Tang Ping: La Gran Renuncia y La Cultura Laboral

Por Fernando Fernandez

¿Qué es el movimiento del "Tang Ping?" ¿Hay alguna relación entre la "Gran Renuncia" de los Estados Unidos y el "Tang Ping?" ¿Qué se puede hacer para mantener a los empleados felices? La insatisfacción laboral, así como la retención de los empleados, son cubiertas en diferentes culturas laborales. ¿Se acabó el movimiento del "Tang Ping" y la "Gran Renuncia?" ¿Qué está sucediendo con las renegociaciones y los mercados laborales? Aclaramos los detalles de todos estos asuntos laborales. ¿Todavía existe el trabajo de por vida? ¿Es la lealtad reconocida en su ambiente de trabajo?

• Idioma: Español
• Editorial: Fernando Fernandez
• Fecha de lanzamiento: 5 jun 2022
• ISBN: 9798201133962

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Tabla de Contenidos

Introducción....................................4

I. El Tang Ping.................................5

II. La Gran Renuncia.............................29

III. La Felicidad en el Trabajo: ¿Cómo hacer Felices a los Empleados?.......68

IV. La Insatisfacción Laboral......................91

V. La Cultura Laboral...........................103

VI. La Gran Retención..........................131

VII. La Gran Renegociación......................141

VIII. La Gran Actualización.......................148

Reflexiones Finales............................150

Bibliografía...................................155

Sobre el Autor.................................156

Introducción

Los jóvenes burlan a las autoridades con su inesperada actitud. No renunciaron para convertirse en empresarios; lo hicieron para descansar y protestar contra las injustas condiciones de trabajo. Esto es lo que llaman Tang Ping. Decidieron que merecían tumbarse pacíficamente en sus camas y difundir en sus redes sociales este movimiento de nueva generación.  Esa es seguramente su perdición. Es descorazonador que tengan que llegar al extremo para protestar contra una cultura laboral que explota a los trabajadores y no permite el movimiento social. Este régimen autoritario censura el movimiento e intenta ocultar su existencia al mundo exterior.

En los países occidentales, La gran Renuncia es un movimiento similar de dimisión. Sin embargo, en la mayoría de los casos, su objetivo es emprender o trabajar a distancia, lo que les permite tener un horario flexible sin la presión de los atascos, de arreglarse, de vestirse y de cumplir las normas de la oficina. Trabajan cómodamente en pantalón corto, sandalias o lo que quieran en casa, incluso en pijama.

¿La cultura del trabajo se ve cuestionada por la nueva generación? Definitivamente, la reciente crisis sanitaria les proporcionó la experiencia que necesitaban. Era posible trabajar menos o ganar dinero por su cuenta, desde casa, utilizando tecnología como un teléfono móvil o un ordenador. Las empresas no acaban de entender lo que subyace a este movimiento. Voy a pretender analizar qué les ha llevado a la situación actual y qué se puede hacer para reducir la elevada tasa de rotación y mantener a los empleados contentos a largo plazo.

¿Por qué la gente deja el trabajo? Los empleados no suelen irse porque no estén bien pagados. Lo saben desde el principio. ¿Y el maltrato por parte de la dirección? Lo explicaré en detalle, teniendo en cuenta su papel en el elevado número de dimisiones. Es viral en Internet que la gente no renuncia al trabajo, sino que deja a los malos dirigentes.

¿La nueva generación es distante o simplemente desea alejarse del mundo laboral tradicional? ¿Puede la juventud desafiar a todo un sistema? ¿Está la tecnología acabando con la cultura del trabajo tal y como la conocemos? Parece que hay más paradigmas de los que podemos pensar.

I. El Tang Ping

La nueva tendencia china de acostarse pretende poner de manifiesto las presiones de la cultura laboral.  Tang Ping significa tumbarse. Cansados de una cultura de trabajo, aparentemente mal pagada, los jóvenes chinos subrayan la necesidad de cambiar su estilo de vida tumbándose en la cama o incluso en el suelo. La nueva tendencia conocida como el Tang Ping se describe como una contramedida a la presión social para encontrar un empleo y trabajar bien durante los largos turnos. El mercado laboral chino se está reduciendo y los jóvenes suelen trabajar muchas horas. 

