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DE ALGO SE TIENE UNO QUE MORIR
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DE ALGO SE TIENE UNO QUE MORIR
Libro electrónico611 páginas8 horas

DE ALGO SE TIENE UNO QUE MORIR

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Información de este libro electrónico

Esta obra analiza, desde un contexto cultural y social, las consecuencias de las “enfermedades de la modernidad” en el país.
IdiomaEspañol
Fecha de lanzamiento15 sept 2021
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    DE ALGO SE TIENE UNO QUE MORIR - DRA. CUAHUTEOTLTITA JIMENEZ CASTAÑEDA

    DE ALGO SE TIENE UNO QUE MORIR...

    Una perspectiva sociocultural de las ECD (Enfermedades Crónico Degenerativas)

    DRA. CUAHUTEOTLTITA JIMÉNEZ CASTAÑEDA

    Instituto Politécnico Nacional

    -México-

    De algo se tiene uno que morir...

    Una perspectiva sociocultural de las ECD

    (Enfermedades Crónico Degenerativas)

    Cuahuteotltita Jiménez Castañeda

    Primera edición 2012

    D.R. © 2012

    Instituto Politécnico Nacional

    Luis Enrique Erro s/n

    Unidad profesional Adolfo López Mateos

    Zacatenco, 07738, México, DF

    Dirección de Publicaciones

    Tresguerras 27, Centro Histórico

    06040, México, DF

    ISBN

    Impreso en México / Printed in Mexico

    http://www.publicaciones.ipn.mx

    Dedico la presente obra con todo mi pensamiento,

    corazón y agradecimiento, a mi alma mater, el

    Instituto Politécnico Nacional, de quien recibí

    los pilares de mi formación profesional,

    y la riqueza de mi desarrollo

    laboral y personal

    RECONOCIMIENTOS

    Deseo expresar mi más profundo agradecimiento a:

    Mis hijos: Netzahualcóyotl, Huitzilihuitl y Cuaty, quienes han sido un motor de inspiración en el camino ascendente de mi vida.

    Mis estudiantes de la Escuela Superior de Medicina del ipn, futuros médicos que con su trabajo de investigación en este campo, han enriquecido ampliamente esta obra.

    La Academia de Antropología Médica, de la Escuela Superior de Medicina del ipn, por su valiosa revisión del libro.

    Todas las personas y circunstancias que directa e indirectamente apoyaron mi sueño y anhelo de contribuir a través de esta obra, a la salud integral de México.

    Reconocimiento para mis estudiantes de los grupos 3CM3 y 3CM6, de distintas generaciones a partir de 2006, que aportaron a esta obra con las entrevistas realizadas a pacientes con enfermedades crónico degenerativas.

    Adriana Marisol Árcega Rodríguez

    Alejandra Aragón Carrillo

    Amparo Elizabeth Aguirre López

    Anabel Sánchez Guadarrama

    Anahí Molina Evaristo

    Ana Laura Gómez Danel

    Blanca Julieta Bureos Cordero

    Carolina Maya Gorostieta

    Claudia Fernanda Cruz Aguilar

    Cristhian Jesús Medina Orend

    Christian I. Velasco Moncada

    Dafne Andrea Ángeles López

    Daniel González Germán

    Dasha Virineia Pérez Abarca

    Diana Chávez Lizárraga

    Eduardo Ricardo Martínez Torres

    Elizabeth Escobar Peralta

    Elizabeth Lara Guerrero

    Estela Castillo Buendía

    Fausto Arismendi Vera

    Flor de Ma. Dionicio Salinas

    Graciela Corona Núñez

    Hugo Rivera Astorga

    Ilse Fierro Ness

    Ilse Magaly Vázquez Padilla

    Irma Losano Navarro

    Irma Victoria Hurtado Rivero

    Itzel Ma. Montoya Fuentes

    Jessica Cruz Martínez

    Joel Campos Meza

    José Antonio Mendoza Yáñez

    José Antonio Vivar Fernández

    Juan Carlos Campos Hernández

    José Eduardo Sánchez Meza

    Julio César Martínez Alarcón

    Julio César Pastor Cosaín

    Karina Jazmín Herrera Ciprián

    Karla Nayeli Rodríguez Cortés

    Luis Ángel Macedo Bautista

    Laura Andrade Méndez

    Laura Resendiz Martínez

    Maricela Córdova Flores

    Marisol Galindo V.

    Marco Antonio Vite Acosta

    Martín Sinué Rosales Sánchez

    Mayra Elena Romualdo Ramírez

    María de Jesús Vázquez Díaz

    Miguel Cepeda Jiménez

    Miriam Castillo Alarcón

    Miriam García G.

    Nadia Elizabeth Flores Jiménez

    Norma Patricia Díaz López

    Omar Alarcón Hernández

    Raquel González Vega

    Rafael González Sánchez

    Rosa Angélica Balderas Jácome

    Rosa Irlandina Bazaldúa Monter

    Rodrigo González Barba

    Tania Gabriela Ramírez Abarca

    Teresa Hernández Muñóz

    Salvador Vélez González

    Saraí Estefanía Pérez Franco

    Víctor Lacunza Jacobo

    Vireli Franco Quiroz

    Wendy Berenice Sánchez Ramos

    Xuitzil Sara Gutiérrez García

    Yeraldin Garduño Zepeda

    Yessica Karina Vargas Curiel

    INTRODUCCIÓN

    RECONOCIMIENTOS

    CULTURA POPULAR DE SALUD Y CULTURA MEDICA

    CONCEPTOS DE CULTURA, TIPOS, CARACTERIZACIÓN EN MÉXICO

    REFRANES Y DICHOS DE LA CULTURA MÉDICA POPULAR

    CULTURA Y ENFERMEDAD

    CULTURA EN LOS MÉDICOS

    CULTURA Y ENFERMEDAD

    CAUSALIDAD CULTURAL DE LAS ENFERMEDADES

    EN MÉXICO EXISTE LA CULTURA DE LA ENFERMEDAD, NO ASÍ DE LA SALUD

    BARRIGA LLENA CORAZÓN CONTENTO

    EL VIEJO QUE SE SIENTA, SE MUERE, EL NIÑO QUE NO CORRE Y JUEGA, SE ENFERMA

    DISFRUTA, COME Y BEBE, QUE LA VIDA ES BREVE

    ALCOHOLISMO: ¿VICIO, ENFERMEDAD O COMPORTAMIENTO SOCIAL?

