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Ser de alto impacto
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Libro electrónico423 páginas7 horas

Ser de alto impacto

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El couch Henry Rodríguez nos trae su primer libro ''Ser de alto impacto'' una apología a la vida. Es una oda al hecho de que vamos a morir, y de que en lugar de lamentarnos, podemos elegir vivir intensa y apasionadamente, hasta las últimas consecuencias y de que en ese camino podemos ser luz que ilumine la senda de otros. De eso se trata esta obra,
IdiomaEspañol
Fecha de lanzamiento17 nov 2021
ISBN9789585481756
Ser de alto impacto
Autor

Henry A. Rodríguez B.

Henry A. Rodríguez B., comunicador social y periodista de la Universidad de La Sabana. Es periodista y coach por formación, y escritor por vocación y pasión. Se dedica a desarrollar el potencial humano en organizaciones públicas y privadas y en auditorios presenciales y digitales, a los que asisten cientos de personas para acelerar su capacidad de crear resultados extraordinarios y, al mismo tiempo, experimentar plenitud en sus vidas. El primer libro que escribió, «Ser de Alto Impacto», publicado también por Calixta Editores, ha llegado a miles de lectores en toda Latinoamérica. Hoy tienes en tus manos su segunda obra. En su carrera periodística llegó a ser jefe de redacción y luego el editor en jefe del periódico El Espectador, uno de los más prestigiosos de Colombia por su lucha contra el narcotráfico. Ha entrenado a más de 50 mil personas en Latinoamérica, Estados Unidos y Europa en programas de innovación del ser.

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    Vista previa del libro

    Ser de alto impacto - Henry A. Rodríguez B.

    Prefacio

    Ser de Alto Impacto es una apología a la vida. Es una oda al hecho de que vamos a morir y que, en lugar de lamentarnos, podemos elegir vivir intensa y apasionadamente hasta las últimas consecuencias. Es una declaración de que en ese camino podemos ser la luz que ilumine la senda de otros.

    Sabemos que vamos a morir, es inminente, ¿pero somos conscientes de nuestra vida? Estamos sin estar, sin un propósito –millones de seres humanos atrapados en una angustia existencial– y experimentamos una zozobra cósmica, no solo los domingos en la tarde, común ante la inminencia del lunes, sino todos los días. Hoy por hoy, muchos nos sentimos presionados y agobiados por la vida misma y encontramos que los compromisos adquiridos nos desbordan. Vivimos en una época dominada por la prisa y el estrés. En ese contexto Ser de Alto Impacto ni siquiera es un tema a considerar. ¿A eso vinimos a la vida? ¿A correr, a angustiarnos, a perseguir el dinero, a trabajar como máquinas? Al final, ¿cuál es el sentido de la vida? La vida en sí misma está vacía y carece de significado, cada ser humano es quien le da sentido a su propia existencia. La vida es un viaje a ninguna parte. Lo importante no es el destino al que vamos a llegar, sino el viaje en sí, en eso consiste la vida.

    Este libro busca que te hagas las preguntas apropiadas y que te hagas cargo de las respuestas que obtengas. Las preguntas son el arma láser del ser humano, porque abren posibilidades, derriban barreras y crean lo que muchos ven como imposible. ¿Por qué cae la manzana? ¿Hay una nueva forma de llegar a las Indias? ¿Y si la tierra no es plana? ¿Cómo podemos volar? Estos son interrogantes que han cambiado la historia de la humanidad. Ser de Alto Impacto trata que te cuestiones a profundidad y que mires la vida más allá de lo que te dijeron que debías ser, hacer, pensar, sentir o decir.

