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Los EEUU hoy: Arrrestos y Detenciones Arbitrarias: Una Realdad Diaria
Los EEUU hoy: Arrrestos y Detenciones Arbitrarias: Una Realdad Diaria
Los EEUU hoy: Arrrestos y Detenciones Arbitrarias: Una Realdad Diaria
Libro electrónico230 páginas3 horas

Los EEUU hoy: Arrrestos y Detenciones Arbitrarias: Una Realdad Diaria

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Información de este libro electrónico

Testimonio de una Suiza Francesa arrestada y detenida en los EEUU por una visa vencida, un testimonio para dar voz a los que no tienen voz: los miles de inmigrantes que son detenidos cada dia en los EEUU por haber seguido su sueno y esperanza en una vida mas justa para sus hijos.
IdiomaEspañol
EditorialBookBaby
Fecha de lanzamiento1 nov 2013
ISBN9781483510729
Los EEUU hoy: Arrrestos y Detenciones Arbitrarias: Una Realdad Diaria

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    Vista previa del libro

    Los EEUU hoy - Peggy Kankonde

    El Amor Sin Fronteras Existe

    El Amor Existe Sin Fronteras

    Dedico este libro a mis hijos y a mi esposo,

    que sin ellos yo no existiera.

    Las cartas y canciones fueron escritas por mi

    esposo en esos 10 dias de separación forzada.

    Todos los derechos reservados. Se prohibe reproducir, almacenar o transmitir cualquier parte de este libro en mariera alguna ni por ningun medio sin previo permiso escrito de la autora, excepto en el caso de citas cortas para críticas.

    Copyright 2013 Peggy Kankonde

    Publicado por BookBaby

    Primera edición 2013

    ISBN: 9781483510729

    Traducido del francés por Armando Martinez y sus hijos Miguel y Marta

    Descargo

    La presente obra narrativa fue escrita por memoria y radicada en algunas notas escritas durante los hechos. La escritura es puramente subjetiva y solamente la reflexión de las impresiones, pensieros y observaciones de la autora y no tiene intención de describir objetivamente las impresiones, pensieros y observaciones de cualquier otra persona o entidad.

    Para comunicarse con la autora:

    studiokalimba@gmail.com

    Para organizar una charla con su bookclub o con sus estudiantes:

    studiokalimba.blogspot.com

    Capitulos

    1. Declaración Universal de los Derechos Humanos

    2. Patas Arriba

    3. Un hombre sin alegria

    4. Traslado

    5. Primera noche solo en casa

    6. Mi nuevo entorno

    7. Segunda noche solo en casa

    8. Otra vez

    9. Tercera noche solo en casa

    10. Cuando vuelvas a casa

    11. ¿Adónde vamos?

    12. Visiones negras

    13. Con la moral por las nubes

    14. Lo que habria podido ser

    15. Western Girl

    16. Deseos futiles

    17. Perseguido

    18. Baila conmigo

    19. Puntos de interrogación

    20. Me aferro

    21. Olla a presión

    22. Todavia aqui

    23. Esta biblioteca

    24. Agarra mi mano

    25. La rutina

    26. Alli

    27. Y todavia estoy aqui

    28. Sueños y pesadillas

    29. Si o no

    30. C como Carbono

    31. Como une vieja caña

    32. Hechos y emociones

    1. DECLARACION UNIVERSAL DE LOS

    DERECHOS HUMANOS

    Articulo 1: Todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos y, dotados como estân de razón y conciencia, deben comportarse fraternalmente los unos con los otros.

    Articulo 2: Toda persona tiene los derechos y libertades proclamados en esta Declaración, sin distinción alguna de raza, color, sexo, idioma, religión, opinión politica o de cualquier otra indole, origen nacional o social, posición econòmica, nacimiento o cualquier otra condición.

    Ademâs, no se harâ distinción alguna fundada en la condición politica, juridica o internacional del pais o territorio de cuya jurisdicción dependa una persona, tanto si se trata de un pais independiente, como de un territorio bajo administración fiduciaria, no autònomo o sometido a cualquier otra limitación de soberania.

    Articulo 3: Todo individuo tiene derecho a la vida, a la libertad y a la seguridad de su persona.

    Articulo 4: Nadie estarâ sometido a esclavitud ni a servidumbre; la esclavitud y la trata de esclavos estân prohibidas en todas sus formas.

    Articulo 5: Nadie sera sometido a torturas ni a penas o tratos crueles, inhumanos o degradantes.

    Articulo 6: Todo ser humano tiene derecho, en todas partes, al reconocimiento de su personalidad juridica.

    Articulo 7: Todos son iguales ante la ley y tienen, sin distinción, derecho a igual protección de la ley. Todos tienen derecho a igual protección contra toda discriminación que infrinja esta Declaración y contra toda provocación a tal discriminación.

