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Todo lo sabe la tierra
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Libro electrónico173 páginas1 hora

Todo lo sabe la tierra

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Todo lo sabe la tierra es un diario de terapia que relata el encuentro de una mujer consigo misma en el comienzo de su madurez. El punto de partida es un episodio de su infancia, donde contempló un pájaro “iniciático” que le abrió las puertas de la percepción a una realidad distinta a lo que había construido su pensamiento infantil. Estas páginas relatan la parte de esa niña que ha pervivido en los trasfondos de la mente de la autora, desarrollando un discurso preñado de poesía y de psicología profunda en el sentido más esencialmente jungiano.
Cruz Mañas Peñalver, poeta y psicoterapeuta de profesión, vierte en este libro su experiencia interior con una sensibilidad que ilumina de una forma compasiva y cruel a un tiempo, poniéndose ella misma como reflejo de todos los seres a través de una narración impúdica, honesta y conscientiva.
Este libro es un canto a la verdad desde la relación consigo mismos, desde la mirada de frente al dolor como camino de aprendizaje, desde un sentido tan terrenal como espiritual de la existencia. Estamos ante una de las obras más valientes y profundas de los últimos años que, con la debida apertura, creará en nuestra mente una nueva felicidad, un nuevo despertar y una forma nueva de ver esta existencia.

IdiomaEspañol
Fecha de lanzamiento24 mar 2021
ISBN9788418639104
Todo lo sabe la tierra
Autor

Cruz Mañas Peñalver

Cruz Mañas Peñalver (Córdoba, 1968) es psicóloga clínica, enfocando su trabajo como psicoterapeuta de orientación junguiana y facilitadora de I Ching. Ha escrito algunos libros de poesía como 'Noveno Planeta' (Cuadernos de Ulía, 1994), 'Mar de Fondo' (Premio Nacional de Poesía Mario López, 1998), 'La Casa de Humo' (Andrómina, 2006) y 'El Mar y la Cruz' (Diputación Provincial de Córdoba, 2012). También es autora de un libro de psicología escrito junto al lama Ngawang Wangjor bajo el título 'Simplicidad Consciente' (Odeon, 2020). Su obra 'Todo lo sabe la tierra' (Cántico, 2020), con un género mixto entre cuaderno de terapia y poesía, es una de sus obras más conocidas en todo el mundo.

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    Todo lo sabe la tierra - Cruz Mañas Peñalver

    Sobre LA autorA

    Nací en mayo del 68 en Córdoba. Siempre me han interesado los secretos del corazón humano. Por eso me hice psicóloga y escribo poemas. Trabajo como psicoterapeuta de orientación junguiana y facilitadora de I Ching. He escrito algunos libros de poesía como Noveno Planeta (Cuadernos de Ulía, 1994), Mar de Fondo (Premio Nacional de Poesía Mario López, 1998), La Casa de Humo (Andrómina, 2006) y El Mar y la Cruz (Diputación Provincial de Córdoba, 2012). También soy autora de un libro de psicología junto a un amigo —lama Ngawang Wangjor— que se llama Simplicidad Consciente (Odeon, 2020). Poco más que decir de mí, creo que ya es mucho. Mis poemas me cuentan mejor.

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    * * *

    Yo aspiro a los campos verdes de la Vida

    Friederich Hölderlin 
(Hiperión o el Eremita en Grecia)

    prefacio

    uno

    "¿Que puedo decir de estas páginas en mi español de la edad de la piedra?

    Sólo gracias por abrir tu pecho, que abre mi pecho. Gracias, mujer corazón, por tu mirada despiadada. Por ser tan generosa, por querer tanto a los seres humanos, a pesar de, a pesar... Gracias, niña antigua, niña que todo lo sabe y que va a descubrirlo todo una y otra vez, siempre, en el dolor y el estupor. Contigo quiero compartir mi vida. Mudo (cuéntame algo...) y feliz."

    Shantena Augusto Sabbadini

    Milán, septiembre 2011

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    * * *

    dos

    El regalo de estos poemas es la transfiguración que tiene lugar a través de ellos, la manifestación de una dimensión interior de la experiencia, el contacto con la profundidad que se esconde en cada momento, en cada gesto, en cada chispa de dolor o éxtasis, en todo sufrimiento no menos que en toda alegría, e incluso en todos los momentos de ordinaria y aburrida inconsciencia. Todo lo sabe la tierra, nos enseña que Todo es infinitamente rico, que Todo es un viaje sin fin –y el viaje nos requiere postrarnos, tocar la tierra, sentir las capas de alegría y dolor que están en cada mota de polvo, contemplar las innombrables muertes y nacimientos que están en los sedimentos, bajo nuestras uñas.

    Así, que el libro llega a ser una herramienta de salud, un viaticum para viajar a través de la oscuridad, porque nos revela la luz que se esconde en la negritud más densa, la luz al interior de la costra de la tierra, la única luz accesible al alma que atraviesa la noche oscura. Y, gracias a los dioses y diosas, nos libera de la infatuación con lo positivo, con el crecimiento, con el ser, con la plenitud, con más y más y más…

    Duras lecciones nos esperan a lo largo de este camino, que es la arrogancia y la ilusión de nuestra época. Pero no tenemos que caer en eso. Todo lo Sabe la Tierra nos muestra otro camino, el camino interior: interior no sólo en el sentido de lo que hay dentro de nosotros sino de lo que hay en el interior de Todo, la vida que no acaba, la profundidad del dolor y del éxtasis en el pájaro que cae de su rama.

