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Prohibidas Las Estrellas
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Libro electrónico341 páginas11 horas

Prohibidas Las Estrellas

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Prohibidas Las Estrellas (La Era Interestelar Libro 1)

A finales del siglo XXI, un accidente catastrófico
en el cinturón de asteroides ha dejado dos topógrafos muertos.
No hay rastro de su hijo pequeño,
Alex Manez, o del propio asteroide.

En el límite exterior del sistema solar,
la primera misión tripulada a Plutón,
dirigida por la astronauta más joven de
la historia de la NASA, ha realizado a un descubrimiento histórico:
hay evidencias dejadas allí por una raza alienígena
para que la humanidad la encuentre. ¡No estamos solos!

Mientras se estudia la evidencia, ésta comienza a reaccionar.
Cuatro horas después, aparece el asteroide perdido
en una órbita plutoniana, junto con el joven Alex Manez,
que ha desarrollado unos alarmantes efectos secundarios tras su
exposición al elemento cinético que llaman Cinemet.

Desde las profundidades de un imperio criminal basado en Luna,
un expatriado aprovecha la oportunidad para arrebatar el control
del espacio exterior, y toma medidas rápidas.

El secreto de la velocidad superior a la luz está en juego,
¡Y así, la carrera por el espacio interestelar comienza!


- La Era Interestelar - 
Libro 1 - Prohibidas Las Estrellas 
Libro 2 - Música De Las Esferas
Libro 3 - A Mundos de Distancia

IdiomaEspañol
Fecha de lanzamiento13 dic 2020
ISBN9781071579695
Prohibidas Las Estrellas
Autor

Valmore Daniels

Valmore Daniels has lived on the coasts of the Atlantic, Pacific, and Arctic Oceans, and dozens of points in between. An insatiable thirst for new experiences has led him to work in several fields, including legal research, elderly care, oil & gas administration, web design, government service, human resources, and retail business management. His enthusiasm for travel is only surpassed by his passion for telling tall tales.

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    Prohibidas Las Estrellas - Valmore Daniels

    Prohibidas Las Estrellas

    La Era Interestelar - Libro 1

    por Valmore Daniels

    Traducido por Sebastian Esparza

    Ésta es una obra de ficción. Los nombres, personajes, lugares e incidentes son producto de la imaginación del autor o se usan de manera ficticia. Cualquier parecido con personas reales, vivas o muertas, es pura coincidencia. Este libro no puede revenderse ni regalarse sin autorización escrita del autor. Queda prohibida la reproducción total o parcial de este libro, como también su copia o distribución en cualquier formato o medios electrónicos o impresos pasados, presentes o futuros.

    Copyright © 2010 Valmore Daniels. Todos los derechos reservados.

    Distribuido por Babelcube, Inc.

    www.babelcube.com

    Babelcube Books y Babelcube son marcas registradas de Babelcube Inc.

    1

    EL FIN

    Copán:

    Honduras:

    América Central:

    Mis ancestros contaban que, en una noche silenciosa y tranquila, si prestábamos suficiente atención, podíamos escuchar el movimiento de los planetas. Lo llamaban la Música de las Esferas, y su canción es una historia sobre el regreso de los dioses. Yo he oído esta canción.

    Pero solo soy un viejo. ¿Qué puedo saber yo?

    Mi nieto se me acerca a pedir permiso para jugar con sus amigos. Le pregunto: ¿Quieres que te cuente la historia del fin del mundo?

    Sé que ya me ha escuchado contar esta historia, y no la cree. Prefiere jugar con sus amigos.

    Tal vez si se la cuento un par de veces más, él llegará a creer.

    Solo puedo esperar; Pero ¿qué puedo saber yo?

    Le hablo de Hunab Kú, el dios de los dioses, el creador de los mayas. Le cuento que Hunab Kú reconstruyó el mundo tres veces después de tres diluvios, que brotaron de la boca de una serpiente en el cielo; algunos dicen que de la boca de Kukulkán, dios del sol, los océanos, la tierra y el cielo.

    Le cuento a mi nieto, que se aburre de mis historias, que Kukulkán construyó el primer y el segundo mundo. Hizo esto para que el tercer mundo estuviera listo para la Gente de la Tierra, los mayas.