    El libro está escrito por un profesional del potencial humano, una persona que en esencia se dedica a ver, pensar y sentir la vida. Desde ahí apoya a los seres humanos con los que interactúa a vivir una vida que valga la pena ser vivida. Ese soy yo, un profesional en el arte de preguntar y preguntarse sobre la vida. No enseño, sino que facilito el aprendizaje, al no dar respuestas sino al hacer preguntas. ¿Estás dispuesto a cuestionar y cuestionarte? ¿Estás satisfecho con la calidad de vida que tienes? ¿Esto es todo lo que hay para ti en esta vida? ¿Qué es lo próximo para ti? ¿Cuál es tu próximo primer gran paso? ¿Para qué estás en esta vida? ¿Con qué palabras estás comprometido a que se asocie tu nombre? ¿Eres feliz? ¿Qué es la felicidad para ti? ¿Qué no has soltado del pasado? ¿Por qué te culpas? ¿Qué te frena? ¿Por qué tienes rabia? ¿Cuál es la máscara que te pones? ¿De qué te escondes? ¿Cuál es la armadura bajo la cual te proteges? ¿Qué te limita? Toda la carga que hay detrás de estas preguntas es lo que limita a las personas en su poder de Ser de Alto Impacto. No hay manera de cuestionarse y no hacerse cargo. Esta obra se trata de eso, de que te hagas cargo de tu vida, de tu destino y de tus resultados, para desde allí Ser de Alto Impacto en la vida de otros.

    Este no es un libro de optimismo, tal vez todo lo contrario. Es un espejo para que te mires en él; si no te gusta lo que ves, no lo rompas ni lo culpes, solo refleja lo que hay en ti. Al final, la vida es como un eco, si no te gusta lo que oyes, mira bien lo que dices, porque, cual búmeran, te lo devuelve. No es el espejo, es quién se refleja en él. Un experto en el potencial humano es un vendedor profesional de espejos. Mírate en él. Muchos seres humanos son una hoguera que se extingue frente al espejo de sus vanidades, mezquindades y pequeñeces. Si lo eliges, a lo largo de estas páginas voy a ser tu coach para que te crees a ti mismo como un Ser de Alto Impacto. ¿Estás listo?

    El libro está escrito de una manera particular. En esencia encontrarás miradas y preguntas de alguien que ha entrenado a miles de personas en el mundo para que sean de Alto Impacto. Durante este tiempo seré tu guía de cabecera. Te sorprenderás con historias cortas, de lecciones grandes. Te enfrentarás a muchas preguntas sobre tu vida; este será un aprendizaje profundo. El libro es una invitación constante a vivir con pasión y desde ahí tocar a profundidad la vida de otros. Es un programa para que rediseñes tu vida, desintoxiques el alma y también renueves el cableado de tus creencias, paradigmas y formas de ver la vida. Si lo lees detalladamente, encontrarás ideas y pensamientos que te abrirán nuevas posibilidades para ser, estar y actuar en la vida impactando profundamente el destino de muchos seres humanos. Mi invitación es que leas el libro despacio. Que no te atragantes con él, sino a que lo saborees en pequeños bocados, porque cada página te abre un mundo de posibilidades.

    El autor

    Introducción

    ¡Ser bueno no es suficiente! Muchos son buenos: no matan, no roban, no violan. Pero tampoco hacen nada. Hacer el bien es otra historia. Es más que tan solo ser bueno por omisión de maldad. Tú, que lees este libro, quizá eres como muchos seres humanos que ya tienen cubiertas sus necesidades básicas, alimentación, techo, ropa, trabajo, movilidad y educación; pero a lo mejor ya te diste cuenta de que a esta vida viniste a algo más que a perseguir el dinero, a estar por estar, a sobrellevar la vida o a sobrevivirla. Tal vez ya te has cuestionado acerca de tu misión, del legado que vas a dejarle a la posteridad y sobre la huella de tu paso por este mundo. Con seguridad te has preguntado sobre qué va a pasar cuando mueras, cómo serás recordado y cómo lograste trascender en el tiempo y en la vida de otros. Posiblemente algún día has cuestionado tu vida y tu razón de estar aquí y ahora. Si es tu caso, esta obra es para ti. Y si no encajas en ninguna de las opciones anteriores, con más razón es para ti. Este libro es sobre una de las grandes inquietudes del ser humano: CÓMO SER DE ALTO IMPACTO.

