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Metafísica de la Misa
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Metafísica de la Misa
Libro electrónico398 páginas5 horas

Metafísica de la Misa

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SOBRE LA OBRA
“Metafísica de la Misa”, del barón don Rubén Cedeño, es una obra mística, devocional, con visos de orden ceremonial, que explica puntos relevantes de la Misa desde el punto vista metafísico y, sin ser un tratado de historia del cristianismo, en algunas partes se ocupa de ello. Los datos aquí expuestos no tienen el rigor de la teológica católica ni han sido extraídos de otros libros; son informaciones, investigaciones y observaciones hechas por el autor en los lugares de los hechos; algo subjetivo, con acotaciones sobre santos, iglesias, arquitectura, música y demás añadiduras, acorde a los lugares, personas y hechos que puntualmente se mencionan. Todo está escrito a nivel vivencial. Esta es la compilación de apuntes y, a su vez, de transcripciones de charlas ofrecidas “in situ”, por el autor, desde 1980, en diferentes lugares de Italia, Israel, Turquía y España, donde el cristianismo despuntó y donde se ha desarrollado. Publicado por el caballero don Fernando Candiotto, Editorial Señora Porteña, Buenos Aires, Argentina.
IdiomaEspañol
Fecha de lanzamiento21 feb 2021
ISBN9789878390895
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    Metafísica de la Misa - Rubén Cedeño

    Catañy

    PRESENTACIÓN

    Metafísica de la Misa, del barón don Rubén Cedeño, es una obra mística, devocional, con visos de orden ceremonial, que explica puntos relevantes de la Misa desde el punto vista metafísico y, sin ser un tratado de historia del cristianismo, en algunas partes se ocupa de ello. Los datos aquí expuestos no tienen el rigor de la teológica católica ni han sido extraídos de otros libros; son informaciones, investigaciones y observaciones hechas por el autor en los lugares de los hechos; algo subjetivo, con acotaciones sobre santos, iglesias, arquitectura, música y demás añadiduras, acorde a los lugares, personas y hechos que puntualmente se mencionan. Todo está escrito a nivel vivencial. Esta es la compilación de apuntes y, a su vez, de transcripciones de charlas ofrecidas in situ, por el autor, desde 1980, en diferentes lugares de Italia, Israel, Turquía y España, donde el cristianismo despuntó y donde se ha desarrollado. Publicado por el caballero don Fernando Candiotto, Editorial Señora Porteña, Buenos Aires, Argentina.

    METAFÍSICA DE LA MISA

    LIBRO I

    1

    METAFÍSICA DE LA MISA

    METAFÍSICA CRISTIANA

    La Metafísica Cristiana es la práctica de resolver las dificultades de las personas en la vida diaria, externa e internamente, mediante la práctica del Cristo Interno, la interpretación simbólica de la Biblia, las Enseñanzas de Jesús, sus Apóstoles y sus Santos.

    La Metafísica Cristiana se basa en la Biblia, los Evangelios Canónicos, algunas veces, en los Evangelios Apócrifos y en las investigaciones de Rubén Cedeño, interpretados, en la gran mayoría de las veces, con la Técnica Pésher.

    Los Evangelios Canónicos son los cuatro aceptados por los cánones de la Iglesia Católica Apostólica Romana.

    Los Evangelios Apócrifos son escritos sobre la vida de Jesús surgidos durante los primeros siglos del cristianismo que, por su estilo y contenido, no están dentro del Nuevo Testamento. Generalmente, la redacción es florida en detalles poco doctrinales, en ocasiones fantasiosos. Apócrifo quiere decir oculto. Existen evangelios que pueden gozar de las dos naturalezas y ser apocrifocanónicos.

    JESÚS

    Jesús fue un judío de nacimiento y religión, que nació en Belén, hijo de María y de José. Fue predicador; sus discípulos lo llamaban Rabí, que quiere decir Maestro. Es conocido como Jesucristo, por ser considerado el Mesías o Cristo Interno Activo, la Encarnación de Dios Mismo. Natanael le dijo a Jesús: Rabí, tú eres el Hijo de Dios, el Rey de Israel. El islam lo llama Isa y lo honra como uno de los profetas más importantes; para el hinduismo es un Avatar o Enviado de Dios; según la Fe Bahá’í es la Manifestación de Dios; y para el Buddhadharma es un Boddhisattwa o Iluminado. Se dice que Jesús es alto y delgado, de apariencia marcial, rostro fino y alargado, piel bronceada, ojos negros y barba obscura; exige mucha disciplina y tiene una fuerte voluntad.