    Le cuento de la insensatez de los mayas, de su arrogancia, de las costumbres decadentes, los sacrificios humanos y el presagio del hombre blanco. Le cuento del fin del tercer mundo, de la destrucción de nuestros ancestros.

    Mi nieto sonríe. Él cree que solo soy un viejo solitario que cuenta grandes historias.

    Conozco la verdad y conozco el futuro. Le digo que el cuarto mundo pertenece al hombre blanco; pero este mundo no va a durar mucho tiempo más.

    Los dioses antiguos decretaron esto.

    El cuarto mundo debe sufrir un diluvio para dar paso al Nuevo Mundo. Si los hombres blancos no aceptan los cambios, Kukulkán los destruirá.

    Por encima de todas las cosas, los dioses construirán el Nuevo Mundo.

    Los dioses regresarán de las estrellas, y necesitarán un mundo mejor en el que construir sus hogares.

    El tiempo está próximo. Será pronto.

    ¿Que tan pronto? Mi nieto pregunta pacientemente, siguiéndole la corriente a su viejo abuelo.

    Verás el fin del cuarto mundo en tu vida, le digo. Y verás la llegada del quinto mundo. No sé si yo lo veré. Me estoy haciendo demasiado viejo.

    No tan viejo, abuelo, me dice.

    Le sonrío, sabiendo que, en el fondo, es un buen chico; pero él mira por el rabillo del ojo a sus amigos y anhela jugar.

    Ahora ve con tus amigos, le digo. Pero recuerda lo que te he dicho.

    Sí, abuelo. Recordaré lo que has dicho.

    Sale corriendo, y yo sé que lo recordará. Pero ¿lo creerá?

    ¿O solo piensa que soy un viejo tonto?

    2

    PARA PUBLICACIÓN INMEDIATA

    Comunicado de prensa de la NASA

    Re: Misión Orcus

    Salvo por la Nube de Oort y cualquier asteroide errante o cometa que orbita alrededor del Sol, Plutón es el último cuerpo celeste en el perímetro más externo de la familia de planetas del Sistema Solar. Plutón es una señal que determina el límite de sistema planetario y el comienzo del espacio interestelar.

    Ahora, por primera vez, la NASA está enviando un equipo para explorar el cuerpo planetario más alejado de nuestro sistema. La tripulación de vuelo aún no ha sido anunciada, pero un portavoz indicó que estaban cerca de finalizar la lista restringida. Quien sea asignado a esta envidiable misión tendrá que soportar un viaje de seis meses a Plutón, seguido de otros seis meses en el viaje de regreso. Con siete meses adicionales en Plutón hasta que el planeta vuelva a la órbita óptima para el lanzamiento de regreso, la tripulación de la Misión Orcus estará lejos de casa durante casi dos años completos.

    Los científicos tienen muchas preguntas sobre Plutón, y esperan que esta misión les proporcione el conocimiento que han buscado durante más de un siglo.

    Un investigador de alto rango de la NASA indicó la posibilidad de que la información sobre el pequeño planeta pueda proporcionar conocimiento sobre los viajes interestelares.

    Incontables naves y sondas no tripuladas han ido a Plutón en misiones de exploración durante los últimos cincuenta años. Orcus representa la primera misión tripulada.

    ###

    Adenda Científica:

    Plutón orbita el sol a una velocidad de 17.064 km/h, lo que le toma 248 años para rodearlo. Es, con mucho, el más aberrante de los planetas, siguiendo una órbita elíptica excéntrica con una inclinación de 17.148 grados por encima y por debajo de la eclíptica.

    Las lecturas preliminares confirman que la composición del planeta está basada en metano y nitrógeno, con rastros de hidrógeno, helio, silicio y una serie de otros elementos.

    El sol mismo no es más que una estrella brillante en el cielo distante, aproximadamente cuatro veces el brillo aparente de Polaris, la Estrella del Norte, desde la Tierra. La iluminación durante un día en Plutón es menor que la de una luna llena durante una noche en la Tierra, y le da al cielo un tono violáceo oscuro; bastante exótico y misterioso.

