La revolución de los arrendires
3.5/5
()
Información de este libro electrónico
La revolución de los arrendires reconstruye la historia de la reforma agraria en La Convención, Cusco, desde una perspectiva testimonial. A partir de los recuerdos de la familia del autor y de otras familias campesinas que estuvieron involucradas en la muerte del hacendado Alberto Duque, se relata y reflexiona sobre las protestas agrarias que acabaron con el régimen de haciendas e hicieron de La Convención una dinámica comunidad de pequeños propietarios.
Relacionado con La revolución de los arrendires
Libros electrónicos relacionados
De Túpac Amaru a Gamarra: Cusco y la formación del Perú republicano Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesDe amor y odio. Vida matrimonial, conflicto e intimidad en el sur andino colonial, 1750 - 1825 Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLa distinción silenciosa Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesEn pos de la República Calificación: 2 de 5 estrellas2/5Tradiciones peruanas III Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesVelasco: El fracaso de una revolución autoritaria Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Julio Cotler. Obras Escogidas Vol. 1 Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Mitologías velasquistas: Industrias culturales y la revolución peruana (1968-1975) Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLa utopía republicana: Ideales y realidades en la formación de la cultura política peruana (1971-1919) Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Uchuraccay Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesCambios en el régimen político y su impacto en la política exterior peruana Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesEl Perú desde el cine: plano contra plano Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesEl apocalipsis a la vuelta de la esquina: Lima, la crisis y sus supervivientes (1980-2000) Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesEnfermos de Poder Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesPerú: 1890-1977: Crecimiento y políticas en una economía abierta Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Memorias del cautiverio del último Túpac Amaru Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Ley y justicia en el Oncenio de Leguía Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesHistoria económica del Perú Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLos inicios de la república peruana: Viendo más allá de la "cueva de bandoleros" Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLa promesa incumplida. Ensayos críticos sobre 200 años de vida republicana Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesGuano y burguesía en el Perú Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLucha política y crisis social en el Perú Republicano 1821-2021 Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLima, siglo XX: Cultura, socialización y cambio Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesCoaliciones de independientes Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLa «nueva izquierda» peruana en su década perdida: De la ilusión a la agonía Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLa iniciación de la política: El Perú político en perspectiva comparada Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLa Patria Nueva: Economía, sociedad y cultura en el Perú, 1919-1930 Calificación: 4 de 5 estrellas4/5La tragedia de las empresas sin dueño. El caso Petroperú Calificación: 2 de 5 estrellas2/5La deuda defraudada: Consolidación de 1850 y dominio económico en el Perú Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesEl páramo reformista: Un ensayo pesimista sobre la posibilidad de reformar al Perú Calificación: 5 de 5 estrellas5/5
Historia de América Latina para usted
Historia verdadera de la conquista de la Nueva España Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Historia general de las cosas de la Nueva España I Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Mitología Inca: El pilar del mundo Calificación: 5 de 5 estrellas5/5¡Viven!: El triunfo del espíritu humano Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Historia de la corrupción en el Perú. Tercera edición Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Las venas abiertas de América Latina Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Historia general de México.: Versión 2000 Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Las razones del mito: La cosmovisión mesoamericana Calificación: 5 de 5 estrellas5/5La casa de los espíritus de Isabel Allende (Guía de lectura): Resumen y análisis completo Calificación: 3 de 5 estrellas3/5Pinochet desclasificado: Los archivos secretos de Estados Unidos sobre Chile Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesNueva historia mínima de México Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Mitología azteca: Mitos fascinantes aztecas de los dioses, diosas y criaturas legendarias Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Historia, tradiciones y leyendas de calles de