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El viajero del tiempo y el experimento Filadelfia
El viajero del tiempo y el experimento Filadelfia
El viajero del tiempo y el experimento Filadelfia
Libro electrónico300 páginas3 horas

El viajero del tiempo y el experimento Filadelfia

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Información de este libro electrónico

Mientras Lucky está viviendo en el siglo XII con su esposa, la Princesa Krystina, siente que hay problemas en el presente, pero no es consciente de que sus enemigos planean matar al Rey Robert y a la familia real mientras él está lejos. ¿Evitarán los problemas de Lucky en el presente que pueda ayudar a sus amigos en el pasado?

El Ejército de Estados Unidos ha reactivado el Experimento Filadelfia y está usando un nuevo buque desarmado, el Eldridge, como base para los experimentos de invisibilidad. Los experimentos resultaron tener éxito pero los marineros siguen desapareciendo como hicieron en 1943. Lucky cree que puede saber dónde están algunos de los marineros perdidos. Pero para encontrarlos descubre una energía malévola que existe en un portal que le hace tener un sentimiento oscuro.

¿Por qué es Lucky una amenaza para el General Peter Slater, un general de 4 estrellas del ejército?

El Secretario de Estado Oliver Stanton, Mickey y Lucky evitan ser capturados entrando en un portal y escapando al pasado. Su búsqueda de un camino de vuelta al presente hace que se encuentren con animales prehistóricos, legionarios romanos, templos griegos, ciudades perdidas y mucho más... Pero Lucky y sus amigos descubren que están perdidos en el tiempo y para encontrar el camino de vuelta al presente buscan el consejo del Oráculo de Delfos.

IdiomaEspañol
EditorialBadPress
Fecha de lanzamiento29 nov 2017
ISBN9781507196519
El viajero del tiempo y el experimento Filadelfia

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    Vista previa del libro

    El viajero del tiempo y el experimento Filadelfia - Joe Corso

    EL VIAJERO DEL TIEMPO Y EL EXPERIMENTO FILADELFIA

    (LIBRO 6)

    De

    Joe Corso

    Publicado por Ediciones Black Horse

    Cubierta de Marina Shipova

    Traducción de Mª Carmen Olivero

    EL PORTAL DEL TIEMPO 6

    EL EXPERIMENTO FILADELFIA

    De Joe Corso

    No hay diferencia entre el Tiempo y el resto de las tres dimensiones del Espacio excepto que nuestra consciencia se mueve junto a él.

    HG Wells – La Máquina del Tiempo

    Editorial Black Horse

    www.blackhorsepublising.com

    ––––––––

    Copyright 2016 de Joe Corso

    ––––––––

    Esta novela es un trabajo de ficción. Nombres, personajes, lugares e incidentes son producto de la imaginación del autor o, si reales, usados de forma ficticia. Ninguna parte de este libro no puede ser reproducida o transmitida de ninguna forma o por ningún medio electrónico o mecánico, incluyendo su fotocopia, grabación, o cualquier sistema de almacenamiento o de recuperación de información, sin el expreso permiso por escrito del autor o el editor, excepto cuando la ley lo permita o en una revisión que pueda copiar breves pasajes en un artículo para ser expuesto en un periódico, una revista o un diario.

    Todos los derechos reservados

    También de Joe Corso

    La Colección del Club Starlight

    La Colección del Viajero del Tiempo

    La Colección de Lone Jack Kid

    La Colección de Historias de Fuego Engine 24

    El Viejo y el Rey

    Tiroteo en Cheyenne

    La Venganza de John W

    El Tesoro de Lafitte

    El Portal del Tiempo

    Tommy Topper y la Princesa Pixie

    El Regreso (Historia Corta)