    Todo ser humano es como una piedra lanzada al agua. Al caer produce una onda expansiva que, en algunos casos, es tan pequeña que con rapidez se extingue y es casi imperceptible o tan grande que es del tamaño de un tsunami y es imposible no verla o ser tocado por ella. El tema no es si impactas o no. Es ¿de qué tamaño es tu Impacto en la vida de los tuyos, en tus círculos de influencia y en el mundo? ¿De qué tipo es tu Impacto? ¿Impactas a la gente cercana a ti con quietud, inseguridad, pesimismo, negativismo, pereza, resignación, conformismo, miedo, cobardía, culpa, jugando el rol de víctima, juzgando, escasez y pobreza? ¿O impactas a los tuyos con emprendimiento, entusiasmo, optimismo, seguridad, movimiento, abundancia y prosperidad? Debes saber que seas consciente o no, siempre impactas.

    De eso se trata esta obra, de ser consciente de tu Impacto en el mundo, de salir del piloto automático, del auto-zombie en el que vivimos. Un ser un humano consciente de serlo, un día se enfrenta a dilemas existenciales y comienza a hacerse preguntas sobre su vida y al auto-formulárselas, es imposible no asumir con responsabilidad las respuestas. Una de esas cuestiones tiene que ver con la razón de ser de tu vida. Sea porque estés comenzando este camino de hacer de tu vida un objeto de estudio o ya lleves tiempo recorriéndolo, en ese devenir es altamente probable de que en algún punto llegues a la conclusión de que vinimos a ser contribución para la vida de otros, a Ser de Alto Impacto. La pregunta es ¿cómo? En ese mundo es donde nos vamos a sumergir tú y yo a lo largo de este viaje. El mejor regalo que le puedes dar a un ser humano es la posibilidad de cambiar su vida, de hacerla mejor y de elevar su nivel de consciencia, cuando eres de Alto Impacto lo que haces es eso, ser un regalo para la vida de otros. Si estás decidido a impactar positivamente tu vida, la de otros y al mundo de una manera que ni te imaginas, no te pierdas esta travesía a lo más profundo de ti, porque es desde allí, desde donde se impacta afuera. Desde dentro hacia fuera.

    He aprendido con el tiempo, que la vida no se trata solo de acumular éxito. Hay algo más desafiante y apasionante que eso. Se trata de desarrollar la capacidad de crear y agregar valor a la vida de otros seres humanos. Cuando otros alcanzan la cima, porque tú los has apoyado para lograrlo, llegas a tu cumbre también. La vida es un juego en equipo. Todos somos interdependientes. En ese juego, agrégale valor a la vida de los demás. Es más que tan solo acumular éxito personal; es crear éxito para otros. Eso es Ser de Alto Impacto.

    Cuando apoyas a otros seres humanos a que vean nuevas posibilidades en su vida; nuevas posibilidades se abren en la tuya, cuando das, recibes. Cada decisión que tomas, con cada paso que avanzas, cada sueño que persigues, cada giro que das o que no das, impacta no solo tu vida, sino también la de mucha gente a tu alrededor. Constantemente impactamos la vida de otros seres humanos, así pienses que solo impactas la tuya. Cuando alguien cambia algo en su vida porque tú lo apoyaste, tu vida también cambia.

    Todos los seres humanos tenemos el don de impactar la vida de otros. Ese poder puede ser innato o desarrollado. Cualquiera que sea el caso, recuerda que este no es para ti, es para la humanidad. Sé consciente del don del liderazgo que habita en ti.

    Hay quienes se aíslan del mundo. Unos lo hacen en su casa, otros en su trabajo y muchos en las redes sociales, viendo pasar en ellas la vida de otros y dando Me Gusta; mientras lo hacen se pierden de su propia vida, de la oportunidad que tienen de Ser de Alto Impacto. Ábrete a nuevas posibilidades. Exprésale al universo quién eres. Deja de ser invisible para ser invencible y, con tu ser, impacta la vida de otros. Deja de estar encerrado en ti mismo. Sal al mundo, relaciónate, trasciende. Sé un ser humano de Alto Impacto. Escondido te pierdes del mundo y el mundo se pierde de ti. ¡Aparece! Muéstrale al mundo tu magia.

    En la vida prefiero los puentes a las barreras. Si fuera arquitecto, diseñaría los primeros y evitaría las segundas. Elijo tender estructuras que unan y no murallas que separen. Ser de Alto Impacto es tejer redes que conecten, que acerquen, que acorten distancias.