México. Vol 2 Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Pancho Villa / 2 Tomos Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Mitología Maya: La sabiduría divina Calificación: 5 de 5 estrellas5/5La Guerra Del Fin Del Mundo Calificación: 5 de 5 estrellas5/5La guerra cristera: Aspectos del conflicto religioso de 1926 a 1929 Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Cuentos populares mexicanos Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Historia de la conquista de México Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Los pueblos indígenas de México: 100 preguntas Calificación: 2 de 5 estrellas2/5Los mayas Calificación: 5 de 5 estrellas5/5La invasión de América: Una nueva lectura de la conquista hispana de América: una historia de violencia y destrucción Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Historia de la conquista de México Calificación: 4 de 5 estrellas4/5El conejo en la cara de la luna: Ensayo sobre mitología de la tradición mesoamericana Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Breve historia de la Revolución mexicana, II: La etapa constitucionalista y la lucha de facciones Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Las cinco vidas de Genaro García Luna Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Creencias y costumbres Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesHistoria, tradiciones y leyendas de calles de México. Vol 1 Calificación: 5 de 5 estrellas5/5
Comentarios para La revolución de los arrendires
3 clasificaciones0 comentarios
Vista previa del libro
La revolución de los arrendires - Rolando Rojas Rojas
Serie: Estudios Históricos, 82
© IEP Instituto de Estudios Peruanos
Horacio Urteaga 694, Lima 11
Telf.: (51-1) 332-6194 / Fax: (51-1) 332-6173
Correo-e: libreria@iep.org.pe
www.iep.org.pe
ISBN impreso: 978-9972-51-757-0
ISBN digital: 978-9972-51-760-0
ISSN: 10109-4533
Primera edición: Lima, julio de 2019
Tiraje: 1500 ejemplares
Hecho el depósito legal en la Biblioteca Nacional del Perú: 2019-07683
Registro del proyecto editorial en la Biblioteca Nacional: 31501131900622
Asistente editorial: Yisleny López
Corrección: Daniel Soria
Diagramación y carátula: Gino Becerra
Cuidado de edición y revisión de texto: Odín del Pozo
Los editores agradecen a los propietarios de los derechos de autor de las fotografías e imágenes por colaborar en esta publicación. Asimismo declaramos haber hecho todo lo posible para identificar a los autores de las imágenes que se reproducen en este libro, cualquier omisión es involuntaria. Agradeceremos toda información que permita rectificar cualquier crédito para futuras ediciones.
BIBLIOTECA NACIONAL DEL PERÚ
Centro Bibliográfico Nacional
333.3185
R78
Rojas Rojas, Rolando, 1973
La revolución de los arrendires: una historia personal de la reforma agraria / Rolando Rojas Rojas.-- 1a ed.-- Lima : Instituto de Estudios Peruanos, 2019 (Lima : Litho & Arte).
193 p.: il., mapa, retrs.; 21 cm.-- (Estudios históricos / Instituto de Estudios Peruanos; 82)
Bibliografía: p. 189-193.
D.L. 2019-07683
ISBN: 978-9972-51-757-0.
1. Reforma agraria - Perú - La Convención (Cus.) 2. Tenencia de la tierra - Aspectos sociales - Perú - La Convención (Cus.) 3. Comunidades campesinas - Perú - La Convención (Cus.) 4. Movimientos sociales - Perú - La Convención (Cus.) 5. La Convención, Cus. (Perú : Provincia) - Historia I. Instituto de Estudios Peruanos (Lima) II. Título III. Serie
BNP: 2019-080
Índice de contenido
Prefacio
1. Los Duque en La Convención
2. La hacienda San Pedro
3. Tomás Rojas llega a La Convención
4. La compra de arrendamientos
5. La conspiración de los arrendires
6. El proceso judicial
7. El florecimiento del sindicalismo agrario
8. Trotskistas en los Andes
9. La sentencia del caso Duque
10. La revolución de los arrendires
11. Trotskitas, putchistas y arrendires
12. En el penal del Sepa
13. Llegan los guerrilleros
14. La reforma velasquista y los arrendires
15. Liberación y recibimiento popular
Epílogo
Fuentes y Bibliografía
A la memoria de mis abuelos,
Tomás Rojas Pillco y Paulina Cosio Farfán
Mapa de la provincia de La Convención, Cusco.
Prefacio
Montañas de La Convención, Cusco, 28 de agosto de 1956, 2:50 p. m.
El hacendado Alberto Duque Larrea se dirigía a la ciudad de Quillabamba por un camino de herradura, cuando recibió un disparo de carabina a la altura de la ingle. La detonación hizo encabritar al caballo y Duque se precipitó al suelo. La mano que apretó el gatillo pertenecía a Nazario Gamarra, un exsoldado indígena, analfabeto y quechuahablante, sobrino de Víctor Valencia, un campesino con quien Duque, propietario de la hacienda San Pedro, sostenía un enojoso litigio por tierras. Juan Condori, el peón que sujetaba la brida del caballo, se espantó al ver a su patrón ensangrentado y corrió a dar la noticia a Cesárea Matasoglio, esposa de Duque. Días después, se supo que detrás del ataque estaba el mencionado Víctor Valencia, junto con los arrendatarios Eduardo Celis Cáceres y Tomás Rojas Pillco. La prensa regional dio amplia cobertura a las investigaciones del caso, que fue conocido como la conspiración de los arrendires
.