    EL PORTAL DEL TIEMPO 6

    Prólogo

    Capítulo uno

    Capítulo dos

    Capítulo tres

    Capítulo cuatro

    Capítulo cinco

    Capítulo seis

    Capítulo siete

    Capítulo ocho

    Capítulo nueve

    Capítulo diez

    Capítulo once

    Capítulo doce

    Capítulo trece

    Capítulo catorce

    Capítulo quince

    Capítulo dieciséis

    Capítulo diecisiete

    Capítulo dieciocho

    Capítulo diecinueve

    Capítulo veinte

    Capítulo veintiuno

    Capítulo veintidós

    Capítulo veintitrés

    Capítulo veinticuatro

    Capítulo veinticinco

    Capítulo veintiséis

    Capítulo veintisiete

    Capítulo veintiocho

    Capítulo veintinueve

    Capítulo treinta

    Capítulo treinta y uno

    Capítulo treinta y dos

    Capítulo treinta y tres

    Invitación a Clubs de Lectura

    PRÓLOGO

    Las esposas de titanio que Heinrich Mueller había puesto alrededor de las muñecas de Lucky neutralizaron su extraordinaria capacidad de crear y manipular portales del tiempo. Quitarse las esposas fue una tarea difícil, pero el herrero de Rufio Albio, que trabajaba en la villa romana, había tenido éxito a la hora de deshacerse de las esposas. Cuando se quitó los brazaletes, Lucky descubrió que había perdido muchas de sus capacidades en desarrollo. Había retrocedido al principio, al momento de su convalecencia; a cuando había descubierto por primera vez los portales del tiempo. Su deseo ahora era que mientras pasaba el tiempo, recuperaría todas sus habilidades perdidas. Sus nuevas habilidades le permitían manipular las frecuencias vibracionales de su cuerpo, lo que le permitía crear un portal del tiempo a voluntad que le llevaría a cualquier lugar al que quisiera ir en el pasado. Todo lo que tenía que hacer era pensar en un portal y la sombra brillante y temblorosa de luz aparecía inmediatamente frente a él. Esperaba que esas capacidades perdidas regresaran, pero por los efectos a la hora de debilitarle que los brazaletes de titanio habían tenido en él, había perdido esa capacidad. Descubrió algo que nunca supo. Descubrió que el daño que el titanio le hacía era para él lo que la Kryptonita a Superman.

    Lucky descubrió como crear un portal cuando fue atrapado por el loco multimillonario en su mazmorra y se vio forzado a crear uno. Kouras quería que Lucky le llevara ante su antepasado, Vlad el Empalador, y se aseguró su apuesta secuestrando a la princesa Krystina, que estaba languideciendo en el hospital de la Central enferma y cercana a la muerte. Lucky intentó salvar su vida sacándola del siglo XII, donde el tratamiento era primitivo, y llevándola al presente donde esperaba que los doctores de la Central pudieran usar las facilidades médicas modernas y que tener acceso a la última tecnología médica y medicinas pudieran restaurar su salud.

    Kouros ordenó a sus mercenarios a sueldo que secuestraran a la princesa, la mantuvieran bajo sedación, y la llevaran a su castillo sin que Lucky fuera consciente de que estaba allí. Lucky no podía crear un portal para llevar a Kouros a visitar a su antepasado, así que rechazó la oferta. Fue cuando Koros le mostró a la todavía sedada princesa y así Lucky no tenía otra opción sino intentar ayudarle. Kouros disfrutó explicando a Lucky cómo sus hombres habían secuestrado a la princesa del hospital de la Central. Lucky se encontró en una situación entre la espada y la pared. No tenía otra opción que acompañar a Kouros e intentar crear un portal de la nada, que era algo que nunca pensó que podría hacer. Le llevaron a una vieja celda en la mazmorra ancestral de Kouros. Después de muchos intentos fallidos, Lucky descubrió que en lo profundo de su subconsciente, la habilidad de crear portales había estado siempre allí; sólo tenía que encontrar un modo de acceder a él. Cuando creó con éxito el primero de sus portales, comenzó a desarrollar la técnica más rápido de lo que pudo imaginar. Desafortunadamente, su reacción a las esposas de titanio cerró las compuertas al desarrollo de sus capacidades.

    Cuando Lucky y Mickey rescataron a la princesa y neutralizaron a Kouros, Lucky llamó a Jack Kinsey para intentar solucionar el problema de Kouros. Pasó algo de tiempo antes de que Lucky viera a Jack de nuevo y, cuando consiguió verle, tenía muchas cosas en su mente. Estaba mentalmente preocupado cuando se acercó a la puerta de la oficina de Jack – y entonces algo extraño ocurrió. Sin esfuerzo ni intención por su parte, y sin darse cuenta, en lugar de abrir la puerta, caminó a través de ella. Lucky no se había dado cuenta de lo que había hecho, pero Jack y Mickey lo vieron con sus propios ojos y no perdieron detalle de lo que había ocurrido. Cuando le dijeron a Lucky lo que había hecho, se sorprendió tanto como ellos. Estaba mutando rápidamente y no sabía dónde o incluso cuando se detendría. Quería ser práctico acerca del tema, aunque, creía que Dios nunca le daría más de lo que pudiera resistir. Creía que Dios sabía lo que estaba haciendo cuando le bendijo con la habilidad de ver cosas de un modo diferente al resto de la gente después de recuperarse de sus heridas. Su visión deteriorada le permitía ver colores vibrantes de luz brillante... los portales del tiempo.

