Pariéndote

Por Ana Hernández Vila

Pequeño relato de un parto. Aquel momento tan desconocido.
Lo sufrimos. Lo pasamos. Lo olvidamos. Así es como un acontecimiento pasa desapercibido. Lo he escrito por mí, por mi hija y por todas las mujeres que recuerdan y quieren recordar.
Los nombres que aparecen son ficticios.

• Idioma: Español
• Editorial: Ana Hernández Vila
• Fecha de lanzamiento: 21 mar 2020
• ISBN: 9780463663486

Ana Hernández Vila

Mofred es mi palco escénico, mi alma salvaje, el lugar donde soy, siento, duermo, sueño. Es el tiempo aparte donde me encuentro y me muevo. Es el silencio del telón que se aparta cuando los ojos se abren, la historia vive y se comparte en secreto. Todos esperan atentos, mis versos también.Mofred es yo, yo soy Mofred. Salió de mí un día para salvarme de un profesor al que le gustaba romper mis poemas antes de leerlos. Ese día firmé : Mofred.Me salvé.

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Pariéndote

By mofred - Ana Hernández Vila

Copyright 2020 Ana Hernández Vila, Mofred

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Pariéndote

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octubre, 2018

1.

«Chanel, ¿y tú?

—Bueno, yo todavía no sé si será niño o niña…

—Pues, seguro que es niña. En el curso preparto eran casi todas niñas. No hacía falta preguntar, estaba claro, era siempre niña. Todo niñas este octubre. ¿Has pensado en los nombres?

—Sí: Enea y Nilde.

—¡Nilde!»

No la conozco pero ya me gusta. Está sonriendo, como si estuviese segura de haber acertado, como si ya lo supiese. Me gustan sus gestos. Me gustan sus manos. Son sinceras, espontáneas, se nota que están a gusto. No recuerdo su nombre. Me lo ha dicho hace poco. Violeta, creo. Estamos sentadas en la sala de espera, en la maternidad del hospital universitario. Nos han citado a ambas para lo mismo. Inducción al parto. Hay varias mujeres como nosotras. Parece que sea lo normal. ¿No sería mejor dejarnos parir de forma natural? Quizá a los bebés les guste estar cuarenta y dos semanas en el vientre calentito, lejos de la sociedad, muy lejos. Violeta es tímida. Me gusta eso también. Que no sea pesada, que no hable por hablar. Es curioso. Instantáneamente me entran ganas de hablar a mí… ¿de ser la pesada? Sea por lo que sea, me da confianza. Sé que puedo hablar. Quizá a ella también le hayan aplicado la técnica de Hamilton. ¿Se lo habrán explicado antes, le habrán pedido permiso? ¿O le habrán cogido por sorpresa y a traición, forzándola… como en una violación? Para mí, eso es lo que ha sido. Si te agarran con fuerza las piernas y te penetran mientras tú gritas ¡No!