La salud tiene sexo y género
Las mujeres son más resistentes a las enfermedades infecciosas que los hombres y más vulnerables a las autoinmunes; algunas dolencias cardiovasculares se expresan de forma distinta según el sexo; los medicamentos afectan de diferente manera a hombres y mujeres... De estas y otras muchas peculiaridades se encarga una especialidad, la medicina de género, tan incipiente en países como España que a muchos profesionales sanitarios les suena literalmente a chino. Parte de una evidencia: la fisiología de ellos y ellas es distinta, y, por tanto, la prevención y el diagnóstico de muchas enfermedades, así como las terapias que se les aplican, deben serlo también.
NUMEROSOS ESTUDIOS HAN DEMOSTRADO QUE LOS SÍNTOMAS QUE EXPERIMENTAN LAS MUJERES en un infarto difieren de los que presentan los hombres, y no identificarlos se traduce en diagnósticos erróneos y, por lo general, en una atención de peor calidad. Casi dos décadas después de que aparecieran las primeras investigaciones al respecto, algunos médicos siguen sin tenerlas en cuenta, y solo hace seis meses que el Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social español incorporó la perspectiva de género a sus planes de prevención de las enfermedades cardiovasculares.
Existe la percepción social de que estos problemas tienen un perfil básicamente masculino y, sin embargo, no es así.
Según el Instituto Nacional de Estadística, el 30 % de la mortalidad femenina se debe a estas enfermedades, cinco
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