    Las estrellas mismas son visibles a través de la delgada capa de atmósfera de metano nitroso durante el período de rotación de 6 días de Plutón, pero son más fáciles de ver por la noche, sin niebla helada que las oculte.

    Con 2.320 kilómetros de diámetro, Plutón tiene una gravedad de 0.04 de la presente en la Tierra.

    En 1905, el astrónomo Percival Lowell predijo la existencia de un noveno planeta, pero murió antes de ver a Plutón –y de hecho, las coordenadas que había predicho estaban equivocadas–. Aun así, en honor a Lowell, el planeta se nombra usando las letras de sus iniciales, P.L.: Plutón.

    El honor de ver a Plutón por primera vez recayó en Clyde Tombaugh en 1930. Tombaugh, estudiante de Lowell, fotografió tres imágenes de ese pequeño planeta desde el Observatorio Lowell. Sin embargo, el análisis de sus hallazgos no respaldaba las cifras de Lowell sobre la masa necesaria para afectar la órbita de Neptuno. Eso dejaba la posibilidad de que exista otro cuerpo celeste cerca de Plutón.

    No fue hasta 1979 cuando James Christy descubrió que Plutón tenía un gemelo más pequeño, Caronte…

    3

    Macklin’s Rock:

    Mina SMD¹ Número 568:

    Sistema Solar:

    Cinturón de Asteroides:

    El sonido del claxon de emergencia llenó los auriculares septafónicos² de su máscara.

    Hucs, la personalidad de la computadora, le habló en tonos breves mientras las imágenes pasaron por el campo de visión de Alex a través de sus sensores ópticos.

    En el fondo, la Nebulosa Ronge brillaba en tonos verde oscuro, en grandes remolinos contra un magnífico campo de estrellas. Pequeños pulsos de luz identificaron a los cazas de combate que llegaban pilotados por los piratas que infectaban este sector de la galaxia. Eran tres de ellos.

    El capitán Alex Manez maldijo a sus copilotos que se habían separado para perseguir la señal de una nave en peligro. Obviamente un rastro falso pensado para dividir sus fuerzas.

    Con su parche de enlace al pensamiento de primera generación asegurado a su sien, Alex no tenía necesidad de transmitir sus órdenes verbalmente. Sin embargo, era una segunda naturaleza el hacerlo.

    "Hucs, envía una llamada de emergencia a los copilotos Grande y Makato. ¡Diles que traigan sus traseros aquí, a toda velocidad!

    dijo la computadora en voz alta, mientras las palabras se desplazaban a lo largo de la parte inferior de la pantalla DMR.

    Dame un análisis de su sistema de defensa, y todas las posibles municiones, ordenó. Había tiempo para un reconocimiento computarizado; les tomaría tres minutos a los piratas para estar en rango de tiro.

    Cuando llegó el análisis, Alex lo reflexionó y tomó una decisión rápida.

    "Quiero escudos delanteros a su máxima capacidad, libre en la popa, cincuenta por ciento en los laterales. Carga dos mantas de larga distancia y prepara el cañón maser para corta distancia. ¡Confirmar!"

    El reloj señaló que los piratas estarían dentro del rango en un minuto con cuarenta y un segundos. Un indicador luminoso parpadeó en la pantalla DMR.

    Dame una proyección de cero menos treinta de su posición, dijo Alex a Hucs. Quiero evitar su ataque, ver cómo reaccionan. Apunta solo a los copilotos, deja al líder para el cañón maser.

    respondió la computadora.

    Un nanosegundo más tarde, las coordenadas aparecieron en la DMR. Alex sabía que la computadora nunca tuvo en cuenta la reacción humana al estar bajo fuego; los parámetros eran demasiado amplios. Por eso las naves tenían que tener pilotos humanos.

    Una vez que los sensores de los piratas detectaron que se acercaban dos mortales ojivas manta, se dividieron e intentaron separar a las mantas; la nave no apuntada trataría de desactivar las mantas con sus propias municiones. En el caso de los Piratas de Ronge, usaron repetidores láseres básicos; no es tan mortales como el cañón maser, pero sin duda más de reacción más rápida. Alex tenía algo reservado para ellos después de eso, una sorpresa en la que había estado planeando desde su último combate cerrado.

