El archipiélago cubano
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Antonio Núñez Jiménez
Antonio Núñez Jiménez (1923-1998) Calificado como “Cuarto descubridor de Cuba” por su relevante obra científica. Doctor en Filosofía y Letras en la Universidad de La Habana, Doctor en Ciencias Geográficas de la Universidad Lomonosov de Moscú. Desarrolló investigaciones, exploraciones y expediciones en el Polo Norte, China, Los Andes, Islas Galápagos, los ríos Amazonas y Orinoco, entre otras regiones. Su extensa obra literaria comprende más de 190 libros y folletos, y 1665 artículos. Obtuvo los grados de Capitán del Ejército Rebelde bajo el mando de Ernesto “Che” Guevara. En el Gobierno Revolucionario ocupó los cargos de Director del Instituto Nacional de la Reforma Agraria, Presidente del Banco Nacional, Jefe de Artillería, Presidente fundador de la Academia de Ciencias de Cuba, Embajador de Cuba en Perú, Diputado a la Asamblea Nacional y Presidente de la Fundación de la Naturaleza y el Hombre
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El archipiélago cubano - Antonio Núñez Jiménez
Edición para e-book: Lic. Laura Herrera Caseiro
Edición base: Lic. Rosario Esteva Morales
Cubierta, diseño interior y composición: Lic. Carlos Alberto Talavera Coronel
Emplane e-book: Amarelis González La O
Primera edición, 1982
Segunda edición, 2000
Tercera edición, 2014
Cubierta: Mapa antiguo de la Isla de Cuba
.
Archivo de la Universidad de la Florida, Gainesville, Estados Unidos.
© Herederos de Antonio Núñez Jiménez, 2014
© Sobre la presente edición:
Editorial Científico-Técnica, 2016
ISBN 978-959-230-001-9 Obra Completa
ISBN 978-959-230-089-7 Volumen 1
ISBN 978-959-05-0941-4 Editorial Científico-Técnica.
Estimado lector, le estaremos muy agradecidos si nos hace llegar su opinión, por escrito, acerca de este libro y nuestras ediciones.
Instituto Cubano del Libro
Editorial Científico-Técnica
Calle 14 Núm. 4104, Playa, La Habana, Cuba.
Correo: editorialmil@cubarte.cult.cu
1
Índice de contenido
AGRADECIMIENTOS
PRÓLOGO
PREFACIO
INTRODUCCIÓN
CAPÍTULO I. Cuba
SITUACIÓN
DISTANCIA DE CUBA A LAS TIERRAS VECINAS Y LEJANAS
EL NOMBRE DE CUBA
CAPÍTULO II. El factor de la localización y su influencia histórica
LOCALIZACIÓN CENTRAL Y LOCALIZACIÓN PERIFÉRICA
EL LLAMADO FATALISMO GEOGRÁFICO EN CUBA
