Descubre millones de libros electrónicos, audiolibros y mucho más con una prueba gratuita

Solo $11.99/mes después de la prueba. Puedes cancelar en cualquier momento.

Ritualidad Y Cosmovisión En La Fiesta Patronal Del Señor Santiago En Juxtlahuaca (Mixteca Baja)
Ritualidad Y Cosmovisión En La Fiesta Patronal Del Señor Santiago En Juxtlahuaca (Mixteca Baja)
Ritualidad Y Cosmovisión En La Fiesta Patronal Del Señor Santiago En Juxtlahuaca (Mixteca Baja)
Libro electrónico260 páginas3 horas

Ritualidad Y Cosmovisión En La Fiesta Patronal Del Señor Santiago En Juxtlahuaca (Mixteca Baja)

Calificación: 0 de 5 estrellas

()

Leer la vista previa

Información de este libro electrónico

En esta obra se pretende descubrir como se entrelazaron los smbolos religiosos cristianos y paganos en la fiesta patronal del Seor Santiago en Juxtlahuaca durante el Periodo Virreinal. Y como esto dio lugar a un significado simblico diferente, en la percepcin indgena de los santos cristianos a los que les ofrecan sangre de guajolotes u otros animales. Esta tradicin se conserva y reproduce anualmente.

Interpretamos la mentalidad religiosa y blica de los indgenas uu dzavui del Virreinato, analizando la parafernalia de la celebracin y especialmente los dilogos de la obra teatral dancstica que ellos llaman Los Chareos. La obra debi ser introducida cuando los frailes dominicos del siglo XVII, fueron asignados como residentes en Juxtlahuaca. Los frailes instituyeron las primeras cofradas cuyos cargos recaan en la poblacin civil, sta fue incorporando las tradiciones uu dzavui con mayor vigor, imprimindole un sentido barroco, que an conserva esta singular festividad. Se trata de una tradicin que da identidad tnica y/o regional a sus habitantes y adems los prove de una vinculacin estrecha con la tierra matria, desde donde sea que radiquen.
IdiomaEspañol
EditorialPalibrio
Fecha de lanzamiento29 ene 2013
ISBN9781463340803
Ritualidad Y Cosmovisión En La Fiesta Patronal Del Señor Santiago En Juxtlahuaca (Mixteca Baja)
Autor

Amada María Orduña Garrido

AMADA MARÍA ORDUÑA es doctora en Historia y Etnohistoria por la Escuela Nacional de Antropología e Historia, estudió licenciatura y maestría en Historia en la Universidad Nacional Autónoma de México. Ha sido investigadora y docente en la Universidad Pedagógica Nacional y en la Universidad Autónoma Metropolitana Iztapalapa. Sus investigaciones se centran en la Cultura Mixteca Colonial y en los usos y costumbres de los mixtecos del presente: “Los rituales de petición de lluvia en la Sierra de Coicoyán”, en: Broda y Gamiz (coord.), 2009, Universidad Autónoma de Puebla; El tributo y la encomienda para la producción de seda en Yanhuitlán; La mano de obra de repartimiento en el cultivo de seda Mixteca (siglo XVI); Los gobernantes de Juxtlahuaca en el Códice Baker II; Los códices coloniales de la Mixteca Baja, entre otros.

Relacionado con Ritualidad Y Cosmovisión En La Fiesta Patronal Del Señor Santiago En Juxtlahuaca (Mixteca Baja)

Libros electrónicos relacionados

Antropología para usted

Ver más

Artículos relacionados

Comentarios para Ritualidad Y Cosmovisión En La Fiesta Patronal Del Señor Santiago En Juxtlahuaca (Mixteca Baja)

Calificación: 0 de 5 estrellas
0 calificaciones

0 clasificaciones0 comentarios

¿Qué te pareció?

Toca para calificar

Los comentarios deben tener al menos 10 palabras

    Vista previa del libro

    Ritualidad Y Cosmovisión En La Fiesta Patronal Del Señor Santiago En Juxtlahuaca (Mixteca Baja) - Amada María Orduña Garrido

    Copyright © 2013 por Amada María Orduña Garrido.

