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Versos esporádicos
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Libro electrónico112 páginas44 minutos

Versos esporádicos

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Versos Esporádicos es un extracto, un libro hecho a base de sensaciones. Poemas del alma, desnudos de confesiones; con algo de lo que queda por decir muchas veces. Líneas de amor y de todo lo que se le parece, de rabias, de los «no entiendo», de pasiones que traen sus propios huracanes a cuestas. Una necesidad que se calma a punta de versos. Sentimientos que vienen, saludan y se van, garabateando sus huellas.Y tú… ¿eres de los que afilan las alas o de atar nudos a la garganta?
IdiomaEspañol
Fecha de lanzamiento10 mar 2021
ISBN9788418235153
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    Versos esporádicos - Dayrin Perez Moreno

    Si me atrevo

    Si me atrevo.

    Si te beso y me quedo tu boca.

    Si susurro a tus sueños

    y dejan tus noches de ser tuyas

    y tu cama de ser tu cama

    y tu voluntad de ser instinto.

    No vengo con banderas pero

    puedo conquistar hasta la última de las fibras nerviosas

    que recorren tu médula.

    Puedo hacer que tu voz se tatúe mi nombre.

    Si me dan ganas de encendernos la vida

    y prendo fuego a tus silencios amargos,

    a las hojas secas que apagan tu esperanza

    y me da por hacer de tus piedras un camino de estrellas.

    Si me atrevo.

    Que harías si nos dejo abrazar los lunares,

    si te quito las gafas y te enseño a mirar con la piel,

    si sofoco tus excusas,

    si me bebo tus suspiros,

    si te calmo la sed con más sed.

    Puedo tocarte en tus pensamientos sin que te des cuenta,

    colarme en tus venas

    y hacer que cortes tu respiración

    solo para que no te me escape en el viento.

    Qué harías si me paro a escribir en tus renglones vacíos,

    si desnudo tus palabras,

    si te dejo una respuesta.

    Solo una.

    Si me atrevo.

    Si nos saco a pasear por los parques.

    Si de tu cuerpo empiezo a levantar montañas

    para que te borden ríos

    que fecunden flores en tus plantas.

    Si trastoco chocarrerías en propuestas

    que ni obligado te atreverías a rechazar.

    Puedo dibujarte miles de mapas falsos

    para que caigas en cuenta de que ya me sabes de memoria.

    Si te hago de güines y papel

    y te empino a volar por las nubes,

    dándole cordel a tus ansias.

    Si me clavo en tu nostalgia

    para que no puedas dejar de extrañarme.

    Si me atrevo.

    Qué harías tú si yo me atrevo.

    Salto de página

    Esta costumbre puede

    ser mi enemigo

    Esta costumbre puede ser mi enemigo

    si la tranquilidad me ata las manos;

    puede matar todo lo que anhelo y amo

    si no lucho, para empezar, conmigo.

    El silencio me roba el abrigo

    que cobija mis pies sin andanza.

    El cerebro está inmóvil, no avanza;

    de dudas mis manos inunda.

    Tan inútil como creer que la pregunta

    también responde a la adivinanza.

    Es tan triste quedarse sin nada

    y tortura hacerlo poco a poco.

    Es preferible un amor loco

    a estar sola por ser recatada.

    Al despertar, la sonrisa cansada

    estalla como luz del mediodía

    ¡Qué felicidad tan socarrona y fría

    la que mis labios fingen tan bien!

    Pero a veces la mentira anda bien

    caminos que la verdad no andaría.

    Salto de página

    Una chispa en el viento

    Busco rimas esta noche.

    Pasiones de labios fundidos al cuello.

    Combates a muerte al grito a degüello

    por ganar la frescura de darse al derroche.

    El traje de paz le queda grande al fantoche

    duendecillo que incita a romper cualquier norma.

    Lascivia de verme cosida a la horma

    común y volátil de una chispa en el viento.

    Como vocecilla de eco quedado en el tiempo.

    Polilla nocturna que a la luz se trastorna.

    Hoy la libertad me pide con fuerzas

    y quién soy yo para frenar su pujanza.

    Ni el más ni el menos, ni peso ni balanza.

    La vida me ruega que le suelte las riendas

    a hurgar los rincones sin peros ni tientas,

    presta sin más al chasquido de copas.

    Despertar sin reloj la razón, a cuentagotas,

    puede transformar mi sudor en rocío,

    trayendo y dejando como en el mar los ríos

    aliento de bares en el cielo de mi boca.

    La sed uno a uno los botones me rompe.

    El cielo es más cielo cuando abro las alas.

    La risa más bella es la que nace torpe,

    frenética, abierta, desmaquillada.

    Ahora el camino aclama mi nombre.

    Palmera que

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