    DE ALGO SE TIENE UNO QUE MORIR

    ESTRÉS, PATOLOGÍA DE LA MODERNIDAD

    LA VIDA EN GRIS

    REFLEXIONES

    COSMOVISIÓN DE LA SALUD-ENFERMEDAD"

    ENVEJECIMIENTO Y CRONICIDAD

    CONSIDERACIONES FINALES

    ESTILOS DE VIDA

    CONCEPTOS, TIPOS, CARACTERIZACIÓN EN MÉXICO

    LO QUE HAY DETRÁS DEL ESTILO DE VIDA EN MÉXICO Y DE LA CULTURA PARA LA ENFERMEDAD Y LA MUERTE

    CULTURA Y ENFERMEDADES CRÓNICO DEGENERATIVAS

    SIGNIFICADO SOCIOCULTURAL DE LA ENFERMEDAD

    ENFERMEDADES CRÓNICO DEGENERATIVA

    ESTILO, CALIDAD, NIVEL Y CONDICIONES DE VIDA

    ENFERMEDADES CRÓNICO DEGENERATIVAS Y ESTILO DE VIDA

    DIABETES TIPO 2

    INFARTO DEL MIOCARDIO

    ENFERMEDADES CEREBROVASCULARES (EVC)

    CIRROSIS HEPÁTICA

    CÁNCER

    CÁNCER CERVICOUTERINO Y DE MAMA

    CÁNCER DE PRÓSTATA

    ENFERMEDAD PULMONAR OBSTRUCTIVA (EPOC)

    NEFRITIS Y NEFROSIS

    HIPERTENSIÓN ARTERIAL

    OBESIDAD

    CONSIDERACIONES FINALES

    COSTOS DE LAS ENFERMEDADES CRÓNICO DEGENERATIVAS

    MORTALIDAD Y ENFERMEDADES CRÓNICO DEGENERATIVAS

    LA VIDA NO LA TIENE UNO COMPRADA

    COSTOS DE LA ATENCIÓN DE DIABETES TIPO II

    COSTOS EN LA ATENCIÓN DE MALES CARDIOVASCULARES

    COSTOS EN INFARTO AGUDO DEL MIOCARDIO

    COSTO DE LA ATENCIÓN DE LA HIPERTENSIÓN ARTERIAL

    COSTOS DEL ALCOHOLISMO

    COSTOS DE LA ENFERMEDAD CEREBROVASCULAR

    COSTOS DE LA ENFERMEDAD PULMONAR OBSTRUCTIVA CRÓNICA (EPOC)

    COSTOS DE LA ATENCIÓN DE CÁNCER DE PULMÓN

    COSTOS ATRIBUIBLES AL CONSUMO DE TABACO

    COSTOS DE ATENCIÓN PARA EL CÁNCER DE PRÓSTATA

    COSTOS EN LA ATENCIÓN DE LEUCEMIA

    COSTOS DE LA INSUFICIENCIA RENAL CRÓNICA

    COSTOS DE ATENCIÓN DE LA OBESIDAD

    FINANCIAMIENTO DE LA ATENCIÓN A LA SALUD DE LA POBLACIÓN DE LA TERCERA EDAD

    COSTO FÍSICO, PSICOLÓGICO Y MORAL

    COSTOS SOCIALES

    CONSIDERACIONES FINALES

    ENCUENTRO CONSIGO MISMOS COMO FUTUROS MÉDICOS

    INVESTIGACIÓN EN ANTROPOLOGÍA MÉDICA Entrevistas por estudiantes de tercer semestre de la Escuela Superior de Medicina IPN

    DESARROLLO DE LAS ENTREVISTAS

    DIABETES MELLITUS TIPO II

    INFARTO

    ENFERMEDAD CEREBROVASCULAR

    CIRROSIS HEPÁTICA

    CÁNCER

    ENFERMEDAD OBSTRUCTIVA CRÓNICA

    NEFRITIS Y NEFROSIS

    HIPERTENSIÓN ARTERIAL

    ESTRÉS

    OBESIDAD

    ANÁLISIS SOBRE EL ESTILO DE VIDA DE PACIENTES CON ENFERMEDADES CRÓNICO DEGENERATIVAS

    DIABETES MELLITUS TIPO II

    INFARTO DEL MIOCARDIO

    ENFERMEDAD CEREBROVASCULAR

    ENFERMEDAD PULMONAR OBSTRUCTIVA CRÓNICA (EPOC)

    CÁNCER

    CIRROSIS HEPÁTICA

    ESTRÉS

    HIPERTENSIÓN ARTERIAL

    OBESIDAD

    ASÍ… NO ES VIDA VS ADHERENCIA AL TRATAMIENTO REACCIONES, CONDUCTAS, ACTITUDES ANTE LA PRESCRIPCIÓN A LOS DE ESTILO DE VIDA.

    POLÍTICAS DE SALUD, PRÁCTICA MÉDICA, INVESTIGACIÓN Y FORMACIÓN DE RECURSOS HUMANOS EN MÉXICO

    FACTORES DE ESTANCAMIENTO Y COMPLICACIÓN DEL PROBLEMA

    POLÍTICAS DE SALUD EN MÉXICO

    ¿QUÉ ESTÁN HACIENDO LAS INSTITUCIONES DE SALUD Y DE INVESTIGACIÓN?

    SECRETARÍA DE SALUD (SSA)

    INSTITUTO DE SEGURIDAD Y SERVICIOS SOCIALES DE LOS TRABAJADORES DEL ESTADO (ISSSTE)

    INSTITUTO MEXICANO DEL SEGURO SOCIAL (IMSS)

    INVESTIGACIÓN EN MÉXICO

    CONSEJO NACIONAL DE CIENCIA Y TECNOLOGÍA (CONACYT)

    MEDICINA GENÓMICA

    ¿QUÉ HACEN LOS LEGISLADORES?