LA DOBLE INSULARIDAD DE CUBA
CUBA COMPARADA
EL HOMBRE Y SU MEDIO
INFLUENCIA DE FACTORES GEOGRÁFICOS EN LA HISTORIA DE CUBA
EL ARCHIPIÉLAGO
LAS CONSTITUCIONES DE CUBA EN RELACIÓN CON SUS LÍMITES
IDIOMA
POBLACIÓN
RELIGIONES
CAPÍTULO III. Extensión
LAS PRIMERAS MEDIDAS
LA EXPOSICIÓN DE HUMBOLDT
CUBA EN EL CUADRO ESTADÍSTICO DE LA SIEMPRE FIEL ISLA DE CUBA EN I827
LOS DATOS DE JOSÉ MARÍA DE LA TORRE
APORTES DE ESTEBAN PICHARDO
MIGUEL RODRÍGUEZ FERRER
DATOS DEL MINISTERIO DE GOBERNACIÓN DE ESPAÑA
EL SERVICIO GEODÉSICO DE LOS ESTADOS UNIDOS
ROBERT T. HILL
CORONEL E. SP. J. GREBLE
MEDIDA DEL ÁREA DE CUBA
ÁREA DE CUBA SEGÚN LAS DISTINTAS FUENTES
CAPÍTULO IV. Configuración
BAXO DE LAS FRECHAS UN LAGARTO
UN LARGO LAGARTO VERDE
MI CAIMÁN SONORO
COMO UN GIRÓN
HOJA DE SALCE (SAUCE)
UN ARCO
LENGUA DE PÁJARO… SERPIENTE… CAIMÁN
DE NUEVO UNA HOJA DE SALSE
Y ARADO QUE LABRA EN LAS AGUAS
ARADO ROMANO
ES A UN ARCO PARECIDA
ESPECIE DE MEDIA LUNA
TIBURÓN DE CABEZA DE MARTILLO
CAPÍTULO V. El Archipiélago desde el aire
LAS AGRUPACIONES OROGRÁFICAS
LA CABEZA
DEL CAIMÁN
GRUPO DE SAGUA-BARACOA
RÍO TOA
SIERRA DE NIPE
GRUPO DE MANIABÓN
HOLGUÍN
SANTIAGO DE CUBA
LA SIERRA MAESTRA
DE NUEVO SOBRE LA SIERRA MAESTRA
LAS TUNAS
CAMAGÜEY
CIEGO DE ÁVILA
SANCTI SPIRITUS
LAS MONTAÑAS DE EL ESCAMBRAY
DE CIENFUEGOS A CAIBARIÉN
RUMBO A MATANZAS
PENÍNSULA DE ZAPATA
PROVINCIA MAYABEQUE
PROVINCIA ARTEMISA
SIERRA DEL ROSARIO
ISLA DE LA JUVENTUD
SIERRA DE LOS ÓRGANOS
CAPÍTULO VI. Clima
EFECTO TÉRMICO DE LAS CORRIENTES MARINAS
CLIMA SEMICONTINENTAL DE CUBA
LOS ALISIOS
BRISAS Y TERRALES
LA TEMPERATURA
LA HUMEDAD
LAS PRECIPITACIONES
LOS CICLONES
HURACANES NOTABLES EN CUBA
CAPÍTULO VII. Hidrografía
RÍOS
LAGOS
CUENCAS SUBTERRÁNEAS
CIÉNAGAS
AGUAS MINERALES, MEDICINALES Y TERMALES. FANGOS
CAPÍTULO VIII. Grupos Insulares
ORIGEN DE LAS ISLAS Y CAYOS
RECURSOS ECONÓMICOS DE LAS CAYERÍAS
ISLA DE CUBA
GRUPO INSULAR DE LOS COLORADOS
GRUPO INSULAR DEL JARDÍN DEL REY O DE SABANA-CAMAGÜEY
GRUPO INSULAR DE JARDINES DE LA REINA
GRUPO INSULAR DE LOS CANARREOS
CAPÍTULO IX. Mar Territorial, Zona Económica, subsueloy espacio aéreo
MAR TERRITORIAL
DECRETO-LEY NÚMERO 1 DEL 26 DE FEBRERO DE 1977
ZONA ECONÓMICA MARÍTIMA
ZONA ECONÓMICA MARÍTIMA ENTRE CUBA Y JAMAICA
ZONA ECONÓMICA MARÍTIMA ENTRE CUBA Y MÉXICO
ZONA ECONÓMICA MARÍTIMA ENTRE CUBA Y LOS ESTADOS UNIDOS
