Jardín de Cuarto

Por Emilia Marcano Quijada

¿A quién pides recomendaciones?

¿Al que quiso y no pudo o la persona que logró lo que tú quieres? ¿Sabes lo que es un proceso de rehabilitación de drogas? Algunos de tus conocidos o “amigos” seguramente han ido a rehabilitación y te han contado algo, pero han regresado a la indigencia, al consumo, ¿a “esos” les vas a creer?, a los perdedores, ¿los que no pudieron te van a decir si tú puedes o no?

¿Por qué debes leer Jardín de Cuarto?

Jardín de Cuarto puede ser el punto de partida para tomar la primera decisión acertada en tu vida y salir del abismo donde estás, tú eres una persona valiosa, inteligente, que está atrapada por la dependencia. Tú eliges, siempre puedes elegir.
Puedes leer muchos artículos o libros escritos por especialistas, por psicólogos o psiquiatras que te explicarán en detalle el proceso, eso puede servir para tu familia, pero solo quien lo haya vivido puede saber con exactitud lo que tú sientes. Los psicólogos y psiquiatras tienen la mejor disposición de ayudarte, tu familia también, pero ellos no saben que tan hondo ha calado en ti la noche, la calle, la rumba.

Solo tú puedes decidir salir del abismo y lograrlo

Hay muchas historias de personas que han ido a Rehabilitación, en Jardín de Cuarto ves lo que hay dentro, ves lo que se vive ahí. Y sí, hay normas y las debes cumplir, cuando no las cumples, hay consecuencias, cuando las cosas se ponen “feas” muchos se van, renuncian, es un proceso duro y difícil que te obliga a mirar dentro de ti, a tu verdadero yo.
Yo pude. Me costó. Renuncié. Volví. Me volví a equivocar. Me levanté. Y logré rehabilitarme exitosamente, mantengo una abstinencia de más de 15 años. Aquí estoy, contándote de primera mano lo que viví y cómo logré superar el tratamiento de desintoxicación y rehabilitación de mi dependencia a las drogas y ser libre. Tú también puedes.

¿Quién es la autora?

Yo soy Emilia Marcano Quijada, zuliana, hija de margariteños que migraron al Zulia en los tiempos de la Venezuela Petrolera. Al culminar exitosamente mi tratamiento de rehabilitación de drogodependencia, me dediqué a escribir e hice de las redes sociales la plataforma de lanzamiento de mi obra poética y literaria.

¿Para quién es este libro?

Los relatos que encontrarás en este libro, son parte de un diario que llevé durante mi permanencia en la Comunidad Terapéutica del Zulia. Son historias reales que viví, cambié algunos nombres y situaciones, pero la experiencia vivida está ahí. Quiero que conozcas de primera mano lo que te encontrarás en Rehabilitación, cada centro es distinto y tiene sus propias normas, pero desde la perspectiva del paciente, comienza siendo una prisión.
Cuando en una familia hay un miembro con problemas de drogas, es problema de la familia completa, el consumo de sustancias afecta a todo el entorno del consumidor. En un proceso de rehabilitación exitoso, la familia debe participar, hay sesiones de terapia en las que van a conocer el problema desde una perspectiva diferente y el beneficio de la terapia trasciende a otros aspectos de la vida familiar.

• Idioma: Español
• Editorial: Editorial El Curucuteo
• Fecha de lanzamiento: 9 sept 2021
• ISBN: 9781005996727

Emilia Marcano Quijada

"Jamás tuve dinero, no sé lo que es tener el 1er. auto, la casa, la pareja o la familia. En mucho, ha sido mi culpa. Pero, en rehabilitación decidí construir una obra poética que quedase como prueba de que pasé por aquí. Mi vida -eso sí- es la vida de una poeta."— Emilia Marcano Quijada.Emilia es una poeta que logró una rehabilitación exitosa de una condición de drogas y calle, ¿Cómo lo logró?, con mucho trabajo y esfuerzo en La Comunidad Terapéutica del Zulia perteneciente a la Fundación José Félix Ribas Zulia, en la ciudad de Maracaibo.Emilia Marcano Quijada nació el 27 de Diciembre de 1960 en Ciudad Ojeda estado Zulia, Venezuela. Se inició en la poesía de la mano de su madre, Hursulina Quijada de Marcano, admiradora del poeta Juan de Dios Peza.En febrero del 2005 llegó a la Fundación José Félix Ribas Zulia a la primera evaluación para dar inicio a su tratamiento de rehabilitación a la adicción a las drogas.Eran tiempos terribles, eran días de profunda confusión y tristeza. Días de sueños extraños y recuerdos que la atormentaban.Ingresó a La Comunidad Terapéutica del Zulia (así la llama siempre) el mes de marzo de ese año, que cambiaría su vida para siempre y le dio un nuevo rumbo a su pasión literaria."Mi estadía en Comunidad me marcó PARA TODA LA VIDA, gracias a ella aprendí a revisarme, a no perder seguimiento, a reportar, a asumir, a colocarme y colocar límites, a disertar, a escuchar, a valorarme, a establecerme propósitos en mi día a día, a colocar todas mis decisiones en una balanza, a construir en mi honestidad las bases que sustentan mi fuerza y mi voluntad de vivir sin drogas"— Emilia Marcano Quijada.Fueron muchos años en la calle, muchos años en los que su familia la dio por perdida...o muerta, y luego de más de 15 años "limpia", viene a contarnos su testimonio.