    FORMACIÓN DE RECURSOS HUMANOS PARA LA SALUD

    GLOBALIZACIÓN DE LA CULTURA Y ESTILO DE VIDA

    LA GLOBESIDAD, EPIDEMIA DE LA MODERNIDAD

    GLOBALIZACIÓN Y NUTRICIÓN

    CONSUMO DE REFRESCOS

    GLOBALIZACIÓN Y TABAQUISMO

    GLOBALIZACIÓN Y ALCOHOLISMO

    GLOBALIZACIÓN Y SEDENTARISMO

    GLOBALIZACIÓN Y CONSUMISMO

    CULTURA PREVENTIVA EN SALUD

    PANORAMA ACTUAL

    INTERCULTURALIDAD Y SALUD

    FORMACIÓN DE LOS RECURSOS HUMANOS PARA LA SALUD

    ACCIONES INTERNACIONALES EN SALUD

    ACCIONES NACIONALES EN SALUD

    LEGISLADORES Y SECRETARÍA DE SALUD

    MEDIOS MASIVOS DE COMUNICACIÓN

    COMIDA Y PUBLICIDAD

    CULTURA, VIOLENCIA, BASURA Y ESTRÉS

    MEDIOS DE COMUNICACIÓN Y CULTURA: TAMBIÉN SOLUCIÓN

    VIOLENCIA Y SALUD

    PROGRAMA CARMEN

    CONSUMISMO

    EMPODERAMIENTO DE LA SOCIEDAD

    MODIFICACIÓN DEL ESTILO DE VIDA PARA LA PREVENCIÓN (A TRAVÉS DE MEDIOS DE COMUNICACIÓN)

    MEDICINAS COMPLEMENTARIAS, UNA PROPUESTA VIABLE Y EFICAZ

    PREVENCION A TRAVÉS DE UN ESTILO DE VIDA DIFERENTE

    CONCLUSIONES FINALES

    ANEXOS

    Refranes y dichos relacionados con la cultura médica popular, en México

    Entrevistas a pacientes con enfermedades crónico degenerativas

    BIBLIOGRAFÍA POR CAPÍTULOS

    INTRODUCCIÓN

    A lo largo de la historia del hombre, sea por los anhelos de superación y perfeccionamiento, sea por el dolor y el sufrimiento, éste se ha dispuesto a realizar cambios colectivos o individuales; como en el caso de las grandes revoluciones de todos los tiempos en las diferentes latitudes del planeta, en búsqueda de una vida mejor, al igual que en los relevantes movimientos de trabajadores, que ante pésimas condiciones laborales, han luchado y luchan por mejorarlas; o bien de manera individual, como es el caso actualmente de los pacientes con enfermedades crónicas, quienes luchan por mejorar su calidad de vida o por evitar la muerte. El proceso que favorece u obliga este cambio, se asocia cuando el dolor y el sufrimiento ocasionado por estas enfermedades ha llegado a su máximo o aparece la advertencia de muerte, ambas empujan para realizar cambios radicales en las actitudes, hábitos y formas de pensar. Porque generalmente antes de que aparezca la enfermedad, cuando se sugiere un cambio en los patrones de estilo de vida, la contestación inmediata y sin reflexionar es: de algo se tiene uno que morir.

    En muy pocas ocasiones existe un cambio de manera espontánea y responsable en los individuos para prevenir las enfermedades crónico degenerativas, no tenemos en México, cultura para la salud, es decir, una cultura encaminada a prevención de enfermedades; si bien va, los pacientes se deciden a regañadientes, se resuelven a realizar un cambio cuando ha aparecido la enfermedad, y a modificar su manera de vivir a tiempo. Esta transformación, aun cuando sea irreversible la patología, les lleva a vivir con mejor calidad de vida, es decir, les conduce al bienestar del paciente y sus familiares. No obstante, la mayor parte de las veces tienen que pasar años, mil pruebas y vicisitudes personales y familiares, para que de manera obligada acepten cambios en el patrón de conducta que los llevó a esos difíciles tramos de sus vidas, aunque que ya no es tan fácil regresar a la normalidad.

    En gran medida, las precarias condiciones socioeconómicas de nuestra realidad nacional restringen con tal fuerza, que la pobreza obliga a la población a vivir en extremo estas condiciones, y por otra parte se hace patente el proceso de aculturación cuando el contexto sociocultural, modela las mentes para adoptar patrones externos de conducta poco saludables. El patrón de conducta, el estilo de vida, modo o forma de vivir que se ha aprendido en el proceso de humanización y socialización de todo individuo de acuerdo al proceso de endoculturación, influye de manera directa en su salud o enfermedad, en su tipo de vida y muerte.

    La antropología nos dice que existen principalmente dos factores resistentes al cambio dentro de las culturas: la alimentación y la religión; son aspectos que no tan fácilmente se modifican, pero de éstos, el más fuerte es la alimentación. Hay una frase muy cierta que dice es más fácil cambiar de religión que de alimentación. Una de las múltiples explicaciones sobre la resistencia al cambio de la alimentación, se orienta en el sentido de que ésta se va adquiriendo desde que se nace, al igual que el gusto por la sazón de la madre, la abuelita o la tía; además este gusto se asocia con momentos agradables, generalmente para satisfacer el hambre, fiestas, reuniones, convivencia familiar, etc., y la otra es que todos los días hay que comer, lo que hace más fuerte la oposición.

    Por otra parte, si bien la transición demográfica ha contribuido de manera fundamental en el desarrollo de las enfermedades no transmisibles o crónico degenerativas, debido a que existe mayor oportunidad de padecerlas por el simple hecho de vivir más años, también es cierto que importantes cambios en el estilo de vida en las últimas décadas han contribuido y oscurecido el panorama epidemiológico en nuestro país. No se trata de vivir más, sino de vivir más años con calidad de vida, es lo ideal, no obstante, esta no es la realidad, puesto que sufrimiento y dolor acompañan al envejecimiento de nuestra población. Al interior del estilo de vida, los cambios en los hábitos de la comida tienen mucho que ver, desafortunadamente la comida es uno de los principales factores que contribuyen a las enfermedades crónico degenerativas. En el mundo actual, en nuestro país, se tiene serios problemas de salud nacional por esta causa. Los sanos patrones alimentarios ancestrales han sido culturalmente modificados en pocos años por la globalización, y así como éstos, también otros hábitos poco saludables, formas de pensar y de comportarse. Todo este proceso mundial ha cambiado la forma de vivir, el estilo de vida de nuestra sociedad, cuya dinámica no es perceptible por la mayoría de la población y por ende, se encuentra atrapada en un callejón que por fortuna sí tiene salida; pero para esto es necesaria la intervención urgente y decidida de todos: políticos, funcionarios, profesionales de la salud, académicos en el ámbito de la formación de recursos humanos para la salud, profesionales y académicos de todos los campos y de la sociedad en su conjunto.

