MÉDIUMS La materia de los espíritus
El movimiento espiritista nació en Estados Unidos, En diciembre de 1847, en la casa de la familia Fox (MÁS ALLÁ, 200) en Hydesville, cerca de Rochester (Nueva York), comenzaron a escucharse unos misteriosos ruidos. Tres meses después, a través de una simple clave de golpes, las niñas Kate, de 12 años, y Margaret, de 14, consiguieron ponerse en contacto supuestamente con el espíritu de un buhonero llamado Charles Ryan, que había sido asesinado y enterrado en la casa.
El señor Fox excavó en el sótano y con enorme asombro descubrió restos humanos. Poco después la familia comenzó a organizar sesiones públicas en las que, mediante un código de golpes ideado por Isaac Post (alfabeto tiptológico), las niñas se comunicaban presuntamente con espíritus de difuntos. Surgió así la figura del médium, es decir, la persona –en la mayoría de los casos, mujeres– poseedora de una capacidad psíquica poco común que pone de manifiesto de diferentes formas.
En el caso del médium mental, puede entrar en un estado hipnótico o de trance, en el cual un “espíritu-guía” habla a través de él con una voz a menudo completamente diferente de la suya en incluso en ocasiones, cambios en su aspecto físico. A través del médium el “espíritu-guía” es capaz de introducir otros espíritus que pueden ser reconocidos por la voz, los gestos o la naturaleza de la información secreta que transmiten alguno de los presentes en la sesión.
El motivo de la existencia de este intermediario es que no todos los espíritus tienen la capacidad de ponerse en contacto con el médium directamente. Así, introducidos por el “espíritu-guía”
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