LISBOA TRAS EL SEÍSMO
EN 1755 LISBOA ERA UNA CAPITAL PRÓSPERA Y VI-TALISTA QUE AÚN VIVÍA DE LAS REN-TAS DE SU PASA-DO ESPLENDOR. Pese a este empuje económico, es necesario recordar que su vecina Oporto fue la que dio nombre a Portugal al fundirse los términos "Porto" y "Cale", que hacían alusión al puerto asomado a la orilla derecha del Duero y a la ciudad de Cale que, en su orilla izquierda, había sido fundada por los civilizadores romanos en el solar donde hoy se levanta Vilanova de Gaia.
En 1143 Portugal aún era un condado dependiente del Reino de León hasta que inició su singladura en solitario con Alfonso Henriques, su primer monarca.
PASADO MONUMENTAL
Como, Roma, Lisboa también se asentaba sobre siete colinas, siendo la que corona el castillo de San Jorge la que eligieron los romanos primero, y los árabes después, para establecer el núcleo principal de la defensa de aquella ciudad que un día se lanzaría al mar para el explorar el mundo.
La víspera de la tragedia, en la explanada polvorienta que se asomaba al Tajo, destacaba el Palacio de la Ribeira que durante dos siglos había sido residencia de los reyes, y cuyo emblemático en 1581, a petición del rey como símbolo de su poder cuando Portugal fue traspasada a la corona española tras la aciaga desaparición, en la batalla de Alcazarquivir, del infante .
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