ZONA ECONÓMICA MARÍTIMA ENTRE CUBA Y LAS BAHAMAS
ZONA ECONÓMICA MARÍTIMA ENTRE CUBAY HAITÍ
SUBSUELO
ESPACIO AÉREO
CAPÍTULO X. Valoración de Cuba. Secreto y Grandeza
SECRETO
DESAPARICIÓN DE CUBA
CUBA Y EL AUGE DE LOS ESTADOS UNIDOS
MISTERIO
MISTERIO
GRANDEZA
FRANCISCO DE ARANGO Y PARREÑO
ALEJANDRO DE HUMBOLDT
JOHN QUINCY ADAMS
THOMAS JEFFERSON
FÉLIX VARELA
JOSÉ ANTONIO SACO
DOMINGO DEL MONTE
JOSÉ MARÍA DE LA TORRE
MIGUEL RODRÍGUEZ FERRER
JOSÉ MARTÍ
MIGUEL VARONA GUERRERO
RAÚL ROA
SALVADOR MASSIP
HERMINIO PORTELL VILÁ
BAUTIZOS EN EL TIEMPO
CAPÍTULO XI. Guantánamo: Frontera inaceptable
BAHÍA DE GUANTÁNAMO
CÓMO VEN LOS YANQUIS LA BASE NAVAL DE GUANTÁNAMO
ENMIENDA PLATT Y EL TRATADO PERMANENTE
CONVENIO DE 1903
LOS YANQUIS AMPLÍAN LOS LÍMITES DE LA BASE NAVAL
NUEVO CONVENIO EN l934
LOS YANQUIS SE ADUEÑAN DE LAS AGUAS DEL RÍO YATERAS
EL PUEBLO ARMADO CAPTURA VEINTINUEVE MARINES DE LA BASE NAVAL
EL COMANDANTE ERNESTO CHE GUEVARA Y LA ADUANA CUBANA FRENTE A LA BASE NAVAL
FIDEL Y LA BASE NAVAL
CAPÍTULO XII. Intentos para comprar a Cuba
INTENTO DE CAMBIAR A CUBA POR GIBRALTAR
CUBA, UNA VEZ SEPARADA DE ESPAÑA
CUBA: NUESTRA FRONTERA MARÍTIMA AL SUR DE SAVANNAH
CUBA: ¿GARANTÍA DE UN EMPRÉSTITO NORTEAMERICANO A ESPAÑA?
BÉLGICA INTENTA COMPRAR A ISLA DE PINOS
ESTADOS UNIDOS DESEA COMPRAR A CUBA
LA PROPOSICIÓN DE QUE LOS CUBANOS COMPRASEN A CUBA
¿QUEREMOS A CUBA?
VINDICACIÓN DE CUBA
: MARTÍ RESPONDE A LOS YANQUIS
¡QUIÉN HA VISTO QUE UN HOMBRE CON ORGULLO QUIERA VENDER UN COCODRILO VERDE!
CAPÍTULO XIII. División Regional mayor de Cuba
PAÍS EMERGIDO
PAÍS SUMERGIDO
MAR TERRITORIAL Y ZONA ECONÓMICA
PAÍS SUBTERRÁNEO
ATMÓSFERA
CLASIFICACIÓN TRIDIMENSIONAL
RESUMEN DE LA MACRODIVISIÓN DE CUBA
CAPÍTULO XIV. Región Occidental
CLIMA
ECONOMÍA
GEOGRAFÍA DE LA CIRCULACIÓN
SUBREGIONES OCCIDENTALES
CAPÍTULO XV. Región Central
CLIMA
GEOGRAFÍA DE LA CIRCULACIÓN
SUBREGIONES CENTRALES
CAPÍTULO XVI. Región Centro-Oriental
CLIMA
ECONOMÍA
GEOGRAFÍA DE LA CIRCULACIÓN
CAPÍTULO XVII. Región Oriental
CLIMA
ECONOMÍA
GEOGRAFÍA DE LA CIRCULACIÓN
SUBREGIONES
CAPÍTULO XVIII. Reparto de indios y toponimia
ENCOMIENDAS DE INDIOS
CAPÍTULO XIX. Primeras Mercedes de tierra y topónimos aborígenes
MERCEDES DE TIERRAS A PARTIR DE 1551
TOPÓNIMOS ABORÍGENES
CAPÍTULO XX. La Habana, la sabana, ¿la llanura?