Tomás Rojas Pillco era mi abuelo. Me enteré de su historia de modo casual, cuando descubrí una copia mecanografiada de la apelación que los abogados de mi abuelo presentaron después de su condena. Mi madre la guardaba en una vieja maleta de recuerdos familiares. Sabía que mi abuelo había estado en la terrible prisión del Sepa, pero desconocía los detalles del caso. A un niño no se le cuentan este tipo de cosas, y las conversaciones del tema entre mis tíos eran siempre reservadas. Cuando conocí a mi abuelo Tomás, a finales de los años setenta, era un hombre endurecido y cargado de resentimiento. Vivía separado de la familia, en una casita cerca del río Chuyapi, rodeado de viejas máquinas de coser que en su buena época debieron de confeccionar los pantalones y chalecos con que se vestían los quillabambinos. En algunas ocasiones llegaba a la casa familiar, pero siempre lo recuerdo meditabundo y con la circunspección propia de los hombres solitarios. Cuando el gobierno del general Juan Velasco Alvarado lo indultó en diciembre de 1972, una multitud lo esperó para recibirlo en la plaza de armas de Quillabamba, aunque casi nunca hablaba del asesinato de Duque ni de su experiencia en la cárcel. Al menos, no con sus nietos.
Después de la muerte de mi abuelo, el hermetismo familiar fue cediendo, y entre las conversaciones de mi madre y mis tíos fui recolectando pequeños trozos de la historia y me hice un cuadro general. Sobre mi abuelo había recaído la responsabilidad de organizar la conspiración contra Duque, pues era el único que sabía leer y escribir, y en su tienda-almacén se produjeron las reuniones con Celis, Valencia y Gamarra. El proceso judicial fue largo, y se llevó a cabo en la ciudad del Cusco. Mi abuelo y sus compañeros fueron recluidos en la cárcel de la Almudena, donde actualmente funciona la Beneficencia Pública del Cusco. Estando allí, antes de ser trasladado al penal del Sepa, mi abuelo conoció a quien sería su yerno y mi padre, Apolinario Rojas Obispo, quien llegó al Cusco con un grupo de jóvenes trotskistas que en Lima, en abril de 1962, realizó el célebre asalto del Banco de Crédito de la avenida Larco, en Miraflores. Aunque no participó directamente en el asalto, el Partido Obrero Revolucionario (POR), pequeña organización afiliada a la IV Internacional, decidió que mi padre se trasladara al Cusco para huir de la represión policial que se volcaría contra todos sus militantes. La jugada salió mal y fue igualmente capturado. Fue así como mi padre conoció a mi abuelo y poco después a la que sería su esposa.
La historia de la muerte de Duque causó un fuerte impacto entre los jóvenes trotskistas que fueron recluidos en la Almudena, donde conocieron a mi abuelo y sus compañeros, así como en Hugo Blanco, quien venía desarrollando una intensa actividad política con los dirigentes campesinos del valle de La Convención. Las dos historias, la de los sentenciados por el asesinato de Duque y la de los actores del movimiento agrario, comenzaron a intersectarse y seguirían cruzándose durante los años sesenta y setenta, a medida que se realizaban sucesivos intentos de reforma agraria, primero tibiamente en los gobiernos de Pérez Godoy y Belaunde, y después de manera más decidida, durante el Gobierno Revolucionario de la Fuerza Armada.
Cuando mi abuelo salió de la cárcel, en enero de 1973, encontró el valle drásticamente cambiado. Después de 17 años de ausencia, la sociedad de hacendados y arrendires en la que había vivido ya no existía. La Convención había experimentado una revolución campesina
, las haciendas se disolvieron y la tierra pasó a manos de los arrendires. Hugo Blanco y Luis de la Puente Uceda intentaron convertir este proceso en una revolución castrista, y, aunque fracasaron, afianzaron la politización de los campesinos. La reforma agraria del general Juan Velasco Alvarado profundizó el proceso, incluyendo áreas que no habían sido afectadas por los sindicatos campesinos. La reforma agraria hizo de La Convención una comunidad de pequeños propietarios, una región más compleja que la que dejó mi abuelo en 1956. La posición de los arrendires se había consolidado: adquirieron casas en la ciudad, incursionaron en el comercio y reinvirtieron en sus cultivos; apareció entonces el campesino con auto. Otros mandaron a sus hijos a la universidad, muchos de los cuales emprendieron negocios lucrativos, lo que dinamizó las actividades mercantiles en la región.
