Hay que ver lo que da de sí una sobremesa cuando se tiene enfrente a uno de los mayores conocedores y defensores de los vinos generosos en nuestro país. Han pasado un par de semanas de aquel encuentro con Santi Carrillo, sumiller del estrellado y siempre fascinante Corral de la Morería, y uno sigue sin dar crédito al hecho de que la historia de La Inglesa siga siendo hoy prácticamente desconocida.
Es algo que ignoran incluso aquellos que recientemente han descubierto, por fin, su faceta más hedonista entre amontillados, manzanillas, olorosos, moscateles o palos cortados.