    El estilo y las condiciones de vida repercuten de forma grave en los índices de salud de la población mexicana, en su bienestar y su calidad de vida. Enfrentamos una epidemia nacional de enfermedades culturalmente determinadas. Por la trascendencia de lo que significa esta situación en el presente y futuro de nuestra sociedad, este trabajo es un llamado de emergencia. La situación es tal, que puede equipararse a la de un gran terremoto nacional, que requiere de grandes esfuerzos y recursos de todo tipo, para, en primer lugar hacer consciencia de la situación, y en segundo, participar en forma organizada, planeada, con profundo sentido del deber nacional. Intervención que debe iniciar con una radical transformación —pasar de la cultura de enfermedad hacia la cultura de salud— a través de la concientización de la sociedad y a su vez ésta, responder solidariamente para consigo mismos. Se dice que a grandes problemas, grandes soluciones; si la causalidad de las enfermedades crónico degenerativas está fuertemente arraigada con la cultura, es necesario plantear de manera integrada, acciones de cambio cultural a través de la planeación de las políticas públicas en todos los campos, las acciones de salud, las actividades académicas y de investigación.

    Esta aportación pretende contribuir al análisis y discusión desde otros enfoques y frentes que estén listos para plantear alternativas que atañen al tema, así también, coadyuvar específicamente en la articulación de las funciones y actividades entre dirigentes políticos, personal de salud, en el nivel académico de escuelas y facultades de medicina, enfermería, nutrición y odontología, a partir del reconocimiento de la poderosa relación entre cultura, estilo de vida y salud.

    Cuahuteotltita Jiménez Castañeda.

    Verano, 2012.

    CULTURA POPULAR DE SALUD Y CULTURA MEDICA

    CONCEPTOS DE CULTURA, TIPOS, CARACTERIZACIÓN EN MÉXICO

    Un antropólogo, un sociólogo o un médico consciente de la realidad social que vive el país, asocia de manera automática la enfermedad con el contexto social y cultural del lugar donde analice la problemática médica. Un médico común opinaría que la cultura y aspectos sociales poco tienen que ver con las enfermedades o con la mortalidad, por su formación relega, minimiza la causalidad sociocultural y reduce la enfermedad a la causalidad biológica, se rehúsa a observar la cotidianidad de sus pacientes, no alcanza a ver el tejido íntimo entre la cultura, el estilo de vida, sus costumbres, hábitos, formas de ver el mundo y la enfermedad; no toma en cuenta cómo las creencias y valores de sus pacientes dictando su relación con el medio externo y viceversa. De igual manera que el niño, el adulto, el adolescente, el adulto mayor, la mujer, el hombre, el obrero, el empresario, el empleado, el campesino, etc. todos inmersos en su ambiente cultural, tanto individual como familiar, grupal o social, de manera natural viven su vida, su cultura, sin preguntarse si su manera de vivirla, tiene que ver con su salud o su enfermedad.

    Se ha dicho que la cultura puede ser definida en un sentido amplio, como todo lo cultivado por el hombre, ya que comprende el total de las producciones humanas, tanto en el ámbito material, por ejemplo, los productos del arte y la técnica así como en el espiritual, donde se mencionan las ciencias, el arte y la filosofía. Leonardo Viniegra pregunta, la enfermedad: ¿naturaleza o cultura? a lo cual responde:

    La mirada nosológica proyectada al campo del cuidado de la salud, ha permitido un impresionante desarrollo de la prevención, el diagnóstico, el tratamiento y la rehabilitación de las enfermedades en beneficio de millones de personas. No obstante, las limitaciones de tal aproximación se hacen ostensibles cuando nos acercamos más al ámbito de lo cultural: a los usos y costumbres, a los hábitos, tradiciones y creencias de las personas, a sus condiciones y circunstancias de vida. Es aquí donde la visión centrada en la enfermedad resulta insuficiente y, con frecuencia, un obstáculo para profundizar en otras facetas de la problemática que desafía a los servicios de salud (Viniegra, 2006:49).

    La connotación cultural, si bien es compleja, aplicada al campo de la prevención en salud podría simplificarse, puesto que por sus implicaciones prácticas en la cotidianidad de los seres humanos pueden incorporarse a la historia clínica: el estudio de hábitos, costumbres, creencias, conceptos de salud enfermedad, prácticas médicas, patrones de conducta, ante algunas enfermedades específicas, estilo de vida; entre otros son aspectos de peso para atender integralmente al individuo y a la familia. Bien dice Viniegra al respecto:

    Lo cultural: se manifiesta en una gran diversidad en cuanto a creencias, valores, tradiciones, hábitos, usos, costumbres, actitudes, aspiraciones, saberes, expresiones colectivas, formas de organización, manifestaciones artísticas, dotación de recursos materiales, disponibilidad de bienes y servicios, utilización de recursos técnicos y tecnológicos, todo lo cual moldea, matiza y diversifica al infinito las formas de ser individuales. Lo anterior, llevado al asunto motivo de nuestras reflexiones, podemos expresarlo con las siguientes palabras: el movimiento social con las características anotadas, es el principal generador de las formas de expresión —cuantitativa y cualitativa— de las enfermedades crónicas en nuestro país, donde la diabetes mellitus es la más representativa; de ahí que la afirmación la epidemia de diabetes mellitus tipo 2 se disemina sin control efectivo es reveladora de una epidemia culturalmente determinada.

    (Viniegra, 2006:53).

    Esta declaración que implica aspectos económicos, sociales y culturales, debería ser un gran foco de alarma, síntoma de un estado de emergencia en el que metafóricamente la diabetes constituye sólo un síntoma de un cuadro complejo, en el que caben el resto de las enfermedades crónico degenerativas. La cultura pesa a tal grado que se habla de epidemia culturalmente determinada, y como tal tendría que tratarse.

    Para abordar con profesionalismo el tema de las enfermedades crónicas, resulta imprescindible estudiar la cultura y su influencia en el entorno social, familiar e individual desde la perspectiva de lo que significa la salud-enfermedad. La unesco, en 1982, declaró: la cultura da al hombre la capacidad de reflexionar sobre sí mismo. Es ella la que hace de nosotros seres específicamente humanos, racionales, críticos y éticamente comprometidos. A través de ella, discernimos los valores y efectuamos opciones, el hombre se expresa, toma conciencia de sí mismo, se reconoce como un proyecto inacabado, pone en cuestión sus propias realizaciones, busca incansablemente nuevas significaciones, y crea obras que lo trascienden.

