Los Imperios de Vidrio: Las Aventuras del Brouder, el Rey de Cuervos: Los Imperios de Vidrio, #3

Por S. C. Coleman

Es la víspera de la firma ceremonial del Tratado de Molina, pacto firmado por todas las naciones del Gran Continente. El Tratado ha mantenido una paz inestable entre las naciones, pero las nubes de tormenta se acumulan en el horizonte. Si bien la Era de los Cien reyes casi se ha convertido en un mito, las cicatrices del Gran Período de las Sombras permanecen como un monolito de una era olvidada. La codicia de los hombres nunca se saciará. Las fuerzas oscuras, que una vez asolaron el continente, ahora amenazan con engullir a sus habitantes una vez más. Cuatro campeones apuestan por este mundo, pero que elegirán entre la codicia egoísta y un bien mayor para todos. El misterioso sacerdote de Molina, que se hace llamar Pipen, viaja a los confines de un reino maldito. Nuestro segundo héroe, un comerciante de las tierras del sur, Doron Snake Keeper, es el Portavoz de las tribus unidas de la región sur. Mientras tanto, nuestro tercer héroe es un viejo guerrero que lucha por una causa perdida hace mucho tiempo. El cuarto y último es la Paloma Roja, un bastardo sin rostro e hijo del rey norteño de Hohen. Lleva una máscara para ocultar las cicatrices de su niñez. En un conflicto, siempre hay una oportunidad. El Tratado de Molina, que probablemente se firmará una vez más, marcará el comienzo de una nueva era de prosperidad, los señores y funcionarios intrigantes afilarán sus cuchillos. Más que paz, la guerra parece inminente. marcará el comienzo de una nueva era de prosperidad, los señores y funcionarios intrigantes afilan sus cuchillos. Más que paz, la guerra parece inminente. marcará el comienzo de una nueva era de prosperidad, los señores y funcionarios intrigantes afilan sus cuchillos. Más que paz, la guerra parece inminente.

• Idioma: Español
• Editorial: S. C. Coleman
• Fecha de lanzamiento: 31 ago 2021
• ISBN: 9798201105969

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Resumen:

Es la víspera de la firma ceremonial del Tratado de Molina, pacto firmado por todas las naciones del Gran Continente. El Tratado ha mantenido una paz inestable entre las naciones, pero las nubes de tormenta se acumulan en el horizonte. Si bien la Era de los Cien reyes casi se ha convertido en un mito, las cicatrices del Gran Período de las Sombras permanecen como un monolito de una era olvidada. La codicia de los hombres nunca se saciará. Las fuerzas oscuras, que una vez asolaron el continente, ahora amenazan con engullir a sus habitantes una vez más. Cuatro campeones apuestan por este mundo, pero que elegirán entre la codicia egoísta y un bien mayor para todos. El misterioso sacerdote de Molina, que se hace llamar Pipen, viaja a los confines de un reino maldito. Nuestro segundo héroe, un comerciante de las tierras del sur, Doron Snake Keeper, es el Portavoz de las tribus unidas de la región sur. Mientras tanto, nuestro tercer héroe es un viejo guerrero que lucha por una causa perdida hace mucho tiempo. El cuarto y último es la Paloma Roja, un bastardo sin rostro e hijo del rey norteño de Hohen. Lleva una máscara para ocultar las cicatrices de su niñez. En un conflicto, siempre hay una oportunidad. El Tratado de Molina, que probablemente se firmará una vez más, marcará el comienzo de una nueva era de prosperidad, los señores y funcionarios intrigantes afilarán sus cuchillos. Más que paz, la guerra parece inminente. marcará el comienzo de una nueva era de prosperidad, los señores y funcionarios intrigantes afilan sus cuchillos. Más que paz, la guerra parece inminente. marcará el comienzo de una nueva era de prosperidad, los señores y funcionarios intrigantes afilan sus cuchillos. Más que paz, la guerra parece inminente.

A mis hermanos reinos, nos reunimos en mis salones de esta gran ciudad de Molina para poner fin a este discurso que ha destrozado nuestra amada tierra. Dejemos que este tratado, con nuestras firmas fijadas, proteja nuestros reinos; para que nuestros súbditos vivan en paz, para que podamos reemplazar el terror por la esperanza y nuestros muertos por los niños. Por lo tanto, decreto, Nicolo de la Flor Rosa, Rey de la Montaña, Campeón de los Páramos y Esqueleto Rojo de la Sombra, que cada otoño este tratado se renovará, con una fiesta que lo acompañe .

