Diario de a bordo: Segundo viaje, tercer y cuarto viaje
Por Cristóbal Colón
3.5/5
()
Información de este libro electrónico
En su segundo viaje Colón salió de Cádiz el 25 de septiembre de 1493 con tres galeones o carracas, 14 carabelas y 1 .500 acompañantes. Llegó a las Islas Caribes el 4 de noviembre del mismo año. Descubrió la Isla de Borinquen (Puerto Rico) y el 27 noviembre llegó a La Española, donde con dolor solo encontró las ruinas del fuerte de La Navidad. Estuvo en La Española hasta el 24 de abril de 1494, dejando reconstruida una población que llamó La Isabela. Siguiendo su viaje descubrió la isla de Jamaica, el día 3 de mayo. Recorrió el sur de Cuba y llegó hasta la isla de Pinos que llamó Evangelista. Regresó enfermo a La Isabela, y mejorado, volvió a España.
Esta expedición estaba muy bien equipada, incluso con todo lo necesario para el establecimiento y conquista; llevó caballos, vacas, ove jas, cabras, cerdos y aves de corral; entre las semillas y plantas: trigo, cebada, la vid, el limón, el naranjo y caña de azúcar (llamada por entonces oro blanco).
En su tercer viaje —en 1498— descubrió la isla de Trinidad, el río Orinoco y parte de América del Sur. También fue arrestado por el juez, Francisco de Bobadilla, por supuestas irregularidades en su gobierno.
Su cuarto y último viaje fue de mayo de 1502 a 17 de noviembre de 1504, cuando volvió enfermo a España. Visitó las pequeñas Antillas, La Española, Jamaica y Honduras.
Lee más de Cristóbal Colón
El Nuevo Mundo Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLos cuatro viajes del Almirante y su testamento Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificaciones
Relacionado con Diario de a bordo
Títulos en esta serie (41)
De Madrid a Nápoles Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesTobías, o La cárcel a la vela: Producción americana escrita en los mares del Sur Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesDiario de la navegación Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesViajes por España Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLa Alpujarra Calificación: 3 de 5 estrellas3/5Viajes por Filipinas Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesDerroteros y viajes a la ciudad encantada Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesDiario de un reconocimiento de las guardias y fortines Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesDiario de a bordo: Segundo viaje, tercer y cuarto viaje Calificación: 4 de 5 estrellas4/5La aventura del Amazonas Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesApuntaciones sueltas de Inglaterra Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Diario de a bordo: Primer viaje Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Viajes y descripciones Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesDescripción e historia de Paraguay Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesEmbajada a Samarcanda: Vida y hazañas del gran Tamorlán Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesInformes de don Félix Azara, sobre varios proyectos de colonizar el Chaco Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesCorrespondencia oficial Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesViaje alrededor del mundo Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesViaje de La Habana a New Jersey Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesRelación de un viaje al Río de la Plata Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesViaje a Italia Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesViaje de Boston a Portsmouth Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesViajes por Italia Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesExpedición de catalanes y aragoneses al Oriente Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesAntología Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesViajes por Rusia e Italia Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesViajes Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesRecuerdos de viaje por Francia y Bélgica en 1840-1841 Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesViajes por Europa, África y América 1845-1848 Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesViajes de un colombiano por Europa I Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificaciones
Libros electrónicos relacionados
Vida del almirante don Cristóbal Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLas antípodas y el siglo Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesCoronado Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesQuién es quién en la piratería: Hechos singulares de las vidas y muertes de los piratas y bucaneros Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Descubrimiento del río de las Amazonas Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesEl renuevo y otros cuentos Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesPrimer viaje alrededor del mundo Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Mundus Novus Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesMemorias de un viajero peruano Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesDiario de a bordo: Primer viaje Calificación: 4 de 5 estrellas4/5El mundo privado de los emigrantes en indias Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Relatos del mar Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesUn conflicto nacional: Moriscos y cristianos viejos en Valencia Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLas grandes lluvias Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificaciones7 mejores cuentos de Carlos Díaz Dufoo Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesNuestro Maravilloso Mundo Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificaciones7 mejores cuentos de Julio Verne Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLas misiones de indios chiquitos que en el Paraguay tienen los padres de la Compañía de Jesús Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLas conquistas de México y Yucatán Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesEl pacífico hispanoamericano: Política y comercio asiático en el imperio español (1680-1784). Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesCompendio Insular. Islas del mundo Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesHistoria eclesiástica indiana Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesFlores de baria poesía: Cancionero novohispano del siglo XVI Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesBojeo de Cuba Calificación: 1 de 5 estrellas1/5Memorias: Un fraile mexicano desterrado en Europa Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesEl archipiélago cubano Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesNaufragios: Barcos españoles en aguas de Cuba (siglos XVI y XVII) Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesAntología Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesExperiencias y testimonios etnohistóricos Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificaciones7 mejores cuentos de Efrén Rebolledo Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificaciones
Viajes para usted
Aprende inglés desde cero Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Cómo viajar barato Calificación: 4 de 5 estrellas4/51001 Curiosidades de Barcelona: Historias, curiosidades y anécdotas Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLibro de las maravillas del mundo Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesDo You Speak English?: Versión en Español Calificación: 4 de 5 estrellas4/5La Secuencia De La Compra: The Buying Curve Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLos viajes de Marco Polo Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Viaje a Japón: Turismo fácil y por tu cuenta Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Rumbo a Tartaria: Un viaje por los Balcanes, Oriente Próximo y el Cáucaso Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Tierra Santa: Guía en cuerpo y alma Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesCasa Rodante: Lo que no te Dicen pero Deberías Saber para Viajar o Vivir en una Casa Rodante Calificación: 3 de 5 estrellas3/5Como sacar una tarjeta de credito en Estados Unidos Calificación: 1 de 5 estrellas1/5Administración de negocios gastronómicos: El ABC de las operaciones de restaurantes y establecimientos afines Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesViaje a Nicaragua Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesEl Lado Oscuro De Disney Calificación: 3 de 5 estrellas3/5Limpieza, tratamiento y mantenimiento de suelos, paredes y techos en edificios y locales. SSCM0108 Calificación: 3 de 5 estrellas3/5Guía para viajeros inocentes Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesCuadernos perdidos de Japón Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Los secretos de las calles de Madrid: Descubra las curiosidades más relevantes de la Villa y Corte Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesAtlas de la España imaginaria Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Viajar Para Trascender: Sobrepasa Los Limites Culturales Para Descubrir Tu Verdadera Identidad Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesViaje a Nápoles Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesAlexander von Humboldt: El anhelo por lo desconocido Calificación: 4 de 5 estrellas4/5GuíaBurros El Camino de Santiago y el juego de la Oca: Claves del buen saber Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesSpanish Phrasebook for Tourism, Friendship & Fun in Spain Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesNueva York, guía ligera Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesHoteles para soñar Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesCatedrales góticas de España: Guía en cuerpo y alma Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificaciones
Comentarios para Diario de a bordo
33 clasificaciones2 comentarios
- Calificación: 3 de 5 estrellas3/5Very brief, easy to read, great for young readers or the classroom. The pictures are well done and a good conversation point, along with the maps and woodcuts.
- Calificación: 3 de 5 estrellas3/5This translation is mainly directed at sailors who would like to follow Columbus's course, and its coverage of the debates over Columbus's first landfall and the course of his first voyage is thorough and interesting. The text of the log, however, is unreliable and tampers with the Spanish sources, although at least the most blatant instances of tampering are usually mentioned in a footnote. The style is perhaps too casual, and the approach to Columbus himself is unabashedly hero-worshiping. I'm finding the appendices to be the best parts of the book. One contains an abridged reprint of Gustavus V. Fox's case for Samana Cay as Columbus's "San Salvador." Robert H. Fuson is an academic geographer with a military background.