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    Cuando los antropólogos hablan de cultura humana, normalmente se refieren al estilo de vida total de un grupo. La cultura forma todo lo que implica transformación y seguir un modelo de vida. Los elementos de la cultura se dividen en: concretos o materiales: fiestas, alimentos, ropa (moda), arte plasmado, construcciones arquitectónicas, instrumentos de trabajo (herramientas), y simbólicos o espirituales: creencias (filosofía, espiritualidad/religión), valores (criterio de juicio moral /ética), actos humanitarios, normas y sanciones (jurídicas, morales, convencionalismos sociales), organización social y sistemas políticos, símbolos (representaciones de creencias y valores), arte (apreciación), lenguaje (un sistema de comunicación simbólica), tecnología y ciencia.

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    La cultura es una abstracción, es una construcción teórica a partir del comportamiento de los individuos de un grupo. Por tanto, nuestro conocimiento de la cultura va a provenir de la observación de los miembros de ese grupo, que vamos a poder concretar en patrones específicos de comportamiento. Cada individuo tiene su mapa mental, su guía de comportamiento, su cultura personal. Gran parte de esa cultura está formada por los patrones de comportamiento que tiene en común con su grupo familiar y social; es decir, un fragmento de esa cultura radica en el concepto que tiene de los mapas mentales de los otros miembros de la sociedad.

    Mediante la socialización se transmiten lenguajes de palabras y gestos, destrezas técnicas, habilidades, hábitos, valores, sentido común. La cultura no sólo tiene un aspecto social, también tiene un aspecto individual. Sobre la base de esos aprendizajes de la socialización, las personas vamos diferenciando nuestros gustos, nuestros valores relativos, nuestra forma de ver la vida y nuestra propia escala de valores, aunque éstos últimos cambien con el tiempo y la sociedad.

    Desde el origen del hombre, primero por sobrevivencia y posteriormente por curiosidad, gusto, desarrollo espiritual, el ser humano fue aprendiendo y creando, creando y aprendiendo; fue engendrando cultura, la cual incluye todas las manifestaciones sociales de una comunidad, se fue concibiendo un todo complejo. Todo lo que está fuera de la naturaleza, ha sido inventado por el hombre. Y si bien es cierto que existe una gran diversidad de conceptos sobre cultura, en virtud de que el pensamiento, el comportamiento y el conocimiento del hombre es diverso, y a lo largo de la historia y el tiempo se ha expresado en múltiples manifestaciones, es cierto también que podemos rescatar que la cultura influye de manera muy significativa en la salud-enfermedad de un individuo, familia, grupos y de la sociedad en su conjunto en todo momento y lugar.

    Ahora bien ¿cómo se podría caracterizar la cultura en México en cuanto a su comportamiento en hábitos, costumbres, forma de ver el mundo? Y ¿cómo ello puede influir en su estado de salud y enfermedad? ¿Cómo son sus patrones de comportamiento respecto a su salud? Tendríamos que empezar por decir que México es un país pluricultural y sería imposible tratar de encuadrar un patrón de comportamiento, pues existen tantas cosmovisiones, creencias, valores, costumbres y hábitos, cómo regiones, etnias, razas, Estados, grupos sociales, y familias existen en él. No obstante, para empezar de manera sencilla y objetiva, podríamos hacer una exploración cultural a través de la sabiduría popular, para saber qué hay detrás de sus dichos y refranes, sus tradiciones, costumbres, hábitos y conductas.

    REFRANES Y DICHOS DE LA CULTURA MÉDICA POPULAR

    A través de los dichos y refranes populares podemos rescatar mucho de la cultura y del pensamiento mexicano, nos podemos dar cuenta sobre la sabiduría médica popular, de cómo se percibe la salud y la enfermedad, la vida y la muerte, la juventud y la senectud, la importancia que damos a la comida, y en este sentido, las actitudes y comportamientos que se generan al respecto. El pensamiento que existe en gran parte de los refranes advierte aspectos en el cuidado de la salud, algunos de ellos son sobresalientes como:

    • Querer es poder

    • Salud divino tesoro

    • Somos lo que comemos

    • Mente sana en cuerpo sano

    • Más vale prevenir que curar

    • Teniendo salud, lo tienes todo

    • La risa es el alimento del alma

    • Más vale prevenir que lamentar

    • Come para vivir, no vivas para comer

    • El que no oye consejos no llega a viejo

    • No hacen viejos los años, sino los daños

    • El niño que no corre y juega, se enferma

    • El hombre es el peor enemigo de su salud

    • Dime que comes y te diré de qué te enfermas

    • Nadie sabe lo que tiene hasta que lo ve perdido

    • No dejes para mañana lo que puedas hacer hoy

    El hombre se pasa la mitad de su vida dañando su salud, la otra, tratando de recuperarla.

    También existen otros dichos y refranes que traducen y consienten los malos hábitos en los que se ve comprometida la ley del menor esfuerzo de las personas; en nuestro medio cotidiano, es común que deriven en conductas y actitudes poco favorables para la salud, tales como:

    • Mañana lo hago

    • Qué tanto es tantito

    • La panza es primero

    • No me tientes Satanás

    • Un poquito no hace daño

    • Tienes que comer por dos

    • Echando a perder se aprende

    • Panza llena, corazón contento

    • De algo se tiene uno que morir

    • Ya para los días que me quedan

    • Genio y figura, hasta la sepultura

    • Más vale morir de lleno y no de vacío

    • Fiesta sin comida, no es fiesta cumplida

    • No es gordura, es la curva de la felicidad

    • Disfruta, come y bebe, que la vida es breve

    • El que no toma vino en esta vida, a qué vino

    • El hombre que no toma, es un hombre sin aroma

    • El que por su gusto muere, hasta la muerte le sabe

    • El que nace pa´gordito aunque lo fajen de chiquito

    • Me he de comer esa tuna aunque me espine la mano

    Al observar con detenimiento, un porcentaje significativo de estos dichos y refranes está ligado directa, indirecta y sutilmente a la enfermedad y la muerte. Como se ha dicho, en México no se teme a la muerte y la traducción en los comportamientos cotidianos lo evidencian claramente; al analizar con mayor cercanía algunos refranes:

