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Oxtankah: una ciudad prehispánica en las tierras bajas del área maya: Volumen II. Estrategias autóctonas de apropiación de un ecosistema tropical
Oxtankah: una ciudad prehispánica en las tierras bajas del área maya: Volumen II. Estrategias autóctonas de apropiación de un ecosistema tropical
Oxtankah: una ciudad prehispánica en las tierras bajas del área maya: Volumen II. Estrategias autóctonas de apropiación de un ecosistema tropical
Libro electrónico257 páginas2 horas

Oxtankah: una ciudad prehispánica en las tierras bajas del área maya: Volumen II. Estrategias autóctonas de apropiación de un ecosistema tropical

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Los grupos mayas actuales conservan una riqueza de conocimientos para manejar y utilizar los recursos naturales de su entorno y de prácticas y sistemas para la producción. El acercamiento a sus formas de vida nos permitió aproximarnos al entendimiento de las Estrategias autóctonas de apropiación de un ecosistema tropical que aplicaron los habitante
IdiomaEspañol
Fecha de lanzamiento18 jul 2023
ISBN9786075398006
Oxtankah: una ciudad prehispánica en las tierras bajas del área maya: Volumen II. Estrategias autóctonas de apropiación de un ecosistema tropical

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    Oxtankah - José Edith Poot Matu

    Colaboradores del volumen II

    ———•———

    Capítulo I. La resiliencia entre los mayas yucatecos: una aproximación etno-ecológica, doctor Víctor M. Toledo, unam, Instituto de Investigaciones en Ecosistemas y Sustentabilidad, Morelia, Michoacán, México; doctor Narciso Barrera-Bassols, uaq, Facultad de Ciencias Políticas y Sociales, Querétaro, México; doctor Eduardo García-Frapolli, unam, Instituto de Investigaciones en Ecosistemas y Sustentabilidad, Morelia, Michoacán, México, direcciones electrónicas: vtoledo @ iies. unam. mx, barrera @ itc. nl, eduardo @ iies. unam. mx

    Capítulo II. La meliponicultura en Yucatán, México, pasado, presente y potenciales perspectivas socioeconómicas, doctora Julieta Ramos-Elorduy-Blázquez y maestro en Ciencias José Manuel Pino-Moreno, unam, Instituto de Biología, Departamento de Zoología, Laboratorio de Entomología. Apartado postal 70-153, 04510, Ciudad de México, tel. 56 22 91 61, ext. 47 955, direcciones electrónicas: relorduy @ ib. unam. mx, jpino @ ib. unam. mx

    Capítulo III. Cacería tradicional del venado cola blanca por los mayas, doctor Salvador Mandujano-Rodríguez, Red de Biología y Conservación de Vertebrados, Inecol, A. C., km 2.5 Carretera antigua a Coatepec núm. 351, Congregación del Haya, Xalapa, 91070, Veracruz, México, dirección electrónica: salvador.mandujano @ inecol.mx

    Capítulo IV. La actividad pesquera con trampas de atajo en la bahía de Chetumal, Quintana Roo, México, ingeniero Pablo I. Caballero-Pinzón, ut Chetumal, carretera Chetumal-Bacalar, km 5.3, Chetumal, Quintana, Roo, México, e ingeniero Roberto L. Herrera-Pavón, Ecosur, Departamento de Sistemática y Ecología Acuática, av. Centenario km 5.5 Chetumal, Quintana Roo, México, direcciones electrónicas: rherrera @ ecosur. mx y xcalak80 @ gmail. com

    Capítulo V. La recolección y el aprovechamiento de recursos fitogenéticos para la alimentación por los grupos mayas actuales en comunidades campesinas de Tabasco, doctor José E. Poot-Matu, maestro Martín A. Mijangos-Cortés, maestra Dora Centurión-Hidalgo, maestra Judith Espinosa-Moreno y biólogo Jaime G. Cázares-Camero, Universidad Juárez Autónoma de Tabasco (ujat), División Académica de Ciencias Agropecuarias, km 25 carretera Villahermosa-Teapa, Tabasco, México, tel. (993) 358 1500, ext. 6602, (993) 358 1585 y (993) 390 2774, direcciones electrónicas: jpootm @ hotmail. com, martin_adolfo1962 @ hotmail. com, doracenturionhidalgo @ gmail. com, juespinosa @ hotmail. com, ajaw17 @ hotmail. com