    Hucs, altera las coordenadas para manta 1 a 118.12.335; manta 2 a 136.53.799. Confirmar y lanzar.

    Antes de que las mantas estuvieran a medio camino de su destino, un ícono de mensaje apareció en la esquina superior de la pantalla del DMR, y Hucs agregó:

    Esperando que fueran sus copilotos reportándose e informando que se unirían a la pelea, Alex se sorprendió cuando la voz que sonó por los auriculares septafónicos era femenina; él la reconoció de inmediato.

    Alex, dijo su madre, Estamos listos para irnos. Ven a despedirte.

    Hucs: Pausar; Salvar, le dijo Alex al programa, y su juego se detuvo a mitad del ataque. Tendría que continuarlo después.

    Se quitó el enlace al pensamiento y los sensores ópticos, así como la máscara con auriculares septafónicos que su madre le hizo usar cuando sus padres estaban en la TAHU³. Salió de su cubículo personal en busca de su madre y su padre, y se dirigió al área comunitaria de la Unidad Habitacional Temporal del Asteroide.

    Su comportamiento y manera de caminar denotaban una gran falta de preocupación. Estaba tratando de no preocuparse de que una vez más lo dejarían solo durante horas sin, según su estimación, nada que hacer. Dio una sacudida casual de cabeza, moviendo su largo cabello hacia atrás.

    Sus padres le otorgaron ciertos privilegios en su último cumpleaños. Para probar las limitaciones de sus nuevas responsabilidades, le dieron la opción de cómo mantener su cabello. Él decidió dejarlo crecer y evitar un corte de pelo del valet servoquina⁴. Orgulloso del largo de su cabello, se esforzó mucho para perfeccionar el movimiento de su cabeza hacia un lado. La maniobra mantenía su flequillo fuera de sus ojos y provocaba un gesto de desaprobación en sus padres. Le gustaba recordarles que había sido su decisión boicotear el corte tradicional.

    Su madre sabía que su ecuanimidad era una fachada. Él sabía que su madre sabía. Seguía actuando como si no le importara que sus dos padres tuvieran que irse de nuevo por el día para ir al sitio. Internamente, él detestaba cuando lo dejaban solo en la pequeña TAHU con solo su enlace ascendente a la RedMundial como compañía.

    Habían estado en Macklin’s Rock por dos meses, y sus padres trabajaban al menos seis de cada siete días. Eso no dejaba mucho tiempo para Alex.

    Macklin’s Rock, uno de los satélites naturales más grandes del cinturón de asteroides del Sistema Solar, se parecía a un cilindro con extremos afilados, un huevo con extremos cónicos. Una sección transversal de su longitud cubriría una superficie mayor que el área metropolitana de Nueva York, pero Macklin’s Rock seguía siendo una roca grande y poco emocionante.

    De vuelta a casa, en Estación Canadá Tres, los alquileres de holovideos SF mostraron que el cinturón de asteroides del Sistema Solar era un anillo lleno de rocas y escombros que rodeaban el sol entre las órbitas de Marte y Júpiter. En los videos, el cinturón de asteroides solía albergar a refugiados de un gobierno global Terráqueo que fue por el mal camino, o para expatriados que tuvieron que esconderse de los cazadores militares que intentaban eliminar a los desertores; el peligro siempre presente de una colisión de asteroides mantenía elevado el drama en estas historias chapuceras.

    La verdad era un poco diferente. Desde Macklin’s Rock, mirando los puertos de la TAHU, Alex no podía ver ningún otro asteroide sin la ayuda de un telescopio. Si existiese algún peligro de colisión, los sensores de proximidad de Hucs alertarían a los habitantes de la TAHU con una hora de anticipación y luego dispararía un láser para desviarlo. Rara vez una partícula atravesaba las defensas de la computadora. Todo era bastante aburrido.

    El sol no era más que una diminuta canica brillante, que daba a los habitantes del cinturón tan poca luz como la de un neblinoso día en Londres, pero sin la atmósfera romántica de esa vieja ciudad.

    Los otros planetas del sistema no eran más que pequeñas motas a través de un telescopio. La Tierra, en su aproximación más cercana a Macklin’s Rock, estaba millones veces más lejos que la Luna de la Tierra. Toda esa soledad se sentía aun mayor para un niño de diez años sin amigos.

