La mejor herencia de Franca Sozzani
La fundación que lleva su nombre busca mejorar la investigación en torno a la prevención de las enfermedades haciendo uso de la información del genoma y la medicina de precisión más puntera.
Pocas mujeres en el mundo de la moda gozan de la admiración y el reconocimiento mundial de Franca Sozzani. La que fuera directora de Vogue Italia durante casi 30 años falleció en Milán en 2016 debido a un extraño cáncer y dejando atrás, no solo el respeto de sus compañeros, sino una labor humanitaria digna de admiración. Sozzani fue embajadora de buena voluntad de las Naciones Unidas en 2012 y embajadora mundial contra el hambre), con un objetivo muy claro: la creación de un fondo en la Facultad de Medicina de Harvard para estudiar y promocionar la genómica preventiva. Para entendernos: es la ciencia que aplica los conocimientos derivados de la descodificación del genoma humano para la predicción de los riesgos individuales a padecer determinadas patologías. De esta manera, todas las personas, independientemente del origen étnico o socioeconómico, pueden descubrir estrategias personalizadas para promover la salud a través de su ADN. Todo esto no hubiese sido posible sin el empeño del hijo de Franca, el director y fotógrafo Francesco Carrozzi, que se acercó por primera vez al campo de la genómica durante la agonía de la enfermedad de su madre.