    Todos somos interdependientes. Estamos online con mucha gente. Tú impactas y otros te impactan a ti. ¿Quién influencia tu vida? ¿Son personas que te aportan y te empoderan? ¿O son personas que te quitan, juzgan y desaniman? Somos como los computadores, estamos en red y expuestos a los virus que otros nos quieren pasar. Muchas veces hay que resetearse y reiniciarse, para desechar esas malas influencias e ideas contaminantes. ¡Reset! Después muévete a lo próximo. Rodéate de gente que te inspire a ser grande. Lo otro no vale la pena. Y claro, sé de ese tipo de personas de las que vale la pena rodearse.

    No te cruces de brazos. Levántalos y ponte a trabajar por un mundo que funcione para todos. Al hacerlo inspiras a muchas personas a que hagan lo mismo. Así que brazos a la obra. ¡A Ser de Alto Impacto!

    Alguna vez leí que los libros no llegan a ti por casualidad. Que nada sucede porque sí en esta vida. Que los libros te eligen a ti. Que cada libro sabe a quién va. Que cada libro es para quien está listo de leerlo. Cada obra tiene un mensaje especial para quien está abierto a recibirlo. ¿Solo pregúntate por qué llegó este texto a tus manos? Todo tiene su tiempo. Este es el del encuentro tuyo con este mensaje.

    ¿Quién escribe el libro?

    Mi nombre es Henry A. Rodríguez B., soy periodista por formación y profesional del potencial humano por vocación. Tengo inquietudes filosóficas, existenciales, sociales y literarias. Me dedico a observar al ser humano, comenzando por mí y a preguntar sobre lo que observo. En mi ejercicio como coach de equipos y de seres humanos de Alto Impacto he entrenado a más de cuarenta mil personas en América Latina y en los Estados Unidos. Los entreno para ser personas de alto rendimiento, capaces de subir sus estándares por encima de la ordinaria mediocridad del promedio. ¿Cómo? Llevándolos a comprometerse con su vida y a vivirla intensa y apasionadamente, a todo vapor. Los seres humanos somos como las guitarras. Una recién afinada nos regala, al tocarse con maestría, unas notas perfectas; pero con el tiempo se desafina y sus sonidos ya no producen la misma acústica. Nos pasa igual a los hombres y mujeres que en algún momento le regalamos al mundo nuestra mejor versión, pero luego caemos en el conformismo y la resignación, dejamos atrás el ímpetu y la valentía. Afinar tu ser para que seas lo que elijas ser y desde ahí impactar al mundo, es mi propósito con esta obra y con mi vida.

    Hoy es un día muy importante para mí. ¿Por qué? Porque este mensaje está llegando a alguien que está listo para recibirlo. Quiero compartir contigo esta alegría que me embarga. Gracias a ti, que estás leyendo esto, por ser fuente de una vida extraordinaria y de Alto Impacto. Por personas como tú es que me he inspirado a escribir. Tú me has inspirado. ¿Qué es lo próximo para ti en tu vida? Esto que tienes en las manos es lo próximo para mí. ¿Y para ti? Respóndete.

    Todas las ideas aquí plasmadas las escribí para sembrar una semilla en tu corazón. Si tienes esta obra en tus manos, quizás lo estoy logrando. Hay semillas que caen en la roca y otras en tierra fértil. ¿Tú eres esa tierra o eres la piedra?

    Algo he aprendido en este proceso de crearme a mí mismo como un Ser de Alto Impacto. Asimilé que todo en la vida forja el carácter; con el periodismo y del coaching, me formo a diario. Doy gracias a estas dos profesiones porque me han permitido tener pasión por estos dominios del conocimiento. Siempre estoy aprendiendo cosas nuevas. He aprendido a vivir de nuevo mis sueños. Hoy tengo claro que mi familia –nuestro núcleo– es algo muy importante. Antes había emoción y poca consciencia; ahora hay más consciencia, la pasión, que no es otra cosa que vivir las emociones con intensidad, sigue siendo arrolladora. He aprendido lo que es comprometerse a fondo con una causa. Estoy comprometido con ampliar mi conciencia y con subir mi pasión todos los días. Vi cómo se fue mi pasado. Me he visto como un loco de vida. Aprendí que yo decido cómo sentirme. Dejé la cara de malo, de desconfianza. Creé un contexto de fraternidad, confianza y abundancia. Hoy me visita la GRATITUD... gracias a ti, porque si llegaste hasta aquí, es porque ya hay un vínculo que nos une. ¡Gracias!

