Así como el monasterio quedó en manos privadas, la iglesia en 1838, bajo el título de Santa María de Oía, se constituyó en parroquial. Y si el monasterio tiene su historia, no es menos la iglesia.
De estilo inicial románico, tiene planta de cruz latina. La Orden del Cister le dio un carácter sobrio y de extrema pureza. En ella destaca la bóveda estrellada que se sitúa por encima del coro