    En el año 325, en el Concilio de Nicea, se dictaminó el dogma de que Jesús era consustancial con Dios Padre; pero los Apóstoles siempre vieron a Jesús como profeta y como su maestro; de hecho, le decían Rabí, que quiere decir Maestro, título que le dan los judíos a los doctores de la ley. Cuando Jesús entró a Jerusalén, el Domingo de Ramos, y la gente preguntó: ¿Quién es él?, le respondieron: Este es Jesús, el Profeta, el de Nazaret de Galilea.

    DOCE OBJETIVOS DE JESÚS

    I. Lograr la realización del Cristo Interno.

    II.  Conseguir que se hagan milagros.

    III. Ser modelo de un Discípulo Espiritual.

    IV. Que se trabaje en forma grupal.

    V.  Tener al Cristo como solución de problemas y fuente de los Aspectos de Dios.

    VI. Implementar la Oración Científica.

    VII.  Que los humanos se amen unos a otros.

    VIII. Que se cumpla cada parte del Padre Nuestro.

    IX. Desenvolver Humildad, Caridad y Perdón.

    X.  Conseguir la comunión entre cuerpo y alma.

    XI. Servir al bien colectivo.

    XII.  Que se realice la Resurrección y la Vida.

    Con su vida, Jesús ejemplificó los patrones de las cinco primeras Iniciaciones Mayores, hasta la Ascensión.

    CRISTO

    Cristo quiere decir Ungido de la Gracia Divina. El término hebreo original es mashíaj o mesías, que en griego se traduce como ‘χριστoς’ o jristós, en latín es christus, y en castellano, Cristo. Este vocablo es atribuido a Jesús de Nazaret, quien es declarado como tal, por primera vez, por San Pedro; cuando Jesús le pregunta: Y ¿quién crees que soy?, San Pedro responde: "El mashíaj, es decir, el Cristo", dicho en griego.

    CRISTO INTERNO

    Es la Conciencia Activa del Poder, la Sabiduría, el Amor y la Divinidad de Jesús dentro de cada persona. Dice San Pablo: Vosotros sois el templo del Dios viviente. Vosotros sois el cuerpo de Cristo. ¿No sabéis que vuestros cuerpos son miembros de Cristo?. El Cristo Interno es la Chispa Divina dentro de cada ser humano, llamada también Ser Interno o Alma. Expresa San Agustín: Dios se hace hombre para que el hombre se haga Dios.

    Los vehículos de manifestación del Cristo Interno son las envolturas Física, Vital, Emocional y Mental, o el cuaternario inferior. La forma de realizar el Cristo Interiormente es Rendirse a la Voluntad de Dios y amarlo profundamente, el estudio de la Sabiduría Divina, la Pureza y la Recta Intención, la Devoción, el Desapego, el Servicio, la Bondad, la Compasión, la Meditación y la Contemplación.

    CRISTIANISMO

    Práctica de carácter religioso basada en las enseñanzas de Jesús, sus Apóstoles y la Biblia, que proclama y hace encontrar a Dios como el Cristo Interno en el interior de cada persona. Por eso afirma San Pablo: ¿Dios acaso no está en cada uno de nosotros? Porque en Él vivimos y nos movemos.

    El cristianismo se comenzó a forjar en Jerusalén, después de la Ascensión del Maestro Jesús, tomando como base parte de Su enseñanza, mezclada con principios judíos y aditamentos que se le fueron adosando, a lo largo de la historia, hasta convertirse en lo que es en nuestros días.

    CRISTIANO

    Aquel que sigue, práctica y es ejemplo vivo de los principios de Buena Voluntad, Sabiduría, Amor, Humildad y Perdón de Jesús. Para ser un buen metafísico, primero hay que ser un buen cristiano. La palabra cristiano fue acuñada por San Pablo y aparece por primera vez en el libro Hechos de los Apóstoles, en el Nuevo Testamento de la Biblia, donde se lee: Bernabé salió en busca de Saulo, o San Pablo, y apenas lo encontró lo llevó a Antioquía, donde los discípulos por primera vez recibieron el nombre de cristianos.

    TÉCNICA PÉSHER

    Técnica Pésher es el nombre que se le da en hebreo a la Interpretación Metafísica de la Biblia, donde cada persona, situación y lugar es simbólico, y, conociéndola, se puede deducir una enseñanza más profunda que la literal. Interpretando la Biblia con la Técnica Pésher, la mayoría de los pasajes ofrecen una solución a infinidad de asuntos físicos y espirituales que puede enfrontar el ser humano.

    Los textos de la Biblia están escritos en dos niveles: uno para los lectores comunes, con conocimiento limitado, que se circunscribe a la letra; y otro oculto, para los muy entendidos espiritualmente, que requiere una lectura simbólica.

