Almas penetrantes

Por Daniel Barbadillo Dubón

El tercer libro de poesía de Daniel Barbadillo. Completa la trilogía de sus dos poemarios anteriores: Almas Perpendiculares y Almas Paralelas. También publicados en Arcopress, bajo el sello Versos Conversos. Su nuevo libro, Almas Penetrantes, aborda la poesía desde un punto de vista erótico...

Nunca conviertas a alguien en poesía,
a menos que tengas la certeza
de que lo que hará que se corra
no será la tinta.

Lo que tienes entre las manos,
no es sólo un poemario,
es el punto y final de una trilogía,
que como todas las buenas historias
que se precien,
acaban con un polvo.

• Idioma: Español
• Editorial: Lid Editorial
• Fecha de lanzamiento: 23 jun 2020
• ISBN: 9788417828585

Vista previa del libro

Prólogo

Cuando la poesía te penetra solo puedes gemir, no hay otra manera de disfrutarla. Almas Penetrante es un libro para que te lo lean, despacito y susurrando, o para que desarrolles la puta habilidad de leer con una mano, porque te puedo asegurar, que la otra te hará falta libre, para usarla, por ejemplo, en lo que ahora mismo estás imaginando.

Un libro que culmina la obra maestra de un loco, como es Animalismopoético, que ha creado un volcán que empezó a temblar con Almas Perpendiculares, para erupcionar con Almas Paralelas, y que ha convertido en lava cada verso en almas penetrantes, un libro que amenaza con convertirte en la ciudad de Pompeya y dejarte petrificado.

Así que, si aún no has pactado con el diablo, adelante, porque este fuego te va a gustar.

Ahora ya puedes ir preparando tu copa de vino, la música que más te ambiente, y deja que las letras que vienen en camino te penetren el corazón y el alma hasta llegar al orgasmo poético más animal.

Kiko Makenro

CERO

Cero máscaras,

salvo las que utilizamos para celebrar

nuestros improvisados carnavales.

Cero complejos sin follar

delante de un espejo,

que por fin refleja los orgasmos

en vez de las debilidades.

Cero recovecos sin explorar

por unas manos expertas,

que trazan con caricias

nuestros puntos cardinales.

Cero miedos que afrontar,

desde que disfrutamos del deleite

de los delitos proscritos,

que juntos convertimos

en nuevos pecados capitales.

Cero apetitos sin saciar,

cuando dos poetas se dan cuenta

de que su cama

necesitaba más afectos

y menos efectos especiales.

1. TÓCAME, SI TE ATREVES

Le dije: «tócamela»,

y me tocó el alma.

¡Qué hija de puta!

2. TU ESCAPISTA

Sé que no debo estar aquí,

pero aquí estoy.

He tenido que mentir a mucha gente,

incluido a mí mismo,

para no reconocer

que lo que voy a hacer está mal.

Pero me da igual,

porque lo único que quiero

es llegar a tu casa,

quitarte la blusa y las medias,

y sin mediar palabra,

llevarte a la cama.

Ahí, hacerte gritar bajito

para que tus vecinos no te oigan.

No pretendo levantar sospechas,

solo quiero levantarte a ti

y que te muevas sin parar encima de mí,

hasta que pintemos las paredes de tu cuarto

de un infarto orgásmico,

invisible a todos los ojos,

menos a los nuestros.

Mientras lo hacemos,

no puedo evitar debatir por un momento

si estoy haciendo lo correcto,

pero enseguida desecho la idea,

porque en este infierno

no hay lugar para el arrepentimiento,

mientras devoramos nuestros cuerpos,

como una pareja de lobos hambrientos.

Lo único que espero,

es que tu novio

no llegue hoy antes de tiempo,

o si lo hace que al menos

te deje antes una pista.

Aunque en realidad no importa,

porque por este polvo furtivo

estoy dispuesto a salir por la ventana,

y convertirme para siempre en tu escapista.

3. LOCA

Conoces de sobra el trato,

yo dejo la puerta entreabierta,

tú te cuelas,

bajo el descarado anonimato

del brillo de una estrella

que se niega a estar muerta,

y no te dejo salir de la cama

hasta que a tu lado

todas las locas

parezcan unas simples cuerdas.

Conoces de sobra el peligro

de repetir en bucle

el manifiesto incendiario

que firman dos extraños en la cama,

pero, aún así, vuelves a diario

para intentar evitar

que nos conquiste la mañana,

follando hasta desfallecer

delante de un espejo de baño,

que desde hace semanas

solo se atreve

a reflejar nuestras llamas.

Conoces de sobra mi nombre,

porque lo