    De algo se tiene uno que morir

    El que por su gusto muere, hasta la muerte le sabe

    Me he de comer esa tuna aunque me espine la mano

    Podemos darnos cuenta que son pensamientos que se traducen en actitudes, que en nuestra sociedad se expresan en forma habitual en un número importante de personas, quienes aún sabiendo que lo que comen, fuman o beben puede dañar su salud, manifiestan que no cambiarían el gusto de hacerlo, aunque más tarde tengan que pagar las consecuencias. Se podría considerar como una conducta no totalmente consciente, en virtud de que una vez que se produce la enfermedad se arrepienten de haberlo hecho. De algo se tiene uno que morir, es un refrán muy frecuentemente escuchado. A través de él se podría interpretar: como, bebo, fumo o soy sedentario porque me place ahora, lo demás no me importa, ya se verá. Bien podemos interpretar lo que hay por detrás, se vive y goza el momento sin medir las consecuencias. En la siguiente entrevista realizada a un paciente se observa esta actitud:

    …siempre digo: ¡mejor pedir perdón, que pedir permiso!, tomo mis copitas en la semana para aguantar tantos problemas que tengo… me gusta estar con mis cuates y ver el futbol con unas bien frías; la verdad tomo muy frecuente hasta llegar borracho a mi casa y pelear con mi esposa… pero la quiero mucho. Los cigarros para mí eran como el agua, me fumaba de cinco a diez cigarros al día… ahora ya sé por qué me enfermo (ríe con una mirada desviada y triste). Amo a mis hijos y ya voy a ser abuelo, estoy contento con esta noticia, pero… ¡me da miedo que pueda morir y no conocerlo! Por eso ya me cuido, y vengo con mi doctor para que me revise. ¡Ya aprendí la lección, pero me está costando mucho trabajo y me duele reconocer que yo me provoqué el infarto porque nunca hacia ejercicio, ni mucho menos comía saludable!

    Entrevista a paciente masculino, burócrata de 53 años.

    MÁS VALE MORIR DE LLENO Y NO DE VACÍO

    No importa la calidad de la comida que se ingiera, lo importante es no quedarse con hambre, esta conducta tiene que ver con la que se observa comúnmente en personas que trabajan y no pueden ir a comer a su casa, se conforman con una coca cola y un gansito o unas galletas, es decir, con un refresco y cualquier tipo de comida basura. O bien se refiere a la actitud muy frecuente en el mexicano de comer hasta saciarse, sin importar si esta conducta le genera obesidad y más adelante otro tipo de patologías; lo importante es quedar bien satisfecho mientras se tengan las condiciones para comer.

    órale hijos… coman hasta llenarse, no se queden con las ganas.

    PANZA LLENA, CORAZÓN CONTENTO

    Este refrán puede interpretarse de dos maneras, dependiendo de cómo se aplique: se puede interpretar que efectivamente las personas pueden sentirse muy bien anímicamente, una vez que han satisfecho su necesidad de comer; pero también se puede interpretar como el hecho de hartarse de comida para sentirse bien.

    Bueno, desayuno leche con pan y a veces almuerzo de la comida que haya quedado del día anterior, eso es como a las nueve de la mañana, y como a la una de la tarde me da hambre y como de nuevo con mi marido que llega de trabajar de la parcela. Después en la noche cenamos con mi hija y mi esposo; mi marido y yo tomamos pan con café o leche, o atoles depende lo que haya. Sí sé que estoy gorda, obesa y que eso es un problema grave, pues dicen quesque afecta al corazón y a la presión, pero es que a mí me da mucha hambre y no puedo contenerme de comer y comer. Sus hijas se preocupan y le dicen que le baje a las tortillitas y al pan porque eso le hace daño, pero muy contenta dijo que a pesar de todo sus hijas la quieren mucho y la aceptan tal y como es.

    Entrevista a paciente femenino, ama de casa y curandera de 50 años.

    GENIO Y FIGURA, HASTA LA SEPULTURA

    Existen personas que cuidan siempre de su salud, pero también las que no lo hacen a lo largo de su vida, es decir, no cambian su comportamiento a pesar de consejos, aun sabiendo de lo importante que puede ser un cambio en su estilo de vida.

    ¡Ah…! pues yo estoy aquí en el hospital desde hace diez días, pero gracias a Dios ya me voy; yo tengo la alta presión y creo que tuve un infarto, ¡…no hombre la libré!, porque sentía que me moría. Pues así muy bien no me acuerdo, pero sí ya tiene como cinco añitos, pero ya me habían dicho unos doctores con los que había ido a consulta en otro hospital, que podía pasarme algo así, quesque por que estoy muy gordo y por el cigarro que no puedo dejar. No… pues estar con esta enfermedad, la verdad sí es algo muy cansado más porque son muchas las pastillas que me da el doctor. Cuando me dijeron que tenía la alta presión, pues como que no me la creí, porque yo casi no me sentía tan mal, además el doctor me dijo que dejara de fumar porque me hacía mucho daño, y ya sabía que eso me hacía daño, pero pues ya ves el vicio es el vicio. Antes de que me enfermara, no pues no la verdad, no frutas nada que las comía, bueno solo ahí de vez en cuando, lo que más comía, eso sí, eran los tacos y las tortas, pues es lo único que hay más cerca para comer en la fábrica y pues como mi casa queda re lejos, pues tenía que comer por aquí cerquita. Sí pues, sólo con refresco saben buenas las cosas. Yo comencé a fumar desde que tenía como 25 años, bueno creo que desde que estaba más chamaco, lo dejé un tiempo pero como a los 25 años sí comencé a entrarle más seguido al cigarro.

    Entrevista a paciente masculino, obrero de 52 años.

    DISFRUTA, COME Y BEBE, QUE LA VIDA ES BREVE

    No importa la cantidad o calidad de lo que se come o bebe, lo importante es hacerlo, pues sólo hay una vida, hay que festejar y hacer placentero el tiempo que vivamos, sin pensar en las consecuencias futuras.