    Incluso Júpiter, más de once veces el diámetro de la Tierra, no era más que una pequeña y quieta estrella que podía verse a simple vista en Macklin’s Rock durante tres meses y medio cada dos años; el resto del tiempo, el resplandor omnipresente del sol lo ocultaba de telescopios normales.

    Hucs podría filtrar la imagen; mejorarla y aumentarla unas 200 veces para darle el tamaño aparente de Selene, vista desde la Tierra. Alex había visto suficientes reproducciones de todos los planetas del sistema a través de telescopios; no era muy diferente del cinturón.

    De pie en la superficie de Macklin’s Rock y mirando en todas las direcciones, uno podría tener la impresión de vivir en una isla desierta, oscura y desolada que flota por el Sistema Solar.

    Todo era bastante aburrido para Alex; demasiado mundano.

    No es que Alex careciera de tareas. Había lecciones por asimilar y un análisis de biosíntesis que tenía que hacer desde el día anterior, cuando se había escapado de las lecciones impartidas por Hucs, el Sistema Computarizado de la Unidad Doméstica⁵; en cambio, optó por jugar la última versión de Piratas de Nova que había descargado de la Thai Multimedia Society.

    Pero en general, Alex estaba aburrido.

    Envió mensajes audiovisuales EPS a sus amigos en la Estación Canadá Tres, uno de las docenas de los múltiples hábitats orbitales por varias corporaciones nacionales, posicionadas en el punto L4 de la Tierra-Luna.

    Las comunicaciones EPS se realizaban más por deber y obligación que por deseo; las noticias de casa solo lo hacían extrañarla aún más. El retraso de siete minutos entre las transmisiones daba lugar a un diálogo extenso pero superficial, incluso en las páginas de chat.

    Alex observó a su madre preparándose para su excursión.

    Mamá, ¿no puedes quedarte en casa hoy? le preguntó.

    La madre de Alex dejó de ponerse su bio-eco traje protector y le sonrió amablemente a su hijo.

    Lo siento, Alex, pero tenemos que verificar las nuevas lecturas. Hucs informó una anomalía en la lectura del porcentaje elemental del Nelson II en el sitio 14. Si es lo que estamos buscando, podríamos salir de este asteroide en la semana y dejarlo en manos de los mineros de Canada Corp. ¿No te gustaría ir a casa a EC3 y volver a jugar con tus amigos?

    Seh, dijo Alex de mala gana. Pero eso es demasiado largo. Hucs es aburrido. Todo lo que quiere hacer es enseñarme algoritmos de Fulman y cartografía astral. Quiero interactuar con una cara real, ¿sabes?

    Lo sé, Alex, dijo su padre al entrar en el área comunitaria desde la esclusa de aire, después de haber revisado nuevamente los medidores de presión y los condensadores atmosféricos.

    Gabriel Manez era más bajo que su esposa, su piel permanentemente bronceada contrastaba con la carne blanca y pálida de su cónyuge; al igual que su cabello azabache, mientras que el de Margaret era rubio. Alex había heredado la apariencia maya de su padre.

    La suya era la voz de la autoridad.

    "Solo recuerda que aceptaste que sería mejor venir con nosotros en esta excavación. Tuviste la opción de quedarte en EC3; la compañía te habría asignado un Andy para acompañarte".

    Si. Creo que la próxima vez me quedaré en casa, si les parece bien; aquí arriba es aburrido.

    Los Manez realizaban al menos un sondeo cada año. Los años anteriores, Alex se había quedado en la estación, pero este año no había querido separarse de sus padres. Considerando su situación actual, lamentó su decisión.

    Su padre sonrió. Bueno, puedes hacer una llamada a algunos de tus amigos después de tus lecciones. Creo que podemos pagar los costos por una charla en tiempo real. Y podríamos estar en casa antes de lo que piensas.

    Gabriel se volvió hacia su esposa. Especialmente si esas lecturas son precisas, Mags. Este podría ser el hallazgo que hemos estado buscando. El bono que ofrece la Corporación por nuevos descubrimientos será suficiente para que nos retiremos; podemos comprar un porcentaje en la Estación Isla Flotante como soñamos.