Se cree que el término tumbarse se deriva de las publicaciones en las populares redes sociales chinas. Acostarse es un movimiento sabio, escribieron los usuarios de un foro. Sin embargo, posteriormente se borró debido a la reacción de la censura. Sólo acostándose se puede tener la medida de todo. Los comentarios se postearon más tarde en otro popular sitio de microblogeo Chino, y la palabra pronto se convirtió en un término de moda. El concepto de tumbarse está relacionado con no trabajar en exceso, contentarse con los resultados alcanzables y tener tiempo para relajarse. Ha sido alabado por mucha gente, ha influido en muchos memes y pronto se convirtió en una especie de culto o movimiento espiritual online.

El Tang Ping es una filosofía despreocupada de los jóvenes chinos, cansados del trabajo y la presión social.

Aunque están separados por miles de kilómetros, los jóvenes de Occidente y Oriente tienen más en común de lo que pueden ver. Ambas generaciones tienen acceso a un mercado laboral altamente competitivo y volátil al mismo tiempo. Están sometidos a una gran presión social para igualar o superar el progreso profesional y económico de sus padres. Y se enfrentan a unos gastos de manutención cada vez mayores, sobre todo en relación con la vivienda. Todo ello, por un lado, con una baja demografía y, por tanto, una baja relevancia política.

Así, no es de extrañar que tengan una visión de la vida muy similar. Acostarse se refiere a las últimas tendencias filosóficas de la nueva generación china. A grandes rasgos, significa tumbarse en el suelo. Ha aparecido en las redes sociales chinas en los últimos meses, reflejando la indiferencia y pasividad de muchos jóvenes ante las exigencias sociales de sus padres y países. Una especie de rebelión silenciosa contra las interminables horas de oficina, las exigencias del mundo material y la constante actualización de su perfil profesional. La decisión de no hacer nada frente a la presión, de ser siempre productivo y de ver el trabajo y el dinero como medida de éxito personal y social. La tendencia es recostarse y ver la vida pasar.  ¿Cuándo y cómo? Sixth Tone, un medio de comunicación dedicado a cubrir la actualidad social y política de China, arroja luz sobre la cuestión. El concepto apareció hace unas semanas en Tieba, una de las plataformas sociales más populares de China. La ideología nunca ha tendido a aumentar la subjetividad humana; al contrario, tiende a controlar incluso lo que piensas y haces. Tirarme al suelo fue mi movimiento racional. Simplemente, me tiré al suelo. Para que los humanos podamos ser una medida de todo."

Un técnico de laboratorio dijo: Enviar currículos era como buscar una aguja en un pajar. Estás machacado por la sociedad y solamente quieres una vida más relajada. Acostarse no significa estar así hasta la muerte. Un sitio de noticias informó que el grupo Tang Ping" formado en una plataforma atrajo a 6,000 miembros.  Eso puede ser insignificante si se compara esa cantidad con toda su población. Sin embargo, junto con el post original, el grupo fue posteriormente eliminado, y la búsqueda del hashtag #TangPing fue prohibida por las autoridades, en un evidente intento de censura para que la gente no se enterara de la magnitud de la nueva tendencia. Sin embargo, era demasiado tarde; el daño ya estaba hecho, y parece que no hay vuelta atrás.

Mucha gente parece estar deambulando por la esquina, deprimida y enfadada por sus trabajos. En aquel momento, un sitio de noticias señalaba el auge de lo que se denomina cultura del canto o, literalmente, cultura del fin de la vida, ante el declive de la ética del trabajo, la falta de espontaneidad y la indiferencia de los jóvenes. Esta tendencia se produce bajo la presión sobre los jóvenes ciudadanos. ¿Es posible que la política del hijo único tenga algo que ver con esta tendencia? Algunos expertos están estudiando la posibilidad mediante el análisis de la demografía. Sin embargo, se espera que trabajen más tiempo que sus predecesores y, dado que su población es el doble de grande, se jubilan cada vez más.  La población joven china actual también se enfrenta a una mayor presión para mostrar su responsabilidad social adhiriéndose a las nuevas normas del controvertido sistema de crédito social de China, que incluye el boicot a las empresas extranjeras. Con una lista interminable de marcas, siempre se les anima a mostrar su nacionalismo.