    Mi mujer siempre ha dicho que somos gordos porque estamos sanos, pero un día comencé a tener malestares en el dedo gordo del pie y en un examen de rutina del trabajo me dijeron que tenía que comenzar a medirme en lo que comía, y pues yo lo entendí así como que comía yo mucho (ríe de nuevo). Porque ahí en San José cada fin de semana hacíamos comidas todos los que chambeábamos juntos, y como yo era el jefe de contabilidad, pues todos querían quedar bien con el Jeff, y me llevaban mucha carne para asar, carnitas, tomábamos mucho tequila que me enviaban desde Jalisco y muy pocas veces comíamos verduras, a lo más que llegábamos era a comer unos nopalitos con su salsa pos pa acompañar la carne, pero pues nada más; yo creo que eso fue lo que me hizo daño. Cuando me regresé pa la casa le dije a mi mujer que ya estaba yo muy gordo y que tenía que cocinarme más verduras y ella me dijo que si quería comer más verduras que le contratara a una muchacha pa que le ayudara, y lo hice, pero hasta la fecha seguimos comiendo nuestras comidas y pues nunca falta en nuestra mesa la coca cola de dos litros y nuestro postrecito que no perdonamos (sonríe). La verdad es que nunca he podido dejar de comer, como, como, y más porque siempre me dan dietas que nunca me llenan la panza y come uno como enfermo, y apenas recientemente que le dijeron a mi mujer que tenía lo de la diabetes, yo tengo que salirme para comer lo que se me antoja pues pa no darle tentación a ella, porque ella cree que sólo como lo que me da en casa (ríe fuertemente y baja la cabeza). De repente bajaba yo medio kilito y lo recuperaba en unos días porque como yo pensaba que podía festejar, que ya había bajado de peso pues lo festejaba comiendo un poco más de lo que debería.

    Entrevista a paciente masculino, empleado de 47 años.

    A partir de este marco específico de referencia cultural, podemos percibir mucho del estilo de vida en México, si bien es cierto que la primera lista de refranes es, en su mayoría, de muy buenos y sabios pensamientos —¿los estamos llevando a cabo?—, es evidente que no. Vivimos una cultura que tiene mucho que ver con la ley del menor esfuerzo, y se encuentra enraizada en un sistema económico y político nacional condicionado por las políticas internacionales, a las que poco o nada les interesa el bienestar de la población en México y en el mundo; es decir, no interesan las condiciones de vida como alimentación, vivienda, vestido, empleo, salud, educación, recreación, servicios, entre otros, y por supuesto, menos crear una cultura de salud. El resultado es un estado pobre de salud en la población. La sociedad se encuentra a expensas de lo que programen los altos niveles políticos, mensajes de los medios masivos de comunicación y las directrices que marcan las grandes potencias, todo a favor de una cultura para la enfermedad; la población inmersa en la modernidad y en su problemática, está alejada de una visión crítica de lo que sucede en su entorno; esta cultura de la patología ni siquiera es visible para los propios médicos y su equipo.

    CULTURA Y ENFERMEDAD

    De acuerdo con el desarrollo de la cultura de cada sociedad y su forma de organización, el hombre ha elaborado diferentes conceptos sobre salud, enfermedad, formas de aliviarla, acciones para su prevención y fomento de su salud; en México es muy particular la dinámica de estos aspectos, ya que dentro de la cosmovisión del mexicano, el concepto de salud-enfermedad está tejido con conceptos mágico religiosos, empíricos y científicos; y en este sentido giran las formas de aliviar, prevenir o curar sus enfermedades a través de la atención de la medicina alópata (hegemónica) en instituciones oficiales y privadas, pero también a través de la medicina tradicional mexicana y las medicinas complementarias.

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    Entendamos la cosmovisión como el conjunto de representaciones, opiniones y creencias que un individuo o un grupo social tienen de su universo, su ambiente, acorde a la época o cultura en la que se desarrollan y éstas forman una imagen o concepto general del mundo, a partir del cual interpretan su propia naturaleza como seres humanos y la de todo lo existente. La cosmovisión es la forma de percibir el entorno, y puede entonces a través de ella, explicar o representar las nociones comunes que se aplican a todos los campos de la vida, desde la política, la economía o la ciencia, hasta la religión, la moral o, la filosofía, la salud, a través de símbolos que dan la identidad.

    La población en general, tanto por los niveles educativos y culturales, como por la pobreza extendida a gran parte de ella, tiene su propia cultura en salud —como lo vimos en los refranes—, no obstante, alrededor de sus concepciones existen aspectos que, en la actualidad, son todo un reto por mejorar; por ejemplo: la población deja en muchos casos hasta el final la atención médica, incluso hasta cuando ya no es posible resolver el problema. Algunos reportes de investigación señalan que las mujeres y los niños son los que más frecuentemente acuden a consulta médica, a diferencia de los varones quienes en México conservan la postura de que los hombres no se enferman, esas son cosas de mujeres. Por sus patrones culturales deben mantenerse en ciertas actitudes: como ser el fuerte de la casa, pensar que la enfermedad no se hizo para ellos, igual que llorar. Pocos deciden realizarse chequeos médicos rutinarios después de los 40 años, las causas son varias: costo médico, falta de tiempo, desconfianza, incomodidad para discutir su propia salud y temor.

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    Las mujeres por su naturaleza son más propensas a ciertos problemas de salud, cuando están embarazadas y durante el parto, o por las complicaciones ginecológicas; así también, el estar más cerca de la familia y las responsabilidades que implica el cuidado de esta de la misma, llevar a los hijos al médico, papel que le ha correspondido a las madres fundamentalmente. Eso no pasa con los hombres, quienes solamente acuden con el médico cuando se ven amenazados por un problema de salud persistente. Incluso pueden presentar un malestar y arrastrarlo por años y no consultan al médico. Cuando acuden al hospital es porque ese padecimiento se ha complicado y es insoportable, —es entonces que puede suscitarse enojo con la vida por parte de ellos y decir: ¿por qué a mí?– de esta manera nos encontramos con enfermedades degenerativas y muchas veces en fase terminal. De acuerdo a estudios científicos recientes, en Inglaterra se ha observado que, en comparación con las mujeres, los varones tienen 60% de probabilidad mayor de enfermar de ecd (enfermedades crónico degenerativas), y 70% de morir por estas mismas causas; no se tiene ninguna evidencia biológica a la cual atribuirle este fenómeno, en cambio si existen evidencias culturales y sociales, debido a que las mujeres se ocupan más de su salud, y agregan que sí los varones cuidaran más de su estilo de vida, podrían reducirse estas cifras (Radio unam, 2009).