    Todos los derechos reservados. Ninguna parte de este libro puede ser reproducida o transmitida de cualquier forma o por cualquier medio, electrónico o mecánico, incluyendo fotocopia, grabación, o por cualquier sistema de almacenamiento y recuperación, sin permiso escrito del propietario del copyright.

    Diseño de portada: Alejandro Arley Orduña.

    Los cristiano-mixtecos capitaneados por el Señor Santiago, intervienen en una batalla cósmica contra los idólatras, es decir las fuerzas del bien contra las fuerzas del mal para buscar el equilibrio de la naturaleza en un mundo dual. Una cosmovisión híbrida hispano-mixteca, nacida en el periodo colonial que se ha conservado hasta nuestros días gracias a los habitantes de Juxtlahuaca que cuidadosamente transmiten de generación en generación tradiciones que les dan sentido de identidad y pertenencia.

    Este libro fue impreso en los Estados Unidos de América.

    Fecha de revisión: 06/06/2013

    Para realizar pedidos de este libro, contacte con:

    Palibrio

    1663 Liberty Drive

    Suite 200

    Bloomington, IN 47403

    Gratis desde EE. UU. al 877.407.5847

    Gratis desde México al 01.800.288.2243

    Gratis desde España al 900.866.949

    Desde otro país al +1.812.671.9757

    Fax: 01.812.355.1576

    ventas@palibrio.com

    428440

    Í n d i c e

    Prólogo

    Introducción

    1ª. Parte

    CAPITULO I

    1.1 COSMOVISIÓN, IDEOLOGÍA, Y PODER.

    1.1.1 Hombre-naturaleza y religión.

    1.1.2 La cosmovisión mesoamericana.

    1.2 TERRITORIO, IDENTIDAD Y PERTENENCIA.

    1.2.1 Territorio utilitario funcional.

    1.2.2 Territorialidad sagrada.

    1.2.3 Identidad y pertenencia.

    1.3 SINCRETISMO Y REELABORACIÓN SIMBÓLICA

    1.3.1 Cambio y continuidad: religiosidad popular.

    1.3.2 Contracolonización y cultura propia.

    1.4 ENFOQUE INTERDISCIPLINARIO.

    CAPITULO II

    2.1 EL TERRITORIO MIXTECO Y SUS RECURSOS NATURALES.

    2.1.1 Geografía física y producción.

    2.1.2 Población urbana y rural.

    2.2 LA GEOGRAFÍA CULTURAL.

    2.2.1 Los elementos naturales y las divinidades.

    2.2.2 El paisaje ritual.

    2.3 EL CALENDARIO AGRÍCOLA Y EL SANTORAL CATÓLICO.

    2.3.1 Origen y uso del calendario mixteco.

    2.3.2 Tiempo de secas y tiempo de aguas.

    2.4 REINTERPRETACIONES Y CONTINUIDAD CULTURAL.

    2.4.1 Religiosidad popular.

    2.4.2 Continuidad en los rituales.

    2ª. Parte

    CAPITULO III

    3.1 LA IMPOSICIÓN DE LA CULTURA HISPÁNICA.

    3.1.1 Colonización civil.

    3.1.2 Colonización religiosa.

    3.2 RESISTENCIA DE LA COSMOVISIÓN ÑUU DZAVUI.

    3.2.1 Estrategias de indianización.

    3.2.2 Clandestinidad de los rituales ñuu dzavui.

    3.3 CONTINUIDAD ÑUU DZAVUI EN LA FIESTA DE SANTIAGO.

    3.3.1 Dos identidades y dos cofradías del señor Santiago.

    3.3.2 Vida social y religión en los días de fiesta.

    3.4 REELABORACIÓN DE UN RITUAL MESOAMERICANO-MIXTECO.

    3.4.1 El paseo de los Guajolotes.

    3.4.2 La reinterpretación simbólica de una ofrenda de sangre".

    CAPITULO IV

    4.1 LA DANZA DE LOS CHAREOS: MOROS VS. CRISTIANOS.

    4.1.1 El simbolismo de la batalla.

    4.1.2 Los personajes de ambos bandos.

    4.2 EL CUADERNO, LA DANZA Y LOS DIÁLOGOS.

    4.2.1 Origen de la danza y del libreto.