    Capítulo VI. Palmas silvestres en la alimentación humana, herencia de una cultura tradicional en comunidades rurales de Tabasco, doctor José E. Poot-Matu, maestro Martín A. Mijangos-Cortés, maestra Dora Centurión-Hidalgo, maestra Judith Espinosa-Moreno y biólogo Jaime G. Cázares-Camero, ujat, División Académica de Ciencias Agropecuarias, km 25 carretera Villahermosa-Teapa, Tabasco, México, tel. (993) 358 1500, ext. 6602; 358 1585 y 390 2774, direcciones electrónicas: jpootm @ hotmail. com, martin_adolfo1962 @ hotmail. com, doracenturionhidalgo @ gmail. com, juespinosa @ hotmail. com, ajaw17 @ hotmail. com

    Capítulo VII. Raíces y tubérculos tropicales como fuente de alimentación de nuestras culturas prehispánicas, doctor José E. Poot-Matu, maestro Martín A. Mijangos-Cortés, maestra Judith Espinosa-Moreno y maestra Dora Centurión-Hidalgo, ujat, División Académica de Ciencias Agropecuarias, km 25 carretera Villahermosa-Teapa, Tabasco, México, tel. (993) 358 1500, ext. 6602, (993) 358 1585 y (993) 390 2774, direcciones electrónicas: jpootm @ hotmail. com, martin_adolfo1962 @ hotmail. com, juespinosa @ hotmail. com, doracenturionhidalgo @ gmail. com

    Capítulo VIII. Etnomicología de las tierras bajas mayas, doctor Felipe Ruan-Soto Universidad de Ciencias y Artes de Chiapas (Unicach), Instituto de Ciencias Biológicas, Laboratorio de procesos bioculturales, educación y sustentabilidad, Tuxtla Gutiérrez, Chiapas, México, asesorado por el doctor Jaime Page-Pliego, unam, Centro de Investigaciones Multidisciplinarias sobre Chiapas y la Frontera Sur, México; doctor Joaquín Cifuentes-Blanco, unam, curador de las colecciones de la sección de Hongos Herbario fcme, Facultad de Ciencias, profesor del Laboratorio de Taxonomía y Diversidad de Hongos, Departamento de Biología Comparada, México, direcciones electrónicas: ruansoto @ yahoo. com. mx jcifuentesblanco @ ciencias. unam. mx

    Capítulo IX. Mariposas y otros insectos comestibles, bióloga jcifuentesblanco @ ciencias.unam.mx Gabriela Jiménez-Casas, Instituto de Ecología, unam y arqueólogo Guillermo Tenamaxtle Quiroga-López, dirección electrónica: gjimenez @ ecologia. unam. mx

    I. La resiliencia entre los mayas yucatecos.

    Una aproximación etno-ecológica

    ———•———

    Víctor M. Toledo,

    Narciso Barrera Bassols,

    Eduardo García Frapolli

    INTRODUCCIÓN

    La necesidad de adoptar un abordaje integral o socioecológico en el estudio de las culturas antiguas ha sido reconocida desde hace ya varias décadas. Eso es lo que han invocado y llevado a la práctica corrientes o escuelas tan diversas como la ecología cultural, la arqueología ecológica y, más recientemente, la llamada historia ambiental. En todas ellas se toman como marco conceptual y piedra angular del análisis histórico las relaciones que se establecen entre la sociedad que se estudia y la naturaleza que la rodea, sustenta y contiene.

    En los últimos años, un nuevo enfoque derivado de una propuesta interdisciplinaria, la etno-ecología, ha comenzado a ser utilizado en el análisis de las relaciones entre las sociedades humanas y la naturaleza, con la ventaja de que aborda y analiza de manera integrada las tres dimensiones del fenómeno humano —el creer, el conocer y el hacer— por medio de las cuales toda cultura se apropia su entorno natural.

    El presente ensayo, tercero de una serie preparada por los autores (los anteriores son Barrera Bassols y Toledo, 2005, y Toledo et al., 2007), consigna y examina los principales resultados de una exploración etno-ecológica de los mayas yucatecos contemporáneos, haciendo hincapié en varios aspectos con algún valor para el análisis del pasado (arqueológico, etnohistórico e histórico) y, de manera especial, en uno de ellos: la resiliencia, que es la capacidad de un sistema para absorber los cambios impredecibles y sorpresivos y continuar persistiendo.

    LA ETNO-ECOLOGÍA Y SU ABORDAJE

    Tomada como una entidad concreta, la realidad que nos rodea puede ser descompuesta en paisajes. Todo paisaje es una síntesis del tiempo en un espacio determinado. Al ser un ensamble espacio-temporal, todo paisaje es potencialmente interpretable. Leer el paisaje es interpretar el tiempo en el espacio y al espacio en el tiempo. Todo paisaje es producto de una acción doble: de las fuerzas de la naturaleza y, dependiendo de su ubicación y circunstancia, de la acción de los seres humanos. Con doscientos mil años de presencia en el planeta, la especie humana ha impactado a tal grado los paisajes que es prácticamente imposible encontrar fragmentos de naturaleza vírgenes o intocados (Gómez Pompa y Kaus, 1992). Por lo anterior, toda lectura de los paisajes de un territorio determinado debe registrar tanto los fenómenos naturales como los sociales y culturales que los han confeccionado, es decir, debe asumir un abordaje etno-ecológico.

