Descubre millones de libros electrónicos, audiolibros y mucho más con una prueba gratuita

Solo $11.99/mes después de la prueba. Puedes cancelar en cualquier momento.

366 días
366 días
366 días
Libro electrónico49 páginas38 minutos

366 días

Calificación: 0 de 5 estrellas

()

Leer la vista previa

Información de este libro electrónico

Nos enamoramos tanto de la oscuridad que a veces, cuando queremos salir, no encontramos por dónde y es ahí donde inicia el caos, entonces decidí escribir mis lágrimas.
IdiomaEspañol
Fecha de lanzamiento28 may 2024
ISBN9788410686526
366 días

Relacionado con 366 días

Libros electrónicos relacionados

Ficción general para usted

Ver más

Artículos relacionados

Categorías relacionadas

Comentarios para 366 días

Calificación: 0 de 5 estrellas
0 calificaciones

0 clasificaciones0 comentarios

¿Qué te pareció?

Toca para calificar

Los comentarios deben tener al menos 10 palabras

    Vista previa del libro

    366 días - Onely Miosotis Rodríguez Jiménez

    Portada de 366 dias hecha por Onely Miosotis Rodriquez Jimenez

    366 días

    366 días

    Onely Miosotis Rodríguez Jiménez

    © Derechos de edición reservados.

    Letrame Editorial.

    www.Letrame.com

    info@Letrame.com

    © Onely Miosotis Rodríguez Jiménez

    Diseño de edición: Letrame Editorial.

    Maquetación: Juan Muñoz

    Diseño de portada: Rubén García

    Supervisión de corrección: Ana Castañeda

    ISBN: 978-84-1068-652-6

    Ninguna parte de esta publicación, incluido el diseño de cubierta, puede ser reproducida, almacenada o transmitida de manera alguna ni por ningún medio, ya sea electrónico, químico, mecánico, óptico, de grabación, en Internet o de fotocopia, sin permiso previo del editor o del autor.

    «Cualquier forma de reproducción, distribución, comunicación pública o transformación de esta obra solo puede ser realizada con la autorización de sus titulares, salvo excepción prevista por la ley. Diríjase a CEDRO (Centro Español de Derechos Reprográficos) si necesita fotocopiar o escanear algún fragmento de esta obra (www.conlicencia.com; 91 702 19 70 / 93 272 04 47)».

    .

    Un día me perdí entre líneas y jamás volví a casa.

    Porque hubo un año en el cual pensé que necesitaba un día más, una hora más, un segundo más. Pensaba que con un día más podría solucionar mis problemas. Es esa pequeña esperanza que se alberga y nunca se paga. Sigo pensándolo: necesito un día más. Hoy estoy en otro año así, pero también soy consciente de que no, que es un engaño de mi mente, un refugio que busca para argumentar que no he podido pasar página. No he podido dejar todo atrás. No te engañes: un día más no va a solucionar nada, pero un día más a veces lo soluciona todo; un día más puede solucionarlo todo, alberga esperanza. Qué contradicción esta, sin fin.

    Tú, Señor feliz.

    1

    Por más que la lluvia empape mis ojos y el salitre del mar dañe mis entrañas, seguiré, con paso firme.

    2

    Primera parte: resistencia

    Esa mañana, al levantarme, todo dolía.

    Mi cabeza.

    Mi espalda.

    Mi cuerpo.

    Mi vida.

    Mi alma.

    Intenté seguir como si nada pasase, como si el dolor fuera ajeno a mí y pudiese sacarlo del cuerpo, aun sabiendo que no era así. Continué con mis tareas de ser madre, como si de por sí fuese fácil, aun sabiendo que no lo era, sabiendo que, cada vez que torcía mi espalda y volvía a ponerla en su sitio, el dolor me crujía.

    Llegó alguien a mi vida y simplemente me limité a decir «sí».

    Me recosté en la cama, desnudé mi espalda y procedió a liberarme de todo aquello a lo que yo llamo dolor.

    De un momento a otro todo, desapareció el dolor, llegó la calma y la paz. ¿Cómo ocurrió aquello?

    ¿En qué momento dejé que eso ocurriese?

    Me pregunto: «¿Cómo ocurrió esto?». Y es que nunca nadie había traspasado ese umbral, nunca antes había dejado que alguien tocara mi espalda, esa parte mía sagrada, donde comulga mi dolor propio, mi carga única, esa a la que llamo mía, de mi propiedad.

    Sin embargo, lo dejé tocar y, con sus manos en mi espalda, me dormí. Descansé como hacía meses que no lo hacía. Pasó una hora, que, para mí, supo a un día completo, con todas sus

    ¿Disfrutas la vista previa?
    Página 1 de 1