El invierno en el que me enamoré de la tormenta

Por Selina Gardea

Hay momentos que nunca serán olvidados… Dolores, traumas, palabras regaladas al viento que nunca llegaron a destino, amores que no fueron. El invierno en el que me enamoré de la tormenta es la estela de cada uno de estos momentos.
Entre versos y reflexiones, nos adentramos en las entrañas de un pasado lleno de grietas, oscuridad y dolor, pero que con el tiempo supo ser luz, amor y florecer.
«Estamos hechos de instantes, fragmentos, que marcan nuestra vida». En este poemario la autora nos muestra fragmentos de su ser.

• Idioma: Español
• Editorial: Venado Real
• Fecha de lanzamiento: 11 may 2023
• ISBN: 9789915950778

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Contenido

Nota de la autora

Invierno

Arroparte

Cómeme

El invierno en el que me enamoré

de la tormenta

Alejarme

Quiero medirte a besos

Confesión de una infidelidad

Te conozco

Beso

Día a día

Inspiración

Error

Tu interior

El invierno se irá

Copo de nieve

También hay amor en el invierno

Te quiero

Tu mirada

Ella

Domingo de invierno

Soñé contigo

Junto a mí

Róbame el corazón

Otra vez soñé contigo

Lienzo

Te encontré

Para olvidarte

Demencia

Tarde o temprano

¿Qué fuimos…?

Indestructibles

No hay misterio, amor

Rota

Mensaje al invierno

Recuerdos

Prefiero

Café, abrazos y besos

Tormenta

Tormenta mental

Fantasmas

Otros labios

Llegas

Valientes

Mi mejor desastre

Oasis

Roto

Anhelo

No quería que lloviera en tu ciudad

Despedida

Última mirada

Nueva musa

Su aroma en mi memoria

Pídeme

Carta

De madrugada

Soledad

Suspiro

Florecer

Vidas pasadas

Despedida

Crónicas de un corazón roto

Piloto automático

Silueta

Agradecimientos

Sobre la autora

Al principio no creía en mí,

en lo que podía lograr y sentir.

Fue a través de la poesía que me encontré,

lloré, cicatricé y sané.

Lo plasmado aquí es, en parte, mi ser.

Nota de la autora

Es en invierno cuando la melancolía se apodera de las almas rotas, solitarias, de aquellos corazones que aún tienen cicatrices.

La soledad es un sentimiento que suele dejarnos una sensación de vacío, de frío, pero es nuestro deber convertir esa melancolía en impulsos. Escribir me ayudó a reconocer mis sentimientos y expresar aquello que, en ocasiones, no puede salir con mi voz.

Esto fue escrito en un invierno en el que me convencí de que, si dejaba que todo saliera, sería libre para volver a amar y sanar las heridas, incluso estando abiertas. Estaría preparada para disfrutar de mí misma.

Fue así que comenzó este recorrido por mis sentires, en noches donde las estrellas se convirtieron en