UN NUEVO RITMO
Esta mañana el sol ha querido esconderse en Conil de la Frontera (Cádiz) y los cúmulos lo han nublado todo. Algo inusual, en pleno verano, en este rincón de Andalucía. Pero como casi en un caprichoso juego de casualidades, cuando ella llega, comienzan a distinguirse los primeros rayos de sol. Es como si se pasara de la sombra a la luz, de la timidez al atrevimiento, del miedo a la valentía… Y ese mismo antagonismo lo lleva marcado en su propio cuerpo, tatuado casi a fuego.A la altura de las costillas, Sara se grabó hace ya tiempo la palabra Saudade, «aquello que queda de aquello que no quedó», melancolía, bohemia, romanticismo… Vivía entonces en la decadente Oporto,pero sabía que miraría adelante con ilusión, lo mejor siempre está por llegar.Y llegó la luz, la esperanza, la vuelta a la vida… Volvió a tatuarse, esta vez en el antebrazo: Impermanente.
HARPER’S BAZAAR: ¿Por qué ‘impermanente’?
Porque todo en la vida es impermanencia, nada de lo que hoy gozas está asegurado para mañana.Tener esa consciencia hace que puedas disfrutar más el momento en el que estás… Los momentos difíciles son parte de la impermanencia, no van a estar ahí para siempre. Es un término budista, sé que no está en la RAE, pero quería tatuármelo para recordar eso. Cuando aceptas y asumes que todo está de paso, se vive más tranquilo, te llega la calma. La connotación no es negativa, claro que hay cosas que yo considero
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