La Era Efímera

Por Byron Rizzo

La cultura descartable de Internet, condensada en un libro igual de fugaz y de fácil lectura.

 

El legado que estamos dejando puede ser tan débil como las volátiles memorias magnéticas en las que lo respaldamos. Pero, ¿acaso nos hemos puesto a pensar en eso?

 

Vivimos en el perpetuo cambio, mas este parece acelerarse cada vez más. Desde los smartphones a las pantallas, las computadoras y dispositivos, todos duran menos en nuestras manos. Casi como si de las mismas aplicaciones que usamos, las que borran fotos y videos en 24 horas o menos. No es coincidencia.

 

Personalidades y famosos que nacen en la mañana y para la noche ya son olvidados. Todos mudos testigos de una época superflua, momentánea y que no espera por nadie. Símbolos del ajetreo incesante que lejos de ser excepción, son la norma de nuestra modernidad. De los barrios virtuales en Geocities, a los ubicuos modos historia que plagan todas las aplicaciones, efímeros por defecto. Realidades cada vez más virtuales y digitales, que desdibujan la diferencia entre el mundo real y lo informático.

 

Este pequeño libro es una serie de rápidas reflexiones para ayudarnos a entender que la volatilidad es tanto tecnológica, como así también un reflejo de la tormentosa e inquieta alma humana contemporánea. El resultado de un tiempo convulso del que, tal vez, no quede ningún recuerdo.

• Idioma: Español
• Editorial: Byron Rizzo
• Fecha de lanzamiento: 25 nov 2021
• ISBN: 9798201646479

Byron Rizzo

Hola, me llamo Byron Rizzo. Soy un escritor independiente argentino nacido en Neuquén, al Norte de la Patagonia y Sur del resto del mundo, tierra poblada de cuentos y carente de personas. Vine al mundo en el alegórico año de 1990. La influencia de la década puede intuirse en cada afición, gusto y letra de mi autoría. Desde la presencia literaria del realismo mágico, al anime japonés, o la obsesión por la música de todo el mundo. Llevo escribiendo o intentando hacerlo desde una muy temprana edad. «Antes de que te des cuenta», data de cuando tenía 10 años, por ejemplo La adolescencia y juventud me vieron publicando en medios digitales de todo tipo. Algunos pueden encontrarse aún en línea, como mis artículos sobre tecnología, cultura, videojuegos, arqueología digital, redes, nostalgia e informática en Tecnovortex. Mis libros publicados versan sobre temáticas contemporáneas, y pasean entre géneros. Ciencia ficción, cultura cyberpunk, relatos fantásticos de terror adaptados a una era casi sin secretos a simple vista, y otras inquietudes del ciberespacio. Busco escribir sobre la época que nos ha tocado vivir, encontrando la magia y misterios escondidos en las máquinas. A partir del 2020 comencé a publicar esas mismas inquietudes en formato libro, siendo el primero en la cosecha «Videojuego y Adicción». A finales de ese mismo año la primera ficción en ver la luz fue «Polypticon», una novela (ya no tan) distópica epistolar a través de chats y mensajes en foros. Pronto la acompañaron obras como «El Sonido», una noveleta sobre el aislamiento y la obsesión; «¿Conoces a Tsuki-chan?», que trata sobre la transmigración humana-digital; o «VA-Tek», experimento literario Neo-gótico transhumanista que mezcla alquimia y computación cuántica. Agradezco que hayas llegado a este punto. Te invito a seguir mi camino y valorar mis libros, dejando que me vuelva otro personaje secundario en la narrativa de tu vida. Uno que espero disfrutes y enriquezca tu propia historia.

Vista previa del libro

La Era Efímera

Byron Rizzo

Published by Byron Rizzo, 2021.

While every precaution has been taken in the preparation of this book, the publisher assumes no responsibility for errors or omissions, or for damages resulting from the use of the information contained herein.

LA ERA EFÍMERA

First edition. November 25, 2021.

Copyright © 2021 Byron Rizzo.

ISBN: 979-8201646479

Written by Byron Rizzo.

Prefacio

Nada en este mundo o universo es ajeno al cambio. El cambio como constante infinitesimal, desde las grandes esferas cósmicas, hasta nuestros propios cuerpos y su dimensión celular, afecta todo cuanto existe. Aunque la dinámica sea demasiado grande para poder notarla, ahí se encuentra. Por extrañas paradojas de la mente, el ser humano, inserto en tanta metamorfosis constante, sin embargo suele tener sus reparos para aceptar o sentirse cómodo en tal transformación inevitable. Desde los dogmas milenarios que se encargan de mantener tradiciones, a las grandes corrientes filosóficas que siempre están vigentes, o la misma localización de los asentamientos que se repite desde hace siglos, tenemos una marcada costumbre por lo conocido.

Quizás por eso mismo las transformaciones que hemos ido sufriendo desde el fin de la Edad Media, más precisamente desde el Descubrimiento de América y la invención de la Imprenta, crearon una serie de nuevos paradigmas característicos, desconocidos hasta entonces. Nunca tan acelerados y con la fuerza de una vorágine indomable, que en los últimos 100 años. La masividad de la energía eléctrica, el fin de varios derroteros políticos, 2 Guerras Mundiales, el apogeo de artes y medios de comunicación como la radio y la televisión, así como también de formas de transporte físicas más rápidas y eficientes. Explosiones de cambio que aún no hemos terminado de comprender, y que son y serán sujeto de estudio en los siglos por venir.

El mayor catalizador de diferencias, la más grande variable que creo otras y produjo un cisma irreconciliable con el pasado, sin embargo ha llegado en los últimos 30 años. Porque si hubo algo que, cuando parecía ya estar todo inventado, le dio un nuevo sentido, lo reconvirtió, y hasta dejó obsoletas las anteriores formas de interacción, fue Internet.

Nunca podremos darnos cuenta nosotros mismos, del impacto que ha tenido en la cultura, la forma de consumir información, de trabajar y relacionarnos, la gran red de redes. Es muy probable que en las décadas que nos esperan, recién ahí las nuevas generaciones, que no vivieron en el mundo que hasta hace tan poco era el común, el conocido, el inamovible, puedan valorar su peso real. Nosotros, inmersos en el transmutación, en la adaptación constante, montando la ola, tenemos la perspectiva del protagonista. Puede que haga falta algún espectador desde la distancia para notar hasta qué punto y grado nos estamos moviendo ahora mismo. Incluso, los acelerados, tropezados y nunca más vigentes cambios que sufre Internet. Porque aún este no es ajeno a la infinita metamorfosis que el humano debe atravesar e imprime a cada cosa que crea.

Más allá de las etapas que se pueden diferenciar con facilidad, aquellas que conglomeran grandes períodos de tiempo como la llamada Internet 1.0 y 2.0, día a día, mes