LA PROVINCIA DE LA HAUANA
HAVANA
LA ABANA
SABANEQUE
CAPÍTULO XXI. Topónimos de origen español, africano, francés, chino e inglés
NOMBRES CRISTIANOS
REBELDÍA DE LOS ESCLAVOS EN LA TOPONIMIA
NOMBRES FRANCESES
LOS CHINOS TAMBIÉN DEJARON SUS TOPÓNIMOS
IMPRONTA TOPONÍMICA DE LOS YANQUIS
CUMBERLAND
CAPÍTULO XXII. Topónimos de la flora
ÁRBOLES QUE DAN NOMBRE A LA TIERRA
NOMBRES ORIGINADOS POR LA DEFORESTACIÓN
TOPONIMIA ABORIGEN EN SINGULAR Y PLURAL
CAPÍTULO XXIII. Historia de los nombres
NOMBRES DEFORMADOS
REVOLUCIÓN Y TOPONIMIA
CAMBIOS DE NOMBRES
CAMBIO DE TOPÓNIMOS EN MATANZAS
NOMBRES DE PALENQUES
ALGUNOS TOPÓNIMOS DE LA CAMPAÑA LIBERTADORA DE OCCIDENTE
EN EL DIARIO DE MÁXIMO GÓMEZ
TIMBAMBÁ
WEYLER Y LA TOPONIMIA
Ilustraciones
Bibliografía
Serie
Cuba: La Naturaleza y el Hombre Antonio Núñez Jiménez
Datos de autor
¡El poema está en la Naturaleza,
madre de senos próvidos, esposa
que jamás desama, oráculo que
siempre responde, poeta de mil
lenguas, maga que hace entender
lo que no dice, consoladora que
fortifica y embalsama!
José Martí
AGRADECIMIENTOS
Al doctor Nicasio Viña Bayés por la revisión general de esta obra, Juan José Vega y Alfredo Jam, de la Junta Central de Planificación, por la actualización de los datos económicos; Sonia Pérez Cantón por su aporte a las notas demográficas; Ángel Graña González, licenciada Patricia Núñez Velis por su eficaz colaboración y a la doctora Silvia Nereida Pérez González por sus aportes en el capítulo dedicado a la Economía.
Igualmente, el autor agradece la labor mecanográfica a Luis E. Díaz Carcassés y la licenciada Liliana Núñez Velis, Armando Carrero Fernández Pendés, del Ministerio de Educación, así como al doctor Waldo Argüelles Mariño y licenciadas Roxana Villalba Rojas y Raquel Cantero Muñoz por la revisión del original.
PRÓLOGO
Por el íntimo orgullo que experimentamos, pues en cierto modo nos asociamos a su grandeza, cuando decimos de algún personaje importante: yo le vi nacer
, yo le tuve entre mis brazos
o yo le enseñé a leer
, es que me siento inclinada a pensar respecto a esta obra, pues no solo la vi nacer, sino que también la vi gestarse y pude penetrar en sus raíces, analizar su crecimiento y su poderoso desarrollo por haberla seguido paso a paso mientras crecía y se desarrollaba.
Al prologar Cuba: la Naturaleza y el Hombre, obra en tan numerosos volúmenes, escrita por el doctor Antonio Núñez Jiménez, son muchos los recuerdos que vienen a mi mente sobre la amistad y el trabajo que me ligan a su autor, desde que lo conocí junto al doctor Salvador Massip hace 40 años, cuando aún adolescente, recién había fundado la Sociedad Espeleológica de Cuba. Fue un encuentro entre el presente y el porvenir que en el transcurso del tiempo devendría a su vez pasado y presente, en el morir y renacer del eterno ciclo de la vida. Este prólogo pretende ser un puente tendido entre el pasado lejano de la década de los años 40 y el presente esplendoroso del desarrollo de la Geografía en nuestro país, del cual Núñez Jiménez es, a la vez, promotor y parte.