    Lucky buscó en Google para ver si era posible que una persona pudiera atravesar materia sólida y encontró un estudio científico sobre la frecuencia vibratoria del ser humano. Y cómo si una persona en teoría disminuía las frecuencias vibratorias de su cuerpo hacia ese objeto inanimado como, por decir algo, una pared, y si esa teoría era correcta, ¿podría caminar a través de la pared? Tras más investigaciones, descubrió que toda la materia, incluso la inanimada, no es sólida. Toda la materia está viva con partículas subatómicas que vibran con frecuencias específicas. Si uno podía controlar su frecuencia vibratoria para unirla a la frecuencia vibratoria de las moléculas de una pared, o en este caso, una puerta, en teoría, podrías atravesar lo que parecía ser materia sólida.

    Lucky no se dio cuenta del daño que el titanio le podía hacer. Las esposas de titanio le quitaron su habilidad de controlar la frecuencia vibratoria de su cuerpo, y lo que era más importante, ya no podía crear un portal donde quisiera, de lo que ahora dependía.

    Pero lo único por lo que estaba agradecido era que no había perdido la capacidad de viajar a través de los portales que había descubierto originalmente o incluso los que todavía tenía por descubrir.

    Lucky decidió mapear los portales, empezando por el portal de la Central, y siguiendo por el portal de la cárcel, el que había descubierto mientras le mantuvieron preso en la Central. El primer portal estaba en el patio de los desfiles, y como los portales eran nuevos a Lucky, le llevó un tiempo descubrir lo que era un portal y cómo usarlo. El primer portal le llevó a la Inglaterra del siglo XII, donde sus aventuras viajando por el tiempo comenzaron. Luchó contra Tor, el campeón del reino, ganando un combate de boxeo para ganar dinero y comprar un cuchillo con joyas incrustadas. Cuando el rey tuvo noticas sobre el extraño que había vencido al campeón local, hizo que sus soldados le localizaran y le llevaran al castillo donde Lucky luchó y venció al campeón del rey.

    Lucky descubrió el portal de la prisión de la Central cuando Dirk Sommerville le encarceló mientras se recuperaba de un intento fallido de asesinato. Cuando Lucky fue capturado por la policía militar bajo el mando de Dirk Sommerville, Lucky descubrió un segundo portal mientras le mantenían cautivo en la vieja prisión de la Central, que no había sido usada desde la Segunda Guerra Mundia. Pero mientras estudiaba el portal, pensó que podría ser difícil de usar porque estaba situado entre dos celdas. Tras unos cuantos intentos sin éxito, Lucky consiguió entrar en el portal, y al salir, se encontró en las zonas del interior de Australia. Así es como conoció y se hizo a migo de Charlie Hodge, un viejo ranchero que vivía allí.

    Ahora que Lucky ya no podía crear un portal, decidió mapear las localizaciones de los portales que conocía. Lucky fue a su estudio, que no era más que una pequeña habitación que el servicio del rey había limpiado y ordenado y preparado para que la usara. El servicio consiguió un pequeño escritorio, tres lámparas que colgaban de las vigas, y algunas sillas y utensilios de escritura, que era todo lo que necesitaba. El portal de la Central, que Lucky consideraba el portal principal, fue el primero que marcó. Los otros portales habían seguido a éste. Hizo notas de los portales que había descubierto. Entonces dibujó los portales en un pergamino en la secuencia en los que los había descubierto. Cuando había terminado, tenía un mapa básico de donde poder encontrarlos. Volvió al mapa, portal a portal, hasta que se aseguró de tenerlos en el orden correcto. Omitió los portales que había creado a voluntad porque ya no podía entrar en ellos. Pero estaba satisfecho con los portales que había dibujado; ellos servirían por el momento.

