MARÍA BLASCO
“Por fin la ciencia será una prioridad”
En apenas 20 años, hemos pasado de ser un desierto a estar en primera división. Ahora, a la ciencia española le queda un pasito por dar para entrar en la Champions League global. Y, paradójicamente, la trágica intensidad con la que la covid-19 ha azotado nuestro país nos ha dado la oportunidad de acelerar el proceso. A pesar de que María Blasco (Alicante, 1965) rehuye las comparaciones facilonas con el mundo del deporte -se la oye incómoda al otro lado del teléfono cuando se le pregunta por ese reconocimiento público que antes se reservaba a las estrellas del balón pero que la emergencia nos llevó a tributar diariamente a doctores e investigadores-, esta es una de las formas más gráficas de condensar su análisis sobre la situación en la que nos hallamos en los campos del descubrimiento y la invención. Todo eso que aquí habíamos dejado tradicionalmente que hicieran «ellos», como decía Unamuno. Ya no.
María es ejemplo de esta evolución: tuvo que irse a Nueva York una vez concluida su tesis doctoral (se la dirigió Margarita Salas), para estudiar los telómeros -los extremos de los cromosomas, que protegen