    Muchos relatos sobre la vida de Jesús que aparecen y parecen históricos, fueron escritos por los evangelistas en parábolas y solamente pueden ser descifrados con la Técnica Pésher. Explicaba Jesús: Al oír oiréis, y no entenderéis; y viendo veréis, y no percibiréis… a no ser que veáis con los ojos, y oigáis con los oídos, y entendáis con el corazón.

    LA MISA

    La Misa es la celebración del principal ritual de la religión católica. En latín, la palabra Misa significa envío, un envío divino desde Dios, los ángeles y santos a la gente, para bendecirla con protección, fe, iluminación, amor, belleza, misticismo, prosperidad, alegría y perdón, donde el que participa tiene la oportunidad de perdonar sus faltas y las de los demás; incrementar su salud, prosperidad, paz, armonía, y hacer contacto con su Cristo Interno. La Misa está enmarcada dentro del Rayo Violeta del Orden Ceremonial y del Rayo Oro-Rubí del misticismo, la devoción y la prosperidad. El Oro-Rubí es el color de las vestiduras de los cardenales. Participar devota, mística y conscientemente de la Misa es hacer contacto directamente con El Alma o Cristo Interno.

    La palabra Misa fue acuñada para esta celebración en el siglo IV, cuando al final se decía ite, missa est o El envío o descarga ha terminado. Se pueden ir. Así quedó con el nombre de Misa.

    Las personas que fueron conformando la Santa Misa quisieron que durante el tiempo en que se celebra se concentrara toda la esencia del cristianismo; algo fantástico, además de muy hermoso, con un grandísimo significado metafísico, altamente espiritual.

    Metafísicamente, la Misa cumple con cuatro funciones espirituales: es latreútica, eucarística, propiciatoria, impretatoria.

    Latreútica: Ora a Dios.

    Eucarística: Agradece a Dios.

    Propiciatoria: Adecuada en toda situación o necesidad.

    Impretatoria: Acepta la Gracia de Dios.

    SURGIMIENTO DE LA MISA

    Los primeros cristianos quisieron enmarcar el acto de la comunión –de comer el pan y beber el fruto de la vid– y empezaron a agregarle asuntos para enriquecerlo y darle más importancia. Tuvieron la idea de, antes de la consagración del pan y del vino, leer fragmentos de las enseñanzas de Jesús, del Antiguo Testamento –como lo hacían los judíos en las sinagogas– y también de los escritos de los Apóstoles. De hacer esto, que era algo muy especial, surgió el realizarlo igualmente en un lugar exclusivo, como las basílicas, y así, poco a poco, se fue conformando la Misa.

    Los detalles del ritual de la Santa Misa se gestaron a lo largo de la historia. Estos detalles fueron atribuidos al Espíritu Santo, que está dentro de cada ser humano, pero que solo se halla manifestado visiblemente en santos, iluminados, devotos y prelados de gran pureza y rectas intenciones. Para comprender profundamente la Misa, hay que ir al origen del cristianismo y hacer un recorrido por casi toda su historia.

    En la Basílica de San Pablo Extramuros, en Roma, en las paredes de la parte superior de las naves, por encima de los arcos de medio punto, se encuentran 266 medallones (año 2020) que, en mosaicos, muestran los rostros de todos los papas. Muchos de ellos le fueron añadiendo algo al catolicismo, especialmente a la Misa. Así se ve como en más de 2000 años se le han agregado muchísimos símbolos acordes con la enseñanza interna que dejó Jesús.

    La Misa consta de varias partes a las que papas y concilios les han agregado y suprimido asuntos, a lo largo de los siglos. En 1965, después del Concilio Vaticano II –dirigido por el papa Juan XXIII y, luego, por Pablo VI–, a la Misa le quitaron y le agregaron cantidad de detalles.

    La Misa puede ser hecha de dos formas: Misa Rezada, dicha por un solo sacerdote, sin música; y Misa Mayor o cantada, donde el sacerdote es ayudado por diáconos, y se utiliza música e incienso.

    PARTES DE LA MISA

    En latín, las partes tradicionales de la Misa a las que grandes músicos les han compuesto versiones corales o sinfónico-corales –como la Misa en si menor de Bach o la Missa solemnis en re mayor de Beethoven– son:

    I. Kyrie

    II.  Gloria

    III. Credo

    IV. Sanctus

    V.  Benedictus

    VI. Agnus Dei

    Hoy en día, a las partes de la Misa se las define muy comprensiblemente, con palabras que las describen. La primera edición de la Misa actual se hizo en la década de los años 60. Consta de cuatro pasos imprescindibles que debe dar cualquier aspirante a la realización divina:

    I. Rito de Entrada

    II.  Liturgia de la Palabra

    III. Liturgia de la Eucaristía

    IV. Rito de conclusión

    La finalidad de la Misa es la vinculación, concienciación y fusión con el Cristo en la Eucaristía; para esto se requiere entrar en el Sendero o Rito de Entrada, recibir la instrucción de la palabra o Enseñanza para poder realizarlo, consumar la unión con el Cristo en sí mismo y, al consumarla, concluir volviendo al mundo externo para expandir su luz.