    Ella lo golpeó juguetonamente, ignorando su entusiasmo. "Sabes que odio que me llamen Mags, regañó a su marido con una irritación fingida en su rostro mientras iniciaba el sellado al vacío en el torso de su traje. ¡Gabe!" dijo ella, haciendo deliberadamente una mueca.

    Él le devolvió una mirada sucia. "Está bien. Margaret".

    "Gracias, Gabriel".

    "Prefiero amor de mi vida".

    Y yo prefiero… Margaret se inclinó antes de que su esposo se pusiera su casco replicador de atmosfera artificial y le dio un sonoro beso en los labios.

    ¡Asco! declaró Alex y se acercó a la holo-pantalla DMR⁶ en la pared prefabricada frente a la gaveta del escritorio, y colocó el parche de enlace al pensamiento sobre su sien.

    Usando a Hucs para el motor EPS, ya que no tenía un generador de bus como el de su apartamento en la Estación Canadá Tres, inició sesión en el sistema operativo global de la RedMundial y esperó los siete minutos para que se manifestara su configuración personal y su ciberespacio modificado se cargara.

    ¡Como se tarda esta cosa! dijo, incluso cuando una vez más se felicitó por su ingenio en el diseño.

    Su ciberespacio personal estaba basado en una de sus novelas favoritas, La Odisea de Homero. Lo llamó Odysscape⁷.

    Al igual que Odiseo, tuvo que navegar su nave a diferentes tierras para acceder a los diversos programas, utilidades y juegos en su ciberespacio. Cambiaría el ciberespacio cada vez que leyera una novela que le gustara, basando el escritorio de su ordenador en su obra favorita más reciente. Los diseños previos incluían mundos de Lewis Carroll, C.S. Lewis, J.R.R. Tolkien y Robert E. Howard.

    Me toma una eternidad solo iniciar el Sistema, se quejó, aunque no tenía otra opción más que usar el drive virtual de la RedMundial. La red LAN de Hucs no proporcionaba ni una cuarta parte de la memoria necesaria para que Alex ejecute su Odysscape. Los drives se destinaban a los aspectos técnicos del trabajo de sus padres y a los bio sistemas de la TAHU.

    En la ventana de Odysscape, la figura alta de Odiseo estaba de pie en la orilla de la isla de la ninfa Calipso, haciendo una balsa para navegar a su hogar en Ítaca. La ventana mostraba a Hermes, el mensajero de los dioses, flotando en el cielo en una esquina después de entregar su mensaje a Calipso, diciéndole que debería dejar ir a Odiseo. Eso indicaba el inicio de su escritorio.

    El personaje en CGI unía lenta y laboriosamente los troncos de su balsa, y Alex carraspeó con impaciencia. El Generador P de Hucs simplemente no tenía el poder suficiente.

    No lo olviden, la señal electrónica de pulso tarda un poco en llegar a la Tierra y volver. No hemos logrado ser más rápido que la luz… todavía, bromeó Gabriel, y se puso el casco.

    La madre de Alex se puso su propio casco, y cada uno revisó el traje del otro en busca de roturas, pasando un detector de pérdida de vacío sobre las costuras y el género de sus trajes. La computadora del ecosistema cerrado indicó que sus trajes no tenían fugas y estaban listos para la superficie.

    La voz de su madre llegó por los altavoces septafónicos de la TAHU, perdiendo poco de su tono en la traducción digital.

    Te veremos en diez horas, Alex. Sé bueno y haz tu tarea. Hucs nos informará si no lo haces.

    La advertencia llegó después del sermón de la noche anterior, y Alex bajó la barbilla sobre su pecho, luciendo avergonzado.

    ¡Ya sé, ya sé! respondió. En el momento en que regresaron del trabajo y pidieron un informe sobre las actividades de Alex, Hucs les informó que había pasado seis horas jugando a Piratas de Nova en lugar de concentrarse en sus estudios. Hucs fue letalmente preciso cuando hablo de su recital.

    Hucs es un chismoso, declaró hoscamente.

    No, corrigió la madre de Alex. "Un chismoso es alguien que delata

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