    Figura 1. Esquema del abordaje etno-ecológico, en el que el analista explora las dimensiones del creer, el conocer y el hacer, es decir, el complejo kosmos-corpus-praxis, por medio del cual toda entidad humana realiza el acto de apropiación de la naturaleza. La apropiación intelectual (A) y material (B) analizada se confronta con lo observado de manera independiente por el analista (A’) y (B’) (elaboración: Pablo Alarcón Chaires).

    La etno-ecología puede definirse como el estudio interdisciplinario de cómo la naturaleza (los paisajes) es percibida por los seres humanos a través de un conjunto de creencias y de conocimientos, y de cómo, mediante los significados y las representaciones simbólicas, utiliza y maneja los paisajes y sus recursos naturales (Toledo, 2002). En otras palabras, la etno-ecología se aboca a estudiar de manera integrada las relaciones que existen entre el sistema de creencias (kosmos), el repertorio de conocimientos (corpus) y el conjunto de prácticas (praxis) de un cierto conglomerado humano, es decir, estudia el complejo kosmos-corpus-praxis (k-c-p) (figura 1).

    Por lo visto anteriormente, los seres humanos escenifican tres actos distintos pero articulados frente a su entorno: dos interpretaciones y una actuación. Desde la perspectiva de su cosmovisión, los actores construyen una imagen o representación de los paisajes. Por otro lado, los actores construyen, en paralelo, una interpretación de ese mismo escenario a través de una lectura basada en la observación de objetos, hechos, patrones y procesos, es decir, a través del repertorio de conocimientos. Finalmente, los actores deciden y construyen una actuación basada en el par representación / interpretación, es decir, ponen en operación un conjunto de acciones en relación con su escenario mediante la aplicación de un conjunto de prácticas productivas. En resumen, al estudiar las conexiones, sinergias y retroalimentaciones del complejo k-c-p, la etno-ecología realiza un análisis completo del proceso de apropiación de la naturaleza.

    LA PENÍNSULA DE YUCATÁN, EL ESCENARIO

    La península de Yucatán constituye una de las regiones más interesantes y enigmáticas no sólo de Mesoamérica, sino del mundo entero, en virtud de sus particulares condiciones biológicas, geológicas, geográficas y meteorológicas, así como de su larga historia cultural. Cuatro rasgos distinguen a esta planicie tropical como un laboratorio donde han ocurrido y siguen ocurriendo procesos socio-ambientales de gran trascendencia: a) su topografía semiondulada de reciente origen cárstico, con ausencia de corrientes de agua superficiales en su porción norte y abundancia de humedales en sus porciones central y sur, cubierta por diferentes tipos de selvas tropicales dinamizadas por una marcada estacionalidad pluvial (las lluvias son escasas o nulas durante seis meses o más del año) sobre un heterogéneo mosaico de suelos calizos, hidromórficos, delgados y pedregosos; b) la enorme antigüedad de la huella humana, estimada en más de cinco mil años; c) la existencia de un proceso civilizador de muy larga duración representado por el devenir de la cultura maya, cuyo más antiguo registro data de hace tres mil años, además de procesos más particulares, como la domesticación de especies y el uso de especies domesticadas fuera de la región desde hace unos cinco mil cuatrocientos años (Colunga et al., 2003; Pohl et al., 1996), y d) la alta heterogeneidad ambiental o paisajística, expresada en una moderada diversidad biológica no obstante ser éste un territorio habitado a lo largo de miles de años, muchas veces bajo patrones de alta densidad demográfica.

    Estas características ecológicas y socioculturales han dado lugar a innumerables controversias en torno a la larga permanencia de la cultura maya peninsular en un entorno ambiental problemático y con innumerables restricciones, pues a los suelos poco aptos para la producción agrícola y las limitadas ofertas de agua deben agregarse dos factores más que incrementan el riesgo y la incertidumbre: a) los recurrentes incendios forestales, especialmente en la porción caribeña (Snook, 1998), y b) la alta frecuencia de huracanes: tan sólo entre los años 1850 y 2000 la península de Yucatán fue afectada por 105 de ellos (Boose et al., 2003). El panorama suele complicarse aún más por el registro arqueológico de varios colapsos, evidenciados por un drástico descenso de la población y el abandono de varias ciudades.

    Al misterio maya

    El misterio maya —¿cómo una cultura de tres mil años de antigüedad ha logrado permanecer en condiciones geofísicas y climáticas tan poco favorables y no obstante la caída drástica de sus poblaciones durante el pasado?— ha motivado centenas de artículos y decenas de libros escritos desde las perspectivas de la arqueología, la paleo-ecología, la geografía física y cultural, la etnohistoria y la ecología humana.