    Impacto, luego existo

    I

    Alguien allá afuera te ve como un superhéroe.

    Un hombre del pueblo de Neguá, en la costa de Colombia, pudo subir al alto cielo. A la vuelta contó. Dijo que había contemplado desde arriba, la vida humana. Dijo que somos un mar de fueguitos. El mundo es eso –dijo él– un montón de gente, un mar de fueguitos. Cada persona brilla con luz propia entre todas las demás. No hay dos fuegos iguales. Hay fuegos grandes y fuegos chicos y fuegos de todos los colores. Hay gente de fuego sereno, que ni se entera del viento y gente de fuego loco que llena el aire de chispas. Algunos fuegos, fuegos bobos, no alumbran ni queman; pero otros arden la vida con tantas ganas que no pueden ser mirados sin tener que parpadear y quien se acerca se enciende".

    El Mundo

    Microrrelato de Eduardo Galeano.

    Tomado de El libro de los abrazos.

    Su madre le dijo en la mañana pórtate bien; en la noche nos vemos. Nunca se volvieron a ver. Esa tarde ella murió en un accidente automovilístico. Dos días después, ese niño de cinco años vio que todos lloraban, vestían de negro y oraban alrededor de una caja de madera. Buscó una silla para encaramarse y ver qué había adentro. Estaba su madre. La vio dormida con cara de tranquilidad. No entendía lo que pasaba. Tampoco le importó. Se apeó de la silla y salió a jugar con sus amigos. En la calle, una señora lo miró y le preguntó ¿Usted es el huerfanito? Pobrecito... Sintió que despertaba lástima. Nadie le quiso explicar el significado de la palabra huérfano. Ni falta que hizo. Él se lo dio rápidamente. En su inocencia infantil entendió que era alguien que despertaba lástima. Desde entonces se puso una armadura que lo volvió fuerte, insensible y distante. Guardó su vulnerabilidad y con ella su corazón y sus emociones. Escondió su historia y sus sentimientos. Así desperdició buena parte de su niñez y adolescencia. Esa escena donde alguien lo mira con pesar, le da palmaditas en la espalda y le dice pobrecito, la vivió muchas veces. Se creyó esa historia y se sentía tres escalones por debajo de la pirámide social. Un día, a sus quince años, después de hacer una presentación en una clase de español, el profesor se acercó y le puso la mano en la espalda. Esta vez no fue para decirle pobrecito. Usted puede llegar a ser un gran periodista, un gran comunicador, le dijo. Sin saberlo, en ese instante, el maestro impactó profundamente la vida de ese muchacho. Hasta ahora nadie había visto en él esa posibilidad. Dicen que los seres humanos son el cuento que les echaron de niños, porque se lo creen. Ese adolescente se creía pobrecito, hasta ese momento. El profesor sembró en él una semilla. El joven se obsesionó con la idea y comenzó a explorar el mundo de los medios de información y de la comunicación humana. Era tal su pasión, que, pese a las limitaciones económicas, logró obtener una beca para estudiar Comunicación Social y Periodismo en una prestigiosa universidad de su país. Llegó a ser editor en jefe del periódico El Espectador de Bogotá, Colombia, que para comienzos de la década de los 90 era considerado como uno de los diez mejores diarios del mundo por su lucha abierta contra el narcotráfico. Ganó muchos premios de periodismo. Años después, en un centro comercial, volvió a ver al profesor de la clase de español de octavo grado. Corrió para alcanzarlo… Profesor Cantillo, profesor Cantillo le gritaba. El maestro se detuvo sorprendido. "Profesor, usted me dio Español en Octavo Grado en el Colegio Nacional Sergio Arboleda y me dijo que yo podía llegar a ser un gran periodista. ¡Lo logré, profesor, lo logré!, le dijo muy emocionado. El hombre, en un ataque de honestidad, no pudo más que ser sincero: no me acuerdo. Ni falta que hacía su memoria. El periodista sí lo tenía bien presente. Ese hombre había cambiado su vida para siempre. Así lo haya olvidado, quiero que sepa que usted impactó profundamente mi destino. Gracias.

