público me hacían sentir que iba en buena dirección. Tomaba confianza hasta que, de repente, quien dirigía el foro, después de una de mis intervenciones, detuvo la secuencia de preguntas dirigidas a los otros participantes, rompió el protocolo acordado y regresó hacía mí. Se volvió con su mirada fija, capaz de helar cualquier corazón y me lanzó una pregunta que no estaba en el libreto:

    "Álvaro, ¿crees que hay algo que el liderazgo haya extraviado generación tras generación?

    Es decir, ¿existirá un elemento común entre los líderes que pueda estar distorsionado? ¿Uno capaz de llevar al éxito o al fracaso de una organización?".

    En seguida, un gran silencio inundó la sala.

    En este punto, debo compartirte que hay muchas cosas en mi vida que no he hecho y muchísimas más que obviamente no sé, pero si algo me ha dado la vida es el privilegio de haber compartido, desde mis 18 años, con equipos de trabajo de todo tipo: voluntarios, profesionales, empresarios, jóvenes, adultos, niños, entre otros; además, gracias a la industria en la que me he desenvuelto, he tenido la fortuna de conocer grandes líderes, de los cuales he aprendido muchísimo, por lo que esa pregunta no debería ser difícil de responder pero, en medio de ese silencio, pensé: ¡Wow, qué buen cuestionamiento! ¿Existirá alguno?.

    Una parte de mi mente estaba ahí presente en la sala y la otra, etérea, se quedó rumiando en la profundidad de la pregunta. La parte que se quedó en la sala me ayudó a brindar una respuesta rápida, improvisada, quizá elocuente, pero, de seguro, acartonada, que ni siquiera logro recordar; la otra parte de mi mente se quedó en un vacío de profunda reflexión porque, realmente, yo no tenía la respuesta en ese momento.

    Y era cierto; su pregunta reflejaba que podía haber una carencia, un espacio vacío o distorsionado dentro del liderazgo y, principalmente, en la cultura organizacional de muchas empresas. Pero la pregunta en sí guardaba un sentido más profundo, tal vez invisible a simple vista y muchos ojos, pero estaba allí, como una suave onda en el agua o la apenas perceptible brisa del viento... Estaba allí... una pieza que todos perdimos, que tal vez nos hicieron perder o, quizá, ni somos conscientes de que existe ¿Habría una? Y si existe, ¿podrá descubrirse? Yo quisiera encontrarla, pensé, conocerla y, por supuesto, compartirla.

    Posterior a eso, mi día cambió. Salimos después del foro al coffee break y algunos colegas se me acercaban para conversar sobre ciertos temas. Recuerdo que mi cuerpo estaba ahí, pero mi mente no; se había quedado en la pregunta. Deseaba estar solo, retirarme a pensar sobre esa pieza, sobre esa piedra angular extraviada y aunque debo adelantar que, de seguro, habrá varios criterios sobre cuál es, este libro trata sobre mi descubrimiento personal después de muchos años de análisis.

    La respuesta estaba más cerca de lo que yo creía; estaba frente a mí, me golpeaba la cara y yo estaba completamente ciego; es más, había llegado a mí sin saberlo, muchos años atrás, de forma inconsciente.

    Allá por el año 1990, yo era un niño de tan solo 6 años. Recuerdo que un evento sin precedentes que cada cuatro años paraliza el mundo estaba por ocurrir y yo sería testigo de él, así como sus huellas, dejadas en la historia.

    La Copa Mundial de Fútbol Italia 90 se llevaría a cabo y mi país, Costa Rica, tendría, por primera vez en la historia, participación en este magno evento. También, era la primera vez que veía un mundial y, desde la mirada de la inocencia, fue sensacional. Recuerdo que me sentaba en el sofá de la casa y, acompañado de mi padre, sin yo entender mucho, llevábamos anotación de cada partido y sus puntuaciones.

    El día del partido entre Costa Rica y Escocia, la euforia contagiante de mi papá me abordó. La tensión se sentía hasta por la televisión, mientras estos dos grandes titanes luchaban en la primera ronda eliminatoria del grupo C. Uno y otro defendían su portería para evitar el tan ansiado gol. Y al son del compás del partido, mi papá y yo movíamos nuestras cabezas de un lado a otro, para no perder detalle alguno de los acontecimientos. La verdad es que apenas estaba conociendo del tema, pero me parecía muy divertido.

    Tras el minuto 49, Costa Rica metía su primer gol en un mundial mayor; la victoria se respiraba cercana y, al final del partido, nos alzaríamos con la victoria. Pero a los pocos días, tocaba enfrentarse con un monstruo; era el máximo campeón y, lamentablemente, pese a la lucha sin cuartel, Brasil ganó la contienda con un gol, pero igualmente Costa Rica, después de ganarle en el siguiente partido a Suecia, avanzaba a octavos de final, aunque luego se quedó en el proceso, al perder 4-1 contra Checoslovaquia.

    Se dice que en los mundiales hay ganadores y perdedores, pero yo creo que Costa Rica demostró su valía y, con tan solo haber ido a su primer mundial y pasar a la siguiente ronda, ya era ganador.

    Cuatro años después de esa experiencia, ya en la escuela, con un poco más de conciencia, esperaba con ansias, junto a mis compañeros de clase, la llegada de junio, mes recibido con júbilo por todo el planeta.

    La Copa Mundial Estados Unidos 94 traía consigo a uno de los personajes más importantes y polémicos de la historia: un hombre admirado, exitoso y querido por muchos; más que un futbolista, era un artista, porque cada jugada estratégicamente pensada develaba su grandeza en el campo de juego. Este gran líder no podía ser otro: Diego Armando Maradona, El Pelusa, un nombre reconocido en el mundo, considerado uno de los mejores jugadores de toda la historia.

    Para nosotros, aquel hombre era maravilloso; no dejábamos de hablar de él y de la magia que lograba con cada movimiento del balón ante sus pies. Coleccionábamos sus fotos y cuanta cosa tuviéramos al alcance. Él era el más grande y, como tal, solo podíamos esperar grandeza en su desenvolvimiento durante el campeonato, porque lograba hacer uso de su potencial y habilidades para vislumbrar el mundo. Su liderazgo era innato y, como tal, todos lo seguían.

    Íbamos con Argentina; representaba nuestra ficha, nuestra pasión, que llenaba el

    ¿Disfrutas la vista previa?
    Página 1 de 1