    Si bien cada vez más se observa mayor interés y responsabilidad por la salud, lo cierto es que aún existen muchas actitudes, tanto en mujeres como en hombres, que impiden seguir por una ruta más rápida y segura en la atención integral de la población. Podemos citar algunos ejemplos de cómo la cultura influye significativamente en la población:

    Un estudio realizado por Santillana y colaboradores, estuvo orientado a conocer: 1. Qué información tenían las mujeres sobre la prueba de Papanicolaou y el cáncer cervicouterino, sobre todo de tipo médico, y cuáles eran las ideas que las mujeres tenían sobre la prueba y la enfermedad; 2. Cuál era la noción de la cultura del cuerpo femenino en la construcción de su sexualidad, salud y enfermedad ginecológica; 3. Cómo era la práctica del examen entre las mujeres entrevistadas para este estudio, y si las dimensiones de sector de pertenencias, escolaridad e información le imprimían diferencias, y 4. Cuál era su percepción sobre los servicios de salud.

    Los resultados que se tuvieron en esta investigación fueron los siguientes:

    La mayoría de las mujeres entrevistadas no recibió información por parte de su familia acerca de su cuerpo y sexualidad en la infancia; independientemente del sector socioeconómico, edad y escolaridad. Las mujeres que nunca se han realizado la prueba son las que nunca recibieron información acerca de sexualidad. La mayoría de las mujeres se realiza inadecuadamente la prueba de Papanicolaou, en tanto que no se practica desde el inicio de la vida sexual, sino posterior a la maternidad y con una periodicidad arbitraria, independiente del nivel de escolaridad, grado de información o nivel socioeconómico. Los servicios de salud juegan un papel importante en la toma de decisiones en la realización de la prueba de Papanicolaou, prefiriendo los servicios particulares, puesto que les brindan mayor confianza y seguridad. En síntesis, los investigadores refieren que el estudio mostró:

    5.jpg

    Que por lo menos para la población del norte de México, la prevención oportuna del cáncer cervicouterino, por medio del clásico

    pap

    (Papanicolaou) se ve obstaculizada por una falla en la información de la sexualidad durante la infancia y la adolescencia, así como por una deficiencia en la práctica del

    pap

    a escala institucional. Este hallazgo, desde luego es fundamental, porque implica hacer una propuesta totalmente diferente de la exclusiva visión médica de que sólo con informar a través de carteles o anuncios por radio o TV las mujeres acudirán automáticamente y en masa a esta acción preventiva. Nada de eso, lo que se requiere es algo más profundo y amplio. Es decir, lo que se necesita es todo un gran programa educativo en la infancia y la adolescencia con el cual se rescate el valor de una sexualidad sana, a la vez que, en la vida adulta, se construyan talleres para que las mujeres expresen sus dudas, motivaciones, críticas, miedos y cuestionamientos sobre su cuerpo y su salud. De otra forma seguiremos en la misma situación de contar con un sistema de detección de cáncer bien estructurado, pero que no es utilizado por las mujeres (Santillana, 2004, et ál.:598).

    Con la lectura de este estudio nos podemos dar cuenta de la gran trascendencia que tiene la cultura en el fenómeno salud-enfermedad, en virtud de que la formación en salud se puede adquirir desde la infancia y la juventud como parte de la cultura, constituyendo un elemento fundamental a favor de la salud de las mujeres. Por otra parte, se puede agregar también, que los prejuicios sexuales existentes en nuestro país: sexo visto como algo sucio, pecaminoso, del cual no se debe hablar, van a influir de manera importante en la actitud que tienen las mujeres respecto al cuidado de su salud. De ahí que la relación médico-paciente sea tan delicada e íntima en este campo; los médicos varones deben cuidar al máximo a la hora de realizar un Papanicolaou, exploración de mamas o alguna otra exploración que implique pudor en la mujer, que esté presente una enfermera o algún familiar para crear confianza y evitar falsas interpretaciones en el procedimiento clínico, por parte de la paciente.

    En otro estudio realizado en el imss, con objeto de identificar los condicionantes de la utilización del examen clínico de mama, la relación entre ellos y el ejercicio médico institucional, participaron 47 usuarias y 29 médicos y enfermeras. Los resultados fueron los siguientes:

    La demanda estuvo condicionada por la percepción de mala calidad en la atención, falta de confianza en el médico y aspectos organizacionales. En la oferta, los médicos varones mostraron desinterés y temor a realizar el examen. Las médicas parecieron interesadas y las usuarias las aceptaron. Los investigadores concluyeron que existen barreras psicológicas, culturales, sociales e institucionales en el acceso y utilización del examen clínico de mama (Poblano, et ál., 2004).

    De igual forma, en la norma médica se recomienda que a partir de los 50 años, los varones se hagan una exploración anal para detección de cáncer en próstata o en recto, no obstante existe renuencia para hacerlo, por falsos juicios en torno a su sexualidad; esto mismo sucede en el caso de la vasectomía como un método de planificación familiar en la pareja, y por las mismas razones, los varones invitan o propician que sea la mujer la que se practique la salpingoclasia.

    Desde otra perspectiva, al analizar la influencia que han tenido los medios masivos de comunicación —como formas de cultura— en la determinación de las enfermedades crónico degenerativas, ya desde 1990 se hizo un interesante estudio respecto a diversas disposiciones de la Ley General de Salud, del Reglamento de Control Sanitario de la Publicidad y de la Ley Federal de Radio y Televisión, en relación con alimentos chatarra, alcohol y tabaco, presentado por el grupo parlamentario del prd, en la sesión de diciembre de 1990, en el que se presenta un análisis económico y social de la publicidad de alimentos chatarra, de las bebidas alcohólicas y del tabaco y su impacto negativo en la salud pública. En su momento expresaron:

    El sistema de injusticia social y en buena parte la engañosa e irracional publicidad de los alimentos chatarra, de las bebidas y del tabaco, son algunos de los varios factores responsables de este panorama de enfermedades y miseria. El Estado mexicano al permitir la amplia promoción del alcoholismo, del tabaquismo y del consumismo de alimentos chatarra, manifiesta su carácter de clase, de un Estado en poder de la burguesía más reaccionaria, que más que promover la salud y la vida del pueblo, en la generación egoísta de la plusvalía como única motivación de los poderosos, promueve la enfermedad y la muerte (Grupo Parlamentario

    prd

    , 1990:1-2).

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