Descubre millones de libros electrónicos, audiolibros y mucho más con una prueba gratuita

Solo $11.99/mes después de la prueba. Puedes cancelar en cualquier momento.

Sáname: Visión Apagada, #2
Sáname: Visión Apagada, #2
Sáname: Visión Apagada, #2
Libro electrónico249 páginas5 horas

Sáname: Visión Apagada, #2

Calificación: 5 de 5 estrellas

5/5

()

Leer la vista previa

Información de este libro electrónico

“A veces el corazón puede ver lo que es invisible para los ojos.”

Bree Sullivan está viviendo ahora una vida sumida en la oscuridad. Sabe que la belleza del mundo está ahí fuera, pero no puede verla.

Odiaba su vida, pero en eso conoce a Luke Tanner. Él la ayudó a sentir de nuevo, la hizo darse cuenta de que vale la pena vivir la vida.

Cuando Luke siente que su relación interfiere con su capacidad de cuidar de ella, pone el freno.

Sin estar segura de cómo sobrellevar la situación, Bree se pregunta si intentar una arriesgada cirugía podría hacer que las cosas sean diferentes. Podría perder a Luke para siempre o arriesgarse a recuperar la vista, dándole la oportunidad de demostrarle que lo necesita como algo más que un simple lazarillo.

Una cosa es segura, ella deberá aprender a quererse a sí misma tal como es, antes de poder entregar su corazón.

IdiomaEspañol
EditorialBadPress
Fecha de lanzamiento2 jun 2020
ISBN9781071550809
Sáname: Visión Apagada, #2
Autor

Lexy Timms

"Love should be something that lasts forever, not is lost forever."  Visit USA TODAY BESTSELLING AUTHOR, LEXY TIMMS https://www.facebook.com/SavingForever *Please feel free to connect with me and share your comments. I love connecting with my readers.* Sign up for news and updates and freebies - I like spoiling my readers! http://eepurl.com/9i0vD website: www.lexytimms.com Dealing in Antique Jewelry and hanging out with her awesome hubby and three kids, Lexy Timms loves writing in her free time.  MANAGING THE BOSSES is a bestselling 10-part series dipping into the lives of Alex Reid and Jamie Connors. Can a secretary really fall for her billionaire boss?

Autores relacionados

Relacionado con Sáname

Títulos en esta serie (3)

Ver más

Libros electrónicos relacionados

Romance de suspenso para usted

Ver más

Artículos relacionados

Categorías relacionadas

Comentarios para Sáname

Calificación: 5 de 5 estrellas
5/5

1 clasificación0 comentarios

¿Qué te pareció?

Toca para calificar

Los comentarios deben tener al menos 10 palabras

    Vista previa del libro

    Sáname - Lexy Timms

    Lexy Timms Logo black aqua

    Todos los derechos reservados. Ninguna parte de esta publicación puede reproducirse, almacenarse o introducirse en un sistema de recuperación, ni transmitirse, de ninguna forma ni por ningún medio (electrónico, mecánico, fotocopia, grabación u otro) sin la autorización previa por escrito tanto del propietario de los derechos de autor como del editor mencionado al principio de este libro.

    Esta es una obra de ficción. Los nombres, personajes, lugares, marcas, medios e incidentes son producto de la imaginación del autor o se utilizan de manera ficticia. Cualquier parecido con una persona real, viva o muerta, eventos o lugares es mera coincidencia. El autor reconoce el estado de marca registrada y los propietarios de marca de varios productos mencionados en esta obra de ficción, que han sido utilizados sin permiso. La publicación/uso de estas marcas comerciales no está autorizada, asociada ni patrocinada por los propietarios de la marca comercial.

    ––––––––

    Todos los derechos reservados.