    4.2.2 Reinterpretación de guerreros y dioses mixtecos.

    4.3 TAA DOÇO O TAANDOZO Y SANTIAGO DE COMPOSTELA.

    4.3.1 El cambio de ídolos por santos.

    4.3.2 Tolerancia de la religiosidad oficial.

    4.4 CRISTIANISMO, IDENTIDADAD Y SANTIAGO.

    4.4.1 La nobleza indígena de Juxtlahuaca.

    4.4.2 La victoria: Santiago y los cristianos mixtecos.

    CONSIDERACIONES FINALES

    BIBLIOGRAFIA

    A Alejandro, Mayita y Alex

    Con amor

    A Salvador y Amadita, Leticia, Salvador jr.,

    Marisa y Roxana

    Gracias

    Agradezco al Dr. Raúl Carlos Aranda Monroy (ENAH) a la Dra. Guizzela Castillo (UACM), a la Dra. Johanna Broda (UNAM) por alentarme a la publicación de la presente investigación. Asimísmo agradezco el comentario del Dr. Kevin Terraciano (UCLA. USA) respecto a esta obra.

    Al Dr. Michel Oudijk de la UNAM y al Dr. Manuel Hermann por sus orientaciones respecto a los códices Mixtecos. Al apoyo académico de la Dra. Catharine Good, Dr. Druzo Maldonado y Maestro Ricardo Chacón.

    Agradezco Al H. Ayuntamiento de Juxtlahuaca 2008-2010: el regidor de educación y Cultura Arturo Olivo, el presidente municipal Carlos Martínez Villavicencio y a quienes apoyaron esta investigación: la Sra. Margarita Orduña y familia, a la Sra. Bárbara Setién y familia, al sr. Juvenal Orduña y familia, al Tanti-Shanu: Lamberto Avendaño y familia, a los mayordomos y diputados de cofradía: a don Santiago Chora a don Beto Feria, a don Antonio Gutiérrez y a otros mayordomos y exmayordomos que compartieron conmigo sus experiencias al servicio de sus santos patrones. A los sensibles maestros de ritual por depositar su confianza en mis respetuosas entrevistas: don Jesús Evangelista, don Rufino Bautista, don Casiano Camarillo y don Luis Gutierrez. Pido disculpas a aquellas personas que no aparecen en este listado pero cuya amable información contribuyó a integrar la presente obra.

    Agradezco a la comunidad del Barrio de Santo Domingo y al los habitantes de Santiago Juxtlahuaca en general, por ser informantes pero especialmente por ser los protagonistas de esta investigación que pongo a su servicio.

    Prólogo

    Como historiadora me he planteado la necesidad de establecer un vínculo entre pasado y presente de la sociedad

    que investigo para tener un panorama más entendible y completo de su cosmovisión. Porque la historia se estudia para explicar el presente y porque este tiene profundas raíces en el pasado, he juzgado pertinente incluir el aquí y ahora en este estudio.

    Aspiro presentar una visión sincrónica a la vez que diacrónica y explicar la dinámica de los fenómenos de transformación que han ido acaeciendo. Considero que estos enfoques por separado son pertinentes, sin embargo son parciales cuando no se les observa como un todo incluyente, recuperando y registrando cuidadosamente los elementos de cambio y continuidad.

    Por esta razón he juzgado conveniente incursionar en el campo de la Antropología, especialmente de la Etnohistoria. Esta innovadora disciplina contempla un enfoque interdisciplinario, dado que se apoya principalmente en las herramientas de la Historia y de la Antropología; su perspectiva holística, aporta elementos teórico-metodológicos para interpretar sociedades minoritarias y grupos étnicos.