Vista previa del libro

DEDICATORIA (escrita en el 2015)

A diez años de mi ingreso a la Comunidad Terapéutica Del Zulia comienzo a escribir, en pequeños relatos, el día a día del proceso de rehabilitación que salvó mi vida y dio origen a mi pasión por escribir.

No puedo hablar de mí sin referirme a esos años de profundo aprendizaje y conciencia de enfermedad en la Institución que me rescató de las calles, que hizo renacer mi fe por la vida, la esperanza y el deseo de superación. Comunidad fue durante casi un año mi hogar. Allí aprendí a valorarme, a enfrentar mis miedos, a superar el pasado, a utilizar mis talentos y habilidades, a luchar, perseverar y vencer.

Dedico esta historia a mis hermanos. Gracias por luchar y acompañarme en esta jornada.

A mis terapeutas, hoy mis estimadas amigas y fieles lectoras de mis poemas.

Las amo. Gracias por enseñarme a vivir.

PRÓLOGO

En un lenguaje coloquial y de fácil lectura, Emilia Marcano nos lleva en un recorrido por sus 10 meses de internación en la Comunidad Terapéutica del Zulia durante su proceso de desintoxicación y rehabilitación del mundo de las drogas.

Al leer y revivir nuevamente ese proceso del cual formé parte, vienen a mi recuerdo, retazos de esa experiencia difícil para mi. Recibir en mi hogar con la anuencia de mi esposo y de mis hijos adolescentes a mi hermana drogadicta y en unas condiciones físicas deplorables, no fue fácil. Era un jarrón chino que no sabia donde poner y qué hacer con el. La pregunta era: ¿Qué puedo hacer?.

Inmediatamente empecé a buscar sitios que trataran con problemas de drogadicción. Es así como me pongo en contacto con la Fundación José Félix Ribas, en Maracaibo, dedicada enteramente al tratamiento de personas con problemas de adicción.

Después de cumplir con las pautas para el ingreso al programa, finalmente Emilia logra entrar a la Comunidad Terapéutica del Zulia para iniciar su proceso de desintoxicación.

En apenas unas pocas páginas, la autora logra plasmar lo que fue su proceso de desintoxicación y rehabilitación. Sus temores, sus miedos, sus fracasos, su aprendizaje, su caer y volver a empezar, sus cuarentenas, respeto por la autoridad y las normas, manejo de límites, la cultura del trabajo individual y en equipo, las terapias grupales e individuales, manejo de sentimiento de culpa, técnicas de asertividad y, en general su renacimiento como persona a la vida sin drogas.

Filomena Marcano de Oliveros

TE AMO, RODIN.

Cuando escribo sobre los míos, hablo de ellos como parte de un todo. Cada uno de mis cuatro hermanos mayores —soy la menor de cinco— tienen un espacio en mi corazón y en mis poemas.

Hay un antes y un después en mi vida. Un paréntesis en mi existencia en donde entrar a rehab y cambiar mis conductas inadecuadas para poder derrotar la drogodependencia fue el paso necesario para dar inicio a mi trabajo poético como disciplina.

En ese proceso también estuvieron presentes mis hermanos; en horas de profunda depresión y deseos de morir estuvo a mi lado quién se echó sobre sus hombros el peso de mi tratamiento y los elevados costos de medicinas, ropa, alimentos, etc. y me tendió la mano cuando todos me dieron la espalda y me daban por muerta.

Mi hermana Filomena tuvo el valor de creer en los milagros, y su intervención en tan tristes horas fue clave en mi rehabilitación definitiva.

Cuando Filomena me recibió en la cabecera del puente sobre el lago de Maracaibo para llevarme a su casa y dar inicio a mi tratamiento, se arriesgó mucho.

No era su hermana pequeña la que llegaba a sus manos en busca de auxilio, arrodillada e indigente, desolada y vacía. Era una antisocial perversa, manipuladora y prostituida, con muchos deseos de seguir consumiendo.

Yo era un peligro para todo aquél que se me acercase, pero ella tomó ese riesgo y se jugó a Rosalinda, porque me amaba y me ama como nadie.

¿Cómo poder cincelar alguna cosa sobre un promontorio de ruina y pérdida de dignidad, valores y esperanzas?, ¿Cómo poder rearmar la patética escultura de una mujer destruida que no quería ser rescatada, que no quería ser salvada?, ¿Cómo luchar por quién ni deseos de luchar tenía?

Algunos tropezones dimos en el duro y largo camino de mi retorno a la sanidad y