    Sáname

    Libro #2 de la serie: Visión Apagada

    Copyright 2020 por Lexy Timms

    Diseño de portada: Book Cover by Design

    Serie: Visión Apagada

    Libro 1 – Mírame

    Libro 2 – Sáname

    Libro 3 – Tu Mirada en la Mía

    Descubre Más de Lexy Timms:

    Lexy Timms Logo black aqua

    Boletín de Lexy Timms:

    http://eepurl.com/9i0vD

    Página de Facebook de Lexy Timms:

    https://www.facebook.com/SavingForever

    Sitio Web de Lexy Timms:

    http://www.lexytimms.com

    The Boss Box Set BOOKBUB Small1

    Quieres leer más...

    ¿GRATIS?

    ¡Regístrate en el boletín de Lexy Timms

    y ella te enviará actualizaciones sobre nuevos lanzamientos, copias ARC de libros y un montón de cosas divertidas más!

    ¡Suscríbete para novedades y actualizaciones!

    http://eepurl.com/9i0vD

    Sáname. Sinopsis:

    A veces el corazón puede ver lo que es invisible para los ojos.

    Bree Sullivan está viviendo ahora una vida sumida en la oscuridad. Sabe que la belleza del mundo está ahí fuera, pero no puede verla.

    Odiaba su vida, pero en eso conoce a Luke Tanner. Él la ayudó a sentir de nuevo, la hizo darse cuenta de que vale la pena vivir la vida.

    Cuando Luke siente que su relación interfiere con su capacidad de cuidar de ella, pone el freno.

    Sin estar segura de cómo sobrellevar la situación, Bree se pregunta si intentar una arriesgada cirugía podría hacer que las cosas sean diferentes. Podría perder a Luke para siempre o arriesgarse a recuperar la vista, dándole la oportunidad de demostrarle que lo necesita como algo más que un simple lazarillo.

    Una cosa es segura, ella deberá aprender a quererse a sí misma tal como es, antes de poder entregar su corazón.

    Contenido

    Serie: Visión Apagada

    Descubre Más de Lexy Timms:

    Sáname. Sinopsis

    Capítulo Uno

    Capítulo Dos

    Capítulo Tres

    Capítulo Cuatro

    Capítulo Cinco

    Capítulo Seis

    Capítulo Siete

    Capítulo Ocho

    Capítulo Nueve

    Capítulo Diez

    Capítulo Once

    Capítulo Doce

    Capítulo Trece

    Capítulo Catorce

    Capítulo Quince

    Capítulo Dieciséis

    Capítulo Diecisiete

    Capítulo Dieciocho

    Capítulo Diecinieve

    Capítulo Veinte

    Capítulo Veintiuno

    Capítulo Veintidós

    Capítulo Veintitrés

    Capítulo Veinticuatro

    Capítulo Veinticinco

    Capítulo Veintiséis

    Capítulo Veintisiete

    Serie: Visión Apagada

    Descubre Más de Lexy Timms:

    ¿LIBROS GRATIS?

    Más de Lexy Timms:

    ––––––––

    Capítulo Uno

    Bree

    ––––––––

    Me acerqué, consciente de que Luke estaba cerca. Su mano estrechó la mía, luego tiró de ambas hacia su muslo. El sol me bañaba la piel, inundando mi cuerpo con su calor mientras los dos estábamos tumbados junto a la piscina. Llevaba puesto uno de mis bikinis favoritos. Sabía exactamente cómo se veía y casi me podía imaginar en él. Luke era de gran ayuda a la hora de organizar mi ropa con el nuevo juguete que mi padre había comprado. Era un bolígrafo que podía usar para escanear una etiqueta, que me decía lo que estaba mirando.

    Mi cuerpo se sentía relajado después de la breve sesión entrenamiento que Luke y yo habíamos tenido momentos antes. Insistía en que aquello era parte de mi recuperación. Necesitaba ejercitarme y hacer las cosas que solía disfrutar. Nunca había corrido en una cinta de correr a ciegas y no creía que pudiera hacerlo, pero él me había ayudado a descubrirlo. Me sentía bien al correr. Y, para una mujer ciega, correr en una cinta de correr era perfecto.