Mi abuelo no pudo adaptarse a esta nueva situación y vivió relativamente aislado de la ciudad. Durante su estancia en prisión, el capital que había logrado acumular como comerciante se consumió en los honorarios de los abogados. Mi abuela Paulina vivió numerosas estrecheces económicas para alimentar y educar a cinco hijos pequeños. A su retorno, mi abuelo intentó reabrir su sastrería e instalar una tienda de artículos de aluminio, pero o la suerte no lo acompañó o había perdido el empuje de antaño. En los últimos años, fotografías familiares lo muestran reconciliado con mi abuela y reunido con mis tíos en el arriendo que perteneció a Alberto Duque, que la familia conserva en honor a su memoria. Murió el 5 de junio de 1985.
***
La historia de mi abuelo me acompañó por largos años, y escribir un libro sobre él y los acontecimientos que vivió siempre rondó por mi cabeza. Esta historia ha marcado a mi familia y, por supuesto, también a las familias de los otros involucrados, incluyendo a la del propio Alberto Duque. Hace unos años mi tío Moisés, residente en Rosario, Argentina, me ofreció subvencionar la investigación para escribir este libro. Fue así como pude visitar, acompañado de mis tíos Rubén y Moisés, a los hijos e hijas de Eduardo Celis y Víctor Valencia (Nazario Gamarra no dejó descendencia), y recoger los materiales para reconstruir sus historias. Ellos aparecerán en estas páginas para brindarnos sus recuerdos y la versión que recibieron de sus padres. En varias ocasiones, las entrevistas tuvieron que realizarse en quechua, pues es la lengua en la que se sienten más cómodos para expresarse. Fue entonces cuando la conversación adquirió mayor fluidez. Mi tío Rubén me ayudó en esta parte traduciendo los relatos y las emociones que, particularmente, nos brindaron los hijos de Eduardo Celis.
Además de motivos familiares o personales, escribí este libro por razones de historiador. Por lo común, en nuestras investigaciones y libros asumimos una falsa neutralidad. Nos colocamos en el pedestal del observador, del analista del pasado, casi como si fuéramos pontífices de la verdad histórica. Y, sin embargo, todos sabemos que la realidad histórica de una colectividad nos involucra de alguna manera. Sea porque tomemos una posición valorativa o porque la historia nacional se cruza con la de nuestras vidas, como en este caso. Erróneamente, el historiador se escabulle del relato que construye, como si no tuviéramos una trayectoria familiar o personal que se entrelaza con los acontecimientos nacionales. Y son estas las razones por las que este libro está escrito en la forma de una crónica testimonial, hilvanada, claro, con reflexiones y en diálogo con otros autores que escribieron sobre los acontecimientos de La Convención. Así, este es un libro en el cual el historiador, a través de su familia, aparece como un protagonista de los hechos. Serán entonces los personajes de las familias involucradas, así como otros campesinos a quienes conocí y entrevisté por su participación en el movimiento liderado por Hugo Blanco o en las guerrillas de Luis de la Puente Uceda, los que nos conduzcan por la historia de cómo los campesinos convencianos se hicieron con la tierra.
Asimismo, para reconstruir la trama social en que vivieron los personajes de este relato, realicé numerosas entrevistas con los familiares de los arrendatarios de las haciendas de La Convención, incluidos a los de la antigua hacienda San Pedro, hoy convertida en una escuela secundaria. Los testimonios que recogí los complementé con la documentación de los archivos del Poder Judicial y de la prensa escrita, particularmente del diario El Sol del Cusco y El Comercio del Cusco, resguardados en la hemeroteca de la Universidad Nacional de San Antonio Abad. En esta tarea, mi colega y amiga Fanny Huamán Tisnado llevó a cabo una gran y eficiente labor. En los meses en