MIGRAR PARA SOBREVIVIR UNA LARGAY PENOSATRAVESÍA LEVANTINA
Los libaneses llegaron a México desde el último cuarto del siglo XIX con la identidad de los pueblos cristianos de Monte Líbano, la montaña que ubicaron en la que llamaron la Turquía asiática, en los inmensos territorios del Imperio Otomano. Habían nacido bajo el régimen del Moutassarifiah, creado luego de la guerra en la montaña, que hizo intervenir a Francia en defensa de los maronitas en 1861. Los que llegaron eran nacionales sin tener una nación; es decir, tenían un sentido de la identidad libanesa sin haber pasado por una modernización que les permitiera ser parte de algo semejante a los países constituidos. Llegaron como turcos; las definiciones políticas europeas los hicieron sirio-libaneses después de la Gran Guerra, cuando las potencias impusieron sus mandatos. Se asumieron como libaneses en la década de 1920, para ser árabes cuando, en 1945, se conformó la Liga Árabe, y Líbano –que acababa de proclamar su independencia en 1943– se encontró entre los primeros Estados que la suscribieron. Las formas identitarias de los inmigrantes se transformaron junto con la historia de México y los acontecimientos en Medio Oriente, hasta reconocerse mexicano-libaneses.
Después de los reacomodos territoriales que pusieron fin al Imperio Otomano, los inmigrantes que ya estaban –el en francés– para referirse al terruño…
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