    A pesar de que todo parecía normal, todavía sentía que algo no andaba bien. Malditos sean los sentidos aumentados.

    ¿Está todo bien? Le pregunté, sintiendo la tensión entre nosotros, la cual había ido aumentando lentamente en los últimos días.

    Había pasado una semana desde que acudimos con el médico. Apenas dos semanas desde que decidimos que íbamos a ser una pareja y Luke había hablado con mi padre, pero yo ya sentía que algo estaba mal. Nunca me di cuenta de cuánto dependía poder ver la expresión de alguien para saber cómo se sentía hasta que no era capaz de verla en absoluto. Ahora, me encontré escuchando su respiración. Sentí la forma en que me tocó e incluso ahora, me estaba tomando de la mano pero podía sentir cierta tensión.

    ¿Qué quieres decir? Luke preguntó.

    Volví mi cara a la suya. A pesar de que no podía verlo, se sentía natural estar frente a él mientras hablábamos. Siento que te estás conteniendo, como si hubiera algo que quisieras decir.

    Se quedó sin aliento. Bree, me preocupo por ti. Probablemente mucho más de lo que debería. Todo mi entrenamiento, toda mi experiencia, todo lo que sé me dice que no debería hacer esto.

    ¿Haciendo esto? ¿Qué quieres decir?

    Tú y yo, dijo las palabras y sonó como si estuviera sufriendo.

    Mi corazón se hundió. Estás rompiendo conmigo.

    No es eso. Me preocupo por ti y me preocupo por tu recuperación. Quiero estar aquí para apoyarte, pero no creo que sea inteligente que tengamos una relación romántica mientras trabajo para ti. Técnicamente eres mi jefa. Eso difumina las líneas. Habrá días en los que tendremos una discusión. Necesito poder hacer lo correcto por ti sin preocuparme de si estás enfadada conmigo o no. Mi trabajo es ocuparme de tus necesidades físicas. Me preocupa no poder ser objetivo y equivocarme en algo.

    ¿Esto es porque no quiero la cirugía?

    No. Sí. Y espera, ¿has tomado una decisión? Creí que aún lo estabas pensando.

    Así es, pero si no lo hago, que ambos sabemos que es a lo que me inclino, te enfadarás, resumí.

    No estoy diciendo eso, dijo, pero no con la suficiente convicción para hacerme creer.

    No quieres que estemos juntos, dije.

    Quiero pasar tiempo contigo. Quiero estar aquí contigo. Quiero estar en tu vida, pero no puedo ser tu cuidador y tu novio. Me siento como una mierda recibiendo un sueldo por tener sexo contigo.

    Tuve que reírme de ese pensamiento. No te pagan por tener sexo conmigo.

    No, pero tenemos sexo cuando tu padre está en el trabajo, durante el tiempo en que me pagan para estar aquí contigo. Me siento sucio.

    Luke, no es algo sucio.

    Me encantaría decir que lo dejaré y seguiré saliendo contigo, pero no puedo permitirme no tener un trabajo. Todavía necesitaría trabajar, lo que significa que no podría estar aquí contigo. No quiero eso. Sé que suena estúpido, pero tal vez podamos dar un paso atrás hasta que algo cambie.

    Eso no es para nada lo que estoy diciendo. Lo que digo es que ahora mismo, necesitamos ponerte en un lugar donde seas independiente sin vista, o recuperar la vista. Te quiero de cualquier manera que pueda conseguirte, pero necesito que tengas confianza en quien eres.

    Sabía de lo que hablaba porque no era exactamente material para una relación en este momento. Estaba en la línea y no podía tomar una decisión. Lo que estaba diciendo era que necesitaba elegir en qué mundo iba a estar.

    ¿Y si la cirugía no funciona? Lo repito por la que debe ser la centésima que acudimos con un doctor.

    Ellis es una Buena doctora, dijo.