    De acuerdo con Johanna Broda, Raúl Aranda, García Mora, Romero Frizzi y sus antecesores, los precursores de la Etnohistoria en México como metodología de análisis: Martínez Marín, Jiménez Moreno, Pedro Carrasco, y quienes influyeron desde el exterior: Erick Wolf, Robert Carmack y Philip Dark, entre otros; ésta disciplina se ocupa de investigar la historia de grupos sociales que hasta hoy han sido contemplados vagamente en la Historia General, pero cuyas tradiciones y costumbres, forman parte de nuestra Historia Nacional.

    Image25767.JPG

    FIG 1: Juxtlahuaca en el Estado de Oaxaca

    Image25775.JPG

    FIG 2: Geografia de la Mixteca Baja

    Introducción

    La presente investigación se orienta bajo el perfil metodológico de la línea Sociedad y naturaleza en Mesoamérica . Los fundamentos teóricos y categorías de análisis de dicha línea Incorporan, como columna vertebral del proceso, el campo interdisciplinario integrado por la historia y la antropología, denominado desde el último tercio del siglo pasado, Etnohistoria. En esta línea partimos de varias premisas, entre las más importantes están las siguientes:

    El hombre toma del medio geográfico los recursos que necesita para subsistir y dado que es un ser gregario se organiza socialmente para aprovechar la biodiversidad del sitio que se apropió para vivir y establecerse (García Mora, 1980: 24-26). Además de generar ciencia y tecnología, la sociedad ha vinculado la producción de satisfactores a un tiempo y espacio ritual compuesto de elementos sobrenaturales y divinidades con pasiones humanas que solicitan ofrendas y rituales a cambio de su benefacción. Así, se ha producido una trama de significados simbólicos que orientan el comportamiento, definen las normas y pautas de conducta del grupo social¹; lo cual, facilita el control a la cúpula del poder político, militar y religioso (Geertz, 1965: 45-51; Aranda, 2007: 4).

    El tema que bajo esta línea se investiga, esta relacionado con la historia y cultura en la Mixteca Baja, en concreto, el caso de Juxtlahuaca y su Santo Patrón el Señor Santiago. La cabecera distrital de Juxtlahuaca, es una ciudad integrada por un centro y la periferia; en el centro urbano predomina la población mestiza, circundando esta área están los barrios cuyos pobladores siendo también mestizos conservan en mayor proporción las tradiciones mixtecas, es decir se observa en menor medida la influencia de la modernidad, la tecnología y los medios. Se ha enfocado la atención en el Barrio de Santo Domingo porque es el más antiguo y numeroso y porque los campesinos maestros de ritual que lo habitan, aún conservan vivos algunos conceptos de una cosmovisión ancestral, las reproducen en sus rituales y procuran conscientemente que sus conocimientos y tradiciones trascienda a las nuevas generaciones. Atendiendo la clasificación de Gilberto Giménez, los vecinos del centro son pueblerinos citadinos, los vecinos de los barrios son pueblerinos con tradición indígena (Giménez, 1978: 12).

    Entre sus múltiples tradiciones, la que a esta investigación compete, es la fiesta de Santiago, el santo patrón cuya fiesta se duplica en el centro y en el barrio. Investigar la razón de porqué dos fiestas y dos cofradías para un mismo santo, nos induce a interrogarnos sobre el significado del santo Santiago en las manifestaciones de religiosidad popular para ambos subgrupos de esta sociedad. La observación y el análisis de los componentes del ceremonial así como de sus danzas y su obra de teatro, ostentan componentes hispánicos y prehispánicos; luego entonces es una tradición de raíces coloniales. Llama la atención que la representación del centro utiliza el mismo libreto que la del barrio, sin embargo se percibe una proyección diferente en cada lugar.

    El análisis de los diálogos que corresponden a la puesta en escena, nos induce a proponer lo siguiente: es una herencia del teatro evangelizador en la que Santiago pudo haber sido reinterpretado como un santo con atributos de uno o varios dioses prehispánicos. En tal caso podríamos afirmar que se convirtió en un símbolo polisémico para la población ñuu dzavui de aquel tiempo. La información etnográfica compilada ha sido analizada y confrontada con documentación histórica para investigar porqué se hace así y no de otra manera, verificando si existen nexos con el pasado colonial y de este, con la cosmovisión Prehispánica.