    Esto, siento, es lo que el viaje argonauta contenido en este libro, nos enseña. Esto es el tesoro oscuro que nos aguarda al final de nuestra ordinaria confusión.

    Shantena Augusto Sabbadini

    Gordola, enero 2012

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    * * *

    TRES

    Recuerdo ahora este libro…

    Primero, su título, alude a la Raíz, a lo telúrico; es decir, a la fuerza de la Madre Tierra como principio y fin de todo y desde luego forjadora misteriosa –pero inapelable– del destino. El libro versa una poética e intensa autobiografía, a saber: autobiografía poética resuelta de manera original –ella es una poetisa nada común–, con una breve notificación y videncia poética al final de cada capítulo. Ello nos da una idea aproximada de su hacer poético, resumido hasta ahora, en cinco libros relevantes – no obstante, no estoy seguro si citarlos o no en este contexto, pues sólo nos pueden dar una idea de lo que es, por ejemplo, su Mar de Fondo, libro monumental y hermosísimo de obligada lectura que culmina lo ya presentido en su Noveno Planeta, primicia poética tan original como densa…–

    Insisto en el carácter autobiográfico del libro que a continuación se nos presenta: su tierra, su familia, y sobre todo su niñez, con las inolvidables y definitivas sorpresas, la violencia, la cruel secuencia de la muerte que devora al pajarillo… que ya preludian su ternura y su tristeza como andamiaje de su vaivén poético. En definitiva, sobre Todo lo más apremiante y real de la confusa hora, que nos hace admirar sus conocimientos y sus sorprendentes intuiciones como contrapunto de la parte más idealizada y poética del libro.

    Aquí tienen, pues, un conjunto literario de reflexión y de ternura, que hacen de esta biografía una lectura y un documento vivo e ilustrativo a la vez.

    Jacinto Mañas Rincón

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    * * *

    Decía Rosales en su Casa Encendida El dolor es un largo viaje que nos acerca siempre, que nos conduce al país donde todos los hombres son iguales [...] El dolor es un don porque nadie regresa del dolor y permanece siendo el mismo hombre.


    El dolor… ¡ay, cómo duele!, pero a la par ¡cómo nos engrandece cuando aceptamos el desafío que guarda adentro! ¡cómo nos revuelve el corazón hasta transfigurar su turbación primera en apertura compasiva! El dolor es la puerta hacia los parajes colectivos de la psique, hacia el otro, hacia el Todo.
 Su comezón hace tambalear la ilusión de nuestro sentido limitado de la identidad permitiéndonos vislumbrar más allá de él los destellos de la Unidad que somos.


    Dejemos a la existencia expresarse dentro de nosotros. Permitámonos ser vulnerables, aceptemos el toque del dolor y despertémonos a la quietud sagrada de la cámara corazón –que todo lo sabe– en donde una purificación, casi siempre no advertida, acabará mostrándonos la verdadera cara de la vida.

    Querido tú, ojalá que la luz del dolor que rezuman estas páginas penetre suavemente en tu dolor y lo enternezca y acompañe en su pulir tal como lo hizo con el mío… Ojalá que nos encontremos en él, nuestro Caronte en el camino; ese arcano que brota del sustrato húmedo de la tierra para transfigurarse en ave.

    Cruz Mañas Peñalver

    Córdoba, enero 2012

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    * * *

    OBERTURA

    Te entreabro la puerta.

    Hablo

    de puro triste.

    Me como las uñas.

    Me alimento.

    Abro la puerta a mi dolor.

    Pasa, si es el tuyo.

    Cierra

    si no te das por dado

    y sal.

    Respeta

    esta desolación.

    Porque sólo el dolor

    hace belleza.

    Sólo el llanto

    hermosura.

    Yo he subido a la cruz

    y me he crucificado.

    Y hoy te puedo decir

    que me he tragado el miedo.

    Soy la raíz de la vida

    al fin, brotada.

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    * * *

    HIDRATACIÓN

    UNO

    Hoy es un día cualquiera en la casa más blanca.

    En la huerta del zorro paso las tardes con mis padres. Mientras plantan los nuevos rosales y riegan los setos, la niña de seis años que soy yo también juega con la tierra. Junto a la casa hay dos eucaliptos enormes. Como paraísos verticales acunan una multitud de nidos de vencejos apenas llegados a la vida.

    De repente un pajarillo cae y revienta sobre el suelo mostrando el gesto de dolor atrapado en su piquito roto. Lo observo… algo me dice que jamás volverá a la rama del espléndido árbol. Algo me dice que ya ha dejado de ser, que se acabó su silbo, su olor a menta, su abrazo ventoso, que todo en ese diminuto y dulce vientre se acaba de acabar y ya está. Me estremezco, me duele la tripa, algo me duele, ahora ya me duele todo, no puedo soportar este dolor y lloro y grito, grito que aquí hay algo sin vida pero nadie me

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