Eres la herida que aún sangra

Por Tamara Bardot

Poesía para almas melancólicas que no dejan de soñar con el amor.

«Yo seguiré aquí, en la noche más triste de todas nuestras noches, mientras tú te dedicas a olvidarnos».

• Idioma: Español
• Editorial: Caligrama
• Fecha de lanzamiento: 16 sept 2020
• ISBN: 9788418435164

Tamara Bardot

Tamara Dávila Carballo (Tamara Bardot) nació en Madrid un 17 de mayo de 1986. Siempre movida por algo que la apasionara, decidió estudiar Diseño de Moda y acabó creando su propia marca de ropa, Aramat. Ya siendo adolescente combinaba la creación de bocetos artísticos con poemas. La moda y la poesía siempre han sido su forma de expresión. Finalmente, decidió también atreverse a mostrar al mundo sus emociones a través de los poemas que escribió en los últimos años, naciendo así Eres la herida que aún sangra, donde cuenta la historia de un amor incondicional lleno de melancolía, tristeza, rabia, ilusión y engaños.

Vista previa del libro

Amor

Infinito

Tu primera mirada al vernos,

tu mano unida a la mía en la calle,

tus besos inesperados,

tus palabras bonitas,

tus frases más porno,

tus besos nocturnos,

tu cuerpo abrazándome al dormir,

tu beso de buenos días,

tus ojos brillando cuando me miras,

tu lengua llevándome a las estrellas,

tú dentro de mí,

tu manera de calmarme,

tus planes conmigo…, juntos,

tu forma de hacerme sentir única,

tú alborotando mi cabeza,

tú acelerando mi pulso,

tú enseñándome a sentir diferente,

tú haciéndome feliz,

tus días sin mí,

tus «Te echo de menos»,

tus ansias por verme,

tus ganas de mí,

tus «Te quiero» infinitos,

todo tú,

sé que eres tú,

que lo quiero todo de ti,

que lo quiero todo contigo,

que te quiero infinito.

No quiero sin ti

No quiero pensarte y que me duelas.

No quiero recordarte y añorarte.

No quiero llorar y necesitarte aquí, conmigo.

No quiero hablar si no eres tú quien me escucha.

No quiero dormir si no es entre tus brazos.

No quiero caminar si no voy de tu mano.

No quiero mirar si no veo tu sombra.

No quiero oler si no es la nicotina de tu piel.

No quiero oír si no es tu voz susurrándome.

No quiero besar si no es tu boca la que me respira.

No quiero tocar si las yemas de los dedos no me