    Articulo 8: Toda persona tiene derecho a un recurso efectivo, ante los tribunales nacionales competentes, que la ampare contra actos que violen sus derechos fundamentales reconocidos por la constitución o por la ley.

    Articulo 9: Nadie podra ser arbitrariamente detenido, preso ni desterrado.

    Articulo 10: Toda persona tiene derecho, en condiciones de plena igualdad, a ser oida publicamente y con justicia por un tribunal independiente e imparcial, para la determinación de sus derechos y obligaciones o para el examen de cualquier acusación contra ella en materia penal.

    Articulo 11: Toda persona acusada de delito tiene derecho a que se presuma su inocencia mientras no se pruebe su culpabilidad, conforme a la ley y en juicio público en el que se le hayan asegurado todas las garantias necesarias para su defensa.

    Nadie sera condenado por actos u omisiones que en el momento de cometerse no fueron delictivos segun el Derecho nacional o internacional. Tampoco se impondrâ pena mâs grave que la aplicable en el momento de la comisión del delito.

    Articulo 12: Nadie sera objeto de injerencias arbitrarias en su vida privada, su familia, su domicilio o su correspondencia, ni de ataques a su honra o a su reputación. Toda persona tiene derecho a la protección de la ley contra tales injerencias o ataques.

    Articulo 13: Toda persona tiene derecho a circular libremente y a elegir su residencia en el territorio de un Estado.

    Toda persona tiene derecho a salir de cualquier pais, incluso el propio, y a regresar a su pais.

    Articulo 14: En caso de persecución, toda persona tiene derecho a buscar asilo, y a disfrutar de él, en cualquier pais.

    Este derecho no podrâ ser invocado contra una acción judicial realmente originada por delitos comunes o por actos opuestos a los propósitos y principios de las Naciones Unidas.

    Articulo 15: Toda persona tiene derecho a una nacionalidad.

    A nadie se privarâ arbitrariamente de su nacionalidad ni del derecho a cambiar de nacionalidad.

    Articulo 16: Los hombres y las mujeres, a partir de la edad núbil, tienen derecho, sin restricción alguna por motivos de raza, nacionalidad o religión, a casarse y fundar una familia; y disfrutarân de iguales derechos en cuanto al matrimonio, durante el matrimonio y en caso de disolución del matrimonio.

    Sólo mediante libre y pleno consentimiento de los futuros esposos podrâ contraerse el matrimonio.

    La familia es el elemento natural y fundamental de la sociedad y tiene derecho a la protección de la sociedad y del Estado.

    Articulo 17: Toda persona tiene derecho a la propiedad, individual y colectivamente.

    Nadie sera privado arbitrariamente de su propiedad.

    Artículo 18: Toda persona tiene derecho a la libertad de pensamiento, de conciencia y de religión; este derecho incluye la libertad de cambiar de religión o de creencia, así como la libertad de manifestar su religión o su creencia, individual y colectivamente, tanto en público como en privado, por la enseñanza, la práctica, el culto y la observancia.

    Artículo 19: Todo individuo tiene derecho a la libertad de opinión y de expresión; este derecho incluye el no ser molestado a causa de sus opiniones, el de investigar y recibir informaciones y opiniones, y el de difundirlas, sin limitación de fronteras, por cualquier medio de expresión.

    Artículo 20: Toda persona tiene derecho a la libertad de reunión y de asociación pacíficas.

    Nadie podrá ser obligado a pertenecer a una asociación.

    Artículo 21: Toda persona tiene derecho a participar en el gobierno de su país, directamente o por medio de representantes libremente escogidos.

    Toda persona tiene el derecho de acceso, en condiciones de igualdad, a las funciones públicas de su país.

    La voluntad del pueblo es la base de la autoridad del poder público; esta voluntad se expresará mediante elecciones auténticas que habrán de celebrarse periódicamente, por sufragio universal e igual y por voto secreto u otro procedimiento equivalente que garantice la libertad del voto.

    Artículo 22: Toda persona, como miembro de la sociedad, tiene derecho a la seguridad social, y a obtener, mediante el esfuerzo nacional y la cooperación internacional, habida cuenta de la organización y los recursos de cada Estado, la satisfacción de los derechos económicos, sociales y culturales, indispensables a su dignidad y al libre desarrollo de su personalidad.

    Artículo 23: Toda persona tiene derecho al trabajo, a la libre elección de su trabajo, a condiciones equitativas y satisfactorias de trabajo y a la protección contra el desempleo.

    Toda persona tiene derecho, sin discriminación alguna, a igual salario por trabajo igual.

    Toda persona que trabaja tiene derecho a una remuneración equitativa y satisfactoria, que le asegure, así como a su familia, una existencia conforme a la dignidad humana y que será completada, en caso necesario, por cualesquiera otros medios de protección social.

