En el cementerio de la ciudad costera de Pisco (departamento de Ica) descansan los restos de Sarah Ellen (1872-1913), a la que una leyenda local identifica como una vampira que el tiempo ha convertido en la “santa” más popular de todo Perú. Generosos ramos de flores, y pequeñas estampas de agradecimiento, testimonian el fervor que esta difunta, de origen británico, despierta entre los muchos fieles que acuden solicitándole favores.
En 1993 se difundió el rumor de que Sarah Ellen saldría de su tumba, generando una auténtica psicosis entre la población. Muchos vecinos decidieron protegerse con ajos y crucifijos, armándose con estacas de madera por si se tropezaban con el cadáver viviente de la vampira de Pisco. Sin embargo, detrás de esta historia se escondía la crónica de unos hechos todavía más aterradores…
LA MALDICIÓN DE SARAH ELLEN
Nadie había oído hablar de Sarah Ellen, la vampira de Pisco, hasta 1993, cuando la que la televisión y los periódicos se pusieron de acuerdo para contar su historia. El show de Cristina, presentado por Cristina Saralegui (1948), programa televisivo de mayor audiencia en formato talk show, que era emitido desde Estados Unidos a través del canal de Univisión a toda Latinoamérica, fue el primero en hablar sobre Sarah Ellen.
En 1993 se difundió el rumor de que SARAH ELLEN saldría de su tumba, generando una auténtica psicosis entre la población. Muchos vecinos decidieron protegerse con ajos y crucifijos, armándose con estacas de madera por si tropezaban con el cadáver viviente de la vampira de Pisco.
En uno de sus programas, emitido a principios de ese mismo año, en el que el tema de debate estaba relacionado con lo esotérico, fue entrevistado uno de esos “frikis televisivos”, que