Desde la perspectiva de los procesos migratorios que transcurren en México, las tres candidaturas a la Presidencia del país han evidenciado la profunda incomprensión que estos procesos tienen entre la élite política, no obstante de que se trata del inmenso elefante en la sala.
En principio, la primera gran incomprensión –y desatención– corresponde a la de mexicanas y mexicanos hacia Estados Unidos. A pesar de ser una movilidad humana enorme, de miles y miles de personas, se le ignora una y otra vez. Debe