    Pretendo que la actual religiosidad popular del Barrio mixteco o ñuu dzavui: Santo Domingo Juxtlahuaca, refleja algunas huellas de una cosmovisión de su pasado remoto. Huellas de rituales ancestrales que se reelaboraron simbólicamente en la celebración católica de la fiesta patronal del Señor Santiago. Una transformación cultural que se mantuvo vigente durante el Periodo Virreinal y que ahora podemos apreciar como parte de sus tradiciones.

    Se acepta pertinentemente que existen grandes diferencias entre lo que la parafernalia de dicha fiesta significó en la Etapa Virreinal y su significado en el presente, porque la vida es transformación constante sin embargo, se está tratando a través de la metodología instrumentada, recuperar aquellos elementos que continúan a pesar del tiempo y de los cambios.

    La devoción popular al Señor Santiago de Juxtlahuaca, que se inició durante el Período Colonial, nos muestra que se generó una integración suigéneris de la cultura mixteca o ñuu dzavui con la cultura hispánica. Todo parece indicar que los juxtlahuaqueños se fueron apropiando de algunos elementos de la cultura impuesta incorporándolos a una matriz cultural o ñuu dzavui, lo que dio como consecuencia una reinterpretación simbólica del santo Santiago con un significado nuevo.

    Analizando el significado simbólico del Señor Santiago en el pasado, podemos entender como se pudo ir gestando la creatividad juxtlahuaqueña, manifestándose en su religiosidad popular. Si bien es cierto que con el transcurrir de los años muchos elementos se han ido perdiendo y que muchos de los habitantes han olvidado la causa original de sus tradiciones, aún podemos observar la huella del pasado.

    Especialmente interesante es el sacrificio de guajolotes frente al templo de Santiago así como la relevancia que se da a su imagen ecuestre ataviado como caballero medieval renacentista de las cruzadas: Santiago a Caballo, por encima de la imagen de Santiago Peregrino a la que llaman Santiago de a Pie. Los diálogos de los personajes de la obra de teatro que forma parte de la parafernalia constituyen un rico material para entender la construcción de la sacralidad de Santiago en la Colonia, en la que se le adjudicaron los poderes del Sol, de la guerra, del trueno, de la tormenta y del fuego, e incluso pareciera en algunos segmentos, que su ejército se tratara de bravos guerreros mixtecas. Bajo estas remisas me permito plantear como hipótesis principal de este estudio que en Juxtlahuaca" ² Colonial, la figura del Señor Santiago a Caballo se reinterpretó como símbolo polisémico dotado de varios poderes, bajo el cual pudo estar subyaciendo un dios o dioses prehispánicos ñuu dzavui o mixtecos. En la sociedad cristianizada de la actualidad, este santo es asociado con Dios Padre, la Hostia y el disco solar y Santo Domingo, aunque su antiguo significado simbólico se ha ido modificando, continúa siendo polisémico, al aglutinar varios símbolos.

    El registro etnográfico y el análisis etnológico para entender el presente de este grupo social, la revisión acuciosa de documentos, pictogramas, crónicas y fuentes para encontrar sus raíces o causas en el pasado colonial, nos ha permitido descubrir que en la religiosidad popular novohispana de Juxtlahuaca, subyacen reelaboraciones simbólicas de la cosmovisión mixteca que quizá comprendidas por muy pocos de sus pobladores, han llegado hasta nuestros días, conservadas como usos y costumbres. Si bien un tanto desdibujadas, después de 500 años, es innegable que estas prácticas, evidencian una huella de los rituales ancestrales.

    Se plantea una segunda hipótesis, en el sentido de que en el siglo XVI Juxtlahuaca estaba constituida durante el virreinato como República de Indios y muy probablemente este grupo mixteco o ñuu dzavui es el antecesor etnohistórico de los pobladores con tradición mixteca del Barrio de Santo Domingo, en Juxtlahuaca.