    Toda persona tiene derecho a fundar sindicatos y a sindicarse para la defensa de sus intereses.

    Artículo 24: Toda persona tiene derecho al descanso, al disfrute del tiempo libre, a una limitación razonable de la duración del trabajo y a vacaciones periódicas pagadas.

    Artículo 25: Toda persona tiene derecho a un nivel de vida adecuado que le asegure, así como a su familia, la salud y el bienestar, y en especial la alimentación, el vestido, la vivienda, la asistencia médica y los servicios sociales necesarios; tiene asimismo derecho a los seguros en caso de desempleo, enfermedad, invalidez, viudez, vejez y otros casos de pérdida de sus medios de subsistencia por circunstancias independientes de su voluntad.

    La maternidad y la infancia tienen derecho a cuidados y asistencia especiales. Todos los niños, nacidos de matrimonio o fuera de matrimonio, tienen derecho a igual protección social.

    Artículo 26: Toda persona tiene derecho a la educación. La educación debe ser gratuita, al menos en lo concerniente a la instrucción elemental y fundamental. La instrucción elemental será obligatoria. La instrucción técnica y profesional habrá de ser generalizada; el acceso a los estudios superiores será igual para todos, en función de los méritos respectivos.

    La educación tendrá por objeto el pleno desarrollo de la personalidad humana y el fortalecimiento del respeto a los derechos humanos y a las libertades fundamentales; favorecerá la comprensión, la tolerancia y la amistad entre todas las naciones y todos los grupos étnicos o religiosos; y promoverá el desarrollo de las actividades de las Naciones Unidas para el mantenimiento de la paz.

    Los padres tendrán derecho preferente a escoger el tipo de educación que habrá de darse a sus hijos.

    Artículo 27: Toda persona tiene derecho a tomar parte libremente en la vida cultural de la comunidad, a gozar de las artes y a participar en el progreso científico y en los beneficios que de él resulten.

    Toda persona tiene derecho a la protección de los intereses morales y materiales que le correspondan por razón de las producciones científicas, literarias o artísticas de que sea autora.

    Artículo 28: Toda persona tiene derecho a que se establezca un orden social e internacional en el que los derechos y libertades proclamados en esta Declaración se hagan plenamente efectivos.

    Artículo 29: Toda persona tiene deberes respecto a la comunidad, puesto que sólo en ella puede desarrollar libre y plenamente su personalidad.

    En el ejercicio de sus derechos y en el disfrute de sus libertades, toda persona estará solamente sujeta a las limitaciones establecidas por la ley con el único fin de asegurar el reconocimiento y el respeto de los derechos y libertades de los demás, y de satisfacer las justas exigencias de la moral, del orden público y del bienestar general en una sociedad democrática.

    Estos derechos y libertades no podrán en ningún caso ser ejercidos en oposición a los propósitos y principios de las Naciones Unidas.

    Artículo 30: Nada en la presente Declaración podrá interpretarse en el sentido de que confiere derecho alguno al Estado, a un grupo o a una persona, para emprender y desarrollar actividades o realizar actos tendientes a la supresión de cualquiera de los derechos y libertades proclamados en esta Declaración.

    2. PATAS ARRIBA.

    "Patas arriba

    Esta mi vida hoy

    Patas arriba

    Esta mi vida sin ti

    Patas arriba

    Yo recuerdo

    Me invitaste

    Cocinaste algo especial

    Para conquistar mi alma

    No dejo de pensar

    En esos momentos juntos

    En Kin La Belle

    Donde me conquistaste

    Yo recuerdo

    Como me pellizcaste el brazo

    Para que te mirase

    Y para conquistarme

    Recuerdo

    Tu felicidad

    De estar junto a mí

    Conquístate mis sentidos

    No dejo de pensar

    En tu tierna sonrisa

    Cuando estoy junto a ti

    Cuando te ganas mi amor

    Si, recuerdo

    Esos tiernos momentos

    Aquella noche en Kin La Belle

    Donde conquistaste mi alma

    Ahora ya no estás

    Estoy solo

    Nada tiene sentido sin ti."

    3. UN HOMBRE SIN ALEGRÍA

    "Todo lo que hago durante el día

    En mi tiempo libre

    Con el resto de mi vida

    Es pensar en ti

    Lamento

    Mis errores

    Mi comportamiento

    Ves, todavía estoy enamorado de ti

    Por favor, vuelve a mí

    Para decirme

    Que aún me quieres

    No puedo retenerte

    Pero dime que aún me quieres

    Todo lo que puedo decir es que te echo de menos

    Es tan fuerte este sentimiento

    Lo siento, te extraño tanto."