-El Tratado de Molina, firmado bajo la última luna de la Era de los Cien Reyes y el Gran Período de las Sombras

Capítulo uno

Los lobos solitarios

Un pequeño grupo de guerreros se reunió alrededor de una pequeña fogata, a las afueras del Castillo de Klorn. El prestigioso castillo era una antigua fortaleza familiar que albergaba a una de las familias gobernantes más antiguas de las tierras de Klausvein. Rodeando el castillo por millas, el Bosque Muerto no poseía nada más que un campo de árboles sin hojas. Ningún ser vivo, aparte de los humanos aventureros, se aventuró en el Bosque Muerto. Dentro del yermo yermo y entre el vasto laberinto de riscos y colinas, un pequeo grupo podra esconderse en una cueva o barranco. Toda la zona tenía una atmósfera espeluznante y las pequeñas patrullas del castillo rara vez se aventuraban fuera de las carreteras principales. Muchos de los que lo hicieron nunca más se supo de ellos, mientras que los que regresaron cambiaron para siempre. Aunque circularon muchas leyendas sobre el castillo y el Bosque Muerto, ninguna había sido probada como cierta. El castillo había permanecido en manos de la Casa Klorn, desde que sus habitantes tenían memoria. El legendario castillo había derrotado a todos los enemigos que buscaban romper sus muros. Sin embargo, era un monolito lúgubre del pasado, y solo valía la pena asediarlo por la gloria de la conquista. Dentro no había objetos de valor, solo una guarnición solitaria y con arcadas. Estos habitantes paseaban sin pensar en sus fríos pasillos de piedra, haciendo lo mismo que habían tenido durante cientos de años.

Kendrich el Lobo Joven, como lo llamaban sus compañeros exploradores, era una incorporación relativamente nueva al grupo de rebeldes empedernidos. Este era su cuarto período lunar en el Bosque Muerto, y debían unirse a la banda de Tanggar, al sur del castillo. Tanggar era un simpatizante de Krugar, que se había unido a los Lobos, contra los ocupantes Hohen. Sin embargo, Brouder, líder de esta banda que estaba acampada al norte de Klorn, percibió correctamente a Tanggar como un simple mercenario. De hecho, Tanggar había traicionado a los Lobos en más de una ocasión, incluso provocando la muerte de algunos. Por lo tanto, Brouder tuvo cuidado de reunirse con el señor de la guerra de Krugar, retrasando a su banda durante casi treinta noches, ya que sería más prudente llegar tarde.

El grupo acampó alrededor de una pequeña fogata, con abrigos de piel de venado apretados alrededor de sus hombros. Sus cabezas estaban cubiertas por sombreros de piel de roedor, que consistían en una variedad de diferentes alimañas, que tenían todo tipo de adornos adheridos. Brouder tenía una corona de plumas de cuervo unida alrededor del pico de su sombrero de piel de mapache, que él mismo se había sembrado en el ala. Estas plumas se las habían quitado a su pájaro mascota, Fremet. El pájaro leal de Brouder solía ayudar a su compañero en la batalla, siguiendo las flechas de Brouder en la carne de un enemigo o iniciando una pelea en ocasiones. Fremet podía distinguirse fácilmente de los cuervos portadores, utilizados por los Lobos para la correspondencia. Fremet era dos veces más grande que los otros cuervos, un verdadero rey entre sus compañeros pájaros. La envergadura de Fremet alcanzaba los tres metros y su masa corporal era casi del tamaño del pecho de Brouder, un campeón verdaderamente inigualable entre las bestias. El orgulloso cuervo normalmente se encaramaba en lo alto de un árbol o descansaba en la hombrera de Brouder. Para permitir que las garras feroces de los pájaros se apoderaran, Brouder tuvo que usar tres gruesas hombreras de cuero en su hombro derecho. Brouder era un hombre fornido y robusto con cabello oscuro y rizado y una larga barba rizada. Sus pobladas cejas proyectaban largas sombras sobre sus gélidos ojos azules, colocados en su cabeza como dos piscinas de cristal. Su larga boca estaba permanentemente retraída, detrás de su enorme barba tupida. Brouder estaba a una altura más corta que otros de la sangre Klausvein, alrededor de cinco pies y cinco pulgadas. Con sus características definidas, los demás tendían a creer que tenía ascendencia con los pueblos Krugar más bajos. En todo, quedaban cinco lobos en la banda de Brouder; Kendrich el Joven, Breiven de Eukar, Drakven de Krestau y Grevord el Sabio. Grevord era el más viejo de los lobos, con una larga barba blanca y piel arrugada. Por otro lado, Krendrich el Joven había visto el menor número de ciclos lunares. En su ciclo de doscientas dieciséis lunas, Kendrich medía casi dos metros de altura y tenía el pelo dorado hasta los hombros. El niño no poseía ni siquiera la pelusa que presagiaba una barba. Sus ojos azules eran más oscuros que los demás, pero su piel era igual de pálida. Mientras tanto, Brieven y Drakven podrían haber sido gemelos, de pie un poco más bajo que Kendrich, ambos tenían cabello oscuro y ojos azul helado. Llevaban barbas negras cortas y salvajes, con el pelo rizado recogido en nudos. Sin embargo, si los dos hombres similares se afeitaran la barba, sus rasgos faciales podrían diferenciarlos. Sus cuerpos delgados habían sido atenuados durante años de vivir de la tierra. La banda a