    Cuatro obras de carácter colectivo escritas durante las últimas tres décadas resultan esenciales para entender el misterio maya (Toledo, 2005). El libro de Harrison y Turner (1978) Pre-Hispanic Maya Agriculture constituyó un parteaguas al lograr rebatir la hipótesis dominante hasta su época entre los estudiosos mayenses, quienes sostenían que los antiguos mayas habían fincado su presencia con base en el sistema agrícola de roza, tumba y quema (slash and burn o swidden cultivation), una modalidad agrícola que requiere el obligado descanso de los suelos y cuya productividad en producción de alimentos se considera limitada. Cuestionando esa idea, los autores de esta obra mostraron la existencia de toda una gama de métodos, técnicas y estrategias para producir alimentos entre los mayas antiguos. Maya Subsistence, publicado cuatro años después (Flannery, 1982), reforzó y complementó con abundantes evidencias, principalmente arqueológicas, la nueva perspectiva abierta por el primero. Años después apareció una tercera contribución significativa (Fedick, 1996), cuyos autores se concentraron en estudiar los patrones de uso del suelo entre los mayas antiguos y actuales desde una perspectiva geográfica, es decir, subrayando el manejo del paisaje. Finalmente, la aparición en 2003 de la obra The Lowland Maya Area: Three Millenia at the Human-Wildland Interface, con 36 capítulos escritos por 78 autores (Gómez Pompa et al., 2003), retomó buena parte de los avances logrados e hizo nuevas aportaciones.

    La resiliencia entre los mayas yucatecos

    La resiliencia es la capacidad de un sistema para resistir, absorber y remontar los eventos impredecibles sin afectar su estructura (véase Holling, 2001, para un desarrollo teórico del concepto). El análisis desde una perspectiva etno-ecológica de los mayas yucatecos contemporáneos, realizada por dos de los autores en una contribución previa (Barrera Bassols y Toledo, 2005), encuentra en dos rasgos de la cultura maya actual sendos mecanismos esenciales de resiliencia socio-ambiental: a) su estrategia de uso múltiple de la naturaleza, que da prioridad, a escala de la unidad doméstica, al aprovechamiento de toda una variedad de paisajes, tanto para fines de subsistencia como para su intercambio local y regional, y b) su concepto sagrado de salud (basado en el equilibrio), aplicado de manera trans-escalar desde el propio cuerpo humano, la casa, el huerto, la comunidad y la parcela, hasta el mundo entero y el universo.

    Esos dos procesos funcionan como organizadores clave del manejo maya de los recursos naturales y son, a su vez, los dos principales mecanismos de resiliencia socio-ambiental. Expresan también las dos maneras como los mayas yucatecos se relacionan con la naturaleza: la primera situada en la esfera de lo profano, lo objetivo y lo racional; la segunda perteneciendo al dominio de lo subjetivo, lo simbólico y lo sagrado. Ambas maneras guían las prácticas tanto tecno-ambientales como simbólicas, y aparecen amalgamadas en la mente de los individuos con poca o ninguna distinción entre lo secular y lo sagrado o lo místico, pero en permanente retroalimentación. La primera ofrece información sobre el mundo de la naturaleza a través del conocimiento empírico; la segunda enfrenta aquellos problemas no cubiertos por la primera (lo desconocido, lo incontrolable y lo impredecible) mediante el diálogo con los entes supranaturales (espíritus, deidades y dioses). En suma, vemos aquí a la naturaleza, a las divinidades y a los seres humanos trabajando colectivamente, en equipo, en la eterna producción y reproducción de la vida.

    Esta perspectiva revela a) una compleja simbolización de las fuerzas de una naturaleza sacralizada; b) un fino reconocimiento de sus componentes, relaciones, dinámicas y procesos, y c) un detallado manejo de sus unidades espaciales, parches o paisajes en mosaico. Todo ello fortalece las hipótesis alternativas respecto al misterio maya, basadas en el reconocimiento de toda una variedad de usos de la naturaleza en el plano local, fundadas en el manejo de sus paisajes y en el uso diversificado de sus recursos naturales como una estrategia histórica de larga duración (Gómez Pompa, 2003).

    Métodos

    Los datos aquí analizados provienen de una detallada revisión de la literatura realizada por los autores. Los mayas yucatecos son el grupo cultural más estudiado de Mesoamérica, con 576 referencias publicadas entre 1900 y 1999 (Toledo et al., 2002). Esos estudios incluyen investigaciones sobre ritos, mitos, lugares sagrados y cosmogonías (143 referencias); los conocimientos mayas sobre la naturaleza —plantas, animales, suelos,

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