CIUDAD DE MÉXICO.– Julio Scherer y José de Lima se conocieron por iniciativa del segundo, quien, como ejecutivo de Nestlé México, decidió anunciarse en Excélsior. Pepe de Lima, recuerda el segundo de sus hijos, Eduardo, acostumbraba leer cada domingo la columna “Desayuno” que aparecía en la página frontal del periódico. Los autores de los “desayunos” eran Julio Scherer García y Manuel Becerra Acosta.
José de Lima tenía, además, un gran interés personal por conocer al reportero. Lo admiraba por la calidad y claridad de su trabajo. La gran personalidad del empresario y su perseverancia en lograr un acercamiento con don Julio rindieron sus frutos, y no sólo ellos se hicieron amigos, sus esposas congeniaron y se unieron a una amistad cuádruple que duró todas sus vidas.
Era el final de los años cincuenta cuando Julio y Pepe empezaron a tratarse. La familia De Lima volvía de una corta estancia en Suiza, sede de la empresa multinacional en ese país europeo. Nestlé había designado a José de Lima como su director en Centroamérica y tendrían que establecerse en