En una época en que la pobreza es un creciente problema mundial, cobran vigencia figuras míticas cuyo fin justifica los medios en el imaginario social. Entre esos legendarios personajes destacan el británico Robin Hood y el mexicano Jesús Malverde, dos ladrones tan célebres como disímbolos con una causa en común: robar a los ricos para dar a los pobres.
Un alegre aventurero
Cronológicamente, empecemos con Robin Hood. Su leyenda parte de la tradición oral, sobre todo a través de baladas que, desde el siglo XIII, difundían los juglares que recorrían la Inglaterra medieval y cuyas letras empezarían a publicarse entre los siglos XV y XVI. He aquí una estrofa de una de esas baladas: Los pobres pueden pasar tranquilos por