Recuerdo ahora a aquel muchacho imberbe, alto y enjuto, tan serio, vibrar de entusiasmo al relatarnos sus primeras exploraciones a las Cuevas de Candela, en la provincia de La Habana y a la región de Mayarí, en Oriente. La vista del cañaveral ardiente de Mayarí, la subida de las cuestas desde las cuales iba dominando paisajes de mares y montañas, el paso a caballo por el pueblo de Mayarí, al andar por los húmedos meandros del caudaloso río y, al abandonarlos, penetrar en el bosque tropical que cubría entonces la zona de Seboruco, la ascensión del áspero farallón para bajar después a sus lóbregas cavernas, entre estalactitas y estalagmitas, descubrieron al adolescente todo un mundo fascinante y desconocido, no solo para él, sino también para la mayoría de los cubanos, aislados unos de otros por la falta de comunicaciones. Aquella fabulosa región de Mayarí era aún parte de la Terra incógnita que aparecía al Oriente de Cuba, en muchos mapas de la Isla, hasta casi mediados del siglo
xviii
.
En aquellas primeras excursiones por las Lomas de Candela, en La Habana, y entre la costa de la Bahía de Nipe y los farallones de Seboruco, al pie de la Sierra de los Pinares de Mayarí, el ánimo del adolescente quedaría en suspenso, admirado y absorto en la contemplación de la naturaleza exuberante no humillada aún por el hombre; allí, exultante por el descubrimiento de estalactitas y estalagmitas, bellísimas joyas naturales escondidas en el interior de la caverna oscura, le amagó el deseo vehemente de adueñarse de aquella belleza incomparable y tomó allí la decisión irrevocable de estudiar profundamente a Cuba, desde la entraña subterránea hasta lo más alto de su superficie. Así se fijaría para siempre la pasión absorbente que le dominaba y que dominaría su vida entera: el amor infinito por la naturaleza, el sueño del bosque verde, de la roca hendida, de la caverna encantada; la aventura de lo desconocido; la sed insaciable de ver, de saber y de explicarse. Así se formó su personalidad y su entrañable amor a la tierra y a los que alienta hasta hoy, 41 años después.
Al regresar el adolescente a La Habana donde a la sazón estudiaba el bachillerato en Letras y Ciencias, traía de las montañas orientales un impetuoso entusiasmo que le arrebataba de sus ensueños y le impelía a la acción, para adentrarse en un mejor conocimiento de nuestro país.
A pesar de sus pocos años, Núñez Jiménez poseía alguna experiencia por sus andanzas con sus compañeros de aula en el Instituto y había estudiado casi todo lo que se había escrito en el siglo pasado sobre las cuevas de Cuba y recordaba lo dicho por Rodríguez Ferrer de que la Isla entera parece ser por debajo un laberinto de cuevas [...]
.
Después del impacto causado por Núñez Jiménez, por la exploración de Mayarí, era necesario convertir el sueño en acción; pero esa acción, para dar los frutos que nuestro novel explorador ambicionaba, no podía ser individual, debía ser colectiva. Al efecto convocó a sus condiscípulos de bachillerato. Había que difundir la idea, encontrar compañeros, hermanos que compartieran su fe en la necesidad de la acción.
Por aquellos tiempos era bastante singular encontrar jóvenes que se dieran a las tareas exploradoras y al campismo. A ello contribuía la escasez de vías de comunicación, la falta de una tradición y otros factores. Ya él se adiestraba a fines de la década del 40 en la disciplina y la técnica del campismo, habiéndose inscrito en la Institución Nacional C.P.C. (Conservar Pura Conducta) dedicada al campismo y luego en los Exploradores Nacionales
. También reunía algunos equipos improvisados.
Convencidos por el entusiasmo contagioso de Núñez Jiménez, algunos pocos jóvenes acogieron con calor su idea de fundar una institución para organizarse, con el fin de sistematizar las exploraciones que había comenzado individualmente, como aquel inolvidable viaje a las Cuevas de Seboruco. Así, el 15 de enero de 1940 tuvo nacimiento la Sociedad Espeleológica de Cuba, la primera con ese nombre y fines definidamente espeleológicos, que se fundaba en el Nuevo Mundo. Los objetivos que se proponían los miembros de aquella Sociedad, bautizada con tan extraño nombre, que solo los eruditos conocían, eran ambiciosos. Como lo imponía su nombre, explorarían grutas y ríos subterráneos, su naturaleza, su origen y formación, su flora y su fauna; pero también estudiarían las regiones menos conocidas del país, sus montañas, sus valles, sus sabanas, sus ciénagas, su pueblo.