    La conclusión es volver al mundo con la Luz del Cristo, para expandir su Buena Voluntad, Sabiduría, Amor, Armonía, Verdad, Misticismo y Perdón, comunicándole esto a todo aquel con quien uno se encuentre.

    LITURGIA EUCARÍSTICA

    Preparación de los dones.

    Plegaria eucarística.

    Acción de gracias.

    Santo.

    Epíclesis,Invocación del Poder Divino para la consagración.

    Narración de la institución y consagración.

    Anámnesis. Memoria de la Pasión, Resurrección y Ascensión.

    Oblación.

    Intercesiones.

    Doxología final.

    RITO DE COMUNIÓN

    Oración Dominical, Padre Nuestro.

    Rito de la paz.

    Gesto de la fracción del pan.

    Inmixión. Dejar caer parte del pan en el cáliz.

    Cordero de Dios.

    Preparación privada del sacerdote.

    Muestra del pan eucarístico.

    Comunión.

    ORACIONES EN LA MISA

    La Misa es una flor de grandiosas oraciones, pero entre todas destacan tres, que son las angulares: El Padre Nuestro, El Credo y el Yo Pecador.

    La primera y única oración enseñada por Jesús fue el Padre Nuestro; sin embargo, tuvo que ser instituida por San Pedro en el siglo I.

    El Trisagio fue creado e instituido por el papa San Sixto I en el siglo I.

    Más adelante, el papa San Telésforo, en el siglo II, compuso el himno Gloria in excelsis Deo, basándose en lo mencionado en el Evangelio referente a lo que cantaban los ángeles en el momento del nacimiento de Jesús.

    El papa San Dámaso I, por allá en el 366, autorizó que se siguiera utilizando el término hebreo Aleluya, compuso el Gloria al Padre e hizo traducir la Biblia por primera vez, del hebreo al latín.

    Entre finales el siglo XI y comienzos del XII, el papa Inocencio III compuso la oración Stabat Mater, tan bellamente musicalizada por muchos compositores, entre ellos, Pergolesi. Este papa escribió también el Veni Creator Spiritus, que es la invocación al Espíritu Santo, musicalizada excelentemente por Mahler en la Sinfonía de los Mil. El Angelus fue instituido en el año 1503 por el papa Alejandro.

    Si se desea aprovechar la espiritualidad de la Misa al máximo, hay que prepararse sabiendo a qué se va, asistiendo en actitud totalmente devota y de recogimiento, dispuesto a cumplir con los objetivos de la Misa, participando consciente, activa y devotamente en esta celebración.

    LATÍN EN LA MISA

    El latín es un idioma de poder mántrico, la lengua litúrgica oficial de la Religión Católica, además de ser usado en algunos términos científicos. De origen itálico, indoeuropeo, era hablado en el año 1000 antes de Jesús en el Lacio, donde nació la Antigua Roma. Del latín surgieron muchas lenguas, entre ellas, el castellano, el italiano, el francés y el portugués.

    Debido a que el latín dejó de ser usado por el pueblo y pasó a ser utilizado solamente por la Iglesia Católica, tomó cierto poder y se convirtió en un idioma con un alto magnetismo bendecidor. Cuando la Misa se decía en latín, el idioma de los católicos era universal, porque al país adonde se iba, la Misa se hacía con las mismas palabras.

    El latín ha sido usado en la Misa, en principales oraciones y en sacramentos desde el siglo III hasta 1965, cuando, en el Concilio Ecuménico Vaticano II, el papa Pablo VI autorizó el uso de las lenguas vernáculas en la Misa. En el año 2007, el papa Benedicto XVI decretó, en una carta apostólica en forma de motu proprio, que liberaba esa modalidad.

    IGLESIA DE PALO GRANDE

    Rubén Cedeño, Caracas, 1965.

    Desde mi infancia, diariamente deslizaba los pasos a escuchar Misa, contemplar imágenes, altares y vitrales en la iglesia de Palo Grande de Caracas. Dos campanarios imponentes, tres arcos ojivales e infinidad de ornamentos hacían gala en la portada neogótica del templo. Domingo, Misa de once, todos engalanados sesentosamente, corrí a comprar el pequeño folleto que me hizo descubrir lo que decía el sacerdote en latín, una lengua que,

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