    ¿Que cómo conozco los detalles de esa historia? Ese niño y ese joven soy yo y también el periodista en que se convirtió. Y ese hombre me enseñó lo que es Ser de Alto Impacto: dejar una profunda huella en la vida de los seres humanos con los que nos tropezamos en el camino de la vida. Impactar, no para recibir aplausos o agradecimientos, sino para engrandecer la vida de quienes nos dan la oportunidad de conocerlos. Es ser luz en el destino de otros, más que una estrella que brilla para sí misma. Es llevar a muchas personas la magia que todos tenemos y, al hacerlo, sorprender al mundo. Ese maestro, Víctor Cantillo, no solo sembró en mí la semilla del periodismo, sino que me dio la gran lección de mi vida. Tardé tiempo en asimilarla, hasta cuando estuve listo para entenderla.

    Como periodista alcancé el éxito, pero no la felicidad. Éxito sin plenitud no es sino vanidad. Corrían los años noventa y Colombia, mi país, se sumía en la época del narcoterrorismo, el paramilitarismo y la guerrilla. Los periódicos eran el reflejo donde se veía una realidad que a nadie le gustaba. Como editor me sentía el redactor de un acontecer oscuro y un espectador de la tragedia humana hecha país. Colombia parecía un estado no viable. De una u otra manera nos endurecimos y perdimos sensibilidad frente a las muchas guerras en que vivíamos. Un día me miré al espejo de las páginas de El Espectador y vi que ya no reía, no lloraba y no sentía. Me enfrenté, en ese momento, al mayor reto que la vida me había puesto, me llevó al borde, encarando el dilema de dar un salto cuántico o quedarme estancado. Si no te ha llegado ese día, ya estás estancado. Ese día sentí que había llegado la hora de sacudirme y crear eso que palpitaba en el fondo de mi corazón. Sabía que dando pequeños pasos jamás iba a llegar. Así que decidí lanzarme, sabía que mi único paracaídas era el compromiso. Fue un salto a la libertad. La lección de mi olvidadizo maestro por fin había sido entendida, si no impactas a profundidad la vida de otros seres humanos, estás desperdiciando tu paso por este mundo.

    Hoy dedico mi vida a impactar la de otros, como un día ese maestro impactó la mía. Me entrené, y lo sigo haciendo, para Ser de Alto Impacto. La vida se trata de agregarle valor a los seres humanos que caminan a nuestro lado. De impactarlos positivamente. De que sean mejores por conocernos. Un Ser de Alto Impacto no ve a las personas como son, sino como pueden llegar a ser. Conecta a otros con sus más grandes sueños y los mueve a que se comprometan a volverlos una realidad. En el fondo, fue la gran lección de mi profesor. Desde entonces mi misión en esta vida es impactar positivamente a la máxima cantidad de seres humanos posible, en el menor tiempo posible.

    He apostado fuerte por la vida. He dejado la vida en cada día. He ganado, he perdido. Pero eso sí, he vivido. Cuando me lo encuentre, si es que me lo encuentro, me gustaría decirle al poeta Pablo Neruda que me deje usar el título que él usó para sus memorias: Confieso que he vivido. Y mientras llega ese momento, pues acá estoy repitiendo el verso del poeta León de Greiff: Juego mi vida, cambio mi vida. De todos modos la llevo perdida... ¿Qué tal si vinimos a esta vida a trascender? ¿Y tú, en qué juego estás apostando tu vida? ¿Es un juego grande? ¿Haces lo que te apasiona? ¿Te apasiona lo que haces? ¿Estás haciendo de tu vida una trepidante experiencia?