    4. TRASLADO

    Me encuentro en un furgón policial en el que me trasladan desde Alamogordo (Nuevo México) a El Paso (Texas), ciudad fronteriza en la que vivo. Ciento veinte kilómetros de distancia. La noche es oscura. No puedo creer que soy yo, que estoy aquí, prisionera en este vehículo policial atravesando el desierto de Chihuahua, en plena noche, en pleno invierno. Estoy helada, mi falda de volantes y mi suéter de algodón no abrigan gran cosa una vez que el sol se ha metido. ¡Eh! ¿Qué ocurre? Intento echar un vistazo a través de la reja para ver la carretera. La furgoneta roza la banda central de la autopista cincuenta y cuatro. Tiemblo tanto de miedo como de frío. Mi voz se ahoga en un chillido lamentable cuando intento gritar:

    ¡Cuidado chicos! ¡Mirad la carretera! ¡Quiero llegar viva! Pero el ruido dentro de esta caja de chapa y de rejas es ensordecedor. Todavía estoy recuperando del incidente de mi detención, ni siquiera puedo hablar. De todos modos, mi voz nunca llegaría hasta el somnoliento conductor a través del grueso cristal antibalas, Kevlar probablemente. Oh! Ahora, el coche rueda sobre la banda rugosa lateral de la derecha. Después de lo que me parece una eternidad, veo al conductor levantar cabeza, erguir la espalda y recuperar el control del vehículo. ¡Maldita sea! ¿Por qué no encienden la radio para mantenerse despiertos? Cuando miro a través de los agujeros de dos centímetros cuadrados de esta exasperante reja, puedo ver los leds verdes de la radio, lo cual indica que está encendida, pero parece que el volumen esta a cero. ¿Y por qué no hablan entre ellos? Yo creía que los compañeros de trabajo tenían siempre un montón de cosas que contarse. ¿No? Como Starsky y Hutch.

    El inspector Lee y el detective Carter. Podrían hablar del aumento de sueldo que tanto esperan, de los resultados de fútbol, de la chica que quieren invitar el sábado al cine, de lo que van a cenar al llegar a casa.... Estos dos elementos, probablemente han tenido que aceptar a regañadientes, además un día de fiesta, la ingrata tarea de trasladar a una sola prisionera a través del desierto, cuando podrían haber estado calentitos en zapatillas delante de la tele con una cerveza fresca en la mano.

    ¡Oh, no, otra vez no!

    Nos vamos de nuevo hacia la banda del medio. ¿Estoy soñando o qué? ¿Serán los últimos instantes de mi vida, en una carretera en pleno desierto, en invierno, sin nadie a mi lado? Yo creía que la vida era algo más noble. ¿Estaré equivocada? ¿Me moriré de repente, miserablemente en una furgoneta de policía fea y fría? Si volcase, ¿quién vería en esta negra noche un vehículo azul y gris en medio de un campo de cactus congelados? Mi corazón late más fuerte que nunca. Mi garganta está completamente seca. ¿Por qué no me había bebido el vaso de agua que el oficial de patrulla que me había detenido me había ofrecido en el cuartel general de Alamogordo, justo antes de subirme a la furgoneta? ¡Ah sí!, ahora recuerdo por qué. No quería que me provocase la necesidad de tener que ir otra vez a esos baños abiertos, no es lo mío. Incluso si, como me había ocurrido antes, los oficiales miraran ostentosamente en la dirección opuesta mientras hacía pis. Ahora tengo que pagar por mi pudor, mi coquetería. Ciento veinte kilómetros de noche oscura, glacial, con la garganta y la lengua reseca y áspera como la lija. Trato de acumular mi saliva y tragármela, pero no es realmente eficaz para quitar la sed. Sin ningún punto de referencia ni horizonte, la camioneta parece moverse a paso de tortuga aunque la aguja del cuentakilómetros que entreveo, parece indicar las doce, lo que significa unas sesenta millas, o sea unos ciento ocho kilómetros por hora. Para olvidar mi sed, intento mirar por la ventana. Apoyo mi cara contra la reja fría tratando de poner los ojos frente a los agujeros. No es nada fácil, el que haya hecho esta reja lo habrá calculado a propósito. Pero es obvio que es una noche sin luna, con sólo unas cuantas estrellas esparcidas por el cielo. Mi campo visual es demasiado pequeño para poder distinguir de qué constelación forman parte. Finalmente, consigo distinguir una masa grande más negra que el horizonte, hacia las diez, hablando como los aviadores. Sin duda, son las montañas llamadas Ruidoso, con la famosa estación de esquí del mismo nombre, que yo admiraba hace tan sólo unas pocas horas desde esta misma carretera, a la ida, cuando iniciábamos nuestra excursión dominical en familia. Mientras me escoltan

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