Escape: Mi Camino Hacia la Libertad

Por Pedro Alvarez Concepcion

La emigración es tan antigua como nosotros. Prueba de ello son las primeras migraciones prehistóricas durante el Paleolítico que supusieron la salida de los primeros hombres de África hace 200.000 años. Las causas de la emigración son varias, desde situaciones políticas, sociales, económicas o culturales. Por lo general se trata de factores que restan calidad de vida y que el emigrante trata de solucionar desplazándose de ciudad o país.
En Cuba la emigración es conocida desde los años de dominación española de la isla, y desde entonces siempre ha existido un importante número de cubanos que han emigrado, fundamentalmente hacia los Estados Unidos de América, Las cifras actuales de emigrantes cubanos es infinitamente superior a las de antaño. Muchos cubanos han decidido emigrar para evadir la intolerancia y la intransigencia política de las dictaduras que han asolado al país y con sus fluctuaciones, la estampida de cubanos hacia Norteamérica, no ha parado en los más de 60 años de régimen comunista.
Este libro es la historia de uno de esos cubanos que decidió un día tomar el camino de la emigración y donde en un relato autobiográfico nos cuenta hechos trascendentales de su vida, los cuales en el decursar de los años, lo indujeron a tomar esa decisión.

• Idioma: Español
• Editorial: Pedro Alvarez Concepcion
• Fecha de lanzamiento: 21 abr 2023
• ISBN: 9798215055182

Pedro Alvarez Concepcion

Pedro Alvarez Concepción, nace un 19 de septiembre del año 1967 en la ciudad de Sagua la Grande, antigua provincia de Las Villas, hoy provincia de Villa Clara, en Cuba, la mayor isla del Caribe. Es criado por sus abuelos paternos en la ciudad de Cienfuegos, donde vive toda su infancia, adolescencia y parte de su adultez. La primera transcurre normalmente como cualquier niño cubano de la época, de destacar sus inclinaciones artísticas, en especial la música y el canto, desde esas edades tempranas, así como su buen rendimiento académico, lo que se mantiene durante su adolescencia. Cursa, junto a su enseñanza básica, dos años en la Escuela de Música Manuel Saumell, de la mencionada ciudad, en la especialidad de guitarra, estudios que abandona después de ese tiempo. Ya en los finales de la adolescencia manifiesta interés por algunos deportes, incluso estudiando en escuelas para atletas, pero sin ningún resultado relevante en ninguno de ellos.A mediados de la década de los 80 del pasado siglo comienza sus estudios de Medicina en la Facultad de la ciudad de Cienfuegos, hoy convertida en Universidad. Obtiene buenos resultados académicos y, luego de seis años de carrera, se gradúa como Doctor en Medicina. Durante sus años universitarios mantiene su vinculación con diversas manifestaciones artísticas dentro del movimiento de artistas aficionados, participando en varios festivales estudiantiles de música y en un Seminario Nacional de Estudios Martianos, con un ensayo sobre la Religiosidad en José Martí.Ya graduado labora como médico escolar durante dos años en el municipio de Abreus, provincia de Cienfuegos, al término de los cuales se traslada a la ciudad cabecera provincial, para combinar su labor como médico de un consultorio comunitario con sus estudios de la especialidad de Medicina General Integral los cuales culmina luego de tres años. Continúa trabajando en el consultorio ya como especialista y posteriormente se desempeña en labores de dirección como jefe de un grupo básico de trabajo en un policlínico de la ciudad. Al cabo de un año se traslada a la ciudad de Santa Clara donde estudia la especialidad de Microbiología Médica graduándose en el año 2003.Ese mismo año comienza los preparativos para enrolarse en su primera misión internacionalista, como llaman en Cuba a las colaboraciones médicas en el exterior. Al año siguiente arriba a Venezuela, donde trabaja como médico en el estado de Carabobo por espacio de tres años. Así trabajará también en Bolivia por espacio de dos años y en Brasil durante tres, con intervalos de estadías en Cuba entre las mencionadas misiones. Después de culminada la última de ellas en Brasil, decide no regresar a Cuba y emigra a los Estados Unidos de América.En la actualidad vive en la ciudad de Salt Lake City, estado de Utah, donde ha realizado labores fuera del área médica y donde uno de sus principales hobbies es escribir.

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ESCAPE

MI CAMINO HACIA LA LIBERTAD

Pedro Alvarez Concepción

DEDICATORIA:

A mi padre y a todos los desilusionados con el proceso revolucionario cubano que llegó al poder en el año 1959.

A todos los emigrados cubanos dondequiera que estén.

A los que aún no han podido escapar y sufren la esclavitud moderna bajo un régimen comunista.

AGRADECIMIENTOS:

A mis hijos y mi nieto, por ser la inspiración de todo lo bueno e imperecedero que hago.

A mi esposa por estar ahí siempre y ser parte ineludible de todos mis proyectos.

La tiranía ahuyenta los habitantes de los pueblos y la libertad los atrae

José Martí (O.C. 23:159)

CAPITULO I: LA NAVIDAD ME INSPIRA

Me despertó el olor a café como era habitual todas las mañanas. A mi esposa, como buena cubana, no puede faltarle esa infusión para empezar el día. Ella la llama el néctar negro de los dioses blancos, no sé de dónde lo sacó, aunque supongo de algún libro de los tantos que ha leído pues desde que la conozco y desde antes, siempre ha sido una excelente lectora. Yo también me considero un ávido lector, aunque en los últimos años, producto de las circunstancias, disponer de menor tiempo para hobbies y tener que necesariamente establecer otras prioridades por encima de la lectura, han mermado en mi las horas dedicadas a este importante hábito.

En este tiempo ya se respira el espíritu navideño. Época de alegrías, reencuentros, reuniones de familiares y amigos, comidas típicas y compra de regalos, así como también de agradecimientos, perdones, reconocimientos, rememoraciones, etcétera. En fin, días bellos, llenos de colores, festejos y de tradiciones particulares en cada país celebrando la llegada del niño Dios.

Esta sería nuestra quinta navidad en este país que nos abrió las puertas en marzo del 2017, después de haber decidido, unos meses antes, no regresar a Cuba. Habíamos permanecido durante 3 años en Brasil, el gigante sudamericano del que guardo entrañables recuerdos.

Ya sabíamos lo que eran estas celebraciones porque las habíamos vivido en varios países en este ir y venir que tuvimos durante varios años antes de llegar al final de nuestra ruta: los Estados Unidos de Norteamérica, final al parecer definitivo. En nuestra patria estos festejos estuvieron prohibidos durante varios años, época en que el ateísmo inundó la sociedad cubana y pocos fueron los que abiertamente demostraban su religiosidad, pero eso es solo parte de la historia de ese sistema dictatorial, totalitario y fallido, que todavía hoy se aferra en mantener la cúspide del poder que nos gobierna desde los primeros años de la década del 60 del pasado siglo.

Pero estos días placenteros junto a la familia y amistades, en un ambiente libre y democrático, sólo ha sido el final de un largo recorrido, un camino en el que hemos vivido un cúmulo insospechado de alegrías y tristezas, encuentros y desencuentros, certezas y