Vista previa del libro
Diario de a bordo - Cristóbal Colón
Cristóbal Colón
Diario de a bordo
Segundo, tercer y cuarto viaje
Edición de Ignacio Braulio Anzoátegui
Barcelona 2024
Linkgua-ediciones.com
Créditos
Título original: Diario de a bordo.
© 2024, Red ediciones.
e-mail: info@linkgua.com
Diseño de la colección: Michel Mallard.
ISBN rústica ilustrada: 978-84-9007-566-1.
ISBN tapa dura: 978-84-1126-735-9.
ISBN ebook: 978-84-9897-036-4.
Cualquier forma de reproducción, distribución, comunicación pública o transformación de esta obra solo puede ser realizada con la autorización de sus titulares, salvo excepción prevista por la ley. Diríjase a CEDRO (Centro Español de Derechos Reprográficos, www.cedro.org) si necesita fotocopiar, escanear o hacer copias digitales de algún fragmento de esta obra.
Sumario
Créditos 4
Brevísima presentación 7
La vida 7
El viaje 7
El segundo viaje 9
Memorial que para los Reyes Católicos dio el Almirante a don Antonio de Torres 11
El tercer viaje 27
Carta del Almirante a los Reyes Católicos 29
El cuarto viaje 51
Carta del Almirante a los Reyes Católicos 53
Testamento 71
Libros a la carta 91
Brevísima presentación
La vida
Hijo de Domenico Colombo y Susana Fontanarossa. Se sabe poco de su infancia pues la Historia del almirante, escrita por su hijo Hernando, mezcla hechos imaginarios y reales.
En 1470 su familia se trasladó a Savona y emprendió continuos viajes comerciales. Por entonces, el joven Cristóbal se aficionó a la cartografía y empezó a vender cartas geográficas confeccionadas por él.
Navegaba con menos de veinte años y su formación marinera era autodidacta. Influido por Marco Polo, Colón pensaba que podía alcanzar Catay y Cipango (China y Japón) dirigiéndose a occidente y animado por esta hipótesis presentó su idea a Juan II de Portugal, sin que llegasen a alcanzar un acuerdo.
En 1489 la reina Isabel lo llamó a su corte. Tras negociaciones que estuvieron a punto de fracasar, Colón zarpó del puerto de Palos de Moguer el 3 de agosto de 1492. Le concedieron los títulos de almirante, virrey y gobernador de las nuevas tierras que conquistara. Descubrió algo más que el Nuevo Mundo, mostró que Europa desconocía dos tercios de la superficie terrestre.
El viaje
Ninguna aventura en la historia ha sido más crucial que la llegada de la carabela Santa María a las Américas en 1492, un acontecimiento que supuso un extraordinario ensanchamiento del mundo —para algunos incluso el comienzo de lo que hoy llamamos globalización— y el encuentro de dos mundos que se ignoraban. Pero, ¿cómo se le ocurrió a Colón el insensato proyecto de llegar a Oriente por Occidente? Y, sobre todo, ¿cómo consiguió convencer a los Reyes Católicos para que financiaran la aventura, a pesar de la incredulidad y de las reservas de los políticos y los científicos de la época? El relato de Colón en el Diario de a bordo —transcrito por Bartolomé de Las Casas— nos descubre a un personaje fascinante y contradictorio, que pasa del entusiasmo a la desconfianza o a las especulaciones geográficas más aventuradas (la confusión, por ejemplo, de Cuba por Cipango, el nombre que los europeos daban a Japón durante el Medioevo). Sin embargo, aunque en su persona se mezclen la maravilla ante el mundo desconocido, el piadoso deseo de evangelizar a los «salvajes» y una manifiesta avidez de riquezas, Colón fue sin duda un explorador y un navegante increíblemente visionario.