    Al final, solo tenemos la vida. ¿En qué la vas a apostar? A lo que le apuestes ahora, determinará tu futuro. Los seres humanos nos la jugamos por el futuro. Mi vida se la apuesto a una gran visión: Ser de Alto Impacto. ¿A qué causa le apuestas tu vida?

    Alto Impacto es un juego grande. Una vida grande. Una persona grande. Esa es una vida de leyenda. Se trata de ser inspiración. Es decirse a sí mismo y al mundo cada mañana al despertar: ¡que comience el juego de hoy!

    Ser de Alto Impacto es hacer que tu voz se escuche. Es llevar un mensaje. ¿Qué es aquello que tienes por decir? Todos tenemos una voz y un mensaje que llevarle al mundo. ¡Grítalo! Desata ese nudo que se ha formado en tu garganta por tantas cosas que no te has atrevido a decir. Ponle voz a tu corazón. Ponle voz a tu amor. Ponle voz a tus ideas y proyectos. Aparece con tu voz. No sientas pudor de decir lo que tengas que decir. ¿Dónde te has quedado callado? ¿Qué no te has atrevido a decir? ¿Cuáles son las palabras que tienes guardadas? ¿Qué es aquello que has pensado y nunca has dicho? ¿Qué es aquello que has sentido y no has manifestado? ¿Estás harto de quedarte en silencio? Basta ya de rumiar tus palabras y haz que se escuchen. Encuentra una manera de expresarte. Date libertades en la expresión. Hay momentos en la vida donde el silencio ya no es un buen compañero de viaje, porque después de no escucharnos, los demás ya no nos ven y nos volvemos invisibles, fantasmas, de esos que rara vez aparecen y cuando lo hacen, asustan.

    Ser de Alto Impacto es tomar partido. Es ser un agente de cambio. «Si todo te da igual, estás haciendo mal las cuentas», decía Albert Einstein. Y tenía razón. ¿Cuánta gente que tú y yo conocemos vive su vida en la postura del quemeimportismo o mevalemadrismo?, por no ser más explícito. Todo les da lo mismo. No les importa nada, ni su propia vida. Están en ella por estar. Preocúpate si tu reino es la indiferencia y tu corona es la apatía; a lo mejor tus súbditos son la cobardía y el desinterés por todo y de todo. En la Divina Comedia, de Dante Alighieri, lo peor del infierno es para los indiferentes, los que en vida nunca tomaron partido por nada, los eternos neutros, los que vivieron en la gran renuncia. ¿Todo te da igual?

    Viniste a esta vida a impactar, con tu vida, la vida de otros. Vinimos a dejar huella, ¿cuál es tu huella?, ¿tu legado?, ¿a qué inspiras a los tuyos? Recuerda que no estás solo.

    La vida es un juego en equipo y cualquiera que sea el resultado que busques, necesitas relacionarte con los demás. Ese es el juego, no lo puedes cambiar. Y si la vida es un juego en equipo, ¿no querrías ser un muy buen jugador? ¿Será importante para ti relacionarte? Particularmente a la hora de relacionarme, siempre busco dejar una profunda huella en la vida de las personas. No me relaciono porque sí. Siempre busco dejar un legado. Ser de Alto Impacto se trata de ser experto en impactar la vida de la gente. Es vivir en modo Impacto.

    Ser de Alto Impacto es compartir nuestras pasiones y nuestros dones para que otros se impacten de forma positiva con la magia que todos llevamos dentro. Impactas con tu ser, con tu vida. Si los demás no ven en ti un Ser de Alto Impacto; si no ven en ti una persona lanzada a vivir una vida plena, no vas a impactar. Con lo que sea que vayas a llegar al mundo, primero llévalo a tu vida. Porque para dar consejos somos espectaculares; para seguirlos, somos un desastre. Si no ven en ti posibilidad de Ser de Alto Impacto, ellos jamás van a ver esa posibilidad en ellos.

    Ser de Alto Impacto es crear conexión con otro ser humano. Todo el tiempo recibes retroalimentación sobre cómo te relacionas e impactas a la gente a tu alrededor. Las personas más influyentes y exitosas son expertas en relacionarse. Por eso, vuélvete una máquina en el arte de relacionarte y Ser de Alto Impacto para otros.