¿Cómo un grupito de muchachos, la mayoría de los cuales, entre ellos su Presidente, no había arribado aún a los 17 años, cómo, digo, se atrevía a programar el desarrollo de una ciencia desconocida entre nosotros, lo que no se habían atrevido a hacer hombres de reconocido valer científico, quienes habían explorado muchas cuevas durante todo el siglo
xix
y la primera mitad del siglo
xx
?
La sed insaciable de saber que caracteriza la vida de Núñez Jiménez se manifiesta en los estudios e investigaciones que emprendiera incansablemente desde temprano.
A los 15 años, en el curso escolar 1938-1939, se prepara en el Colegio Instituto Cuba de esta capital, para ingresar en la Segunda Enseñanza y desde 1940 cursa los estudios de bachillerato en el Instituto Núm. 3 de La Víbora y se gradúa en el Instituto Núm.1, de La Habana, en 1944.
En 1945 se matricula en la escuela de Agronomía de la Universidad de La Habana; pero ya definida su vocación geográfica, por consejo del doctor Massip, a cuyas clases asistía como oyente diariamente, traslada su matrícula a la Escuela de Filosofía y Letras; comienza sus estudios en 1946 y los termina en 1950.
Obtiene diplomas de Premio Ordinario en Geografía general, Historia de la literatura española, Historia de América, Historia moderna y Geografía de Cuba; también obtiene diplomas y emolumentos con el Premio Especial Salvador Massip, en Geografía de Cuba, otorgado por la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de La Habana por su estudio de la región del Mariel y el Premio Sociedad Geográfica de Cuba, ambos obtenidos por oposición. En 1951 se gradúa de doctor en Filosofía y Letras con su tesis La Cueva de Bellamar.
Mientras estudia la carrera de Filosofía y Letras, sigue los cursos de Arqueología cubana: Técnica de excavaciones arqueológicas
y Ensayo de geología económica de Cuba
, en la Escuela de Verano de la Universidad de La Habana; y el curso Historia de la Guerra Hispano-cubano-americana
, dictado bajo los auspicios de la Sociedad Cubana de Estudios Históricos e Internacionales (1948). Más tarde, obtiene diplomas en el Seminario de Geografía dictado por la Comisión Nacional Cubana de la UNESCO (1954) y en el Seminario de Orientación Profesional Docente, dictado en el Colegio Nacional de Doctores en Ciencias y Filosofía y Letras.
Los ingentes esfuerzos de Núñez Jiménez al recorrer a pie o a caballo caminos escabrosos en largas jornadas, lugares recónditos de regiones casi desconocidas y despobladas, sin comunicaciones, sin tener asegurado el alimento y la habitación, durmiendo en descampado o en cavernas, o en la casa de los campesinos que le guiaban y compartían con él generosamente, exponiendo no pocas veces la vida, tuvieron sin embargo un reconocimiento: el primero, el de aquellos jóvenes que fundaron con él la Sociedad Espeleológica de Cuba.
Le aceptaron como jefe por sus conocimientos, por su precoz madurez, porque era imaginativo y audaz y no temía los riesgos, aunque con gran prudencia, trataba de no exponer a sus compañeros a peligros innecesarios. Por tanto, le eligieron Presidente de la novel Sociedad, de 1940 a 1950 y, en este último año, Director de su museo.
En 1943, cuando apenas había arribado a los 20 años de edad y sin haber terminado los estudios de bachillerato, patrocinado por los doctores don Carlos de la Torre y Huerta y Salvador Massip y Valdés, dos instituciones tan serias como la Sociedad de Historia Natural Felipe Poey y la Sociedad Geográfica de Cuba le eligieron Socio Titular y la última, en consideración a su trabajo, creó la sección de Espeleología y le eligió su Presidente, cargo que desempeñó de 1943 a 1953.