    Oírle pronunciar su nombre me puso los nervios de punta. La mujer era indudablemente hermosa y yo estaba celosa. E insegura. No me importa si es la mejor doctora, te dijo que es muy experimental. Es un procedimiento que sólo han probado. No es el estándar de oro.

    Pero han tenido éxito, insistió.

    Negué con la cabeza. ¿Estás diciendo que si no me opero, no quieres estar conmigo?

    Al sentir que se movía, supe que estaba sentado. No estoy diciendo eso. Para nada. Si eliges no hacerlo, lo entiendo. Si eliges no hacer la cirugía, entonces necesitas aceptar tu futuro como una persona invidente. ¿Puedes hacerlo?

    Quería estar enfadada. Sin embargo, estaba cansado de estar enfadada. No lo sé.

    Bree, estaré en esto contigo sin importar lo que elijas. Sólo quiero que seas feliz. Si no quieres someterte a la cirugía, es tu elección.

    Podía oír la decepción en su voz. Era el mismo tono que escuché en la de mi padre. Había intentado repetidamente explicarles cómo me sentía y por qué dudaba. Aunque sabía que era una tontería, no dejaba de pensar en los riesgos. ¿Y si la cirugía no funcionaba y arruinaba cualquier posibilidad de que recuperase la vista?

    No lo sé, dije. Ojalá pudiera decir sí o no. Ojalá pudiera saber qué hacer. Pero no lo sé.

    ¿Por qué no llamo a Ellis? Puedo pedirle que venga y hable contigo. Te permitiría estar en un ambiente relajado. Podrías concentrarte en lo que ella dice sin reaccionar al ambiente. Puedo acompañarte o puedes hablar con ella a solas.

    Era un gesto muy dulce, pero tuve que preguntarme si era sólo para que él pudiera verla de nuevo. Pero no iba a sonar como una novia llorona y celosa. Lo pensaré.

    Me apretó la mano. Eso está bien para mí.

    ¿Significa esto que ya no habrá más rapiditos? Me burlé.

    Gimió. No te burles de mí. Esto es realmente para mejor. No cambia lo que siento por ti, pero quiero asegurarme de que recibas la mejor atención posible y no quiero sentir que no estoy haciendo mi trabajo.

    Por mucho que entendiera sus razones, no me gustaba. Había una vocecita en la parte de atrás de mi cabeza diciéndome que estaba rompiendo conmigo porque realmente quería liberarse de mí. Había conocido lo que yo asumía que era una vieja llama y ahora que se habían reconectado, la quería. Ella era una doctora. Una doctora que veía y que probablemente era hermosa.

    Sabes, creo que podría haber cogido algo mientras estamos en el hospital. Por eso odio los hospitales. Si no estás enfermo cuando entras, vas a estarlo cuando salgas. Traté de mantenerlo ligero. Si le decía que quería estar sola y volver a la cama, no me dejaría en paz. Sería el buen hombre que yo sabía que era. Me atendería e intentaría hacerme sentir mejor. No quería sentirme mejor. Quería revolcarme.

    Uh-oh, dijo, su mano de repente en mi frente. No te sientes caliente.

    Sólo me siento un poco cansada. Si te parece bien, me gustaría recostarme un poco.

    Bien, te llevaré de vuelta allí.

    Me acompañó por la casa y me metió en la cama. No tienes que quedarte conmigo.

    ¿Estás segura?

    Estoy segura. Tal vez puedas hacerme un poco de esa sopa de fideos con pollo de la que te jactaste.

    Se río, su mano se extendió y tocó mi cara. Lo haré y verás cuánto mejor te sentirás.

    Sonreí, tocando su mano antes de que rodara a mi lado. Gracias.

    Te veré en un rato.

    Cerré los ojos, escuché sus pasos desvanecerse y la puerta cerrarse. Dejé ir el aliento que no sabía que había estado conteniendo. Había tenido una semana feliz. Una. Siete días de los últimos tres meses. Eso no era justo. No pude evitar sentir lástima de mí misma. Bueno, podía, pero no quería.