    ––––––––

    Los portales que no aparecían en su mapa eran los portales que había descubierto mientras estuvo cautivo con Mickey y Duke en el castillo de Heinrich Mueller. Y aunque Lucky había perdido su capacidad para crear un portal, no había perdido la habilidad de ver cortinas de luz cuando las encontraba, lo que significó la libertad para él y sus amigos. Tras una intensa meditación, descubrió que había dos cortinas de luz en la habitación donde estaban prisioneros. Sin que Mueller lo supiera, Lucky podía ver portales del tiempo del mismo modo que si estuviera libre, incluso con las esposas de titanio en sus muñecas. Una vez escapara de Mueller, descubriría un modo de quitarse los brazaletes de titanio, que estaban consumiendo su poder y cuando llegara el momento justo, volvería para ocuparse de Mueller, el Nazi. El primer portal les llevó a lo profundo de unas catacumbas subterráneas en Italia o Francia – no sabía en cuál. Si no iba mejor con el segundo portal, entonces tendría que decidir qué portal era el mejor para escapar. Para alivio de Lucy, el segundo portal resultó ser una elección mucho mejor porque les llevó a Sicilia durante los primeros días del Imperio Romano. Y lo que era más importante es que les condujo a una inmensa villa romana propiedad de un aristócrata romano llamado Rufio Albio, Cónsul de roma y amigo del emperador. Lucky y sus amigos descubrieron que Rufio era la persona responsable de transportar animales salvajes desde África a Roma para usarlos como espectáculo deportivo en el Coliseo Romano. Lucky dibujó un segundo mapa de portales, que incluía los portales que había descubierto desde que había dibujado el primer mapa. Incluyendo esta nueva información, se completaron los portales del tiempo que Lucky había descubierto hasta ese momento.

    ––––––––

    Lucky metió los dibujos en el bolsillo de su camisa. Y cuando volviera a su propio tiempo, conseguiría un ordenador e imprimiría una copia de los dibujos que dejará en su cartera para futuras referencias. Echó un vistazo para asegurarse de que su identificación militar de la Central estaba en su cartera junto con sus tarjetas personajes y confirmó lo que él ya sabía – todo estaba en orden.

    UNO

    INGLATERA SIGLO XII

    La princesa Krystina, Lucky y Keisling estaban sentados en el jardín cerca de Tor. Lucky había dado la tarea a Tor de proteger a la princesa y, llevando a cabo sus obligaciones, fue herido intentando protegerla de ser secuestrada por los sacerdotes de la Inquisición. Ya estaba lo suficientemente fuerte para sentarse, su cara había recuperado el color, y recuperaba fuerzas con el pasar de los días.

    Krystina observaba con entusiasmo a su marido. ¿Nos dejará pronto mi marido, o ha decidido quedarse aquí con la mujer que le ama?

    Lucy mostró la sombra de una sonrisa en sus labios cuando le contestó. Ya que mis poderes me han dejado en un estado de debilidad, he decidido quedarme aquí con la gente que me preocupa.

    Keisling señaló riendo, Si lo que he visto ha sido a vos en un estado de debilidad, no me gustaría veros cuando estéis en total posesión de vuestros poderes.

    Todo el mundo rio. Ese era una buena época para estar vivo, para ser feliz. Tor viviría mucho más, y Lucky estaba entre amigos, especialmente su nuevo amigo, Leonard Keisling. Éste había estado en una prisión española, apresado por la Inquisición. Keisling pensó que había llegado el día en que sería sentenciado a la guillotina. En lugar de eso, se le ofreció la libertad si estaba de acuerdo con viajar escoltado a Inglaterra. Su trabajo sería secuestrar a la princesa y, una vez tomara posesión de ella, le ordenaron devolverla a la Inquisición para someterla a juicio. Se le prometió dejarle libre si tenía éxito.

    Una vez el viaje a Inglaterra comenzó, esperó por una oportunidad para escapar. Cuando la oportunidad se presentó por sí sola, Keisling mató a dos de sus guardas. Escapó y realizó el difícil viaje hasta Inglaterra, donde informó al rey Robert del peligro que esperaba a la princesa.

    A Lucky le gustaba el carismático soldado de fortuna al que el diablo debería temer que había luchado junto a él para salvar a la princesa y, a través de combatir, los dos se habían hecho amigos. Cuando Lucky conoció mejor a Keisling, descubrió que le recordaba a sus amigos en el futuro. Era brillante, valiente, y honorable; esas eran las cualidades que Lucky buscaba en un amigo y Keisling las tenía todas.