En 1944 el consejo de la última entidad le eligió Socio de Número; en 1948, también por elección, fue Relator y, de 1950 a 1951, su Secretario General.
En 1945, la Sociedad Cubana de Botánica le elige Socio Numerario y la Comisión Nacional del Tabaco le otorga Mención Honorífica en el concurso periodístico Rodrigo de Xerez
.
En 1946 la autora de este prólogo sostiene conversaciones con eminentes investigadores y profesores universitarios con el fin de fundar la Sociedad Universitaria de Exploración. En la reunión convocada al efecto se inscribió de inmediato un gran número de ellos y, por supuesto, allí estaba Núñez Jiménez con su bien ganado crédito de explorador, con el rango de socio fundador. En ese mismo año en que comenzaba sus estudios en la Escuela de Filosofía y Letras de la Universidad de La Habana, presentó al V Congreso Nacional de Historia su trabajo El Guanahatabey, troglodita indocubano
, el cual fue aprobado con aplausos. A estas alturas, pudo, entre otros, publicar su monografía titulada Desarrollo y auge de la Espeleología en Cuba
, pues ya la espeleología no estaba solo desarrollada, sino que estaba en auge.
Las realizaciones alcanzadas por la Sociedad Espeleológica de Cuba y el reconocimiento que obtuviera de valiosos científicos y entidades científicas de espíritu un tanto conservador, renuentes a admitir en su seno a recién llegados, constituye un fenómeno científico-social al mismo tiempo que una lección, digno de ser estudiado.
Numerosos elementos negativos apuntaban desde su nacimiento hacia el fracaso. El primero, la poca edad de sus fundadores. En aquella época la opinión de los adolescentes pesaba muy poco. Generalmente, dependían de sus padres y aún los que trabajaban no podían disponer libremente del salario que obtenían. Esto ocurría en todas las clases sociales.
En el discurso pronunciado el 15 de enero de 1960, en conmemoración del XX Aniversario de la fundación de la Sociedad Espeleológica de Cuba, el Comandante en Jefe Fidel Castro puntualiza de mano maestra el mayor obstáculo con el cual se enfrentaban cada día los espeleólogos presididos por Núñez Jiménez:
La lucha que tenían que emprender, esa lucha de siempre para todo el que trata de crear algo, de innovar algo, de iniciar algo; esa lucha contra el prejuicio, contra la subestimación de los demás, contra la rutina, que hace pensar a muchos que todo esfuerzo es inútil o que se está condenado al fracaso, esa lucha que ellos tuvieron que realizar contra los escépticos, contra los que creían que era un hobby más, un esfuerzo más, pero sin mayor trascendencia.
Fue la misma lucha que se plantearon los patriotas cubanos de todos los tiempos frente a quienes, para solucionar los problemas de Cuba solo hallaban un dilema: o continuar unidos a la Metrópoli mediante reformas o por una autonomía restringida; o bien la anexión de la Isla a los EUA; tendencia esta última que supervive en los intervencionistas de siempre, que no pueden concebir que un Estado pequeño y subdesarrollado sea independiente y soberano. Fue la misma gran lucha de la Sierra Maestra. Con factores tan negativos para su desarrollo ¿cómo pudieron triunfar los jóvenes de la Sociedad Espeleológica de Cuba?
Triunfaron, sin embargo, por la fuerza, la potencia y la fe de la juventud en sí misma, porque no tenían intereses materiales que los frenaran; por esa limpia y pura historia
de la que hablaba Fidel en su discurso; pues ya sabía él del interés de Núñez Jiménez por las cosas de Cuba, su interés por la Geografía, su interés por las cuevas y, en fin, su interés por todas las cosas de la naturaleza
.