¿Qué es el movimiento social Sopin nacido de la pandemia china? ¿Por qué se preocupan las autoridades? La gente sigue deshaciéndose de la energía negativa en sus vidas. Algunos mensajes en Internet decían: ¿Quién se va a alegrar de despertarse antes del amanecer? Todo el mundo prefiere quedarse bajo el calor de sus mantas. Y lo que es peor, tienes que ducharte rápidamente, alimentarte a la fuerza aunque no tengas hambre, coger el transporte público o desplazarte largas distancias, conduciendo en atascos durante horas para llegar a un trabajo que odias. No tiene sentido. Sin embargo, te proporciona lo estrictamente necesario para sobrevivir. Soportan tareas desagradables y obedecen órdenes que la mayoría de las veces son estúpidas. La rutina trae consigo la monotonía, y eso abre la puerta al aburrimiento. La mayoría de los trabajadores hacen mecánicamente lo que tienen que hacer. Se convierte en algo natural. Estar en el mismo puesto durante años sin apenas posibilidades de ascenso es un aburrimiento. La mayoría se ve atrapada en un trabajo sin salida. ¿Qué pueden hacer?  Piensan que es hora de cambiar las reglas creando su propio negocio o explorando formas menos formales de generar ingresos. Que quede claro, no te estoy animando a que te metas en el mundo de las criptomonedas. Sin embargo, muchas personas ya se dedican a esta práctica. Algunos son lo suficientemente inteligentes como para ganar dinero. Otros simplemente siguen perdiendo lo que no tienen. Es simplemente un mundo volátil controlado por el blockchain, algunos tipos detrás hacen las llamadas. Algunos jóvenes están promoviendo fondos no tangibles, esos tokens que se obtienen por pinturas feas y horribles, como garabatos que representan cómo el arte está decayendo en una sociedad que anhela el cambio, y se está burlando de sí misma. Los blogueros, vlogeros, influenciadores, mercadólogos  digitales, negocios online, y muchas otras opciones están proliferando en la red. Algunos de ellos realmente están ganando dinero. Sin embargo, la mayoría de ellos son simplemente falsos, pretendiendo ser lo que no son. Por otro lado, hay demasiadas estafas, bromas, pirámides, phishing y muchas cosas ilegales que pueden hacer que te asustes de lo fácil que es para esta gente engañarte y engañarte.

Los jóvenes creen que este año será mejor que el anterior. Sin embargo, siguen sin querer hacer nada. Siguen tumbados. Están disfrutando de esta condición.

Hace unos años, Wu dejó su ciudad natal, Shanghái, por un trabajo muy bien pagado como desarrollador de aplicaciones en Pekín; el trabajo se convirtió en toda su vida. A los empleados se les permitía echar la siesta en la oficina; algunos incluso decidían dormir en la oficina en tiendas de campaña, camas hinchables, sofás o simplemente en el suelo. ¿Por qué la gente hacía esto? ¿Vivir en la oficina? Evitaban los atascos y los desplazamientos de varias horas de ida y vuelta.  Decían que así podían ser más eficientes y productivos. Eso no es vida en absoluto.

El poco tiempo libre que tenían fuera del trabajo lo pasaban jugando a juegos de ordenador, que él describe como juegos de ordenador ignorantes. Otros veían comedias o series de televisión alienantes, tan populares que todo el mundo hablaba de ellas durante la hora del lanzamiento o del descanso. ¿Y la higiene? Primero recibieron unos cupones para usar en una lavandería cercana. Luego, la empresa decidió asignar una sala de lavandería para los empleados. Apuntan a las duchas creando una enorme similar a las instalaciones de los deportistas. Wu no consiguió establecer un círculo social en su nueva ciudad y acabó renunciando. Ninguno tenía tiempo para una familia. Únicamente las llamadas telefónicas y las visitas esporádicas durante el fin de semana eran la norma. Algunos compañeros de trabajo nunca salían del edificio. Eran como zombis.

Cuando la pandemia pasó, como nadie esperaba que pasara, la vida se detuvo en seco. Como a muchos otros trabajadores, la crisis sanitaria le hizo reevaluar sus prioridades en la vida. Al hablar con sus amigos en una casa de artistas, notó que siempre estaban haciendo algo interesante y compartiendo su día y su trabajo mientras trabajaban, aunque no tuvieran suficiente dinero. Tuvo que trabajar entre 60 y 70 horas a la semana, cuando su empresa tuvo que despedir a empleados por una pandemia. No se exigían horas extras. Sin embargo, se animaba a los empleados a cooperar en esos duros momentos para hacerlo, e incluso los fines de semana, como forma de ponerse al día con otros proyectos. Para los gerentes, directores y empleados de cuello blanco, era