    Lucky se sentó en su cómodo sillón, rodeado de su mujer y sus amigos y la gente a la que quería. Mientras se relajaba, sus pensamientos le llevaron a Rufio y su villa romana, y a Leonardo y su taller en Florencia y, a la promesa que les hizo de que volvería para ayudarles si alguna vez necesitaba su ayuda. Con su habilidad para crear un portal imposible de usar porque sus poderes fueron neutralizados por las esposas de titanio que Heinrich Mueller había colocado en sus muñecas, no podía imaginar cómo podría mantener sus promesas a esos hombres... Pero ese era un problema para otra ocasión.

    En ese momento, en mitad de una placentera conversación con su mujer y sus amigos, un sentimiento que Lucky no pudo describir le cubrió como una nube negra llena de malos presagios. Lucky sintió que algo estaba ocurriendo en ese momento en el futuro, algo que le involucraba a él. Keisling notó la mirada en la cara de Lucky.

    ¿Qué ocurre, amigo mío? Parece que hayas visto un fantasma.

    Krystina también lo notó y se agarró a su brazo, que le alejó de lo que estaba sintiendo.

    ¿Qué ocurre, mi amor?

    Lucky parecía confuso. Yo...no lo sé, pero siento que algo está ocurriendo en el futuro y debería ocuparme de ello, algo importante. No puedo explicarlo, pero debo ir. Volveré tan pronto como pueda.

    Keisling se levantó. Puede que me necesiteis. Iré con vos. Sus palabras detuvieron a Lucky. Le hubiera gustado llevar a Keisling consigo, pero tenía miedo de que Keisling no se manejara bien en el futuro.

    No, amigo mío. Temo que te perdería si vieras cómo es el futuro. Pero te pediré una cosa. Asigné a Tor como protector de la princesa, pero se está recuperando de sus heridas y todavía no puede trabajar para mí, así que te pido que protejas a mi familia mientras estoy lejos.

    Lucky desayunó con su mujer y su amigo. Llevaba su tradicional traje negro menos el pasamontañas que normalmente usaba cuando dejaba el castillo. Después de desayunar, le acompañaron hasta el foso, donde se despidió de ellos, pero antes de irse, llevó a su mujer a un lado.

    Krystina, siento tener que dejarte, especialmente después de que me pidieras que me quedara un tiempo más y te prometo que lo haría si pudiera. Ya no soy como la gente normal. Cuando tengo estas sensaciones, debo prestarles atención. Algo no va bien en mi tiempo y tengo que saber lo que es para poder solucionar lo que sea que estoy sintiendo. Te prometo que tan pronto como me ocupe del problema volveré lo más rápido que sea posible.

    Amaba a su mujer, pero lo que tenía que hacer no podía esperar, así que se colocó el pasamontañas y caminó hacia el portal que le esperaba al otro lado del foso cerca de los puestos vacíos de los vendedores.

    Presente

    Lucky salió del portal en el patio de desfiles, se dirigió al edificio administrativo localizado no lejos del portal. Entonces caminó hacia la tercera planta a la oficina de Jack Kinsey. Mientras pasó junto a la secretaria de Kinsey, le mostró una breve sonrisa y, sin decir una palabra, entró en la oficina de Jack. Cuando la puerta se abrió de golpe, Jack casi saltó del susto.

    Vaya, Lucky, tienes que parar de asustarme así. Tienes que darme algún tipo de aviso de antemano.

    Lo siento, Jack. Tenía prisa por hablar contigo, no pensaba claramente. Jack, ha ocurrido algo. Lo siento. Sé que algo no va bien y sabía que tenía que volver al presente para ocuparme de lo que sea que está ocurriendo. Simplemente no podía ignorar lo que estaba sintiendo.

    Los ojos de Jack se entrecerraron mientras se adelantaba un poco. Bueno, tus instintos están en lo cierto. Algo va mal y estábamos esperando que aparecieras. ¿Has oído hablar del Experimento Filadelfia?

    Sí. Algo he oído.

    La mención del Experimento Filadelfia captó el interés de Lucky. Ahora era su turno de acercarse más. "Supongo que más gente lo sabe. Incluso hicieron unas cuantas películas sobre el tema

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