Del entusiasmo contagioso, la pasión de Núñez Jiménez por la naturaleza, que hacía vibrar en el corazón de sus oyentes una cuerda sobornados por las promesas de la tiranía de Batista, y paralizada por el golpe fascista, sufrió un estancamiento casi total. Tanto la Espeleología como la Geografía, por las actividades revolucionarias, por las persecuciones, por la incorporación al Ejército Rebelde o por el exilio de sus impulsores y guías, parecían aplastadas por la falta de seguridad y la libertad necesarias a la actividad intelectual.
Es bueno recordar que mientras se superaba intelectualmente y realizaba sus difíciles exploraciones para el mejor conocimiento del país, Núñez Jiménez se veía obligado a trabajar duramente como jornalero en la construcción de las carreteras de Viñales a La Palma, en la Vía Blanca o como vendedor ambulante para mantener su vida. En 1947 tuvo oportunidad de mejorar su economía al obtener, mediante concurso, la ayudantía a la cátedra de Geografía e Historia del Instituto de Segunda Enseñanza de El Vedado, desde la cual ascendió a profesor auxiliar.
Participa en las Misiones Culturales organizadas por el doctor Raúl Roa desde 1950 hasta el 10 de marzo de 1952, fecha en que ocurre el golpe de Estado encabezado por Fulgencio Batista y a partir de entonces, es representante de la compañía de Ballet Alicia Alonso (1952-1953). Al negarse cívicamente la eximia bailarina a la inclusión de su Ballet en la consolidación de la cultura
que pretendía el tirano, para utilizarla como propaganda de su régimen, se le negó la subvención que tenía la institución. Con Alicia y su Ballet recorre Venezuela, Colombia y Jamaica, donde continuó sus estudios de la naturaleza. En 1957 es elegido Socio Titular de la Sociedad Cubana de Estudios Históricos e Internacionales, fundada por Emilio Roig de Leuchsenring. En 1956 fue miembro delegado de la Junta Nacional de Arqueología y en ese año fue designado miembro titular de la citada sociedad.
No obstante todo lo enumerado anteriormente, el mayor reconocimiento que se hace de la preparación de Núñez Jiménez como geógrafo es cuando se le adjudica la Cátedra de Geografía y Geomorfología de la Universidad Central de Las Villas, la que obtuvo por concurso-oposición en 1955, a pesar de su tacha de comunista, enarbolada en perjuicio suyo. Desde entonces pudo continuar, no sin tropiezos policíacos, la exploración de la región central de nuestro país, hasta que se sumó a las luchas en la clandestinidad y más tarde se unió al Ejército Rebelde. Aún en aquellas circunstancias sus libretas se llenaban de notas y más notas acerca de la Geografía y el Hombre, ahora en Revolución.
En esta primera etapa de su vida, anterior al Triunfo de la Rebelión, fruto de sus estudios, exploraciones e investigaciones reconocidas ya en el ambiente científico, Núñez Jiménez expone en la Sociedad Espeleológica de Cuba, en las revistas de la Sociedad Geográfica de Cuba, de la Universidad de La Habana, de la Universidad Central de Las Villas y en otras, trabajos geográficos de áreas poco conocidas de nuestro país, como la exploración y estudio geográfico del Pan de Guajaibón, el Boquerón de Jatibonico, el Río Toa, de la región de Mayarí y de Isla de Pinos.
De esta época son los descubrimientos y estudios arqueológicos de las Cuevas de Punta del Este y las pictografías de Caleta Grande en la Isla de Pinos y las excursiones arqueológicas a Camagüey, en colaboración con el doctor Manuel Rivero de la Calle. Añádase a esto Facatativá, Santuario de la rana, Andes orientales de Colombia
, resultado de su viaje a ese país como representante de la Compañía de Ballet Alicia Alonso.
Específicamente de Espeleología son: Explorando las cavernas de Cuba
, Desarrollo y auge de la espeleología en Cuba
, Las Cuevas de Caguanes
, La Cueva de Bellamar
y Una nueva formación secundaria en la espeleología
, presentado este último trabajo en el X Congreso Internacional de Espeleología, celebrado en Bari, y que aparece en el tomo I, Sección I, de las Memorias de ese congreso.
Era profesor auxiliar del Instituto de El Vedado