    Hay personas que van por la vida brillando y otras opacando. Brillas cuando alcanzas tus sueños y apoyas a otros a que logren los suyos. Te opacas cuando no eres luz para iluminar tu camino y también cuando ensombreces el trasegar de los demás.

    Consciente o inconscientemente puedes, con tu vida, perjudicar a tu familia, amigos, a tus compañeros de trabajo. Les puedes frustrar la posibilidad de lo que son, si tu Impacto es negativo; o puedes inspirarlos a que libren y salgan triunfantes de sus más grandes batallas. Aunque es su vida, tú puedes hacer la diferencia –positiva o negativa– en ella. La indiferencia puede ser más dolorosa que el maltrato físico. Cuando de verdad te importan los tuyos, tu amor se contagia; al relacionarte efectivamente con ellos, los impactas al punto de inspirarlos con tu vida, los mueves, los tocas y los llevas a su máxima posibilidad. ¡Relaciónate de manera extraordinaria con la gente de tu vida! ¡Impáctalos!

    ¿En tu vida hoy están ocurriendo los sueños que una vez soñaste? ¿Eres luz para otros? Al final, no se trata de brillar sino de llevar la luz y al llevarla, brillas. Te conviertes en una estrella y las estrellas, donde quiera que estén, brillan. Hay estrellas que se apagan y un día reviven y vuelven a brillar intensamente. Y cuando son muchas, el firmamento es un regalo divino. ¿Eres de las personas que hoy destellan su brillo al andar por la vida?

    Muchos seres humanos dejan una huella imborrable en nuestra vida. Son como nuestros héroes. Tal vez los padres, un hermano, un hijo, un amigo, un profesor. A lo mejor es un personaje de la historia, mi héroe es... ¿Has dicho esa frase? Yo la digo sin rubor. Mi heroína es mi madre, Flor, apenas viví con ella cinco años y aún siento que me canta: Adiós chico de mi barrio y sonriendo me dice: vive y comparte tu ser con el mundo. ¿Quién es tu héroe? ¿Quién ha impactado tu vida profundamente? Piensa en esto. Estás donde estás porque alguien fue de Alto Impacto para ti. Tómate en serio esto de Ser de Alto Impacto, alguien allá afuera te ve como un superhéroe. No lo defraudes. No te traiciones.

    II

    La grandeza de tu vida es del tamaño de tu Impacto

    El encuentro de dos personas es como el contacto de dos sustancias químicas: si hay alguna reacción, ambas se transforman.

    Carl Jung

    «Cuenta la historia que un hombre mayor, un poeta y científico, que mezclaba hermosamente las ciencias con las artes, vivía cerca del mar y que todos los días salía a caminar, muy temprano en la playa, para reflexionar, para pensar y posteriormente escribir algo. Una mañana, cuando iba caminando por la playa, sucedió algo diferente. Mientras caminaba, vio a lo lejos a un joven que hacía algo. Agarraba algo y lo arrojaba al mar. Le llamó la atención, ya que a esa hora casi nunca se encontraba a alguien y mucho menos que fuera un joven. Le sorprendió la presencia del joven que con insistencia recogía algo y lo arrojaba al mar. Se preguntó ¿Qué estará haciendo? ¿Estará haciendo ejercicio? ¿Estará bailando? o simplemente ¿estará gozando de la vida? Después de un rato, se acercó a él y luego de saludarlo le preguntó: Le he visto desde muy lejos con ese entusiasmo y esmero, me llama la atención ¿Qué hace? Le preguntó aquel viejo.

    El joven le dijo: Hoy amanecieron muchas estrellas de mar tiradas sobre la playa, el sol estará muy fuerte y la marea empieza a bajar, si no las recojo y las regreso al mar, se van a secar, se van a morir, por eso las aviento al mar. El viejo le dijo: se ve que usted es muy joven todavía, No se da cuenta que son miles y miles las estrellas de mar que están tiradas en la playa en este momento y que son kilómetros de playas. Le señaló el horizonte, ¿cree que valga la pena su esfuerzo, arrojar una por una las estrellas al mar? Le preguntó.

    El joven no le dijo

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