    Luke había sido una respuesta a una oración que no sabía que había realizado. Y yo había sido feliz. Más feliz que antes del accidente. Esos primeros días después de despertar del coma habían sido una pesadilla. Recordé que pensé que nunca más sería feliz. Entonces Luke apareció. Me mostró nuevas formas de ser feliz. Me dio esperanza para un futuro que no creía posible. Me hizo sentir viva y verdaderamente feliz.

    Y ahora me estaba dejando. Tenía algunas buenas excusas y la parte racional de mí quería creerle, pero luego estaba esa parte de mí que creía que no era lo suficientemente buena. Sólo me quería hasta que apareciera algo mejor.

    Estornudé, confirmando mis sospechas de que había cogido un bicho. Como si no estuviera lidiando con suficiente mierda ya, ahora tenia que soportar un resfrío y no poder respirar además de no poder ver. Había llegado a depender bastante de mi sentido del olfato y no tenía ganas de perderlo, aunque fuera sólo por unos días.

    Gruñendo, me puse de espaldas, echando el brazo a un lado. Necesitaba hacer un cambio. Necesitaba cagar o salir de la olla, como mi padre siempre decía. No podía vivir en el limbo. La sugerencia de Luke de hablar con la doctora en la casa era buena. Podía admitir que apenas había oído lo que había estado diciendo. Mis nervios ya estaban destrozados al pasar por el hospital y luego fueron apagados por el primer médico. No estaba escuchando realmente lo que la Dra. Ellis Tanner estaba diciendo. Estaba demasiado ocupada imaginando cómo sería ella. Estaba demasiado concentrada en la forma en que la voz de Luke había cambiado cuando ella se acercó a nosotros.

    Nunca me había sentido celosa con Nate. Diablos, le habría agradecido a cualquier mujer que quisiera quitármelo de encima. Yo no era del tipo pegajosa. Echaba de menos la confianza en mí misma. Echaba de menos sentirme bonita y fuerte. Echaba de menos sentirme despreocupada.

    Una semana. Durante una semana había sentido todas esas cosas. Sentí las lágrimas deslizarse por mi mejilla y gemí de nuevo. Estaba tan jodidamente harta de llorar. Había llorado lo suficiente para tres vidas. Llorar no me llevaría a ninguna parte. Llorar sólo me hacía sentir peor y definitivamente no me hacía ver mejor. Era una llorona fea. Lo sabía por experiencia.

    Me limpié la mano en la cara, negándome a llorar por algo que podía o no ser verdad. Inhalé por la nariz, alejando los sentimientos de desesperación y tristeza. No quería que él volviera a entrar y me viera llorando otra vez.

    Cspítulo Dos

    Luke

    ––––––––

    No deseaba mudarme de nuevo. Tres mudanzas, no, cuatro en el mismo número de semanas, aquello me estaba matando. Me sentía como una piedra rodante. Metí la última ropa del cajón en la maleta que apenas tuve tiempo de desempaquetar y la llevé a mi coche. Me dije a mí mismo que era una buena idea, pero en el fondo de mi mente, no estaba tan seguro.

    Paul quería que viviera en la casa. Aparentemente, iba a tener un par de meses muy ocupados y sentía que sería más fácil y conveniente para todas las partes involucradas si yo vivía allí. Le expliqué que Bree y yo no íbamos a tener una relación todavía. Le dejé claro que todavía me preocupaba por ella, pero hasta que las cosas estuvieran más asentadas, teníamos que ser estrictamente profesionales.

    Decir que el hombre era feliz era quedarse corto. Había rechazado la idea varias veces, dando numerosas excusas, pero Paul Sullivan no era el tipo de hombre al que uno le podía decir que no. Estaba seguro

    ¿Disfrutas la vista previa?
    Página 1 de 1