El poder de nuestra voz
“Nunca sabes qué tan fuerte eres, hasta que ser fuerte es tu única opción”. Palabras de Bob Marley con las que me identifico, pues reconocer tu propia fuerza interna, sobre todo como mujer, es uno de los valores más poderosos que hay.
Hace seis años fue que empecé a vivir con dolor crónico en la vulva. Un dolor que llegó sin avisar, como cubetazo de agua fría, y que vino para quedarse. Ha sido una batalla de la cual no pedí participar, y que ha afectado mi calidad de vida por completo. He perdido trabajos, proyectos personales, parejas, amistades… He tenido que hacer cambios y sacrificios en mí día a día, pero sin duda, lo más difícil de todo ha sido reconocerlo. Aceptar que vivo con un padecimiento del cual no se conoce la causa, y que tampoco tiene cura hasta el momento. Me llamo Pamela Clynes, tengo 35 años y padezco de vulvodinia.
La primera vez que escuché el término “vulvodinia” fue en un capítulo de la serie de Sex and the City.
Honestamente en ese momento no le puse mucha atención, pero por alguna razón se me quedó en la
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