    Los asentamientos españoles más cercanas eran: Los Angeles (Puebla), Antequera (Oaxaca) y México (Gerhard, 1992: 503). En estas ciudades vivían con sus familias, los encomenderos de las mixtecas, donde recibían los tributos e sus encomendados pues tenían prohibido visitar los pueblos de indios para evitar abusos (Orduña, 1993: 16). Por la escasa convivencia ente la República de Indios y la de españoles en el primer siglo del Período Colonial, la población mestiza debió ser apenas perceptible en estas tierras del sur de Nueva España, posiblemente se fue generando a partir de algunos españoles, criollos y mestizos criadores de ganado que en sus correrías desde la costa a Veracruz, cruzando las mixtecas, pasaban por el fértil Valle de Juxtlahuaca; el contacto también se pudo dar a través de los funcionarios civiles que llegaban alrededor de los años 50’s, como corregidores y se alojaban rotativamente en algunos pueblos como Juxtlahuaca, Tejupa, y Tonalá (Gerhard, ibidem.) entre otros, para impartir justicia y gobierno a nombre de la corona. La población mestiza debió irse formando a lo largo de los siguientes siglos.

    En el llamado Lienzo de Juxtlahuaca³ posiblemente pintado en el siglo XVIII, aparecen representadas las autoridades indígenas de La República de Juxtlahuaca y la distribución de casas y edificios públicos, civiles y religiosos que integraban la comunidad.

    Gracias a un documento de 1609 tenemos noticia que al inicio del siglo XVII, existen dos o tres españoles estantes en Juxtlahuaca, quizá dedicados a funciones administrativas y/o al comercio. Se habla de visitadores españoles en calidad de autoridades civiles, entre ellos un alcalde mayor, un intérprete español que habla mixteco: don Lorenzo Ramírez de las Casas y dos testigos para una averiguación de tierras:

    "…testigos que se hallaron presentes Juán de Villegas Camorano y Juán Pérez de Córdova, españoles estantes en este pueblo…" (AHJO 1609, srie civil: f. 3).

    En la actualidad existe una familia Pérez, entre las más antiguas del lugar y también de las más acaudaladas según consta en el balance de cuentas de José María Pérez de 1868 (Archivo Histórico de Oaxaca, Hacienda, 1868). Otros varios españoles se fueron integrando, de los cuales existe poca información, sin embargo se sabe que a mediados del siglo XIX llegó a establecerse don Telésforo Orduña con su hacienda volante, compró casas y haciendas en la región, traía consigo gran cantidad de monedas de oro y plata que enterró en sus propiedades a falta de bancos; su sorpresiva muerte impidió decir a su familia la ubicación del semoviente (entrevistados: Fidelfa, Salvador, Ernesto y Jacinto Orduña).⁵ El último español de que se tiene noticia fue don Eugenio Setién, quien Llegó a principios del siglo XX y se dedicó a la cría de ganado (entrevistado Alonso Setién Guzmán). Los pocos españoles que llegaron se mezclaron con la población y contribuyeron al mestizaje, algunos de los descendientes de los mencionados, aún radican en Juxtlahuaca.

    Por razones de identidad y con apoyo en las tradiciones se fue dando una separación entre indígenas y mestizos, que debió definirse geográficamente cuando las inundaciones del Río de Santo Domingo obligaron a los pobladores a moverse alrededor de un kilómetro dentro del mismo valle (información etnográfica, Guadalupe Guzmán, Rosaura Pérez y Margarita Orduña)⁶. En este cambio de asentamiento, los habitantes se ubicaron tal como se observa hoy, la población mestiza en torno a la edificación de la nueva iglesia en lo que se ha dado en llamar el centro, a ligera distancia del cual se instaló el Barrio de Santo Domingo. Esto sucedió en las primeras décadas del XVII (Avendaño, Apuntes Inéditos; Mártínez, 2003: 28; Beristain, 2002: 30). Por eso en el siglo XVIII en que Juxtlahuaca fungía como Alcaldía mayor y curato, el obispo de la ciudad de Oaxaca don Antonio Mirón y Robles afirma:

    "Se reconoce un llano, que es la situación del pueblo, y cabecera de Santiago Juxtlahuacan… y al oriente se ve

    ¿Disfrutas la vista previa?
    Página 1 de 1