El segundo viaje
Memorial que para los Reyes Católicos dio el Almirante a don Antonio de Torres
Lo que vos, Antonio de Torres, capitán de la nao Marigalante y alcaide de la ciudad Isabela, habéis de decir y suplicar de mi parte al Rey y la Reina Nuestros Señores es lo siguiente:
Primeramente, dadas las cartas de creencia que lleváis de mí para Sus Altezas, besaréis por mí sus reales pies y manos, y me encomendaréis en Sus Altezas como a Rey y Reina mis Señores naturales, en cuyo servicio yo deseo fenecer mis días, como esto más largamente vos podréis decir a Sus Altezas, según lo que en mí vistes y supisteis.
Ítem: Como quiera que por las cartas que a Sus Altezas escribo y aun el Padre Fray Buil y el Tesorero, podrán comprender todo lo que acá después de nuestra llegada se hizo, y esto harto por menudo y extensamente; con todo, diréis a Sus Altezas de mi parte que a Dios ha placido darme tal gracia para en su servicio, que hasta aquí no hallo yo menos ni se ha hallado en cosa alguna de lo que escribí y dije y afirmé a Sus Altezas en los días pasados, antes, por gracia de Dios, espero que aún muy más claramente y muy presto por la obra parecerá, porque las cosas de especería en solas las orillas de la mar, sin haber entrado dentro en la tierra, se halla tal rastro y principios de ella, que es razón que se esperen muy mejores fines, y esto mismo en las minas del oro, porque con solos dos que fueron a descubrir cada una por su parte, sin detenerse allá porque era poca gente, se ha descubierto tantos ríos tan poblados de oro que cualquier de los que lo vieron cogieron solamente con las manos por muestra vinieron tan alegres y dicen tantas cosas de la abundancia de ello que yo tengo empacho de las decir y escribir a Sus Altezas; pero, porque allá va Gorbalán, que fue uno de los descubridores, él dirá lo que vio, aunque acá queda otro que llaman Hojeda, criado del Duque de Medinaceli, muy discreto mozo y de muy buen recaudo, que sin duda y aun sin comparación descubrió mucho más, según el memorial de los ríos que él trajo, diciendo que en cada uno de ellos hay cosa de no creella; por lo cual Sus Altezas pueden dar gracias a Dios, pues tan favorablemente se ha en todas sus cosas.
Ítem: Diréis a Sus Altezas, como quier que ya se les escribe, que yo deseaba mucho en esta armada poderles enviar mayor cantidad de oro del que acá se espera poder coger, si la gente que acá está nuestra, la mayor parte súbitamente no cayera doliente; pero, porque ya esta armada non se podía detener acá más, siquiera por la costa grande que hace, siquiera porque el tiempo es éste propio para ir y poder volver los que han de traer acá las cosas que aquí hacen mucha mengua, porque si tardasen de irse de aquí non podrían volverse para mayo los que han de volver, y, allende de esto, si con los sanos que acá se hallan, así en mar como en tierra en la población, yo quisiera emprender de ir a las minas o ríos agora, había muchas dificultades y aun peligros, porque de aquí a 23 o 24 leguas, en donde hay puertos y ríos para pasar y para tan largo camino y para estar allá el tiempo que sería menester para coger el oro, había menester llevar muchos mantenimientos, los cuales non podían llevar a cuestas, ni hay bestias acá que a esto pudiesen suplir, ni los caminos y pasos non están tan aparejados, como quier que se han comenzado a adobar para que se pudiesen pasar; y también era grande inconveniente dejar acá los dolientes en lugar abierto y chozas, y las provisiones y mantenimientos que están en tierra, que, como quier que estos indios se hayan mostrado a los descubridores y se muestran cada día muy simples y sin malicia, con todo, porque cada día vienen acá entre nosotros, non pareció que fuera buen consejo meter a riesgo y a ventura de perderse esta gente y los mantenimientos, lo que un indio con un tizón podría hacer poniendo fuego a las chozas, porque de noche y de día siempre van y vienen; a causa de ellos tenemos guardas en el campo mientras la población está abierta y sin defensión.
Otrosí: Como habemos visto en los que fueron por tierra a descubrir que los